Mi mente sigue en tinieblas, solo espero no estar pasando por el coma otra vez, ¿conciencia?
¿dónde estás?, creo que hasta ella se fue. Me siento oprimida, no sé qué pasa con mi familia,
¿qué debo decir cuando despierte? Lo último que recuerdo es ver a mi papá sujetándome y creo
que no afirmé nada a mamá sobre que recuperé la memoria.

-¿Dónde estoy?- sentí que estaba en esa camilla por horas, me dolía la cabeza, diría que demasiado. 

-Maddyson, soy el doctor Sanz, he estado tratando tu caso por todo este tiempo.
-¿Dónde está mi familia? 

-Están esperando afuera, por el momento quiero hacerte unos análisis, dime ¿qué es lo último
que recuerdas. 

-Yo solo...- ¿debo decir la verdad o seguir fingiendo mi pérdida de memoria?-no lo sé.- lo dije algo desanimada. 

-Maddy, sé que tienes problemas en casa, pero necesito saber sobre tu salud... 

Una hora después.
-¿Cómo está mi hija?-mamá había ingresado a la habitación. 

-He revisado los análisis, se dificultó su salud por su ansiedad y alteración cardiaca, debo
recordarle señora Garcés que su hija pasó por dos operaciones riesgosas, no debe tener ninguna alteración, con eso me refiero a discusiones, depresión o incluso tristeza. 

-¿Tristeza?- Mi padre interfirió, ambos estaban allí. 

-Prefiero morir.- dije en voz alta, mirando hacia al frente, como estado en shock. 

-¡No digas eso Maddyson

-Señora Garcés no debería... 

-Peleas y peleas...- dije en voz baja, seguía con cara agotada- ¿dónde estoy?- me sentía pérdida. 

-¿Qué? ¿qué le sucede doctor?- papá preguntaba cosas de la nada, ¿de qué hablan? ¡te volviste
loca!, eres tú otra vez, ya te extrañaba.

-Como les dije, alteraciones en su sistema inmunológico, tuvo perdida de memoria, aun no la ha  recuperado, les mencioné antes que si creaban escenarios de su vida pasada ella iba a tomarlos como parte de su presente, pero no significa que recuerde algo. 

-¿Está diciendo que Maddy nunca recuperó la memoria?- preguntó mamá. 

-Señora Garcés su hija todo este tiempo vive, pero sin su pasado, debería apoyarla no queremos que llegue al límite de... 

-¿dónde estoy? ¿nos vamos? Debo ir al cine con Maya. 

-Ya fuiste el día de tu pase de año, princesa. - papá estaba ahí, no lo había notado, ¡nooo! 

- ¿Pase de año? Pero si debo trabajar.- me puse de pie, ellos me miraban raro. 

-Señorita tome asiento, le daremos su medicina, para que se relaje ¿sí?- una enfermera se acercó
con unas pastillas amarillas. 

-Me recuerdan a las gomitas que comía con mi novio.-sonreí. 

-¿Cuál novio Maddy? 

-Mercedes...-susurró papá. 

-Jacob, pero no debo decírselo a extraños.- ¿quién era esa señora? 

-¿Qué extraños?-preguntó mi padre. 

-Esa señora, papá llévame a casa.- empecé a llorar, no sé de dónde surgió eso. 

-Controlaremos sus sentimientos y emociones bajo este medicamento, si no vuelve a su vida
normal de hace dos meses, trataremos con terapias. 

-¡¿Está diciendo que mi hija está loca?!- esa señora empezó hacer un escándalo. 

- ¡No soy tu hija! ¡una madre no exige que se casa con nadie!- me quedé mirando a la ventana.-
¿qué decía?- susurré. 

-¿Ves lo que causaste Mercedes?- mi papá hablaba con esa señora loca. 

-Sí ¿ves lo qué causas Mercedes? - la señalaba con el dedo. 

-La trataremos por una semana, señora ahora más que nunca debe mostrarle afecto a su hija,
hágala sentir con todo amor de una madre, si le dice algo que no tiene sentido, trate de
aclarárselo, pero no a gritos, en una semana veremos su progreso. 

-Gracias Doc, le diremos a esa hija que no está loca, solo quiere amor de mami jajaja. - aguarden, esa soy yo. 

-Esto es mi culpa, no debí... 

-No es momento de hablar Mercedes ¡Maddy está mal! ¿ahora sí lo aceptas? 

-No creí... el muchacho ese... las fotos- la señora ogro tartamudeaba. 

-¡Papá! Quiero comer pizza, espera, odio la pizza, quiero alitas ¡sí! ¡alitas!

-Ahora quiere alitas, Doctor debe hacer algo- esa señora seguía insistiendo al señor de blanco.

-Ustedes deben tener paciencia.- sólo se marchó. 

-Maddy, princesa vamos a casa ¿sí? 

-¿Me comprarás alitas? 

-Las que quieras. 

-Muy bien... señora debe ir a su casa, sus hijos se pueden preocupar por usted. 

-Yo soy tu madre.- me miró con algo de histeria.

-Y yo soy aeroman, que graciosa es usted, pero mi mamá murió en un accidente de año nuevo.-
me entristece mencionarlo. 

-¡¿Qué?! 

-¡Mercedes! 

-Pero ella... yo no morí. 

-Si se siente sola, acompáñenos señora, papá ¿podemos adoptarla? Parece que es sola en esta
vida. 

-Tienes suerte de estar así. 

-¡Mercedes! 

-Usted es grosera.- le dije mirándola con las manos en la cintura. 

-Solo vámonos hija. 

-Acompáñenos abuelita. 

-¡Maddy! 

-¡Mercedes! 

-¡Yo! Esto es gracioso. 

Realmente no sé qué pasa conmigo, después de aquel ataque de ansiedad, algo que nunca me
había dado así de fuerte, me siento en otro mundo, como que todo cambió dentro de mí, hay
personas a mi alrededor que dicen ser mi familia, hay un chico guapo que se supone es mi mejor
amigo de infancia, la señora loca dijo que era mi novio, yo me negué, lo habría recordado,
además me hace sentir una conexión de hermanos, por más guapo que sea, no quiero
presionarlo, hay unos señores que dicen ser mis padrinos, una chica mayor que es mi hermana,
ella es muy linda y una niña de mi edad que dice ser mi mejor amiga. 

-Maddy dime que no es verdad. 

-Hola, eres agradable. 

-No me digas que estás loca

-Maya, no lo está, solo debe acoplarse nuevamente a las cosas.- Daniela, así se llama mi hermana, ella le dijo eso a Mirella. 

-Sí, eso, no estoy loca Mirella. 

-Soy Maya ¡tú mejor amiga! 

-Tranquila Mila, siempre lo serás. 

-¡Maya! 

-Sí lo sé, solo bromeaba 

-No lo hagas, a esta altura no sé qué es la verdad o no para ti. 

-Te diré si algo no lo es.- le guiñé el ojo, parecía angustiada. 

-Maya, discúlpame si te traté mal antes, pensé que Maddy había vuelto... me equivoqué, en serio agradezco mucho que estés con ella acompañándola- estábamos en la sala de este inmenso castillo, la señora ogro hablaba con esa niña. 

-No se preocupe señora, si le sirve de algo, Maddy hasta trataba de buscar información por otros
medios que ni yo sabía. 

-Por eso me disculpo, no supe la verdad a tiempo y mira las consecuencias, solo quiero que mi
hija vuelva. 

-Sí, tienes razón señora, quiero volver a estudiar, voy a renunciar de mi trabajo, odio la vida de
adulto. 

-Maddyson, tú sigues estudiando conmigo en el internado. 

-¿Internado? Ahh sí, quiero volver allí. 

-Pronto iniciarán clases no sé si sea conveniente que vayas hija. 

-Señora es mi vida, no se meta, ya hablé con mamá desde el cielo, ella esta de acuerdo a lo que yo decida.

-¡Que yo soy...! 

-Mamá, tomarlo con calma ¿recuerda?- Daniela intervino sino la ogro seguiría hablando. 

-Iremos paso a paso. 

-Maddy ¿puedo hablar contigo? Sé que no recuerdas nada o vives en otro mundo, pero muy en
fondo presiento que mi mejor amiga está ahí y me aconsejará por lo que paso.-esa chica me
miraba fijamente. 

-Mamá, debemos irnos. 

-No Daniela, Maya nos necesita ¿qué ocurre? 

-Señora, creo que al decir "mejor amiga" se refería a mí. 

-Tú... bien, vamos.- ellas se fueron del lugar.

-Ahora sí, habla ya ¿en serio estás loca? 

-¿Me puede decir en qué problema puedo ayudarla?- la miraba fijamente. 

-Maddy tú... 

-Me agrada el color de esta casa ¿es genial no? 

-No lo recuerdas ¿verdad? 

-Claro que lo hago, es super lindo. 

-¿En serio?- brillaban sus ojos. 

-Claro, el internado tiene habitaciones acogedoras, las dos somos compañeras de cuarto
¿verdad? 

-¿Te refieres al internado? 

-Sí ¿por qué? 

-Te extraño Maddy.- se acercó a mí algo triste, ella me abrazó muy fuerte. 

-Pero estoy aquí Maya, estoy feliz, ya verás, pronto nos graduaremos. 

-¿Qué?-estaba confundida. 

-La escuela es difícil, pero no es necesario llorar. 

-¡¿Por qué?! después de todo lo que hicimos, Maddy, dime que volverás. 

-Pero si nunca me he ido, no llores más niña, me asustas.- le tomé de la cara y la miré fijamente. 

-¿Qué?-seguía confundida. 

-Todo pasará, deja el drama. 

-Tú...-Jacob intervino. 

-Hola señoritas, ¿quieren helado? 

-Me encanta el helado, mejor si es de chicle y oreo.- respondí. 

-Bien, los iré a traer. 

-Maddy tú... 

-¿Sí? ¿qué pasa Maya? 

-Nada, olvídalo, debo seguir tu ritmo. 

-Claro que lo harás. 

-¡Tengo el helado! 

-¡Sii!- En esa tarde comimos mucho helado y vimos una película, llevo una vida normal en una
vida que ni siquiera sé si es mía, me das miedo. 

Un mes después. 

-Maddy, vamos ya, llegaremos tarde.- la señora ogro pasó aquí todo este tiempo, hace un mes la
adoptamos, la llamo mamá porque así se siente bien.

-Voy mamá, estoy poniéndome un abrigo.- estaba en mi habitación terminando de arreglarme,
hoy iríamos de compras con mi madrina, Daniela, Jacob y la ogro, bueno, mi mamá, muchas de
las veces lo hemos hecho, hemos salido en familia, se siente bien pasarlo así, todos aquí me
quieren, hay veces que recuerdo algo de lo que dicen, otras que ni yo mismo sé que digo, pero
todo es acogedor. 

-Hola familia, estoy listo.- Jacob apareció en mi casa, yo ya había bajado. 

-Hola hermano, ¿listo para la tarde de chicas? 

-Y un chico. 

-Da igual, eres Jacob. 

-¡Oye! 

-Maddy, no molestes a tu hermano.- mi madrina apareció. 

-¿Ya podemos irnos? Debo terminar una tesis.- Daniela es universitaria y controla parte de la
empresa de la familia, si que es un cerebro aquí, me estoy acoplando a cada uno de esta familia. 

-Julio no ha llegado aún, tu padre lo tiene con él en el trabajo. 

-Yo manejo.- dije en medio de todos, me quedaron viendo muy sorprendidos. 

-Creo que no deberías Maddy. 

-Pero señora, tengo una licencia de conducir, puedo hacerlo, lo juro, denme la oportunidad al
menos una cuadra. 

-Daniela lo hará Maddy, ella puede hacerlo. 

-Mamá, claro que puedo, pero máximo dos cuadras y en unos lugares casi vacíos, iremos al
centro con muchos carros, creo que Maddy es la indicada para eso. 

-Vamos señora, confíe en mí. 

-Bien, lo haremos, pero si no puedes hasta llegar al centro tomaremos un taxi. 

-Lo juro. 

-Pido estar adelante, creo que ahí hay menos impacto a un choque- dijo Jacob. 

-Niño ingenuo, es mejor ir atrás. - Daniela lo molestaba.

-Sólo vámonos ya. 

Íbamos de camino al centro comercial, llegamos con bien, ya después de cruzar el redondel
confiaron plenamente en mí, soy un chofer profesional. Nos dirigíamos al cine, se estrenaba una
película que la queríamos ver hace un tiempo, pero antes fuimos a comer un poco, quería
comprar helado nuevamente. 

-Maddy ¿Qué helado vas a pedir? 

-Chicle y oreo, es mi favorito.

-Bien, ustedes deben...- todos seguían haciendo sus pedidos, pero siento que en este momento
me dieron ganas de ir al baño, no debí tomarme toda esa botella antes de venir aquí. 

-Me dieron ganas de ir al baño. 

-Te acompaño.-Dijo la señora. 

-Está en aquel pasillo, no creo perderme. 

-Pero... 

-Mamá, deja que Maddy vaya sola, tiene que... 

-Acoplarse- lo dijeron todos al mismo tiempo. 

-Regresó en cinco minutos. 

Al final del pasillo se encontraba el baño público, me urgía ir, había mucha gente, antes de mí
estaban tres personas haciendo fila. 

- ¡Auch! Torpe Maddy.- me golpeé yo misma con un contenedor de basura que estaba frente a
mí. 

-Discúlpeme no la vi. 

-No, fui yo, no vi el ...contenedor.- Me choqué con un lindo chico con ojos de colores. 

- Lo siento...igual fue mi culpa.- me quedaba viendo muy raro. 

-Bien, con permiso, iré a...me voy a hacer fila. 

-¿No se acuerda de mí? ¿es verdad?- me preguntó antes de proseguir mi camino. 

-¿Me conoce?- ese apuesto muchacho me conoce. 

-Soy...no importa, creí que, al verme, usted... 

-Creo que se está confundiendo de persona, nunca lo había visto en mi vida.

-Entonces es verdad, solo se fue- parecía triste. 

-No comprendo, discúlpeme, no lo conozco. 

-Ni siquiera mis ojos puede recordar 

-Si le sirve de algo, me parece que son multicolor. 

-¿Qué?-preguntó, casi susurrando. 

-Pues son bonitos, ¿es lo que quería que dijera? 

-¿En serio no me recuerda? 

-No insista más, nunca lo había visto ya se lo dije, si sigue así, pensaré que me está acosando. 

-Pero Maddy yo... 

-¿Maddy? ¿quién es...? Thiago ¿qué haces aquí?- Jacob vino a buscarme. 

-¿Lo conoces? 

-¿No lo recuerdas?- preguntó Jacob

-No, pero sigue insistiendo en decir que me conoce a mí ¿y tú?

-él es nuestro compañero de curso, del internado. - dijo en seguida mi hermano. 

-Ahh, con razón, lo siento compañero, perdí la memoria, no recuerdo mucho de los años
anteriores. 

-¿Compañero? ¿Maddy no te recuerda?- Jacob seguía confundido. 

-Creo que es evidente Jacob, no lo hace. 

-Vaya, amigo, perdiste la oportunidad. 

-Tú...- Ese joven estaba a punto de golpear a mi hermano. 

-¡Detente! No le hagas daño.- me paré en frente de él. 

-Podemos volver a intentarlo, haré que recupere la memoria, yo...- ¿estaba a punto de llorar? 

-Tú no te metas con mi...-lo interrumpí. 

-Jacob, quiero hablar a solas con él. 

-Pero Maddy tú... 

-Puedo cuidarme sola, mejor ponte hacer la fila por mí. 

-Pero es solo de niñas. 

-¡Jacob! 

-Lo haré, ya voy. 

-La Maddy del pasado hubiese permitido que lo golpeara. - enmarco una sonrisa triste. 

-¿Maddy del pasado? ¿es una ofensa porque perdí la memoria? 

-No lo considere así, yo no quise... 

-Escúcheme, no lo recuerdo, jamás lo he visto, de verdad siento mucho que no sea la persona
que esperaba encontrar, pero ahora estoy feliz con mi familia, si le hice daño el año pasado le
pido perdón, pero ahora estoy avanzando con mi vida normalmente, solo le pido que se aleje. 

-No, no es así, usted no es esa Maddy, usted nunca se rinde y lo volvería intentar. 

-No lo haré, estoy bien así, en serio no insista. 

-¿Qué hay de las promesas que hicimos juntos?- seguía al borde de llorar. 

-No recuerdo nada ¿no lo entiende? Si le prometí algo discúlpeme, no podre hacerlo, pero si
usted me prometió algo a mí, hágalo sin mi compañía, solo cúmplalo.- lo miré fijamente, debía
controlarse. 

-¿Al menos quiere saber quién era yo en su vida? 

-No lo sé, ¿mejor amigo? ¿pretendiente?

-Soy su novio, él que nunca se rindió después del accidente, el que pasó pensando cada día qué
hacer para ayudarla a recuperarse, siempre estuve allí para usted porque quería ver su
felicidad. 

-Gracias en serio por todo, pero lo consiguió ¿no? Ahora soy feliz. 

-Pero... yo no formo parte de esa felicidad. 

-Sólo déjeme ir, estoy bien así, como le dije, discúlpeme, cumpla las promesas por su cuenta,
pero no me busque y no me incluya en nada. 

-¿Así nada más? ¿no lo volverá intentar? 

-¿Intentar? ¿qué cree que quiero intentar? 

-Lo nuestro- no lo conocía, pero me daba lastima. 

-Ya no hay nada nuestro. - lo miré fijamente, sus ojos eran rojos, lastima verlos de esa forma. 

-¿Qué? 

-Mi novio es el que está en la fila, no es debido que me proponga esto. 

-¿Novio? Jacob ¿es su novio? Su mamá la sigue obligando, Maddy esto es una mentira. 

-¿Mamá? Ahh ¿hablas de la señora ogro? La adoptamos hace un mes, pero no es mi mamá, me
enamoré de Jacob por mí cuenta, él estuvo todo este tiempo junto a mí, es muy adorable,
llevamos un mes de relación. 

-No es posible. 

-¿Quién es usted para juzgar mi relación? 

-La perdí...

-Si se refiere a mí, se lo aseguro, me perdió por completo, no insista más. 

-Maddy el baño está...- Jacob se puso a mi lado, aproveché el momento y lo besé. 

-Gracias cariño, voy en seguida. 

-Pero usted...- seguía insistiendo ese chico. 

-Déjenos en paz, creo que fue suficiente prueba de que él es mi novio y soy feliz.
-El baño está... 

-Que sea feliz Maddy, le deseo todo lo mejor del mundo.- fue ahí cuando ese simple desconocido.

se fue y me dejó ahí parada en la nada.

-¿Por qué me besaste?- Jacob seguía en shock. 

-Ese muchacho seguí insistiéndome, debía mentir en algo. 

-¿me usaste como novio falso? 

-Diría que sí, lo siento, pero me dijeron que no somos hermanos reales, entonces no sería
incómodo ¿cierto?

-Créeme es lo más normal en nosotros darnos besos así. 

-¿Qué? 

-Nada, nada, olvida lo que dije, Vamos tu mamá te espera. 

Terminamos nuestro día de compras, la pasamos muy divertido, llegando a casa dieron un
suspiro de alivio, al parecer si seguían desconfiando de mí y mis técnicas de conducir. 

-¿Todo bien princesa? 

-Sí papá, nos divertimos mucho, la pasé increíble hoy. 

-Marina, ¿te llegó el correo?- Mi madrina y la señora estaban revisando el celular. 

-Sí, también lo tengo. 

-¿Correo de qué?-preguntó Jacob. 

-El de aviso, entraran pronto a la escuela. 

-Hija creo que deberías esperar un poco más, ya sabes. 

-¿Y graduarme a los veinte? No lo creo, tendré una vida normal, me graduaré, seguiré en la
universidad es todo, quiero ser normal, por favor. 

-Bien princesa, además el doctor no ha visto ninguna dificultad en tu cabeza, todo estará bien. 

-Sí, si algo me acurre les diré en seguida. 

-Querido no creo que sea conveniente para Maddy. 

-Siempre debes opinar en lo que yo debo decidir, mamá deja de hacerlo...- ¿qué acabo de decir? 

-¿Maddy? 

-¿Qué me pasa?- me puse nerviosa de inmediato. 

-Recuerdos, eso es lo que pasa, sientes algo que te atrajo al pasado, Mercedes, déjala decidir lo
que ella quiere. 

-Lo siento señora, no lo volveré hacer. 

-Maddy yo no soy... saben qué Maddy tendrá su vida como ella quiera, no me imagino verla
sufrir más y que esta casa este llena de alegrías por todos lados es lo mejor que puede suceder