Los latidos de su corazones iban en un ritmo muy rápido, sus respiraciones podían sentirlas en sus labios y sus mejillas estaban sonrojadas.

Shintarō había colocado uno de sus brazos alrededor de la cintura de Kazunari. El pelinegro por su parte, sentía el calor que emitía el peli verde al igual que su aroma a cítricos que siempre lo caracterizó. Su mente era un caos, por una parte le decía que se separa y su corazón que probará esos labios rosas.

Su sonrojo fue esparciéndose más por sus rostros, Shintarō movió una de sus piernas haciendo que rozará la pelvis de Kazunari y éste gimiera.

—Mghh Shin.....— logró gemir muy cerca de los labios del peli verde, hasta que fueron interrumpidos por el llanto de Akio.

—Akio— dijo Kazunari y salió corriendo a la habitación seguido por Shintarō. Al llegar a la habitación, Akio tenía encima una pequeña caja de juguetes y no podía pararse. —Ya cariño. ¿Te duele algo?— preguntó levantándolo.

Akio no paraba de llorar —Déjame revisarlo — tomándolo de sus brazos para colocarlo con cuidado en la cama, revisó donde había visto la caja y sólo tenía un pequeño moretón que al ser un niño era normal que le doliera. —Voy por el maletín, hazle una compresa de agua fría para su pierna— indicó y salió corriendo. Kazunari salió corriendo a la cocina por agua fría y el paño lo tomó de los cajones de Akio. Rápidamente remojo el paño y le colocó la compresa, haciendo que Akio dejara de llorar.

—Ya cariño. Todo va a estar bien— le dijo acariciándole el cabello.

Shintarō regreso y vacío el contenido del maletín en la cama. Tomó una crema para aliviarle el dolor y una venda. Esparció con cuidado la crema y la cubrió con la venda, dando únicamente dos vueltas algo floja para no lastimarlo. —Eres muy valiente,Akio. Toma.— dijo dándole una paleta verde —Ahora baja de la cama para ver si puedes mantenerte de pie.

Akio bajo con cuidado y dio unos pasos. —Si puedo— dijo chupando su paleta.

Ambos soltaron un suspiro de alivio. Shintarō comenzó a guardar las cosas —Toma— le entregó la crema a Kazunari. —Hay que aplicarla cada 4 horas.

—Entiendo. Gracias— dijo de pronto el ambiente de volvió incómodo.

—¿Dónde está abuelito?— preguntó Akio, sacándolos de ese ambiente.

—Oh...se tuvo que ir con tú otro abuelito y abuelita— respondió Kazunari.

—Oh...ya veo— dijo desilusionado.

—Anda vamos a ver los vídeos con tu Papá.— dijo Kazunari rumbo a la sala.

Se acomodaron en el sillón grande con Akio en medio de ellos y comenzaron a ver los vídeos. —¿Por qué estás de rubio?— pregunto Midorima al notarlo.

—Oh eso....cuando el accidente del tren salió mi imagen en los periódicos y tv e internet, así que me convertía en rubio cuando salía a trabajar y cuando tenía clases.— dijo con una sonrisa.

—No puedo creer que nadie te haya descubierto— le preguntó acomodándose los lentes.

—Lo mismo pensamos nosotros.

—Mira papá, mami me estaba enseñando a camina— dijo Akio.

—Si hijo. Eso veo.. ¿Cuál fue su primera palabra?— preguntó Midorima.

—Baque— dijo son una hermosa sonrisa al recordarlo—. Estábamos viendo un partido. Eso fue a los 7 meses, para el año ya entendía mejor y captaba las palabras. Cuando Miyaji—sempai fue a su cumpleaños, Akio lo dejó con la boca abierta al llamarlo Mia—.

Se sintió incómodo, el propio Miyaji sabía más de su hijo que él.

—¿Estás bien, Midorima?— preguntó preocupado por el semblante que tenía.

—Estoy molesto. No pude ver a mi hijo hablar, sus primeros pasos, sus sonrisas— dijo algo en tono de reproche.

Kazunari tragó en seco. Era obvio que estuviera molesto. —Lo sé... Por eso grabamos mayor parte de su infancia.

—Eso no disminuye el hecho de que no estuve con ustedes— dijo. Kazunari se removió inquieto y cargo a Akio sobre sus piernas y así siguieron viendo los vídeos.

Después que Midorima viera unas 6 horas de vídeos se percató de que Akio y Takao estaban dormidos. No pudo evitar sonreír y tomar les unas fotos. Se colocó en una posición más cómoda para obsérvalos y así callo en los brazos de Morfeo.

————

Después de una esclarecedora charla de horas nada amigable con su cuñado Kaito, Akihito regreso a la casa y entró con cuidado. Pues no se escuchaba nada, al entrar se encontró con una linda imagen, sacó su celular y comenzó a tomar fotos.

Kazunari yacía dormido en el pecho de Midorima, éste tenía una mano sujetando a Akio. El cual estaba abrazado al abdomen de Kazunari y sus piernas sobre el regazo de Midorima. Akio se removió y abrió sus ojos, Aki le hizo señas para que guardará silencio y lo levantó con sumo cuidado. Kazunari se removió al no sentir a Akio y se pegó más al cuerpo de Midorima.

Akio tenía una linda sonrisa en su rostro viendo a sus papis, y su abuelito seguía tomando fotos. Aki se llevó al comedor a Akio —¿Qué quieres comer hoy Akio?

—aaammm tempura de camarón.

—Ahora llamó para que lo traigan.— Aki marco a servicio a domicilio y pidió si orden. Después de eso le hizo una pregunta importante —¿Quieres que Mami y Papá estén juntos?

—Sip. Papa dice que ama a Mami— dijo sonriente.

—hmmm..... Bueno, mami sabrá que hacer. Ven vamos colocando la mesa— dijo guiando a Akio.

Una media hora después el timbre de la casa sonó, despertando a Kazunari. Entre abrió los ojos y se quedó pasmado, él estaba sentado sobre el regazo de Midorima y con una mano rodeándole su cintura. Comenzó a batallar un sonrojo en su rostro, trató de moverse pero sólo ocasionó que Midorima se aferrará más a su cintura. —Midorima.....Midorima... Midorima— lo llamaba una y otra vez —Midorima.... Shin-chan— dijo.

—mgh.... Si— respondió abriendo los ojos, se sorprendió por la cercanía que tenían y más por ese hermoso sonrojo que tenía esparcido en su rostro Kazunari. —Takao....— susurro y atrajo el cuerpo más.

Kazunari trató se separarse pero aun así no oponía resistencia, y su sonrojo explotó aún más. Midorima se acercó peligrosamente a rostro, le depósito un besó en su mejilla. —Te amo, Kazunari— y le dio otro besó en la mejilla.

El corazón de Kazunari elevó su ritmo cardíaco, no puedo evitar aproximarse a Midorima y rozar suavemente sus labios. —Yo....— trató de decir al separarse. Midorima no lo dejó continuar, capturo los labios del pelinegro y comenzó a profundizar el besó —mnnggg— gimió al sentir la mordida en su labio inferior, Kazunari abrió un poco sus labios para darle acceso a su cavidad bocal. Midorima introdujo suavemente su lengua y comenzó a saborear esa boca que hace 5 años que no besaba.

Kazunari se aferró a la camisa de Midorima —nghh Shin....— gimoteo. Esta vez el introdujo su lengua a la cavidad bocal de Midorima cuando se separaron por falta de aire. —aghh— volvió a gemir, mordisqueo suavemente el labio superior de Midorima.

—Hora de....— gritó Akio al llegar a la sala. Haciendo que ambos se separarán con la respiración agitada, y sonrojados.

—Oh...ya despertaron. Ya está el almuerzo, vayan a lavarse y lleven a Akio— dijo sonriendo al notar los labios mojados de ambos y sus sonrojos.

Después de disfrutar el almuerzo, Midorima recibió una llamada de urgencias, Kazunari lo llevó hasta la puerta, salió pero se dio la vuelta — Tenemos que hablar.

—Lo sé...dejemos que coincida una tarde libre y hablemos— respondió Kazunari.

—Está bien.... Adiós— dijo y le robo un beso en la mejilla. Midorima se fue y abordo su auto rumbo al hospital.

—y bien.... ¿Cómo estuvo ese besó?— le dijo Aki exaltándolo.

Kazunari se sonrojo —¿Nos viste?— preguntó apenado.

—No fue necesario. Sus labios húmedos, rojos e hinchados los delataron— guiño un ojo.

El sonrojo de Kazunari se hizo más notorio —yo...— trató de decir, pero estaba nervioso.

—Mientras tú seas feliz, yo no me opongo— comentó casualmente.

Kazunari sólo asintió, camino a la sala y empezó a levantar todo.

——————————Días después————————————

Shintarō y Kazunari aún no habían tenido la oportunidad de poder hablar. Sus tardes libres no coincidían y Midorima había estado saliendo tarde por lo que no podía ver a Akio.

Kazunari acababa de abordar el elevador, era buena hora. —Ahora que querrá— pensó dirigiéndose a la dirección. Asami no lo había estado dando problemas desde lo del besó con Akio. Antes de tocar, activo la videocámara como se lo sugirió Aki-san en unas de sus pláticas y lo colocó en la pequeña bolsa superior de su uniforme.

Toco la puerta y se escuchó un —Adelante— y abrió la puerta.

—¿Me mando a llamar?— preguntó algo dudoso.

—Claro, toma asiento.— dijo con una sonrisa pervertida.

Kazunari tuvo un mal presentimiento. Había mandado un mensaje anterior mente a Aki-san informándole, rezaba porque Aki-san llegara a tiempo.

—He estado pensándolo.... He decidido decirle a todo el mundo que eres Takao Kazunari, si no te acuestas conmigo. Comenzando con Mirdorima-sensei, quien al parecer te conoce— declaró triunfante Asami.

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