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005

• Alto como un tacón •

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— Ruby, querido, quiero hablar contigo de algo que podría agradarte— Levanté la vista de mi laptop y ví como Fantina me dirigía la mirada desde su oficina. 

Por favor que sea un aumento, así podré comprar aquellas telas que llegaron hace poco. Con mi mejor sonrisa me acerco a ella. 

— Claro que sí, ¿cómo puedo ayudarle?

— Han pasado ya tres meses desde que entraste, creo que es momento que seas más que un simple asistente.

¡Al fin! La paciencia rindió sus frutos, estuve esperando para hacer más que observar. Sé que necesitaba conocer un poco el entorno antes de crecer en este, pero ya sabía que no podrían aguantar tanto tiempo sin recurrir a mi talento.

Aunque obviamente, no iba a decir eso. Sonreí nervioso mientras pienso en algo mucho más modesto.

— ¿Qué pasó? ¿La emoción te comió la lengua?- Ella bromeó, desvié la mirada de los nervios.

— En serio, muchas gracias madame. Le prometo que no la voy a defraudar.

— Estoy segura que no lo harás; sin embargo, no es a mí a quien le debes prometer eso. Verás, Valerie y yo estuvimos discutiendo que puesto te daremos. Y consideramos que dos mentes jóvenes se entienden mejor— En ese momento entró un chico peliazul a la oficina, me da la sensación de haberlo visto antes.

— Hey, tía Fantina y... Chico nuevo— Nos sonrió a modo de saludo, es demasiado resplandeciente.

— Mucho gusto— Saludé formalmente, intentando dar la mejor impresión a quien posiblemente será mi jefe.

— Él es mi sobrino, Falkner, tampoco tiene mucho tiempo en la compañia. Así que, van a trabajar juntos para la colección de primavera que viene, les vamos a encargar la mitad de los conjuntos; toda la organización y producción de estos van a estar en sus manos. Valerie y yo solo vamos a gestionar la distribución— Ella explicó con calma.

Normalmente, hay una gran cantidad de mentes en cada área para elaborar una colección ¡Esto es una locura! Y solo tendremos 4 meses... Es imposible que dos personas hagan mitad del trabajo.

— ¿No te parece un poco imposible, tía?— Un tanto preocupado preguntó Falkner.

— Confíamos en ustedes. Valerie y yo lo hicimos en algún momento, ahora es su turno también.

Miré a Falkner con indecisión por unos segundos, sentí todo mi cuerpo escarapelarse. ¿De verdad podré hacer algo así? Seré arrogante con mi trabajo, pero nunca iluso. 

"El verde se hará tendencia. Recuerda mis palabras."

Ese chico listo... Bien, hay trabajo que hacer. Y de todas formas, si ellas pudieron debo hacerlo yo también, no puedo quedarme atrás. 

— Muchas gracias por la oportunidad madame. Le prometo que no le fallaremos— Ocultando mi miedo con una sonrisa, le agradecí.

— Es todo o nada chicos— Una pequeña preocupación se asentó en su rostro durante esos segundos de pausa— Mañana los llevaré a su nueva oficina, tienen el resto del día libre.

Volvió a dedicarnos una dulce sonrisa, nos despedimos y salimos de la oficina. 

¿Y ahora, qué?

Miré a mi nuevo compañero, quien parecía igual de desconcertado que yo. Pero decide ocultarlo con una mirada tranquila. 

— Siento que te conozco de algo... Sea lo que sea, hay que llevarnos bien. En especial ahora que estamos en medio de la locura en la que nos metió mi tía— Él bromeó, y a mí se me para el corazón, me dedica una sonrisa ladeada y yo solo atino a inhalar fuertemente para evitar sonrojarme.— ¿Qué te parece si intercambiamos números? Quiero decir, va a ser necesario que nos mantengamos en contacto, tenemos mucho trabajo juntos.

Realmente es demasiado deslumbrante.

— Está bien.

Mientras nos pasamos nuestro número yo me distraigo viéndolo, es realmente un chico agradable. Y la verdad ese pelo azul con ese corte rebelde que cubre uno de sus ojos no le queda nada mal. 

Me sonríe una vez que me descubre en plena observación. Yo solo aparté la vista avergonzado.

— Perdona, no estoy seguro que debería hacer. Estoy algo nervioso, no quiero parecer descortés— Me asinceré con él, antes que pudiera decirme algo al respecto. 

Y en vez de darme una mirada de desaprobación o hastío, amplía su sonrisa dulcemente. 

— ¿Te parece si salimos a comer? Así podemos conocernos más, entiendo que sea difícil, yo tampoco estoy muy seguro de cómo tomar este reto. Pero, creo que hay que empezar por llevarnos bien— Sus palabras me tranquilizan y por más que quisiera aceptar, estoy con el presupuesto algo ajustado... Tampoco quisiera quedar como un amargado.- Y no te preocupes, que yo invito.

¿Tan obvio soy?

— ¿Viste a la chica que pasó? La verdad, es que no entiendo cómo hay mujeres que pueden querer usar tacones ¡Si duelen el infierno!— A lo lejos, la voz de Sapphire resonó en mis oídos.

En estos momentos me encuentro almorzando con Falkner, y es mucho más agradable de lo que podría imaginar. Responde a mis nervios con calma y amabilidad, me escucha atento y siempre parece saber cómo endulzar mis oídos. 

Pero no puedo dejar que Sapph me vea con él... La culpa no me dejaría. Que alguien más me vea en este reunión estando yo demasiado acomedido y listo para el romance, sería dar un paso más en olvidarlo a él... No debería estar así, no tan sonriente, sonrojadito y como un adolescente hormonal.

Intento ocultar mi cara con el menú, y ruego que esté lo suficientemente entretenida hablando con quién sabe quién como para no notar mi existencia.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué te ocultas?- Falkner pregunta, obviamente dándose cuenta de mi intento de pasar desapercibido.

— Acabo de escuchar a mi amiga, si me ve contigo no me va a dejar en paz el resto de mi vida— Le dije a modo de excusa, aunque tampoco está tan lejos de la realidad. 

— Pero si estás con un chico, no tendría...- Falkner parece caeren cuenta de lo dicho; por lo que, no terminó la oración- ¿Acaso tú...

En ese mismo momento donde Falkner parece reflexionar sobre mi posible salida del closet accidental, ví a Sapphire cruzar la pista frente al restaurante. Caminando flameantamente y al borde de poder solo voltear y ver por el inmenso ventanal del restaurante, mi existencia y mi compañía. 

A su lado derecho, se encuentra un chico de cabellos alborotados. Por la posición de mi amiga no puedo llegar a verlo bien, pero él sí parece reconocerme, pues se detiene unos segundos a mirar a mi dirección.

Y en unos segundos donde el tiempo parece detenerse... Aquel chico evita que Sapphire mire hacia donde yo estoy y continúan su camino.

Uff... 

Espera, ¿no sigue Falkner juzgándome con la mirada mientras yo hago mi papelito de casi ampayado?

— Sé lo que estás pensando, pero créeme que no es eso. Solo que no soy el tipo más social del planeta, y no es común que vea a alguien nuevo. Eh... ¡Es más! Incluso llegué a salir con ella durante un tiempo— Intenté excusarme como pude.

Evidentemente, él no se lo creyó. 

— Oye... Está bien, no necesitas mentir— Se detiene unos segundos y lo escucho tomar aire, sus mejillas se encuentran ligeramente enrojecidas.— La verdad... Es que estamos en el mismo barco.

Oh, eso fue... Inesperado. Ví como esquivó mi mirada sorprendida y se sonrojó aún más profundamente. Siento una calidez repentina en mi pecho.

— Estoy seguro que nos llevaremos bien, Falkner— Le sonreí con confianza.

2 Mensajes Nuevos

Veo que te hiciste un amiguito ;)

Nada mal, chico cursi

3:52 pm √√