Estábamos frente al director Nezu, y el ambiente era tenso. Todoroki y Bakugou tenían expresiones serias, mientras que Aizawa y All Might mostraban un semblante entre la frustración y la preocupación. El director, como siempre, parecía completamente relajado, disfrutando de su taza de té. En medio de toda esta situación, yo sentía que estaba al borde de un ataque de nervios. La culpa me consumía, y no podía mirar a nadie a la cara después de lo que había hecho. Sabía que lo que había sucedido fue un error monumental.

—¿Qué hacían ahí? —preguntó el director Nezu, con un tono tranquilo pero autoritario. Era el momento de asumir la responsabilidad. Respiré hondo, intentando calmar mis nervios, y finalmente respondí:

—Nosotros estábamos jugando y entramos al armario del conserje. La puerta se trabó y no pudimos salir hasta que Aizawa-sensei y All Might vinieron. Fue un error, no volverá a pasar.

Hablé con la mayor seriedad que pude reunir, sintiendo que cada palabra era una carga. Todoroki y Bakugou me miraron sorprendidos, como si no pudieran creer que me atreviera a hablar de esa manera.

—Bien, eso era toda la prueba que necesitaba —dijo el director con voz firme—. Vayan con Aizawa-sensei. No vuelvan a hacer eso, o las consecuencias serán peores. Pueden retirarse.

Su tono dejó claro que esta era una advertencia seria. Salimos del despacho, y mientras caminaba, podía sentir la presión en el aire.

—Joven Midoriya, después vamos a hablar —me dijo All Might con seriedad.

—Sí, All Might —respondí, sintiendo un nudo en el estómago. Antes de que pudiera alejarme, Aizawa-sensei nos advirtió:

—No vuelvan a hacer eso, chicos, o les castigaré.

Afirmamos rápidamente, asustados, y ellos se retiraron. Estaba a punto de irme cuando escuché la voz de Bakugou detrás de mí.

—Deku, ¿qué pasó...?

Intentó preguntar, pero lo interrumpí.

—Fue un error. Lo que pasó estuvo muy mal y no se volverá a repetir.

No quería hablar más del tema, no quería revivir la vergüenza. Ambos me miraron estupefactos.

—¿Cómo que un error? —preguntó balbuceando Todoroki.

—Sí, fue un error. No debimos hacer eso, solo somos amigos. Además, hay alguien que me gusta...

Las palabras se escaparon de mi boca antes de que pudiera pensar en las consecuencias. En ese instante, el aire se volvió pesado, y la ansiedad me golpeó con fuerza. Sin pensarlo, corrí sin parar.

—¡Deku, espera! —escuché a lo lejos a Bakugou, pero mis piernas no me obedecían; corrí más rápido. Al llegar a los cuartos, vi a Hitoshi.

—¡Oye, cómo te—! —no le di tiempo a terminar, y lo arrastré a mi habitación.

—¿Qué pasa? —preguntó él, viendo mi expresión. Sin poder contenerme más, caí de rodillas y comencé a llorar. Era la primera vez en mucho tiempo que dejaba salir toda esa presión desde que mi madre se fue.

—Oye, tranquilo, ¿qué pasó? —me preguntó preocupado, sin saber cómo ayudarme. Me sentía impotente, y la ansiedad se apoderaba de mí. Me estaba hiperventilando y necesitaba mi inhalador.

—¿Dónde está tu inhalador? —me preguntó Hitoshi, mientras yo señalaba hacia mi armario. Él corrió rápidamente, lo sacó y me lo dio. Respiré hondo hasta que logré calmarme.

—¿Qué fue lo que pasó? —me preguntó nuevamente, tratando de entender la situación. Después de una hora de explicaciones, logré contarle todo. Hablé sobre lo ocurrido en el armario, la llegada de Aizawa y All Might, y cómo nos llevaron ante el director Nezu.

Cuando terminé, hubo un silencio incómodo.

—A ver, déjame ver si entendí —empezó Hitoshi—. Tú, Todoroki y Bakugou estaban en el armario del conserje, Aizawa y All Might vinieron y los vieron, luego los llevaron a Nezu, y no les castigaron. Después tú les dijiste que todo fue un error y que te gustaba alguien más. ¿Es eso correcto?

—Sí, si lo dices así, no suena creíble —respondí avergonzado. Sin previo aviso, él me dio un zape en la cabeza.

—¡Auch! ¿Y por qué fue eso? —protesté.

—Eres un tonto. Tenías la oportunidad de estar con ellos y desaprovechaste la ocasión —me gritó, su tono era de frustración.

—¡Entré en crisis! ¿Qué quieres que haga? No puedo decirles "me dejé hacer eso porque me gustan los dos y quiero un trío" —le dije, sobándome la nuca, sintiendo cómo mi vergüenza me invadía nuevamente.

—Ahora, ¿cómo vas a salir de esta? —me preguntó, claramente enojado.

—No lo sé —admití, sintiendo cómo la desesperación comenzaba a apoderarse de mí.

—Tendrás que pensar en algo o tendrás que decirles la verdad —me aconsejó.

La tensión en mi pecho aumentaba a medida que reflexionaba sobre mis sentimientos. Era evidente que me gustaban Todoroki y Bakugou, pero no sabía cómo manejarlo. Tenía miedo de arruinar todo como de costumbre, apenas pude volver a tener una charla civilizada con Kachan después de años o ganarme la confianza de Todoroki, y pensar que perder a los dos en un instante si no era capaz de comunicar lo que realmente sentía me daba miedos.

El ambiente en la habitación era pesado, y aunque Hitoshi trataba de animarme, mi mente se perdía en la confusión de mis emociones. Me gustaban los dos, pero también tenía que pensar en cómo esto podría afectar nuestra dinámica. Era una montaña rusa de sentimientos, y no estaba seguro de cómo salir de este enredo emocional.

Mientras pensaba en todo esto, la ansiedad crecía. No podía dejar de preguntarme cómo reaccionarían Todoroki y Bakugou si supieran la verdad. ¿Me perdonarán por mentir, o se sentirían traicionados? Me dolía solo imaginarlo. La idea de perder a uno de ellos era aterradora, y la posibilidad de perder a ambos era insoportable.

Al final, todo lo que podía hacer era esperar, con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho, mientras me preparaba para enfrentar la verdad. Tenía que encontrar la forma de abordar este lío, aunque mi mente no dejaba de dar vueltas. Atrapado entre el miedo y la confusión, sabía que tenía que ser honesto conmigo mismo y con ellos, sin darme cuenta de que Kachan y Todoroki-kun estaban al otro lado de la puerta, escuchando cada palabra y cada latido de mi corazón.

Espero que les guste ^^