Soy Lucia Ferrey. Estoy en mi último año de preparatoria y es la época donde el estudiante no sabe en cuantas partes puede dividirse. Están las invitaciones de cumpleaños por los 18 años, la fiesta de graduación y estudiar para las pruebas de admisión en la universidad. (la última no me gusta mucho) -digamos que tengo buenas calificaciones a lo largo de mis años de estudio.

—¿Luci en qué piensas? —pregunta Tani, mi compañera de aula que se sienta al lado.

En estos momentos me encuentro en la escuela a la hora de receso. Rodeada de mis amistades hablando de fiestas, novios y viajes. No tengo mucho que opinar así que mejor me mantengo callada (ya pronto tendré mayoría de edad y voy aprovechar las fiestas a lo máximo, aún no he tenido una experiencia agradable con el asunto de enamorarse) 

Creo que es una pérdida de tiempo

—En nada... —me interrumpe Rafael— chicas hoy por la noche hay fiesta en mi casa.

—¿Horario? —pregunta Tani —de 8 pm hasta que no resistas más.

—Oh solo en casa, que rico —con tu compañía lo voy a disfrutar más.

—No te preocupes estaré presente —responde

Se ve que hay química entre ellos. La verdad es que quisiera hacer el papel de cupido con ellos, pero mi amiga en estos momentos esta pasando por varios problemas personales y no quería tener mas inconvenientes. Así que por el momento me estoy controlando.Rafael es un chico agradable a simple vista, trigueño de ojos azules y demasiado alto; con una personalidad muy seductora y por eso tiene muchas admiradoras detrás.

—¿De verdad quieres ir? —le pregunto, dudando.

—No sé, qué decirte la verdad que quisiera ir y despejar un poco la mente —la miro con una cara de preocupación— no te preocupes voy a tratar de mantener mi autocontrol.

Tani es unas de las personas que admiro mucho, le ha pasado por muchas cosas y ella siempre saluda con gran una sonrisa, y su buen humor nunca cambia, es difícil saber lo que piensa. Es una muchacha agradable, tiene un tono de piel como de canela, es demasiada delgada con un rostro refinado, sus ojos hacen contrate con su piel, pero lo que me encanta es su cabello, aunque tenga un pelado demasiado corto lo tiene lacio y en las puntas con una tonalidad roja.

Entra el profesor guía al aula y empieza a entregar unos papeles alumno por alumno.

—Les acabo de entregar las boletas de las carreras de universidades, tienen diez opciones. Acuérdense que esto es un tema delicado ya que definirá sus futuros, así que traten de pensarlo y discutirlo con sus progenitores.

Si fuera un asunto tan fácil de discutir con ellos, estaría bien; pero eso es una contradicción en casa, ya que mis padres quieren que estudie telecomunicaciones en lo que ellos han estado trabajando toda su vida y quieren que yo también lo haga.

Llego a mi casa y me encuentro a los dos presentes (wao que sorpresa, siempre me encuentro sola en casa por el trabajo de mis padres, pero hoy es una excepción)

¡Que mala suerte tengo!

—Me han dicho que ya te entregaron la boleta de carreras —habla mi madre
(Ahora quien fue el bocazas)

—Si hay que entregarla a finales de este mes.

—Entonces tu primera opción es telecomunicaciones —pregunta mi padre

—No, ya hemos hablado de esto y no quiero optar esa carrera. Me gusta las ciencias médicas, pero como no puedo ser doctora ya no se ni que estudiar.

—Amor piénsalo bien puedes vivir una vida sin preocupaciones financieras, si estudias algo que tenga que ver con la telecomunicación. —habla mi madre

—No, aunque me sea difícil el futuro es lo menos que quiero estudiar —exclamo con toda mi determinación.

—¿Luci por qué eres tan caprichosa?

—Si mi capricho significa ser determinada, entonces lo soy —estando muy enojada.

—Con ese carácter tuyo es imposible que tengas novio —hablando mi padre

—No me importa quedarme soltera toda mi vida.

Enojada me dirijo a mi cuarto, cerrando la puerta con fuerza (¿por qué? Me obligan a estudiar algo que no quiero) soy una muchacha que siempre he tenido lo que he querido por haber nacido en una familia adinerada, pero por culpa de sus trabajos nunca disfruto su compañía en casa; me acuerdo que desde pequeña lloraba por la soledad de estar en una casa inmensa al no tener sus presencias, creo que en el día de hoy es una excepción. Los quiero y sé que ellos también, por eso quieren que en el futuro yo trabaje en la empresa que ellos tanto se han esforzado en llevarla a la cima; los entiendo, pero a mi no me gusta estudiarla y no me pueden imponer algo con la excusa que me va ir bien en el futuro.

Interrumpe mis pensamientos el tono de llamada de mi móvil:

—Dime Tani —acuérdate que hoy hay fiesta en casa de Rafael

—Verdad ya se me había olvidado, pero mis padres se encuentran en casa así que tendré que salir un poco tarde

—No importa a qué hora estés en la fiesta, te estaré esperando.

De pronto entra mi hermana al cuarto:
—Nani —así me llama desde que era muy pequeña— puedo pasar

—Si Sol —Tani después te llamo.

—Nani fui yo quien les habló a nuestros padres para que vinieran a hablar sobre la boleta. Pensé que te ayudarían a decidir.

—Bueno ya viste lo difícil que es discutir ese asunto con ellos

—Sabes que yo te apoyo en tu decisión y voy a tratar de hacerles cambiar de opinión.

—Gracias hermana, esta noche tengo una fiesta en casa de un amigo y quisiera ir. Como están mis padres es mejor no comentarles, me podrías ayudar a fugarme.

—Está bien, pero con una condición que llegaras ante que amanezca para que tus padres no se den cuenta cuando se vayan a trabajar.

—Sabes que eres la mejor hermana del universo —abrazándola con mucha alegría entra mi sobrina Sofia, es como una muñequita con su cabello ondulado de color castaño claro y sus ojos de color café, apenas con dos años es muy sociable y su lenguaje es tan explicito que es de admirar.

—Mamá tengo hambre y los abuelos nos espera para ir a cenar

—¿Nani vienés? —No Sol, puedes decirles que no tengo apetito.

Solanch (mi hermana) con apenas 20 años se había casado y dejó de vivir en esta casa (recuerdo que por ese tiempo solo tenía unos doce años y la mayoría de las veces me la pasaba en soledad) después que se divorció ha decidido volver y me alegro así disfruto de su compañía. Lo malo es que al casarse dejó los estudios y ahora los volvió a retomar, y no tiene mucho tiempo para atender a su niña por eso su nana y yo la ayudamos en lo que podemos.

Apenas tiene 25 años y ya esta cargando con muchas responsabilidades, es tan joven y tan linda; tiene un bonito cuerpo (a pesar de haber estado embarazada es tan delgada, se ve que heredó la constitución de nuestra madre, en cambio yo heredé todo de nuestro padre se puede decir que hasta su personalidad)
Rápidamente me doy un baño y me empiezo a arreglar para la fiesta. Que ya se me hacia más tarde de lo normal.

Nota de la autora:

¿Por qué Lucia no puede ser doctora?
¿Sus padres cambiarán de opinión?
¿Cómo será la fiesta de Rafael?

Todas las respuestas las descubriremos en los próximos capítulos ~~~~~

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