Kazunari fue dado de alta 3 días después y Akane se tuvo que regresar a Tokio. 

El pequeño Akio era tranquilo, dormía mejor si se quedaba en la cama con Kazunari.

Habían pasado cinco meses desde el nacimiento de Akio y Kazunari presentó los exámenes. Para sorpresa de Aki-san y Okani-sensei aprobó los tres años de preparatoria.

Expresó sus deseos de entrar a estudiar enfermería. No sólo porqué quería aprender, sino también por cuidar a su pequeño Akio correctamente. Aki-san le dio sus viejos libros para que fuera estudiando.

Faltaba tan sólo 3 días para noche buena y el cumpleaños de Akio. Esa mañana Kazunari acabada de dar le su biberón a Akio, escuchó que tocaban el timbre y fue abrir.

—Takao— dijeron y fue envuelto en un abrazo.

—Miyaji-sempai— dijo asombrado —¿Cómo?...

—Akane-san me dio la dirección. Quería conocer al pequeño halcón— dijo sonriendo.

—¿Quién es él?—dijo una voz tenebrosa, exaltándolo.

—Aki-san, él es Miyaji-sempai — dijo Kazunari.

—Por un segundo creí que era...— sacudió su cabeza — Pasa Miyaji—kun. Gracias por ayudar a Zuna. Soy Akihito Kirishima— dijo sonriendo.

—Muchos gusto, Kirishima-san. Miyaji Yuya.

—Bienvenido, puedes quedar te cuanto quieras. Zuna instaló en la habitación de invitados, yo voy con unos amigos. Si algo pasa me avisas— dijo para luego salir de la casa.

—Kirishima-san es.....simpático— dijo Miyaji al recordar su tono de voz.

—Lo siento. Siempre que ve un desconocido aquí, creé que es él — dijo indiferente.

Miyaji entendió el mensaje —Ya veo.

—Ven, te llevó a la habitación y regresamos para que conozcas a mi bebé— dijo Kazunari tomando una maleta y guiándolo.

Regresaron de la habitación y se dirigieron a la sala donde Akio estaba jugando con unos cubos y pelota.

—Akio— llamó Kazunari.

Akio escuchó y volteo. Mostró una sonrisa y gateo hacia Kazunari —Papá— balbuceó. Kazunari lo levantó y se lo mostró a Miyaji. —Él es mi Akio.

Miyaji quedó anonadado, la sonrisa de Takao era hermosa comparadas con las que había visto en los entrenamientos. Observó al bebé y quedó embobado, sus ojos eran idénticos a los de Midorima y el mechón verde sólo lo hacia ver hermosos. —Es hermoso ¿ Puedo cargarlo?— Kazunari asintió y le pasó a Akio.

—Hola Akio. Soy Miyaji amigo de tú padre— dijo al bebé.

Akio sonrió y dijo —Miii-a— y comenzó a aplaudir. Miyaji quedó volteo a ver a Kazunari.

—Es muy inteligente. Aprende rápido, aún no habla completamente pero se le entiende.— dijo Kazunari con una risa al ver la cara de shock de su sempai.

Akio comenzó a tocar la cara de Miyaji llamando su atención. Miyaji jugó con Akio hasta que el menor quedó dormido en sus brazos. —Oh Dios...— dijo casando. Vio a Kazunari dejándolo en su cuna —Sin duda alguna te queda bien ser padre.

—Gracias sempai— dijo saliendo de la habitación. —Ha sido difícil, pero Aki-san me ha apoyado en todo.

—Me alegra— dijo sonriendo.

—Sí, la verdad es que.....— fue interrumpido por su celular. Kazunari vio quien era y respondió ——Hola.....Con Akio..... Se fue, dijo que iba con unos amigos... No... No puedo... No es excusa... Ya le dije que no estoy interesado, Okani-sensei... Simplemente no... Porqué no... ¡El padre de mi hijo, es otro tema. Por favor, no vuelva a insistir! Realmente aprecio lo que hizo por mí, pero no de esa manera... Está bien. Adiós.— suspiro profundamente. Miyaji lo miraba con el ceño fruncido.

—Vamos a almorzar, sempai —se dirigió hacia la cocina y comenzó a servir. Después de un incómodo silencio reanudó la plática— Okani-sensei fue mi maestro durante el embarazo. Cuando cumplí 5 meses se me declaró, obvio lo rechacé pero sigue insistiendo. Dice que no le importa que tenga a Akio. Pero yo no quiero y él sigue insistiendo— dijo fastidiado.

—Bueno.... Si no quieres nada con él, cítalo en un lugar con gente y pon le un alto — dijo Miyaji.

—Tienes razón. Sempai— dijo Kazunari.

—Takao. No piensas un día en ....estar con alguien más— comentó apenado.

Kazunari sonrió —En este momento sólo tengo ojos para Akio... Pero no.... No quiero sufrir de nuevo. La verdad es que.... —Se sonrojo— aún amo a ese bastardo. Ver todos los días el color de ojos de Akio sólo me lo recuerda..... Supongo que algún día dejaré de quererlo— dijo limpiándose una lágrima que se deslizaba por su mejilla.

—Lo siento—dijo culpable Miyaji.

—No tienes que disculparse, sempai. Todo es mi culpa por ser débil.

—Tú no eres débil. Eres la persona más fuerte que conozco, Takao.

—Gracias sempai— dijo sonriendo mientras lloraba.

Celebraron los 4 juntos, y Miyaji estuvo unos días más.

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En su segundo y tercer cumpleaños tanto Akane como Miyaji fueron de visitas en navidad.

Para el cuarto cumpleaños de Akio, Kuzanari ya había terminado sus estudios de enfermera y trabaja en un hospital cercano. Todos los días iba a dejar a Akio al preescolar.

Akio cada día se parecía a Midorima, era él más grande para su edad, tenía cierta afición por los horóscopos (Sólo escucharlos), notaba rápidamente cuando le decían mentiras y amaba el básquet.

Un día lo llamaron diciendo que fuera porque había golpeado a un niño. Akio no era de peleas a menos que le dijera algo que realmente lo molestara.

Se disculpó y se lo llevó a la casa. Entraron y lo sentó en el sillón y él se sentó en el suelo. —¿Qué pasa cariño, porqué golpeas te a Isaka-kun?

— Él dijo que ...que papi es mi mami y que tengo otro papi. Eso es mentira vedad— dijo Akio con sus ojos llorosos.

Kazunari se levantó —No pensé que este día llegaría tan pronto— pensó; y fue por su álbum de embarazó. Se sentó nuevamente en el piso. —Es verdad— le mostró una foto suya con 7 meses de embarazo— Yo te crié en mi pancita. ¿Estas molesto? — preguntó temeroso.

—Yo estaba en ti— Kazunari asintió. —¿Tengo otro papá?— preguntó ilusionado.

—Si.... Tienes otro papá— dijo Kazunari dolido.

—¿Dónde está? ¿Cómo se llama?— preguntó Akio, pero vio la tristeza de su papi.

—N-No sé dónde está ahora... Se llama Mi-Mi-Midorima— dijo aún más dolido.

—Papi... Papá murió— preguntó lloroso.

Kazunari sabía que no podía mentir, su hijo sabría que era mentira si mentía. — No lo sé.

Akio vio en su papi que no mentía. —Papi.... Papá nos abandonó....— preguntó.

—yo....— Kazunari se atragantó.

—Si nos abandonó...— Akio tenía ganas de llorar, pero veía como su papi sufría —Dime....quiero la vedad.

—Recuerdas que te dije que sólo se besa aquí —tocó sus labios— cuando amas a la otra persona— dijo Kazunari.

—Si...por eso Akio besa a yuyi-chan. Y Akio no puede besar a otra persona porque la engañaría— respondió.

—Si...pero tú otro Papá besó a otra persona que no era yo. Entiendes lo que te quiero decir. Akio— dijo Kazunari al borde de las lágrimas.

Akio pensó en las palabras de su papi —Papá engaóo a papi— dijo ya casi llorando.

—Si...— dijo Kuzanari llorando.

Akio se lanzó a los brazos de su padre y lloró. Ha Kazunari se le rompió el corazón —Lo siento, Akio. No debí decirte.

—No culpa de papi— dijo Akio aferrado al cuello de su papi. —papi...

—Si, Akio— respondió viendo a su hijo.

—Puedo...llamarte Mami— dijo Akio.

—Si, mi bebé puedes llamarme mami—dijo llorando.

—Mami. Mami. Mami— dijo feliz.

Cuando Aki-san llegó a la casa los encontró durmiendo en la sala y con los ojos llorosos.

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Después de aquella plática habían pasado casi 3 meses. Era inicios de marzo cuando Kazunari fue llamado a la dirección del hospital.

—Adelante— dijeron desde el interior después de que toco la puerta.

—¿Me mando a llamar?...Aki-san— dijo cuando vio a su tío también. Aki había ingresado al hospital dos años antes que él.

—Toma asiento Kirishima-san — dijo el director —Los mande a llamar porqué llegó una oferta de trabajo para lo dos en el mismo hospital.

—¿Qué?— gritaron ambos.

—Sin duda son padre e hijo.... Si es enserio. Si la paga es mejor que aquí un 30% más. —sonrió al ver las caras de los Kirishima— Si aceptan inician en quince días, pero tendrán que mudarse. El sólo hecho de pisar ese hospital aunque sea un mes da mucho crédito a su currículum..

—30% más..... ¿Qué hospital es y a dónde nos mudaríamos?— preguntó Kazunari.

—Hospital privado de Tokio.

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Ese día su turno término a buena hora, recogió a Akio de la guardería. Las palabras de su tío seguían rondando en su mente.

—La verdad....me gustaría ir, no sin tí y Akio. No te quiero presionar ni nada, pero creó que ya es hora de que él se entere de la verdad y más ahora que Akio te pide conocerlo. Quiero que lo pienses, tenemos una semana para dar respuesta.

Eso lo atormentaba, que le diría a todos —Hola ya regrese, no estaba muerto sino de parranda— obvio no. Midorima nunca lo amo y si rechazaba a Akio, no quería ver lo llorar más por él. Su padre mucho menos lo iba a recibir y más con Akio en los brazos.

—Mami....¿Qué tienes?— preguntó al ver la cara asustada de su papi.

—Hoy me hicieron una propuesta y estoy pensando la— dijo Kazunari a Akio, este únicamente asintió.

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Era el día límite, se dirigió hacia la oficina del director quien lo esperaba junto con su tío Aki. Después de haber hablado con Akio el día anterior tomó su decisión.

—Y bien.... ¿Qué decidiste, Kirishima-san?— preguntó el doctor.

—yo... Acepto el empleo.

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En el siguiente capitulo es como inicio la historia: el encuentro :3