Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Cuando llego a segundo piso veo a Pía que está tocando mi puerta.

—¡Hola!—grito sobresaltadola.

—¡Dios Mélanie! ¿Por qué me haces esto?—dice fingiendo llorar desesperadamente, yo con una sonrisa me acerco a ella y la abrazo.

—Lo siento mucho.—digo sollozando falsamente.

Pasamos un rato así, llorando falsamente hasta que Atália sale de su cuarto y nos mira extrañada.

—¿Y a ustedes qué les pasa?—pregunta.

Le contamos rápidamente y ahora somos tres las que lloramos falsamente.

—¿Están bien? ¿Por qué lloran?—pregunta Leo subiendo las escaleras preocupado. Las tres nos miramos.

—¡Vete!—gritamos las tres haciendo correr al chico del miedo. Al verlo correr por su vida las tres empezamos a reírnos tan fuerte que las lágrimas ya eran reales.

Luego de como veinte minutos decidimos ir de compras.

Pasamos mucho tiempo entrando y saliendo de demasiadas tiendas.

—Estoy agotada.—se queja Pía sentándose en un banco.

—Y yo muero de hambre.—dice Atália.

—Vamos por un café.—propongo.

—Claro, ustedes dos tienen mucho que contarme.—dice Pía levantando una ceja. Atália y yo nos miramos preocupadas.

—¡Corre!—grito y en un segundo las dos estamos corriendo mientras reímos y huimos de Pía que finge estar enojada, bueno eso creo...

Corrimos hasta que nuestros pies ya no pueden más, que fue alrededor de unos dos minutos. En nuestra defensa compramos mucha ropa, y pesa mucho.

Nos dirigimos al restaurante y tomamos asiento.

—Hola bienvenidas, ¿que desean ordenar?—pregunta el guapo mesero mientras nos regala una sonrisa hermosa.

—Yo quiero un té helado—dice Pía

—Yo un café caliente.—dice Atália.

—Y yo un mocca capuchino.—le respondo yo.

Luego de ordenar se produce un silencio raro, levanto mi mirada y me doy cuenta que el mesero se me ha quedado viendo y por alguna razón yo no puedo apartar mi mirada de sus hermosos ojos azulados.

Luego de unos segundos aparto la mirada, esto es realmente incomodo. Pía toce falsamente lo que hace reaccionar al chico ,que se sonroja levemente y se disculpa por eso, el chico muy avergonzado huye a la cocina.

—Dios ese chico está loco por ti.—cuenta Atália a lo que yo abro los ojos por la sorpresa.

—¿Qué? Claro que no.—digo viendo a mi alrededor para comprobar que no hay nadie escuchando.

—¿Cómo no te diste cuenta? Hasta se le caía la baba al verte.—secunda Pía apoyando a Atália.

2 contra 1 pero que rudas.

—¡Basta! ¿Pueden dejar de hablar tan fuerte? ¡Dios! Cualquiera puede escucharlas.—mis amigas iban a responder, de manera ruidosa puedo apostar, pero el chico llega con nuestros pedidos.

—Aquí tienen.—dice colocando las bebidas sobre la mesa.—Quería disculparme por lo de hace ratos, no acostumbro a ver a una chica tan linda.—abro mi boca para responder pero mi mente está en blanco.

—Tienes suerte porque esta soltera.—responde Atália.—Así que ¿por qué no la recoges mañana a las 7 en esta dirección?—pregunta pasandole un papel. Yo sigo paralizada, con la boca abierta aún.

—Claro, gracias.—le sonríe el chico de manera timida, luego me mira a mi.— Nos vemos mañana...

—Mélanie.—digo en un susurro.

—Mélanie.—sonríe y se va.

Espero a que el chico esté lo más lejos posible para que no escuche.

—¡¿Pero qué es lo que tienes en la cabeza?! ¡¿Cómo se te ocurre hacer semejante estupidez?!—digo medio gritando medio susurrando.

—¿Qué tiene de malo? Estás soltera, es lindo y no tienes nada mejor que hacer ¿no?—abro la boca pero al parecer mi cerebro decide no funcionar hoy así que mi amiga continua.—¿Ves? Todo bien.

—Te odio tanto.—gruñí.

—Me amas.—dice

—La amas.—la apoya Pía.

—Me amas.—dice nuevamente Atália.

—La...

—¡Bien! ¿Pero cállense si?—digo exasperada. Agarro mi café y empiezo a tomarlo cruzada de brazos y con un puchero mientras ellas sonríen, cómplices.

Terminamos nuestros cafés y volvemos a nuestra casa no sin antes despedirnos de Sebas, el chico cuyo el nombre es lo único que conozco y que veré mañana en la noche.

¡Genial!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro