Después de que Hitoshi aceptara fingir ser pareja, comenzamos a planear cómo actuaríamos frente a los demás. El aire estaba impregnado de una mezcla de emoción y nerviosismo, y la idea de mantener la fachada me mantenía alerta. La noche llegó rápidamente, y cuando me di cuenta, ya eran las ocho. Hitoshi se despidió y se fue a su cuarto, dejándome solo con mis pensamientos. Intenté dormir, pero el nerviosismo me mantenía despierto. No quería que nada saliera mal; necesitaba demostrarle a Todoroki y Kacchan que su relación no me afectaba, y supuse que Hitoshi también quería mostrarle a Denki lo mismo. La presión era intensa, pero estaba decidido a hacerlo a cualquier costo.

Al día siguiente, me desperté con un torbellino de emociones. La mezcla de emoción y ansiedad hacía que mi corazón latiera más rápido de lo habitual. Me preparé con la esperanza de que el día fuera bien y alisté mi mochila, revisando cada detalle para asegurarme de que nada se interpusiera en nuestro plan. Mientras revisaba mi celular, escuché un golpe suave en la puerta. Al abrirla, allí estaba Hitoshi, con una sonrisa que hacía que mis nervios disminuyeran un poco.

—¡Buen día, Izuku! —me saludó, mostrando su uniforme y mochila, listo para comenzar el día.

—¡Buen día, Hitoshi! —respondí, sintiéndome un poco más aliviado. Cerré la puerta tras él y salimos juntos hacia el salón.

A medida que nos acercábamos al aula, el silencio que nos rodeaba se sentía cada vez más pesado. Hitoshi, notando mi nerviosismo, rompió el silencio.

—¿Nervioso? —preguntó, con un tono burlón que me hizo reír.

—Un poco. Solo espero que funcione y no sea en vano —admití, sintiendo la presión acumulada en mi pecho.

—Tranquilo, todo saldrá bien. Confía en mí, ¿sí? —dijo, extendiendo su mano para que la agarrara. Acepté su gesto y comenzamos a caminar juntos al salón.

Cuando entramos, todas las miradas se dirigieron hacia nosotros, y el ambiente se volvió incómodo. Hasta Aizawa-sensei se quedó sorprendido, sus ojos entrecerrados en un gesto de desaprobación que no pasó desapercibido. Hitoshi, con una confianza inquebrantable, se acercó a mí y me dio un beso en la cabeza. La sorpresa me dejó momentáneamente sin aliento; no sabía cómo reaccionar. Al darme la vuelta para ir a mi asiento, noté las expresiones de shock en los rostros de mis compañeros, especialmente en Kacchan y Todoroki. Me senté rápidamente, evitando cualquier contacto visual.

Durante la clase, la tensión en el aire era palpable. Hitoshi, al notar mi inquietud, vino a mi asiento para ayudarme con mis cosas. Todos los compañeros se acercaron, llenándonos de preguntas sobre nuestra supuesta relación. Hitoshi, con su habitual desparpajo, explicó que nos habíamos dado cuenta de que había algo más que amistad entre nosotros y que, desde ayer, éramos oficialmente pareja. Las felicitaciones llovieron sobre nosotros, pero había tres rostros que no compartían esa alegría: Denki, Todoroki y Kacchan. La atmósfera se tornó tensa cuando, al final de la clase, llegó el receso.

—Ahora vengo, ¿sí? —dijo Hitoshi, alejándose un momento.

Asentí con una sonrisa, sintiéndome un poco más relajado. Sin embargo, mi tranquilidad fue interrumpida cuando vi a Kacchan y Todoroki acercarse. La sonrisa se desvaneció de mi rostro al ver sus expresiones serias.

—¿Qué desean, chicos? —pregunté, intentando mantener la calma, aunque sabía que mis nervios estaban a flor de piel.

—Dinos, Deku, ¿es verdad que estás con ese extra de Shinsou? —preguntó Kacchan, su tono cargado de enojo apenas disimulado.

—Sí, Midoriya, ¿de verdad están juntos? —inquirió Todoroki, su voz fría y cortante como un cuchillo.

—Sí, ¿pasa algo con que estoy con Hitoshi? —pregunté, tratando de sonar más firme de lo que me sentía en realidad. La sorpresa en sus rostros me hizo sentir un poco mejor, pero la tensión seguía ahí.

—No puedes estar con él —dijo Todoroki, con una autoridad que no dejaba lugar a dudas.

—¿Por qué no puedo estar con él? —pregunté, frunciendo el ceño, comenzando a perder la paciencia.

—Tú eres nuestro —afirmó Kacchan, su tono implacable resonando en mis oídos.

—Discúlpenme, pero yo no soy de nadie —dije, sintiéndome ofendido, aunque por dentro estaba lleno de ansiedad.

—Y en todo caso, si fuera de "alguien", sería de Hitoshi —afirmé, desafiándolos. La mezcla de satisfacción y miedo al ver sus reacciones me dejó un sabor agridulce.

Sin más, me di la vuelta y me fui, sin atreverme a mirar hacia atrás. Mientras me alejaba, me encontré con Hitoshi, que parecía un poco agitado.

—Te tengo que contar algo —dijimos al mismo tiempo, sorprendidos por la coincidencia.

—¿Bakugou y Todoroki? —preguntó Hitoshi, con curiosidad.

—Sí, ¿Denki? —asentí, reconociendo que ambos habíamos tenido un encuentro tenso. Estábamos a punto de contarnos lo que pasó, pero justo en ese momento sonó la campana, y Hitoshi tomó mi mano, llevándome de regreso a clase.

La siguiente clase se sintió interminable. Intentamos concentrarnos en las lecciones, pero mis pensamientos siempre volvían a Kacchan y Todoroki. Sabía que ellos no aceptarían fácilmente que ahora estaba con Hitoshi, y eso me preocupaba. Me preguntaba cómo reaccionarían ante nuestras actitudes en el futuro.

Finalmente, cuando la última campana sonó, un alivio recorrió mi cuerpo. Hitoshi y yo nos dirigimos a mi cuarto para hablar sobre lo que había sucedido. La atmósfera en mi habitación era extraña, y el peso de la tensión se sentía más pesado. Sin embargo, el se veía entre feliz y confundido, tal vez fue por lo de Denki espero que el hay tenido mejor suerte que yo, y yo me sentía confundido por todo, ahora sabia que si le gustaba a los chicos pero aun esa herida de verlos besándose y siendo como una pareja sin hablar conmigo me dolía a pesar de que yo mismo me lo busque por no querer aceptar lo que realmente sentía por ellos y ser como siempre un cobarde. Al cerrar la puerta tras de nosotros, el aire se llenó de una confusión y dolor por mi parte dolor y Hitoshi confusión

Espero que les guste ^^