Cierro los ojos un momento disfrutando de la sensación de tenerlo junto a mí, mi cuerpo mojado junto al suyo. Su respiración que va de rápida a lenta hace que contenga el aire. Cuando sus ojos verdes conectan con los míos cuando pone su frente sobre la mía hace que me de un escalofrío por todo el cuerpo.

El chico me sonríe antes de menear un poco la cabeza y levantarse. Me quejo un poco por la falta de calor, él me tiende la mano y me ayuda a levantarme.

—¿Tienes hambre?—me pregunta revisando su celular, que lo había dejado tirado junto a mi maleta.

—No sabes cuanto, ahora que lo pienso lo único que comí fue el helado.—digo riendo, el chico quita la mirada de su celular y los pone en mis ojos, inconscientemente doy un pequeño brinco por su atención.

Arruinando el momento, mi estómago gruñe, los dos reímos, yo por la pena y él por que... Bueno supongo porque yo tengo pena.

—Hay una pizzería aquí cerca ¿quieres ir?

—Claro que si.

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Después de lo que fue una de los mejores almuerzos de mi vida, ya que hablamos, reímos y sin olvidar que la pizza estaba de muerte, regresamos a mi casa.

Gracias a esa comida pude conocer un poco más a Luca, como que ya terminó el colegio, tiene hermanas mellizas, es batman y que quiere ser médico, lo normal.

Salimos corriendo del restaurante cuando empieza a llover, pero llegamos sanos y salvos a mi casa.

—Gracias por hoy.—le digo con una gran sonrisa mientras trato de quitarme el cabello que se había quedado pegado a mi cara.

—No hay de que, solo espero que se repita, claro que sin la parte en la que finges morir.—reímos.

—Suena bien.—digo y nos quedamos en silencio unos segundos, me doy el lujo de mirarlo un poco, ver como sus ojos están un poco más apagados, ya que la noche ya está cayendo, su cabello se encuentre revuelto y por la lluvia varias gotitas están por toda su cara haciéndolo lucir más adorable de lo normal.— Em...¿quieres pasar a esperar a que la lluvia baje un poco?

—Si, estaría bien, gracias.—dice con una gran sonrisa en su cara.

Los dos entramos, me sorprendo al darme cuenta que todo está oscuro, lo que me hace llegar a la conclusión más lógica: secuestraron a mis amigas.

—¿Puedes ver si hay chocolate caliente? Debería de estar en la segunda gaveta a la derecha del refrigerador. Yo iré por algo para cambiarnos y un par de colchas.—digo a lo que él asiente.

—Sí señora.—hace un gesto militar y va a las escaleras a cumplir su misión mientras yo subo las escaleras riendo.

Unos minutos después ya estoy cambiada con una pijama calientita, nada que ver con la que tenía en la mañana, y unos shorts y una camisa que Luke había dejado en la casa para Luca. Bajo las escaleras y encuentro a Luca sentado en el sofá frente al televisor con dos chocolates calientes.

—¿No tienes ninguna pijama normal?—pregunta riendo al verme.

Yo bajo mi mirada a mi pantalón de la galleta de shrek y mi camisa gignte con la cara de shrek, yo solo me limito a sacarle la lengua.

Muchas se preguntaran que porqué si tengo la oportunidad de lucirme con un mini short y una camisa transparente y escotada porque no lo hago. Fácil, porque no quiero ni necesito hacerlo, tengo frío y no hay mejor pijama que una que te quede extremadamente grande.

—¿Qué película quieres ver?—le pregunto cuando regresa del baño, la ropa de Luke le queda como si fuera de él. Luca se sienta a la par mía y nos cubro a ambos con una colcha.

—La que tú quieras.

—¿A walk to remember?—digo sonriéndole, cual niña pequeña pidiendo dulces.

—¿Es enserio?—yo solo asiento haciendo ojitos de perrito.—Bien.—dice fingiendo suspirar desesperando.

Me le acerco a él, pasando mis manos por sus hombros, bajo mi cabeza un poco con la intención que mis ojos de perrito se hagan mucho más grandes.

—¿Puedes ponerla tú? Es que estoy muy cómoda.—digo acostándome con una sonrisa inocente.

Luca solo ríe mientras niega con la cabeza, aparta mis pies, pues los había puesto sobre él y se levanta para poner la película. Cuando vuelve se sienta y a pesar de que yo había quitado mis pies él los jala para ponerlos nuevamente. Lo que me hace sonreir.

Será por el día agotador, por la gran comida, por la corrida, el estar recién mojada o por el frío pero ni siquiera recuerdo haber empezado la película cuando ya me encontraba completamente dormida.