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Capítulo 61: Cita en la feria.

No debes estar nerviosa, solo es una cita, es una simple cita, con el chico que dice ser tu novio y aparentemente si sientes algo por él, ¡Hoy es viernes! ¿por qué pasan tan rápido los días? ¿por qué estoy nerviosa? ¿Por qué me hago estas preguntas en mi cabeza? Solo no lo hagas, me estresas.

Hoy en definitiva es un gran día para mí, veré a Thiago, estoy muy nerviosa de por sí, iremos al lugar donde nos vimos por primera vez, debería estar tranquila estas cosas ya las viví, hasta ya lo he besado ¿Por qué tantos nervios?. Por suerte mis padres están en la empresa, mis padrinos igual y Jacob se fue hacer cosas de Jacob, ósea jugar videojuegos y salir con sus amigos del internado, pero hasta las tres de la tarde porque luego tendrá que ir con mi madrina a ayudarla, ósea es el día perfecto para mí, salir con Thiago no se da en días como este, todo debe salir bien.

Le pedí permiso a mamá de salir a las cuatro de la tarde, ya que la supuesta película salía en la noche, hasta ese entonces podría charlar con Thiago para ir a la feria.

Me pasé todo el día haciéndome ondas, mi cabello ha crecido bastante, nuevo look para este año, cabello largo, luego me maquillé sutilmente, no quiero que piense que todo es maquillaje en mí ¿por qué te sigues preocupando? No lo sé, a mí no me mires.

Ya eran las dos y media, la hora se acercaba, y yo ya estaba lista, creo que me arreglé muy pronto, me fui a ver una película que durara el tiempo restante para olvidarme un momento de que tendría una cita, para mí sería la primera en mi vida.

Hora de la cita.

-Estoy en tu casa, ábreme la puerta- Maya llamó a mi celular, por suerte la película terminó justo a tiempo, no quería quedar con las dudas de quién era el amor de su vida entre ambos chicos.

-Bajo en seguida.- Una chequeada mas en el espejo, sí, todo perfecto y linda, volvieron los nervios.

-¿A dónde tan arreglada?- Maya me miró de pies a cabeza, parecía contenta.

-A donde usted me lleve señorita...vaya que guapa estás.

-Igual que siempre, ¿estás lista?

-Nací lista.

-¿en serio?- se cruzó de brazos.

-No, estoy nerviosa.

-Mas te vale que no lo estés, vamos Luis nos espera en el auto.

-¿Luis?

-Espero no hayas creído que iba a ser mal tercio.

-Para nada, ¿no te das cuenta?

-¿Qué?

-¡Cita doble!-ambas sonreíamos,

-Mi mayor sueño se está cumpliendo, salir en cita doble con mi mejor amiga, hecho.

-¿De verdad?

-Está en segundo lugar, el primero es conocer a Harry Stiles.

-¿Quién no?... ¿ya nos vamos?

-Antes de que tu mamá te llame, se retracte y todo se eche a perder.

-Entonces deja de hablar y vámonos ya.

Nos subimos al auto, Luis estaba manejando y Maya iba de copiloto.

-Iremos a recoger a Thiago a su casa- Luis también tiene un acento similar a Thiago, él me miraba por el retrovisor.

-Bien, gracias por decirlo.

-Maddy, actúas como si Luis fuera alguien extraño.

-Maya no me juzgues, para mí es como verlo por segunda vez, la primera fue el día en el parque, siento mucho si actúo...

-Con formalidad.

-Gracias Maya- respondí.

-Está bien Maddy, te entiendo, además gracias a ti conocí a Maya, no deberías ser formal, ya nos conocemos.

-Lo siento, aun no me acostumbro, pero lo tomaré en cuenta y me alegra en serio saber que Maya te tiene cerca.

-¿Por qué?- preguntó Maya.

-Si no me tuvieras aquí, él sería mi reemplazo,

-No digas eso de nuevo, me vas hacer llorar, tú eres irremplazable, no te iras al cielo y me dejaras sola, no lo vuelvas a decir.

-Maya, no me iré a ningún lado, debo graduarme primero y luego veremos que pasa.

-Pues viviremos juntas para siempre, amigas forever.

-Me hiciste recordar a mi madre y mi madrina. -eso dio miedo.

-¿Recuerdas algo?

-No te emociones, sé que son mejores amigas, pero me hiciste recordar el punto en el que querían casarme con Jacob, por seguir con el legado y la empresa.

-No, no, no, nuestros hijos se casan si ellos se enamoran, no así obligatoriamente.

-¿Hijos?- preguntó algo asustado Luis.

-Sí, ¿acaso no te gustaría tener hijos?- Maya, en seguida se molestó.

-Esto es muy interesante- me asomé entre ellos dos, no paraba de reír.

-Oh mira, ahí está Thiago.

-No me cambies el tema.

-Ya, dejen de discutir, es un día de amor y paz- seguía riendo.

-Buenas tardes- Thiago se sentó junto a mí, estaba muy lindo, esa chaqueta de cuero negro, le queda muy bien, hace que parezca un chico malo, pero es mas tierno que un osito cariñosito, y tú también.

-Hola, ¿cómo está?

-Muy bien, emocionado, por hoy.

-Yo igual- estábamos tan concentrados en nosotros que Maya y Luis se asomaron para interrumpir.

-Dejen el formalismo, esa conversación es muy cliché- Maya interviniendo, ¿es normal?

-Creo que debemos irnos.

-Gracias Luis- solo con hablar me derrite, su acento, ¡adoro su acento!

Nos dirigíamos al centro a comer un helado, hasta hacer tiempo para llegar en la noche a la feria, dicen que se ve muy bonita a esa hora, porque adentro es más reluciente.

-Me recuerda al viaje del año pasado- mencionó Luis de la nada.

-Luis, silencio- Maya intervino.

-Si es algo que pasamos juntos y debería saberlo, no tengo problema en escucharlo de nuevo.

-Maddy no creo que sea necesario.

-Se trata que debo recuperar mis recuerdos ¿por qué no decirlo?

-Ya lo dijiste, ahora cuenta- lo señaló a Luis, algo enojada.

-Muy bien Luis, ¿algo que decir?-pregunté como niña tierna.

-Cuando....cuando escapamos contigo y Thiago, íbamos los cuatro, pero Maya y tú iban atrás y Thiago y yo adelante, es todo.

-En ese entonces ustedes no eran nada ¿es eso? - me daba algo de gracia.

-Sí, solo eso. - parecía avergonzado no lo iba a torturar más.

-De acuerdo... y bien, ¿qué tan lejos es la heladería? ¿ya he ido antes?

-¿No preguntarás más sobre el tema?-Maya insistió.

-No, por mi está bien así, si no puedo recordar lo de antes, ahora estoy creando nuevos recuerdos con ustedes.

-A veces me das miedo amiga.

-A mi igual.- respondí riendo, Thiago también parecía hacerlo, su sonrisa es bella, habló la cursi.

Después de media hora de viaje, habíamos llegado a una gran heladería, tenía varios sabores, Maya eligió chocolate y menta, Luis prefirió vainilla y fresa, Thiago chicle y oreo y yo, Manjar y chicle, tenemos algo en común, tienes que recordarlo Maddyson.

-Maya, ven a mi lado- Mamá estaba haciendo videollamada.

-¿Qué? ¿qué pasa?-estaba sorprendida.

-Mi mamá está haciendo videollamada.

-¡¿Qué?! Bien, hazte a un lado Luis- sin más se acercó a mí, para poder contestar.

-Maddy, cariño ¿dónde estás?

-Hola mami, en la tarde de chicas ¿lo recuerda?

-Hola señora Garcés, estoy cuidando muy bien de su hija.

-Claro que si Maya, confío en ti, si no, no hubiese salido Maddy.

-Sí, por supuesto señora, todo está bien.

-Estamos comiendo un helado mamá, luego iremos de compras y comeros algo, para ir al cine de noche.

-Bien, me llamas si necesitas que Julio te vaya a ver.

-Listo mami, estaré enviando algún mensajito para que vea que todo está bien, por si me llama en el cine y sea incómodo para los demás. - cine al que no iré.

-De acuerdo mi niña, disfruten su tarde.

-Adiós mamá.

-Tú madre me da miedo- dijo Maya, aun con cara de susto.

-A mí también. - le respondí.

-Aun no supero el hecho de que te querían hacer casar a la fuerza- Luis lo mencionó, ya no estaba avergonzado.

-En realidad, según lo que me contó Maya, el matrimonio era para el futuro, todavía hubiese tenido años de soltería.

-Pero con una relación.- Maya me señaló a Thiago, me había olvidado de él, seguramente estoy roja, que vergüenza.

-Sí, exacto- lo único que pude decir y para el colmo mirándolo, él solo se sonreía.

-Maya, creo que es momento de no ser mal tercio, vamos a ver algo por allá.-Luis tomó de la mano a Maya.

-Pero no acabo mi helado aun...ahh, ya entendí, vamos.- Ahora solo estamos él y yo ¿qué debo hacer o decir en este momento?

-Bueno, estamos aquí- sí, él seguía nervioso.

-Sí, lo estamos- Dios, que difícil es hablarle.

-Tengo algo para usted.- me extendió una pequeña cajita.

-¿Qué es?-pregunté.

-Feliz aniversario- Cierto ¡es quince! Hoy cumplimos ¿tres meses?

-Lo siento, no tengo nada para darle.- que vergüenza.

-Primero abra la cajita, ya le diré después- Su sonrisa me animó a hacerlo.

-Es... es hermosa, ¿son nuestras iniciales?- me quedé muy sorprendida cuando abrí aquella cajita color naranja, era un collar de plata con nuestras iniciales, es muy bonita.

-Sí, pero en realidad se la estoy devolviendo.

-¿Se la había prestado? No comprendo- de seguro parezco tonta.

-No, esa cadenita le pertenece a usted, yo tengo una similar.- me enseñó un collar grueso de plata, vaya que le lucía genial.

-Entonces, me está diciendo que esta cadenita ¿es mía?

-Aquella noche de año nuevo, usted me regaló está cadenita, cuando pasó el accidente, Daniela, su hermana me la devolvió, dijo que cuando usted despertara sería yo la persona indicada para devolvérsela.- se puso muy triste de un momento a otro.

-Thiago, sigo aquí... gracias- le tomé de la mano por impulso, pero me retracté en seguida, mientras nos quedamos viendo de frente, bueno viendo a través de sus lentes de sol- ¿Me ayuda a ponérmela?

-Claro.- punto de conquista para Maddy del presente, él también se lo veía sonriente.

-¿Cuándo podré ver sus ojos? Quiero comprobar que no sea un filtro lo que vi en las fotos.- bromeando para romper el hielo.

-No quiero que me vea de esta forma.

-Usted me acepta tal y cómo estoy, ósea loca, y ¿cree que no lo aceptaré por ver sus ojos algo rojos?

-No es lo que quise decir.

-Thiago, apenas se oculte ese sol, quiero verlos. - debo insistir, lo que más me llama la atención de un chico es su mirada, y él tiene ojos de colores ¿y no puedo verlos? Es el colmo.

-Se lo prometo.

-Genial, ahora solo quiero disfrutar de otro helado, para poder irnos.

-Como usted ordene. – sonreía ampliamente ¿siempre es así de caballero?

Luego de salir de la heladería, fuimos a dar una vuelta al centro comercial, tomé algunas fotos como prueba para mamá, no debía ser muy sospechosa, Maya salía en cada una y de pasó le tomé algunas fotos a la cartelera del cine, donde supuestamente íbamos a ir. Ya iban a ser las seis de la tarde, íbamos de camino a la reluciente feria donde todos dicen es mi lugar favorito, que feo es no poder recordar nada.

La carretera estaba muy alumbrada, había algunos desvíos, en uno de ellos iba a dirección del internado, otra a la feria y por el que íbamos en dirección a ella era de una gran curva. Los dolores de cabeza empezaron a surgir de la nada, ver aquel camino me provocaron recordar esas escenas de aquella noche del accidente, pero aún seguían siendo borrosas.

-Maddy ¿está bien?- Thiago empezó a preocuparse, me estaba moviendo mucho del dolor de cabeza, me sentía mal, pero no quería que acabara la noche por mi culpa.

-Solo un leve dolor de cabeza, este lugar... no lo sé, hace que recuerde ... olvídenlo, no importa.- Me quedaron viendo muy raro, algo pasaba.

-Maddy, lo siento mucho, debí ir por otro camino.- Luis parecía inquieto.

-Maddy, en esta curva, fue donde tuviste el accidente- Maya intervino al ver mi angustia.

-Debemos llevarla a casa- Thiago se impacientaba.

-¿Qué? no, claro que no, ¿no se dan cuenta? Me duele la cabeza, estoy recordando algo de aquella noche, volver a pasar por aquí, hace que suceda, es un progreso y quiero ver qué pasa.

-Pero Maddy, te duele la cabeza, eso no es normal.

-Maya, estoy bien, no lo discutas, sigamos nuestro plan de esta noche, quiero disfrutar de la feria, ya no me duele mucho- no vale mentir Maddyson, calla conciencia.

-Cualquier cosa nos avisa.

-Lo prometo Thiago.

Faltaban pocos metros para llegar, ya veía las luces resplandeciendo, el dolor de cabeza parecía disminuir.

-Es hermosa. - no podía contener aquellas palabras.

-Espere verla por dentro- ¡Amo su acento!

Luis se estacionó en un parqueadero A, vaya que es tan gran de lugar, para que haya muchos lugares donde estacionar, se escuchaba música por todos lados, los juegos eran inmensos, los colores, sus luces, todo era perfecto.

-Disimula la emoción- Maya lee mis pensamientos.

-Es inevitable.- Sonreía como niña que le habían comprado un juguete nuevo.

-Como la primera vez que la vio- Thiago estaba a mi lado.

-¿qué esperamos? Entremos- Luis ingresó primero.

-Luis, conoce todo el lugar, él trabaja aquí, ayuda a su papá con algunos juegos mecánicos.

-¿El es el dueño de toda la feria?

-Solo de la rueda gigante y los carros chocones, andando amiga. -Maya me tomó del brazo.

-Wohh, es más inmenso cuando estás dentro de la feria.

-Quisiera tener la misma emoción que tú cuando vengo a trabajar todos los días.

-Luis no me arruines el momento- debía decirlo, estaba muy emocionada para que me abrumara con eso, esperen, ¿qué había dicho? Niña torpe.

-Veamos quién gana, esta noche es chicas vs chicos.-Maya tuvo una grandiosa idea, está noche la iba a disfrutar.

-Me parece buena idea amiga, los vamos a derrotar.

-No si lo hacemos primero, Thiago, andando.

Y así pasamos la noche, jugando cada juego en la feria, chicos vs chicas, es como si lo hubiese hecho antes, gané cada uno de ellos con Maya, creo que por eso me eligió a mí, sabía que era buena en esto, realmente me sentí como en casa, todo era divertido, cada lugar dentro de la feria me hacia sentir viva, fuimos al rincón musical donde Thiago dijo que se presentaba antes, la música, los colores todo era fascinante.

-Muchas gracias por disfrutar de esta noche en la gran feria, pedimos de favor salgan con cuidado, nos vemos este fin de semana- La bocina empezó a sonar, genial, cuando mas me divertía pasaba esto.

- ¿Qué? no, no, debemos seguir aquí, Luis haz algo para que no nos saquen, quería subirme a la rueda gigante.

-Esto en serio es una deja vu, claro, la que habló es mi amiga, ya le digo que seguiremos aquí, tranquila.

-¿Cómo que amiga? Voy contigo.

-Maya, deja de ser toxica- ella lo seguía como loca, era muy gracioso.

-¿Ha disfrutado de esta noche?-preguntó Thiago.

-De lo máximo, es la mejor noche de mi vida, todo es magnífico, este lugar es mágico.- debía disminuir mi emoción.

-Sí, lo es, me alegra muchísimo que lo haya pasado bien.

-Muy bien, ya que estamos solos, ni crea que me he olvidado de sus gafas, Thiago es de noche, de seguro no ve bien, debe quitárselas.

-lo prometí ¿verdad?

-Sí y una promesa debe cumplirse.

-Bien, ahora confirmara que no es un filtro.- Justamente cuando él se sacaba las gafas oscuras se me cayó mi cartera y al alzar la mirada lo vi...sus bellos ojos, justamente estábamos bajo un reflector que alumbra hacia la gran rueda, aquella luz iluminaba sus ojos, sí, estaban algo rojos, pero... su color, me quedé mirándolo fijamente, yo...no sabía que...te ayudaré, vaya que me desesperas, ¿conciencia? ¿qué vas a hacer...?

El dolor era insoportable, verlo a él, me hizo sentir algo muy en el fondo de mí, venían imágenes borrosas, el accidente, una fiesta, el internado, una fuente ¿qué me está pasando?.

-Thiago- lo único que pude decir, él se quedó perplejo, no sabía que hacer, no podía con el dolor de cabeza, me arrimé a una pared que estaba tras nosotros, cerré los ojos profundamente, el dolor seguía, abrí los ojos de nuevo, él estaba allí viéndome, sus ojos seguían invadiendo mi mente, era como si tratara de... recordarlo todo, otra vez las imágenes aparecían, me quejada de todo esto, no podía soportarlo.

-¡Maddy! ¡Maddy! ¿Qué sucede?- él se preocupaba, pero escuchar su voz, verlo nuevamente, me hizo...recordarlo todo, la gran mentira del estúpido de Jacob, mi mamá, mi hermana, la noche de la tormenta, la primera vez que vi a Thiago, todo volvía a mí, sus ojos, sus ojos, me hicieron recordarlo todo, de nada.

-Estoy bien, no pasa nada.-lo recordaba a él, a mi novio, él que siempre estuvo allí, di un gran suspiro.

-No, no lo está, la llevaré a casa.

-No, aguarde. Solo quiero subir a la rueda, una vez, solo una vuelta.- quería abrazarlo muy fuerte, pero quería hacerlo especial, lo juro, estaba a punto de llorar.

-Pero Maddy, usted está mal.

-No volveré a salir por mucho tiempo, mamá me tendrá encerrada, al menos quiero disfrutar la vista desde lo más alto de la rueda, solo una vez, se lo pido.

-Regresamos, tenemos el permiso.- Maya y Luis, habían llegado, le hice señas a Thiago que no dijera nada.

-Maddy...- él seguía insistiendo.

-Quiero subir a la rueda y ver la vista desde el punto más alto.- miré a Luis en búsqueda de ayuda, también lo recordaba a él.

-Lo que diga señorita- Luis se dirigió a los controles del juego.

-Yo los espero acá, no me gusta ver las alturas.

-Maya, eres la mejor amiga del mundo- tenía que abrazarla, la Maddy del pasado había vuelto.

-Tú también lo eres...¿sucede algo?- sí, su confusión era lógica.

-Está bien, solo me dieron ganas de abrazarte, iré a la rueda con Thiago.- él me miraba con desconfianza, tenía miedo de que me sucediera algo allá arriba.

-Maddy, no creo que...

-Hágalo por mí, por favor- debo insistir, él no se espera nada de lo que pasará.

-Bien, pero solo daremos una vuelta.- mientras él se dirigía a la rueda, me acerqué a Luis y le dije que nos detuviera cuando estuviéramos en lo más alto, era un plan perfecto.

-Estamos en la gran rueda, se ve muy lindo todo.- Aun así estoy muy emocionada.

-Maddy, ¿no le duele la cabeza? ¿necesita bajar?

-No se preocupe, estoy....- la parte más alta de la rueda está por comenzar.

-Lo había olvidado, para usted es como la primera vez en esta rueda, tranquilícese, ya bajaremos...¿por qué no bajamos?- Gracias Luis.

-Estoy bien, no se preocupe, yo quería subir aquí.- actuaba desesperada.

-Maddy, tranquila, le haré señas a Luis.- él miraba por todos lados en búsqueda de ayuda.

-Está bien, solo cerraré los ojos hasta que pase, imaginaré que es la brisa de la montaña y me estoy balanceando sobre una hamaca.- ¿lo recordará? Yo seguía con los ojos cerrados.

-Sí, haga eso, por lo pronto yo avisaré a...- lo pensó por un momento, en seguida subió la mirada y me quedó viendo fijamente.

-¿Qué sucede?- haciéndome la víctima, listo.

-¿Qué acaba de decir?- con esa pregunta confirmo que lo había recordado.

-Sus ojos...- otra vez aquella luz iluminando sus ojos ¡que bellos son!

-Mis ojos...- no lo dejé terminar, lo besé, besé al niño mas lindo otra vez, era mí Thiago, lo recordaba, era mi novio, extrañaba sus dulces besos, han pasado meses hasta poderlo recordar.

-Lo siento, no debía hacerlo, no quiero que piense que soy atrevida.- haciéndome la víctima, otra vez.

-Usted... usted... yo, no sé qué...- lo dejé sin palabras.

-Aunque perdí la memoria, pude recordar todo solo con ver sus ojos... ahora confirmo que realmente me hipnotizaron desde la primera vez que los vi.- ahora sí quedó en shock.

-¿Me recuerda?- estaba asombrado.

-Como no recordarte ojitos multicolor.- en serio lo extrañaba.

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