Capítulo 2
Mi celular empieza a sonar lo que hace que mi música que estaba a todo volumen se parara, dejándome en un triste y doloroso silencio.
Gruño antes de levantarme de mi cama para alcanzar mi celular que está en mi escritorio.
—¿Hola?
—Estamos aquí afuera animal. ¿Nos abres?— la dulce voz de Pía, que casi me deja sorda, me recibe al contestar.
Que lindo mensaje, se nota que me ama.
Cuelgo el teléfono y corro para abrirles la puerta. Lo que fue un terrible error, ¿saben cuando sus padres les dicen que no corran en las escaleras? Bueno...resulta que no solo no seguí un útil consejo de mis hermosos padres pero también mi hermoso perro decidió dormirse justamente ahí.
En mi defensa, no soy torpe, tuve que saltar para no lastimarlo, él no tiene la culpa de nada.
Me quejo cuando caigo al piso, una caída que hace mucho ruido por cierto, así que no solo siento mis huesos gritando pero también escucho mis amigas riéndose de mí detrás de la puerta.
Después de soportar sus risas y sus preguntas de como me encontraba...bueno lo ultimo no, me despido de mis padres. Mi padre nos ayuda a subir las maletas al auto ya que dos meses en ropa no son muy liviano que digamos.
—Vamonos ya que se nos hace tarde.—digo antes de entrar al carro.
Me acomodo en el asiento del conductor y empiezo a conducir.
Solo para informarles obtuve mi licencia hace un par de meses de manera justa y limpia. Si alguien dice que la conseguí a cambio de una cita con el raro chico del seguro es completamente falso.
El maldito me pidió dos citas. Traumante.
El viaje pasa relativamente rápido ya que pasamos cantando y bailando las canciones que salen fuertemente de los altavoces.
—¡Shhh! ¡Bájale un poco, Luke me está llamando!—después de escuchar el grito de Pía, si grito ya que está bastante fuerte nuestros cantos, bajo la música.
—Hola Luke, estás en alta voz.
Luke es nuestro mejor amigo aunque es dos años mayor. Él y yo llevamos siendo amigos desde que nacimos, bueno yo nací después pero ese no es el punto, y bueno luego de que él me lo rogara mucho le presenté a mis amigas, es que él por veces da un poco de pena ¿saben?... Bueno la verdad es que yo tenía miedo de que me reemplazara, pero con los años la amistad de nosotros cuatro ha sido inquebrantable, aunque por veces si me resulta más fácil hablar con él que con las chicas.
—¡Chicas!—grita con su voz de macho.—¿Cúanto les falta? Estos chicos ya me tienen un poco estresado.
Luke va a quedarse en una casa cerca de la nuestra, ya que algunos chicos del colegio la alquilaron e invitaron a algunos graduados. Yo claramente le ofrecí a Luke que podía quedarse con nosotras pero se negó.
Como él ha sido muy pegado a mí desde hace mucho se le ha facilitado socializar más con las chicas lo que ha causado muchas burlas de la parte de sus amigos, así que prefiere juntarse un poco con ellos esta vez. Lo que es completamente comprensible.
—Nos falta al menos una media hora más, así que aguanta.—responde Atália.
Del otro lado se escucha una puerta cerrarse y unas cuantas voces.
—Mélanie tengo malas noticias para ti.—susurra y yo me rio imaginando que lo dice con la mano pegada a la boca para no hacer ruido.
No me doy cuenta que había mencionado mi nombre hasta que las chicas me dan un, nada doloroso, golpe en el hombro.
—¿Qué?¿Malas noticias?—pregunto fulminando con la mirada y sobando mi hombro mientras ellas sonríen angelicalmente.
—Marcus está aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro