11.Noche intensa
Lucia Ferrey:
Nuestros cuerpos se encontraban uno al frente del otro agitados, estando completamente empapados, cada gota que recorría se evaporaba por nuestro calor corporal, dejando nuestra ropa extremadamente húmeda. La intensidad de su mirada era inquieta, ansiosa y exaltada. Por el acontecimiento que acaba de suceder, su mejilla estaba colorada y mi angustia aumentaba cada vez más.
Ahora sí que no te entiendo.
¿Cómo has podido hacerme esto?
No quiero oír más tus mentiras, esas que me confunden y alborota mis nervios sin tener un límite para cuando acabar. No quiero volver a caer en tu juego, ese recuerdo que me aturde en mis noches más tranquilas.
***
Todo comenzó en la tarde después de dejar nuestras pertenencias en la cabaña nos reunimos para organizar la fiesta de Tania, la cuál la realizaríamos en la piscina del centro turístico. Desde allí observaba la gran vista que tenía a lo lejos el mar. La brisa refrescaba mi rostro, despeinando seguidamente mi cabello que retozaba al ritmo del viento. El maravilloso atardecer pintaba el cielo de un brillante contraste de naranja con azul oscuro y las gaviotas revoloteando cerca del mar, sería la decoración perfecta para una obra de arte.
Todo estaba listo solo faltaba a nuestra invitada de honor. La cuál llegaría pronto junto a Ana, quién con el paso de los días ya era más comunicativa y tenía mucha confianza al relacionarse con todo el grupo, lo cuál me alegro porque era tan tímida que cuando decía solo una oración sus palabras se entre cortaban y al final no entendíamos nada, pero ya no es el caso, está tan unida a nosotras que se puede decir que hemos sido amigas por toda la vida. Aunque seguía teniendo esa personalidad con personas desconocidas como si estuviera nerviosa cuando están cerca de su presencia.
Ella me recuerda a como era cuando entré al último año de la secundaria hasta que conocí a Tani y a Rafael. Mi vida cambio y me era más fácil de sobrellevarla.
Cuando llegó todos la sorprendimos con una gran sonrisa y aplausos, la decoración de la piscina era perfecta alrededor le adornamos unos bombillos que alumbraban con una intensa luz blanca ya que estaba anocheciendo. Solo estaba presente el grupo ya que la piscina se suponía que cerraría a las 6 pm, pero Rafael habló para reservarla toda la noche y ese fue su regalo.
Entonces con mi maravillosa idea la llenamos de espuma, no soy una mala influencia, solo que es aburrido sino hacemos algo novedoso.
A un lado se encontraba una mesa con todo tipo de bebidas, creo estos personajes no sabían que regalar y lo único que trajeron fue bebidas como cerveza, licor, whisky, vodka y tequila; pero no trajeron ni un poco de refresco. Creo que en esta noche, todos estaremos ebrios.
Qué más puedo opinar de este momento, porque sé que en el día de mañana no tendré palabras para describirlo.
Cuando Tani se me acerca, vestida con un largo vestido que se notaba la trusa que traía puesta debajo y ese cabello con diferentes tonalidades de castaño oscuro con rojo en las puntas, teniéndolo completamente suelto despeinándose a la velocidad del viento. La abrazo con todas mis fuerzas. —¡Felicidades!
—El regalo te lo daré cuando estemos en la cabaña.
Ella solo asiente y se echa a reír. Creo que se dio cuenta que sí se lo entregaba en estos momentos sería un caso perdido.
Todo empezó muy bien antes que empezáramos a beber lo primero que hicimos fue cantarle a todo pulmón las felicitaciones acercándole la tarta de cumpleaños que Andrés había comprado con todas las vela encendidas para que ella lo soplara. Después comenzamos a festejar, aunque creo que ya había empezado antes que ella llegara.
Voy a la mesa a prepararme un trago cuando de pronto veo a Rafael teniendo en sus manos una bebida diferente, lo pude observar detalladamente ya que el vaso desechable era transparente; tenía un tono naranja con varios cuadritos de hielo.
—¿Qué éstas tomando? —le pregunto con mucha curiosidad.
—Esta bebida me encanta prepararla se llama׃ "Sex on the beach"
Un nombre bastante extraño, pero creo que le gusta prepararla por su significado.
—Me preparas uno —se lo pido porque cuando algo me entra por los ojos no hay forma de quitar mi maldita curiosidad.
—Es una bebida muy fuerte ya que es una liga de licor, vodka y jugo de naranja. ¿De verdad quieres? —me pregunta dándome de probar, primero.
Me acerco al vaso dándole una probadita y la verdad que no esta tan fuerte como él me advirtió, sino que estaba dulce.
Entonces, le pedí que me preparara uno y es ahí donde cometí mi primer error.
Las bebidas alcohólicas dulces son las que más embriagan y yo empecé a tomarme el primer vaso como si fuera un refresco.
Con el transcurso de la noche, el baile y las carcajadas que soltaba de vez en cuando; ya me sentía mareada así que me tiré a la piscina teniendo puesto mi vestido de flores, pero igual no me importó solo quería refrescarme un poco y es ahí cuando cometí mi segundo error.
Cuando de pronto veo en la esquina de la piscina a Andrés junto con la hija de nuestro profesor guía que nos estaba tutorando esa noche, pero el pobre ya estaba dormido en unas de las sillas, creo que esta en un mejor mundo.
No tengo palabras para describir lo enfurecida que estuve al verlo sonriéndole y hablándole con secreticos. Esto jamás me lo esperé de él.
Hasta que ese descarado me vio que lo estaba observando al otro lado de la piscina y es como sí se hubiera distraído con mi presencia, que no me quitaba los ojos de encima, pero ella cuando lo vio desviar su mirada su mano la llevo a su barbilla para guiarlo hacia su boca. Juntando sus labios con los de él.
Ahora sí que me quede sin palabras, quisiera mentirme pensando que todos los hombres son iguales, que tarde o temprano él iba a estar no con una sino con unas cuantas. Qué me olvidaría con el tiempo.
Pero en alguna parte de mi seguía confiando en él. Así que me dirige donde se encontraban y cuando me vio su cara de asombro fue tanta que hasta la chica se dio cuenta. Esa expresión me demuestra que él pensaba que yo me iba a quedar callada o que huiría para algún lado para no ver su amorío con ella, pero estas muy equivocado querido.
La yo de antes puede que lo haya hecho, pero cambié ahora me gusta enfrentar las cosas y no huyendo porque me di cuenta que no ganaría nada con hacerlo.
—Discúlpeme por interrumpir su amorío, pero Carla —así se llama la chica— creo que tu padre necesita urgentemente una cama —le digo guiándola con la vista a donde se ubicaba nuestro tutor y para mi sorpresa ya estaba en el suelo durmiendo.
Nadie se había dado cuenta porque todos a su alrededor estaban igual y otros solo estaban en su mundo para no darse cuenta.
Ella hace un gesto de decepción —Ahora vengo —le dice a Andrés levantándose para atender a su padre.
Vaya esta valentía que me nació de pronto resulto ser mejor de lo que esperaba. Solo queda este mujeriego que es igual a su primo, me está mirando y a la vez riéndose disimuladamente.
—¿A qué viene eso? —me pregunta haciendo una mueca confusa.
—No sé de que hablas —le respondo imitándolo.
—No te hagas la inocente, ambos sabemos que lo has hecho a propósito —me dice cercándose a mí.
Pero que le pasa a este chico, lo encuentro besando a otra, cuando dice que yo le gusto y me habla cambiando la dirección de la conversación a mi contra.
—Lo siento —le hago un reverencia— no quería interrumpir tu dulce momento, pero la verdad es que nuestro profesor lo necesitaba.
Se me acerca tanto a mí que por poco me quedo sin aire de la impresión del movimiento y me dice —Deja de actuar y acéptalo de una vez.
Solo esa frase me dio risa —¿Actuar? Esa no es tu especialidad o que pasa el alumno superó al maestro. Por lo menos no dejo que nadie me bese descuidadamente —la última frase se la digo posándole mi mano en su hombro y con la misma hago el intento de salir de la piscina.
Cuando de pronto me coge del brazo haciéndome girar y con la otra mano guía mis labios hacia los suyos. Pero...
Este pervertido creyó que le iba a seguir el juego esta vez, pues no fue así, cuando estaba a punto de besarme. Lo empujo y le doy una cachetada al costado de su mejilla, la cuál por el impacto del golpe estaba enrojecida.
Trago grueso al verlo con esos ojos indescriptibles que tenía en ese momento. Solo puedo decir que me llegaron en lo más profundo de mí ser. Ese sentimiento de ansiedad, inquietud y lo peor decepción hasta de uno mismo, era lo que sentía en aquel momento.
Me retiro de aquel lugar apresuradamente, tratando de evitar cada persona que se me acercaba para tener algún tipo de conversación y es ahí donde cometo mi tercer error.
Salgo dirigiéndome hacia la cabaña y me encuentro con una gran oscuridad en la no podía ver el suelo que caminaba, el miedo empieza a fluir en mis venas y la soledad de aquella noche me entristecía completamente.
Cuando de pronto alguien me abraza por detrás dejándome inmóvil —Lo siento —esa es la única palabra que recibí de él.
Me giro y es ahí cuando:
Nuestros cuerpos se encontraban uno al frente del otro agitados de tanto caminar apresuradamente, estando completamente empapados porque cuando salí no pensé ni en secarme y por lo que veo él hizo lo mismo, nuestra ropa estaba extremadamente húmeda y pegada al cuerpo detallando ese cuerpo atlético de él, que tanto mostraba cuando jugaba baloncesto en la cancha de la escuela.
Por mi mente pasaban infinitas argumentaciones, excusas y preguntas, pero la que más me importaba era.
—Andrés recuerda esto, a la tercera es la vencida —le digo mirándolo a los ojos, con tono de seguridad —no creo que me hagas cambiar de opinión.
Nota de la autora:
Hasta yo estoy sin palabras. A penas puedo dormir leyendo una y otra vez este capítulo. Es que me gusta mucho.
Andrés tu rudeza se fue para los pies y no puedo decir nada más porque estaría dando spoiler, pero me encanta.
En este mundo todos cometemos errores, solo hay que saber superarlos.
Y con esta frase termino este maravilloso capítulo. Hasta la próxima ~~~~~~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro