Antenúltimo capitulo

El silencio era incómodo; estaban a sentados uno frente al otro, quién decidió romperlo fue Kazunari —¿Y bien?

—Todo inició cuando entre a Shūtoku— comenzó a relatar y se acomodó los lentes.

—Después de Teiko ingrese a Shūtoku, lo primero que hice fue ir al club de básquet. Sinceramente cuando te conocí me caíste mal, siempre esa absurda alegría e hiperactividad que tenías, me hartaron.

Con el tiempo te fui conociendo y poco a poco me comenzaste a atraer.

No podía apartar mi mirada de ti. Tus sonrisas. Tu sentido del humor. El que me buscaras y ese movimiento de tus caderas me fueron enamorando.

Cuando me dijiste que me amabas fui el hombre más feliz del planeta. No dude ningún momento en aceptar, te quería para mí.

El sentir tus labios fue la mejor experiencia de mi vida. Tú fuiste mi primer besó. Todas mis primeras veces fueron contigo, Kazunari.

—Yo...— estaba completamente sonrojado.

—Déjame continuar. Sé que cada vez que me dabas a insinuar que querías estar entre mis brazos, yo también quería, pero quería que fuera especial. Bueno un lugar especial y no en las regaderas del gimnasio —El sonrojo de Kazunari estalló en llamas, y se cubrió el rostro.

—Cuando nos entregamos el uno al otro en mi habitación realmente fue especial para mí. Te amaba y quería tocar cada parte de tú cuerpo.

Luego comenzó la Winter Cup, el día de la ceremonia Akashi nos llamó para reunirnos y todo. No sé si recuerdas lo que paso cuando perdimos, nos fuimos al baño y nosotros...—Kazunari se sonrojó ¡Por supuesto que lo recordaba! — Bueno....el punto fue que el anterior Akashi nos describió y luego comenzó a molestarle— hiso una pausa y luego prosiguió.

—Cuando Seirin ganó, yo me separe de ti para ir a saludarlo, ya que hacía años que no hablábamos. Al llegar Akashi estaba besándose con Furihata-kun. Éste lo cacheteó y se marchó corriendo del lugar. Ese día me dijo que le diera consejos y que quería que cada día hasta que lo conquistará quería le entregara los lucky items. Por ello, comencé a faltar a los entrenamientos.

El sábado que me citaste, Akashi también lo hizo. Le dije que no podía a esa hora por que tenía una cita contigo, entonces me citó a las 11. Me informó que Furihata-kun aceptó ser su novio y estaba feliz. Pasamos por un helado y nos sentamos a comerlo, como año aún me faltaba media hora para verte acepte. Luego yo golpee sin querer el servilletero y ambos nos agachamos a recogerlo y sin querer nos besamos. Él, solo tomó mi mano y se disculpó por el besó y me dio las gracias por los consejos, y lucky items. Nos despedimos 5 minutos después, y fui al parque. Nunca llegaste, te llame, te mande mensajes y nada. Nunca me respondiste.

Fui a tú casa y nada. El lunes en la escuela esperé y nunca llegaste. En la asamblea vimos el anunció de tú supuesta muerte y me puse muy mal, tanto que me sedaron.

Desperté en mi casa, mi madre estaba llorando. Salí corriendo a tu casa y fue un shock enterarme de mi bebé y peor, que hayas creído que te engañé. Tú madre me corrió, me sentía muy mal entre en shock no fui a la escuela en varios días. Cada mañana era una tortura ir a la escuela. Donde quiera que fuera, siempre te veía.

Realmente lo pase muy mal estos años sin ti, no quería vivir. Estudie pediatría por nuestro hijo. Mi padre lo tomó mal ya que quería que fuera abogado, pero eso no me importó. Mi vida se fue contigo y ahora que estas aquí, haré lo que sea necesario para recuperarte.

Kazunari estaba atormentado, lo había hecho sufrir demasiado. Su llanto no disminuía, el hipo comenzó —Lo siento...Siento haberte lastimado.

—No te disculpes. Tú también sufriste mucho, y ahora sólo quiero estar contigo y con Akio... ¿Quieres que intentemos recuperar lo nuestro, Kazunari?— preguntó serio.

—yo...— trató de decir pero su llanto lo ahogaba.

Shintarō se levantó, le dio su pañuelo y se arrodilló a su lado. Kazunari se limpió y miró al hombre que amado por 5 años. Su Shin-chan no lo había engañado, todo ese tiempo creyó que sí y aun así lo amaba.

Kazunari se aventó a los brazos de su Shin-chan y lo besó —Si. Comencemos de nuevo, Shintarō— Midorima lo tomó de sus caderas y comenzó a besarlo.

—Te amo, Kazunari— le susurro en sus labios. Introdujo su lengua y comenzó el vaivén de ellas.

—nghhh— gimió Kazunari al sentir como mordía Shintarō su lengua, llevó sus manos a los cabellos verdes y profundizó el beso.

El pelo verde bajo sus manos y masajeo los glúteos de pelinegro —aghh...Shi... Nghhh— gimió al sentir aquellas caricias. Internamente batallaba para detener esas abrumadoras sensaciones y que no afectaran su miembro anhelante por placer. Shintarō se separó del beso, fue bajando a través del cuello dejando marcas visibles.

Estaban tan centrados en sentirse el uno al otro que no se percataron que dos personas había entrado a la casa. Uno de ellos los observaba con una sonrisa picará, y la otra tenía cubierto los ojos para que no viera el espectáculo. —Los dejó unos 5 minutos y ustedes ya se están comiendo.

Shintarō y Kazunari se separaron por la sorpresiva voz que los exaltó. —Kirishima-san/Aki-san — dijeron avergonzados.

—¿Ya se reconciliaron?— preguntó mientras destapaba los ojos de Akio.

—Si ....vamos a comenzar de nuevo— dijo Midorima.

—wiiii Papá y mami se amán— grito eufórico Akio y salto a los brazos de sus padres.

—————

—Bueno.....¿Qué vamos a almorzar o se quieren comer? —preguntó Aki-san.

—Tío — gritó Kazunari sonrojado.

—Na...que les parece pedir comida— dijo a las risas.

Tras el consentimiento, ordenaron la comida y Midorima se marchó con un —Regreso en 3 horas por ustedes

Comieron y Akio se quedó dormido, Kazunari copió el vídeo una USB por si las dudas y faltando una hora se metió a bañar. Mientras se baña recordó lo que acaba de pasar. —Me ama— pensó y de sonrojó.

Término de bañarse y despertó a Akio para bañarlo. Faltando 20 minutos ya estaban listos, vistió a Akio con un pantalón de mezclilla y una camisa verde del color del mechón de su cabello. Mientras que él vestía un pantalón de mezclilla negro y una playera manga larga color gris algo entallada dejando ver su esbelta figura.

El timbre sonó y al abrir, Midorima lo sorprendió con un casto besó en los labios. El sólo se sonrojó. —¿Listos?— preguntó.

—Si...— tomó la pequeña mochila de Akio y lo tomó por la mano. Salieron de la casa dejando solo a Aki-san.

Abordaron el auto de Midorima y tras media hora de conducción llegaron a una hermosa mansión. La reja principal se abrió permitiéndoles asesar, al llegar al final de la casa algunos autos ya se encontraban allí. Bajaron y fueron recibidos por el mayordomo —Bienvenidos a la Mansión Akashi, Seijūrō-sama los espera.— dijo el hombre para después guiarlo.

Al entrar Akio se aferró a la pierna de Kazunari, éste lo cargo y escondió su rostro —No tengas miedo, Akio. Aquí vive un amigo de papá — le susurro.

El hombre tocó la puerta y se escuchó un adelante, los dejó pasar y Kazunari fue envuelto en una abrazo por Kise Ryota. —Takaochi— le gritó.

Akio rompió en llanto al sentir que lo apretaba y Kise lo soltó de inmediato. —Ya, ya... Tranquilo mi bebé— le dijo mientras le frotaba su pequeña espalda. —Lo siento, Kise-san pero se asustó desde que entramos— explicó.

—No yo lo siento. Me emocione tanto que olvide al pequeño.— dijo sonriente.

—Ryōta al menos deja que saluden— ordenó Akashi. Kise se apartó dejando ver a la generación de los milagros y sus respectivas parejas sentados en la sala.

—Buena noche. Ha sido un tiempo— dijo sonriente.

—Takao— dijeron algunos.

—Saluda, ellos son amigos de papá— dijo Kazunari bajando a Akio.

—Si Mami..... Hola, soy Kirishima Akio— dijo dando una pequeña reverencia.

—¿Kirishima?— dijeron al unísono.

—Si.... nosotros no somos Takao. Ahora somos Kirishima, cambie mi nombre hace 5 años.— explicó.

—Sinceramente no entiendo por qué hacerte pasar por muerto.— dijo Aomine.

—Oh eso.... — se quedó viendo a Akashi y Furihata—, ya no tiene caso explicarlo. Sólo diré que por sobrevivir hice que mi tío Kirishima me adoptara.

—Entiendo... Me sorprende el parecido que tiene Akio con Midorima— declaró Kagami.

—Si verdad.... Tenían que haberlo visto de bebé, era el niño más hermoso.— dijo sonriendo.

—Sin duda todos los padres decimos eso. Mi pequeño Kai era una hermosura de bebé— dijo Kuroko.

—Oh ¿y dónde está?— preguntó Kazunari.

—Está jugando con Aoi, hija de Aomine-kun y Sakurai-kun. Si quieres voy a.....— dijo Kagami. Los niños entraron corriendo, era el retrato de Kagami como de Aomine. Sus ojos eran los de su madre.

—Niños, él es Akio. Por qué no juegan con él.— les presentó Sakurai.

—Ve Akio. Nada de pegarles.— ordenó Kazunari. Ambos niños se llevaron a rastras a Akio.

—¿Pegarles?— cuestionó Midorima.

—Ammm si... digamos que aprendió eso de Aki-san— dijo apenado.

—Bien...ahora lo que me interesa. Daiki, Sakurai lo siguiente que van a ver es un vídeo que grabó Kazunari— dijo Akashi y le dio reproducir.

—¡Pero qué demonios! Takao a que se refiere con que se lo debes— exigió Aomine.

—Bueno.... Hace 5 años cuando el accidente del tren, desperté en el hospital con una fuerte hemorragia a causa de mi brazo y una contusión, quien me atendió fue Asami. Ese día le pedí que no informara que estaba vivo, pues mi padre me había amenazado con matarme con mi bebé. Así que le pedí que no me delatara y le explique que tenía días que había dejado de ser Takao Kazunari. Asami accedió, a los tres días fui dado de alta y aborde un avión a Hokkaidō.— explicó.

—hmmm ya veo. Así que ahora te quiere en su cama y por lo visto es un sadomasoquista.— dijo Kise.

—Sí, pero tengo miedo de que me haga algo o vaya hacerle algo a Akio— dijo con pánico.

—No te preocupes por eso. De por sí he tenido mi dudas y ahora todo se esclarece. ¿Estás dispuesto a declarar, Kazunari?— preguntó Akashi.

—yo.....— tragó en seco, Midorima lo tomó de la mano — Si...

—Bien...asunto terminado— dijo Akashi.

Los padres se pusieron a platicar entre ellos, mientras que las madres sacaban el tema de Akio.

—Hey Takao. ¿Tienes imágenes de Akio en bebé?— preguntó Kise.

—Si... —buscó en su celular y se lo tendió a Kise— en esta tenía 3 días de nacido— dijo con una sonrisa.

—Oh dios...que hermoso. Mira Kurokochi, sus ojos— dijo Kise.

Kuroko, Sakurai y Furihata se asomaron a ver la foto quedaron boquiabiertos. Sus comentarios y gritos de emoción hicieron que los demás se aproximaran.

—Sus ojos— dijo Akashi atontado. Era hipnotizan te ver lo y eso que era una imagen.

—Es hermoso, todas las enfermeras se enamoraron de Akio. Según la doctora el mechón y sus ojos hipnotizaban a las personas, por eso no lo dejaron en los cuneros— dijo radiante.

—Vaya supongo que el informe era cierto— murmuro Akashi algo audible.

—¿Informe?— preguntaron Midorima y Kazunari.

Akashi sonrió con suficiencia —Si, hace unos meses viaje con Kōki a Hokkaidō y se puso mal. Lo llevamos al hospital y cuando lo dieron de alta, creyó ver a Kazunari. Comencé a investigar y descubrí que fue adoptado unos días antes de su supuesta muerte y tenía un hijo. Así que los mande a solicitar al hospital.— dijo triunfante.

Kazunari se golpeó la cara —Lo recuerdo. Había estado enfermo y pedir permiso. Cuando regrese a laborar había mucha seguridad, sólo me dijeron que alguien importante estaba siendo dado de alta y no preste atención.— dijo exasperado.

—Bueno.....ese era Kōki. Se había sentido mal y fue cuando nos dieron la noticias del bebé— dijo con una tierna sonrisa al recordar.

La plática junto con la cena se extendió hasta altas horas de las noches. Akio estaba profundamente dormido, cuando lo buscaron en el jardín. Se marcharon acordando volver a reunirse con la generación de los milagros.

Llegaron a la casa Kirishima, Midorima cargó a Akio hasta su cama. Seguido por Kazunari quien cargaba la mochila d de Akio y los regalos que le dio Akashi.

Ambos salieron de la habitación, sin hacer ruido alguno. —Será mejor que me vaya antes de que se haga más tarde— comentó Midorima.

Kazunari rectificó la hora en su reloj y eran cerca de las 2:00 am. Bastante tarde para andar conduciendo en la calle —Si.....quieres quedarte puedes hacerlo....es muy tarde.

Midorima vio la hora y era cierto —yo...

—Si no quieres lo entiendo, tienes que llegar a tú casa— dijo apenado. Tal vez Midorima había mal interpretado la invitación.

—No...Tienes razón. Me quedaré, sólo iré por mis cosas al auto — dijo saliendo de la casa.

Kazunari se dirigió a la habitación de invitados y cuando abrió se quedó petrificado. Las cosas de Aki-san estaban por todos lados y la cama llena de ropa y objetos médicos.

—¿Cuando hizo todo este desorden?— se cuestionó mentalmente. Tomó un pantalón de chándal, una playera y un bóxer en su empaque aún cerrado.

Salió de la habitación topándose con Midorima entrando. Kazunari cerró la puerta de la casa con seguro —Vamos— dijo subiendo a su recámara. Encendió la luz y dejó ver una habitación bastante amplia y ordenada —Toma— dijo depositando la ropa en las manos del peliverde —Dudó que la mía te quede, esta es de Aki-san. Esa puerta —señaló — es el baño. Ahora regreso.— dijo para luego salir de la habitación.

Bajo y fue al cuarto de Akio a cambiarle la ropa. Pero éste se había acomodado en un posición rara y no podía quitarle la ropa, desistió y regreso a la habitación.

Cuando entró Midorima estaba recién bañado y con la ropa de Aki-san. Kazunari tomó rápidamente un playera, un bóxer, un short corto y entró al baño. —yo duermo de lado izquierdo— dijo cuando salió secándose el cabello.

Midorima quedó anonadado por la bella de su Takao. —Entiendo....— dijo y se aproximó al lado derecho de la cama.

Kazunari esperó a que Midorima se acostara y apagó la luz; se metió a la fría cama y se acostó boca arriba. —Buena noche, Shin-chan— dijo mientras cerrabas sus ojos.

—Dulces sueños, Kazunari— dijo mientras se acostaba de lado y veía el perfil de su pelinegro.

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