Sin duda, lo más difícil de escribir esta historia, es también saber cuándo dejarla ir. Creo que, en realidad, es lo más difícil de crear cualquier cosa. Porque en el fondo de nuestras cabezas siempre confiamos que lo podemos hacer un poco mejor. Que quizá la siguiente vez quedará perfecto, solo para encontrarnos con la realidad de que... probablemente nunca lo esté.

Y no me malinterpreten. Hay muchas historias que he leído y considero que son perfectas. Pero no estoy segura de si sus creadores o creadoras se han convencido a sí de que lo son. Quizá en sus cabezas también reina la duda de "y si esto lo hubiese hecho de otra forma". Como una molesta maleza, que arrancas en la mañana para solo darte cuenta al atardecer de que está volviendo a crecer.

Escribir a veces es como el mito de Sísifo. Puedes pasar la eternidad empujando la roca con la certeza de que, quizá, con el siguiente aliento, por fin conseguirás llegar.

Pero la verdad es que llegas allí, cuando decides que simplemente has llegado allí.

Lo que quiero decir con toda esta cháchara es que siento que es el momento de dejar la historia de Marc ir. Ya basta de hacer mil quinientas revisiones al manuscrito, y de torturarme pensando cómo podría hacer esta historia mejor (que claro, debe necesitar aún un largo camino para estar "bien").

Creo que simplemente no estoy dispuesta a seguir pensando en cómo puedo mejorar a Marc. Y en cierta forma también me siento culpable por dejarlo ir cuando creo que su historia puede crecer y madurar tanto más. En las reviews que recibió, siempre comentaban cómo Marcus les parecía un personaje grosero, difícil de empatizar. Y en ese sentido, supongo que, como dicen los gringos "I played him dirty".

Marcus en un inicio era un chico muy dulce, pero a medidas que el personaje tomó capas de profundidad y nuevas dimensiones, perdió esa inocencia. Quizá fue algo que debí ser más cuidadosa en mantener, no lo sé.

De todas formas, estoy agradecida por la historia. Por haberla vivido y pensado durante más de diez años (DIOS, QUÉ LOCURA SUENA DECIRLO). Ha mutado un montón en este tiempo, y siento que lo ha hecho para mejor.

Quizá Marcus no ha desembarcado en el puerto que planifiqué para él. Pero el chico es un rebelde, y francamente, tampoco me molesta el puerto en el que se ha decidido quedar.

Si es que has llegado hasta aquí, te lo agradezco. Gracias por darle una oportunidad a la historia, por pasar un tiempo leyendo estas palabras, por votar y comentar. Creo que el mayor honor que se recibe al ser artista, es el de recibir atención por parte de las personas. Te agradezco por haber decidido tomar tiempo de tu vida, y escoger esta, por sobre cualquier otra historia, para entretenerte un rato. Espero que hayas disfrutado la lectura, y espero también que crucemos caminos en el futuro.

Eso es todo para Marcus. Estoy segura de que el chico debe estar en alguna parte llorando, porque es una magdalena y una reina del drama, pero les aseguro de que estará bien, jaja.

Un abrazo, y muchas gracias a todos, todas y todes que, de alguna forma, contribuyeron a que me decidiera a publicar esto.

Nos leeremos en la próxima.

Ja Vinci.