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Despierta...


Kazunari sentía su cuerpo algo pesado, poco a poco fue abriendo sus ojos hasta que se encontró el rostro dormido de Shintarō. Éste tenía una pierna sobre los mulos y uno de sus brazos se aferraba a su cintura.

Observó con desempeñó aquel rostro que tanto amaba, Midorima Shintarō realmente era guapo. Los cinco años lo habían cambiado un poco, sus facciones se hicieron más masculinas. Su cuerpo se había desarrollado haciéndolo ver más atractivo de lo que era, y sus manos seguían igual de cuidadas aún sin las vendas que antes lo caracterizaban.

Kazunari llevó su mano a la mejilla del peliverde y comenzó a acariciarla, Midorima había frunció sus labios al sentir la caricia. Paso su mano por el cabello verde y lo acomodo detrás de su oreja para apreciar bien aquel bello rostro.

Ese momento Shintaro gimió un poco y entre abrió sus labios, Kazunari se aproximó a él y le depósito un dulce beso en los labios. El pelo verde inconscientemente respondió el besó dejando sorprendido al pelinegro, quien ahogó un gemido al sentir invadida su cavidad bocal de la nada. —aghhhr— gimió al sentir esa mordida en su propia lengua.

Midorima comenzó a deslizar sus manos atrás vez del delicado cuerpo de Kazunari, haciendo que el miembro del pelinegro comenzaran a despertar. Kazunari movió sus manos al pecho del peliverde para despertarlo pero este seguía en trance.

Shintarō aflojó sus piernas y en un rápido movimiento yacía sentado arriba Kazunari. —Takao...— murmuró y comenzó a besar el cuello de este.

Kazunari no hacía más que gemir por las caricias dadas por Midorima —aghh shi... Nghh— arqueo su espalda al sentir esa profunda mordida en su clavícula. Empezó a mover sus caderas de forma inconsciente rozando las pelvis través de la ropa.

Shintarō mordisqueo uno de los pezones y el otro lo acarició con sus dedos a través de la camisa. —mghhg shin.... Ngggh— gimió al sentir una mordida suave en pezón. Midorima dejó de hacer lo y metió sus manos bajo el borde de la playera y luego la sacó. Regreso a mordisquear los pezones y comenzó a bajar sobre el vientre del pelinegro y una de sus manos se posicionó en el short sobre el miembro semiduro.

—Mido..ahhh Midorima nnghh des....agh despierta— gimió Kazunari tratando de luchar contra Midorima. No quería ser tocado de esa manera, no mientras Midorima Shintarō estuviera dormido.

Shintarō llevó la mano directo al miembro del pelinegro, haciendo que este ronroneara —Ughh... Shin-chan—. El peliverde comenzó a masturbar el miembro y Kazunari sólo se removía. El placer y las caricias lo estaban volviendo loco —ngh.... Despierta— gemía.

El pelo verde aumento el ritmo de los movimientos, Kazunari se aferró al cuello de Midorima. Sus gemidos se hacían más sonoros, en cualquier momento se correría en las manos de Midorima. Dio una fuerte mordida en el cuello de Midorima cuando se corrió, haciendo que el pelo verde despertara de su trance.

Shintarō quedó anonadado por esas mejillas tan sonrojadas, labios hinchados y pupilas dilatadas que no vía desde hace 5 años.

—Al fi-in dee-espiertas— dijo con la respiración entrecortada.

Al escucharlo, sintió una humedad en su mano y su miembro apuntó de explotar. Miró su mano el semen caliente y espeso yacía en ella; bajo la mirada y vio que Kazunari estaba sin camisa y su short junto con su bóxer un poco abajo dejando ver su miembro algo ya flácido y con manchas de semen. Tragó en seco —Lo-o siento. — murmuro apenado y se levantó rápidamente.

—Trate de despertar te..... Será mejor que te laves — dijo avergonzado. Midorima se levantó y de dirigió al baño. Kazunari se vistió, luego opto por esconder su rostro entre sus manos en una posición fetal.

Mientras tanto en el baño, Shintarō estaba sin creer lo que había pasado. Estaba soñando con hacer suyo a Takao, pero jamás pensó que lo estuviese haciéndolo en ese momento.

Observó unos minutos su mano, el líquido tibio sobre ella y el olor que desprendía terminaron por excitarlo. Con la mano disponible dejó expuesto su miembro y con la otra comenzó a tocarse.

Pequeños gemidos escapaban de su boca, tuvo que morder sus labios para que Kazunari no lo escuchara.

Una vez que término se sintió aliviado, lavó sus manos y regreso a la habitación; encontró a Kazunari profundamente dormido en posición fetal, buscó la hora y apenas iban a dar las 6:00 am. Así que entró una vez más en la cama y quedar profundamente dormido.

——————

Eran eso de las 10 cuando Akihito desertó sin ningún ruido en la casa, se levantó y fue a buscar a zuna —¿Se habrán quedado en la casa de Akashi? — se cuestionó.

Abrió la habitación topándose con escena que lo dejó boquiabierto, Zuna yacía dormido en los brazos de Midorima. Cerró la habitación y fue por Akio, quien está llegando a la sala.

—Abuelito— dijo frotándose sus ojitos.

—Buen día, Akio. ¿Cómo te fue ayer?— preguntó cargándolo.

—Bien....jugué mucho con Aomine—chan y Kagami-kun— dijo sonriendo.

—Bien....anda ve a despertar a mami y brinca mucho en su cama hasta que se despierte— ordenó.

Akio subió con cuidado la escalera y abrió la habitación, sólo para encontrarse a su mami en los brazos de su papá. Subió a la cama y comenzó a brincar en ella pero término por caerse encima de sus papis dándoles un buen susto.

Shintarō y Kazunari pegaron el grito del susto que les dio Akio. —Oh Akio....que susto nos diste.

—Lo siento, Papá. Abuelito dijo que lo hiciera— respondió.

—El desayuno— dijo Kazunari levantándose. —Midorima, baña a Akio. Toda su ropa está en su habitación. Voy haciendo el desayuno— salió corriendo de la habitación.

—Bien....vamos a bañarte— dijo cuándo término de tender la cama.

Kazunari llegó a la cocina y Aki estaba haciendo el jugó. —Buen día, Aki-san— dijo y comenzó a preparar omelet y tostar pan.

—Jo jo jo— dijo Aki captando la atención de Kazunari —Al parecer ustedes ya desayunaron— le dijo trazándole una marca roja que tenía en el cuello.

Kazunari se sonrojo y cubrió la marca —yo...

—No tienes que darme explicaciones ya te dije..... y bien.... ¿Cómo fue después de muchos años?— preguntó con una sonrisa perversa.

—N—noo hicimos eso.... Sólo digamos que Midorima es sonámbulo y me atacó cuando estaba dormido. —Se sonrojo— Trate de despertar lo y nada, tuve que morderlo — dijo aún más sonrojado.

Aki soltó una carcajada, hasta lloró del llanto. —¿Qué pasa, Abuelito?— preguntó Akio, he hizo que cortara de golpe la risa. Vio a Midorima exactamente como dijo Kazunari, con una mordida profunda y morada entre el cuello y el hombro.

—Nada, sólo que tus papis se aman tanto que desayunaron un poco en la cama— dijo desvergonzadamente.

Los 'papis' se sonrojaron hasta las orejas —Kirishima/Akihito— dijeron ambos.

—Bueno, ya. Mejor desayunen— dijo Aki.

La familia desayuno calmadamente, Aki observó a su Zuna y Akio, se veían felices. Pero no sabía nada de la familia Midorima, hasta ahora ellos no habían aparecido en la casa.

—Midorima— dijo llamando la atención de este — ¿Y tu familia?

Shintarō se quedó quieto —amm.... Están en casa supongo. La verdad es que la relación con mi padre se volvió frágil hace 5 años cuando supo que mantenían una relación con Takao y qué él estaba embrazado. Además, quería que estudiara derecho, pero yo quise pediatra y la relación se terminó por romper. Actualmente vivo en un departamento que herede de mis abuelos maternos, la universidad la pague con la herencia que me dejaron y trabaje medio tiempo— soltó un suspiro largo. Aki y Kazunari se quedaron en silencio, jamás imaginaron eso.

—Mi madre fue más compresiva, ella me apoyo en todo. Quedó destrozada al saber que Takao estaba embarazado y murió.... Aún no le he dicho nada porque no sé cómo reaccione.— dijo preocupado.

Los tres guardaron silencio durante varios minutos. Kazunari lo rompió —Midorima.... Háblale tú madre y que venga para el almuerzo a las 3. Es mejor que se enteré ahora por nosotros y no por terceros.

Shintarō observó a Kazunari, éste sólo asintió. Midorima tomó su celular y marco —Mamá....No estoy bien, podríamos vernos a las 3... Sí, es urgente... Te mando la dirección.... Nos vemos más... Sí aún lo tengo.... Si.....ok lo tendré para ti— colgó. Escribió la dirección. —Voy a tener que ir a casa. Regreso a las 2— informó y salió corriendo, dejando atónitos a los Kirishima.

—¿Qué fue eso?.....— pensaron Aki y Kazunari.

—Mejor voy haciendo el almuerzo. Aki-san ve y comprar una tarta de fresas y otra de naranja— dijo Kazunari levantándose de la mesa.

———————

Ya eran las 2:30 pm y Midorima no llegaba, y Naomi-san llegaría a las 3.

El tiembre sonó y fue abrir la puerta. —Era hora, tú madre está por.....— se quedá callado, frente a él estaba Midorima Naomi.

—Takao— dijo Naomi y se desmayó de la sorpresa.

—Maldición— dijo mientras la sostenía de la cintura. La llevó al sillón y corrió por el botiquín, le paso alcohol hasta que despertó.

—Takao— dijo ella abrazándose a él y comenzó a llorar.

—Calma, Midorima-san— dijo frotándole la espalda.

—¿Cómo es que...— logró decir entre el llanto.

—Es una larga historia.... Comenzaremos de una vez porque es larga— dijo y comenzó a contarle todo.

—¿Cómo pudiste creer que Shintarō te engañaba?— reclamó.

—Pues póngase en mi lugar ¿Qué hubiese usted creído si su marido nunca le dijo que la amaba, después de que se acostaron dejó de buscarla, luego a evitar y para el colmo encontrarlo besándose con otra cuando está embarazada de él?— dijo Kazunari.

—yo...— trató de decir. Pero Takao tenía razón, ella hubiese hecho lo mismo.

—Pero bueno...eso ya no importa. Ahora Midorima y yo decidimos comenzar.— dijo con una sonrisa.

—¿Lo amas?— preguntó Naomi.

—Siempre lo he amado, y más viendo a mi hijo todos los días— dijo sonriente.

—¿Donde esta? ¿Cómo es? ¿Cómo se llama?— comenzó a preguntar.

—Oh él....— el timbre sonó, fue abrir la puerta y estaba Midorima —Era hora—. dijo dejándolo pasar.

—¿Por qué no me dijiste nada, Shintarō?— preguntó molesta Naomi.

—Mamá....— dijo asombrado. Su madre se había adelantado. —Lo siento... Al principio dudaba si era Kazunari. Hasta su aniversario de muerte fue que decidió decir la verdad— se justificó.

—Ya veo ¿Mi nieto?— preguntó de brazos cruzados.

—Mami, Papá— grito Akio desde el pasillo y llegó corriendo a los brazos de Shintarō.

Naomi se quedó viendo a su nieto. Era idéntico a Shintarō cuando niño, a excepción de que no usa lentes y su cabello es negro con un mechón verde.

—Hijo, ella es mi madre. Es tú abuela Midorima Naomi-san— dijo Shintarō bajándolo.

El pequeño observó a su abuela, se parecía un poco a su papá. —Hola...— dijo nervioso.

Naomi se agachó y quedó a su nivel. —¿Cómo te llamas?— preguntó dulcemente y con lágrimas en los ojos.

—Akio— dijo sonriendo.

—¿Puedo abrazarte, Akio?— preguntó aún con más llanto.

—Sí, abuelita— dijo abrazándola.

Lo cuatros estaban con lágrimas, Aki-san no vio a Naomi ni Akio. —¿Ya llegó tú suegra, Zuna?— preguntó dirigiéndose a la sala.

Las mejillas de Kazunari se pintaron de un suave tono rosa. Hizo señas con la cabeza y Aki-san se volteó —Naomi...

—Akihito...

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