Capítulo 57: Me olvidó.
Thiago.
Apenas llevaron a la clínica a Maddy, no sabía que hacer, su mamá me quería lejos de ella, no querían ni que entrara a la clínica, pero gracias a Daniela y al señor Garcés, pude hacerlo, Maya y Luis seguían conmigo, no podía con el simple hecho de que ella estaba entre la vida y la muerte. Después de tres horas el doctor se acercó y mencionó que Maddy debía tener una cirugía en su columna y costillas, que la posibilidad de sobrevivir estaba entre el cincuenta por ciento, no bastó más para que me faltara el oxigeno y se me bajara la presión, en seguida me atendieron a mí, me dieron primeros auxilios, el señor Garcés se asustó por mí salud, pero no me importaba, quería saber si Maddy saldría bien después de esa cirugía. Hace una semana no hablaba con mis padres, los llamé y les contó gran parte de la historia, sin ninguna mentira, ellos se enojaron porque por primera vez en la vida les había ocultado algo, pero luego me entendieron porque saben muy en el fondo que amo a Maddy y nada me detendrá al estar a su lado.
Ya era martes primero de enero, las siete de la mañana, una de las enfermeras mencionó que se iban a tardar más, que no era necesario estar allí, los padres de Maddy después de llorar demasiado toda esa madrugada optaron por tomar un respiro, Daniela se quedaría conmigo a esperar, Luis y Maya ya se habían ido, también estaban cansados, yo no quería irme sin saber nada.
-Thiago, no quiero que te culpes por nada de esto.- Daniela en medio de tanta tristeza me dijo aquella palabras.
-No lo sé, tal vez lo sea- no pude más y empecé a llorar.
-No, no llores, Maddy saldrá de esto y tienes que ser fuerte para apoyarla.
-Sus padres no me lo permitirán, tanto ellos como yo, saben que soy culpable. - seguía llorando, como nunca lo había hecho en mi vida.
-No, claro que no, papá está de acuerdo en su relación, vemos claramente lo feliz que es Maddy a tu lado, siempre se quedaba bajo la sombra de Jacob, cuando apareciste en su vida, ella cambió, hablaba más, no le importaba nada, lo único malo de su relación fue que era un amor prohibido, mamá está loca al querer a obligarla que esté con Jacob, yo no lo permitiré y mi padre tampoco, si Maddy elige ser feliz, tu estas en esa felicidad y no debes darte por vencido.
-Daniela, lo siento mucho, desde un principio debí decirlo y no ocultarlo. - ella se acercó y me abrazó.
-Todo pasa por algo, ahora debemos esperar y cuando Maddy despierte debes estar para ella.
-Gracias Dani.
-Por cierto, cuando trajeron las pertenencias de Maddy, me dieron este collar, supongo que es de ambos, debes tenerlo tú. - El collar que Maddy nos compró a conjunto, otra vez mis lagrimas empezaron.
Después de que dijeron que Maddy había salido de la operación, Daniela insistió en que fuera a descansar, estaba todo adolorido, me quedé durmiendo en una silla de salas de espera, pero valía la pena hacerlo, quería asegurarme de que estaba bien.
Regresé a casa, saludé a mis padres, estaban más que preocupados, les conté toda la historia, ahora si completamente, mamá lo entendió, mi padre estaba sorprendido, pero también estaba de mi lado, ellos entienden que me había enamorado y jamás lo había estado como lo estoy por Maddy. Tomé una ducha, me vestí de inmediato, no podía mantenerme de pie estaba muy cansado, mis ojos me pesaban demasiado, decidí dormir un momento, puse la alarma en mi celular, a las tres de la tarde estaría nuevamente con Maddy.
Dos de enero, ocho de la mañana.
-Thiago, cariño, debes despertar- mamá me llamaba con impaciencia.
-Debo ir con Maddy, mi alarma no sonó, que raro.
-Thiago...
-Iré a visitarla mamá, debo ir antes de las cuatro- le decía mientras me ponía los zapatos.
-Hijo, es miércoles, estamos dos de enero.
-¿qué? no, solo me dormí...- vi el reloj que tiene fecha a un lado, era... ¡dos de enero!
-Estabas tan agotado, me daba tristeza levantarte hasta para cenar.
-Pero mamá, era que lo haga, ¿y si ya despertó y no estuve ahí?
-Thiago...
-¿Y sí se puso mal?
-Thiago, el señor Garcés habló con tu padre, Maddy está bien, aún no despierta, solo hay un problema con su mamá, ella no quiere verte, pero puedes ir a verla con el permiso del señor Garcés en las mañanas.
-¿En las mañanas?, son las ocho, debo irme ahora.
-No te iras sin desayunar.
-¡Maddy me necesita!- nunca le había gritado a mi madre, jamás en la vida, de la nada, mis lágrimas empezaron a volver, ella sabía que algo andaba mal en mí.
-Mi niño, todo está bien, ten fe en Dios, él protegerá a Maddy, debes ser fuerte para cuando ella despierte. - me dijo abrazándome con muchas fuerzas.
-No puedo mami, me siento culpable por todo- seguí llorando como un niño.
-Thiago, es suficiente, tú debes tener las fuerzas necesarias para ayudar a esa pobre chica, no saldrás de casa sin comer.
Hice caso a mamá y me fui recuperado, me bañé nuevamente, me cambié y fui donde Maddy, ahí estaba Daniela, ella la cuidaba en las mañanas y sus padres venían en la tarde, con ella no había problemas.
-Thiago, hay algo que debes saber- lo dijo muy seria.
-¿Le sucede algo malo?
-No, en realidad, Maddy debía despertar hoy mismo en la madrugada, pero no lo hizo, los doctores me acaban de confirmar que Maddy a entrado en coma- Daniela era muy fuerte hasta ayer, ella lloraba a escondidas, pero verla no aguantarlo más y llorar en frente de mí, era un gran problema.
-¡¿Qué harán?! ¿cuándo despertará?
-Tranquilízate, me mantienen informada, sobre todo, ya la van a cambiar a la habitación, no estará en cuidados intensivos, pero la estarán revisando a cada momento.
-¿Puedo verla?, quiero hacerlo.
-Lo harás, ten paciencia.
No podía ver la hora y no hacer simplemente nada, apenas ingresaron a Maddy, solo una persona podía verla por diez minutos, Daniela al ver mi desesperación accedió que fuera yo el primero a en entrar. Cuando fui al lugar, vi a Maddy, con yesos en su mano y pierna, tenía tres sueros y oxígeno, estaba media raspada su rostro, quería ver a mi niña de siempre, alegre y sonriendo, pero no de esta forma, no era capaz de verla, solo lloraba sin cesar, soy culpable de todo esto.
Me quedé viéndola fijamente, tomé su mano, la que no estaba con yesos, sentía su mano caliente, me destrozaba verla así, no podía.
-Maddy, lo siento, yo fui el culpable de todo esto, no debí mentirle, debí decirle la verdad, debíamos decirle a todo el mundo sobre lo que sentíamos y no ocultarlo más...lo siento, es mi culpa, despierte por favor, quiero cumplir ese sueño pero con usted a mi lado, lo prometió, siempre estaría en primera fila, tiene que recuperarse, tenemos que estar juntos, quiero verla sonreír día a día, por favor...- no sabía si me escuchaba, pero hacía lo posible pidiéndole a Dios que la ayude, la proteja y la curé, si lo hacía no importaba si eso significara que me aleje de su vida por completo, porque verla así, sigo insistiendo que es mi culpa.
Soló estuve con ella cinco minutos, dejé que Daniela ingresará, luego de ello pasé toda la mañana esperando alguna noticia, ya en la tarde debía irme porque la mamá de Maddy no quería verme.
Tres de enero, mi cumpleaños.
Jamás pensé en toda mi vida que iba a tener el cumpleaños más triste, ¿se suponía que hoy sería feliz? ¿entonces porqué Maddy no despierta?, miraba al cielo en búsquedas de respuesta y ninguna señal aparecía, Mis padres solo me felicitaron y me abrazaron, pero sabían que no era lo suficiente como para estar feliz, hace dos o tres meses mi mamá estaba emocionada por este día, lo festejaríamos a lo grande por cumplir dieciocho, pero no, no fue así, Maddy, la chica que amo, seguía en coma, no dio ningún solo progreso, lo único que decían los doctores era que estaba estable, que debíamos estar felices por eso, que Maddy tuvo un gran accidente y era un milagro que siga respirando, pero yo quería verla despierta.
-Feliz cumpleaños Thiago- Estaba en la clínica, Maya estaba allí, ella me felicitó con una gran tristeza en sus ojos, Daniela también lo hizo.
-No sé si lo pueda llamar "feliz"- ironicé.
-Hoy puedes ingresar a ver a Maddy de nuevo, se lo pedí de favor al doctor y accedió, cuando estés listos puedes ingresar- Daniela sigue ganando el premio de ser la mejor hermana.
-En serio gracias – Unos minutos más tarde, estaba allí con Maddy, se la veía muy delicada, ahora le habían puesto cuatro sueros, sus manos le han de doler por tantas agujas.
-Maddy, soy yo de nuevo, intento venir lo mas temprano posible a verla, su mamá sigue impidiendo nuestro amor...- sonreí un poco, tomé un respiro y seguí hablándole- Hoy es mi cumpleaños, ¿lo recuerda? Íbamos a pasarlo en la feria y luego iríamos a tomar un helado en el centro de la ciudad, luego ir de compras, aunque sabía que usted me compraría ropa en conjunto, me emocionaba la idea de hacerlo... pero no está cumpliendo su promesa- empezaron las lágrimas- extraño cada vez que hablábamos en las noches, cada mensaje que recibía me alegraba el día, aunque estuviera cansado hacía lo posible para no hacerlo notar y escucharla con atención, ¿porqué no despierta? Buscó respuestas, pero no las encuentro, por favor Maddy, vuelva, reaccione, deme una señal de esperanza, dígame si debo seguir insistiendo en nuestra felicidad, no sé qué haría sin usted en mi vida, recuerde las charlas que teníamos, el futuro después del colegio, dígame que debo hacer...solo deme una señal...- entre lágrimas, volví a tomar su mano, agaché mi cabeza desconcertado y como si el destino me escuchara, mi niña bonita, mi Maddy movió su dedo..
-¡Doctor! Maddy movió su dedo- No podía con la emoción, era un gran avance, debía estar bien.
-Doctor ¿qué sucede con mi hermana?- Daniela y Maya aparecieron después, el doctor la estaba examinando.
-Lo que acaba de suceder es un reflejo de los nervios de Maddy, podemos decir que es un avance, su cuerpo está reaccionando de poco a poco, creo que escuchar su voz la está reviviendo de alguna manera jovencito- esas palabras me llegaron al corazón, al menos puedo decir que estoy sirviendo de algo.
-¿Lo ves Thiago? Cómo me puedes decir que quieres alejarte de la vida de Maddy, si tú eres la razón de su felicidad- Esas palabras de Daniela me hicieron nuevamente llenar de lágrimas mis ojos.
En ese día los padres de Maddy, llegaron de inmediato, por mala suerte me choqué con su mamá, ella solo me ignoró, pero a quien vi con cara de preocupación era al señor Garcés que quería hablar conmigo.
-No le hagas caso a mi esposa- me dijo con melancolía.
-Sé que tengo algo de culpa, con razón me odia.
-Ya te dije que no digas eso, y no lo es, entiéndelo de una vez Thiago.
-Sí señor, disculpe.
-Quiero hablar contigo, sé que no es el momento, pero necesito aclararlo de una vez.
-Dígame ¿cómo puedo ayudarlo?
-Quiero decirte dos cosas, la primera es que acepto todo lo que tengas con Maddy, sé que eres un buen muchacho, eres justo el tipo de persona, respetuosa, humilde y que realmente quiera a Maddy por cómo es y no por lo que tiene.
-Créame que lo hago, debí hacer las cosas bien desde un inicio, debí pedirle permiso a usted antes que todo y no perder su confianza.
-A eso me refiero, eres un muchacho decente y es lo que quiero para mi hija, así sea que me divorcie de mi esposa por seguir insistiendo en esa idea loca de casarla con Jacob.
-Muchas gracias por su consideración.
-Bueno, cambiando de tema, la clases se retomarán la próxima semana, sé todo lo que ha sucedido en el internado, es tu decisión si quieres volver o no, mi beca no se a dado de baja, puedes seguir si deseas. - debía pensarlo mil veces antes de aceptarlo.
-Señor Garcés, creo que no podré completarlo.
-Sabía que lo dirías, pero al menos debes cumplir con este mes para graduarte de segundo año, pero recuerda, sigues contando con mi apoyo- dijo levantándose del lugar.
-Gracias señor Garcés, lo haré, terminaré este mes, cuente conmigo, el próximo año lectivo lo pensaré mejor.
-Excelente Thiago, debo regresar, quiero ver a mi hija-por un momento se detuvo y volteo a verme- por cierto, feliz cumpleaños muchacho- sonrió y me señaló una pequeña caja que había dejado a mi lado, la abrí y dentro de ella había un USB, tendría que ir a casa de inmediato para reproducir lo que hay dentro, de todas formas, estando aquí la mamá de Maddy no me dejara verla.
Lo hice, estaba en mi cuarto, en frente a mi computadora, dudando si reproducir o no un video que estaba en la USB, el único archivo, tomé el valor y lo hice.
Me he quedado sin palabras, no era cierto...
-Maddy estoy grabando todo, mamá se enojará por traerte a la feria a escondidas- era el señor Garcés grabando a Maddy de pequeña y esa era la feria, la gran feria.
-Papá, Jacob me pegó, no quiero verlo.
-Él es tu hermanito debes perdonarlo.
-Mamá dice que no es mi hermano, es raro.
-No le hagas caso princesa tu solo...-Maddy pequeña lo interrumpió.
-¡Papi! Mira hay un niño tocando la guitarra- no puede ser, soy yo y a lado está mí papá.
-¿Niño? Maddy, no debes ver a niños, estás muy pequeña- en medio de la tristeza me sacó una sonrisa.
-Es muy bonito, quiero a ese niño.- estoy paralizado.
-No, aun no debes ver a niños ya te lo dije.
-Vamos papá, acerquémonos- Maddy lo sujetaba y se acercaba a mí.
-Hola niño, soy Maddy papá no quería que te hable, pero igual vine.
-Hola niña, él es mi papá, llegamos recién de mi país.
-Tu voz es rara, papi su voz es rara- dijo señalándome, esto no lo creía, ni siquiera lo recordaba.
-Lo siento, ¿mi hijo lo está molestando?- ¿ese es mi papá? Vaya cambio que ha tenido.
-No para nada, mi hija es la que molesta a su hijo.
-Lo siento señor, su hijo es bonito.
-Oye niña, no me digas eso- Thiago chiquito no le gustaban las niñas.
-Lo siento, mi hijo no es tan amigable, estamos de paso por aquí, queremos ver si nos mudamos por un tiempo.
-Es un buen lugar, ¿de dónde vienen?- preguntó el señor Garcés.
-De Cuba, pero regresaremos muy pronto, solo estamos viendo el lugar que tal, primero quiero que mi hijo crezca para volver aquí.
-Espero volverlo a encontrar, ya que mi hija está tan emocionada de tener a su hijo como amigo, lo pueda ayudar en algo, pronto invertiré en una empresa con mi socio, necesitaremos empleados, tal vez pueda incluirte, hasta ese entonces la empresa espero funcione.
-Muchas gracias amigo, lo consideraré.
-Oye niño, tus ojos tienen colores raros. - ella estuvo a punto de tocarlos.
-Aléjate niña, mis ojos son míos, no hagas eso.- Thiago chiquito, esos ojos siempre han sido de Maddy.
-Maddy, hora de volver a casa, ¿cómo se apaga esta cámara?
Realmente ahora puedo afirmar con hechos y detalles, que el destino, siempre estuvo de mi lado, yo conocía a Maddy desde muy pequeño ¿cómo no pude recordarlo?
-¿Te enseñó el video?- papá entró a mi habitación.
-¿Lo habías visto?
-Hace mucho tiempo, puedo decir que Maddy fue la razón por la que conseguí empleo rápido al llegar aquí.
-¿por qué no me dijiste nada de esto?
-¿Y obligarte a que la quisieras? Como dijimos una vez con Garcés, si Dios quiere que estén juntos de grandes, él hará su magia, yo no podía obligarte a hacer nada, y mira nada más, el destino los unió ya de grandes. - Gracias destino.
-Papá, ella ahora está mal por mi culpa.
-No eres culpable de nada, recuerda Dios sabe porqué hace las cosas, elle mejorará y saldrá adelante y tú debes apoyarla.
-Su mamá no permite ni que me acerque.
-Pero el papá de Maddy sí, y puedes comprobar que él te aprecia, siempre hablaba bien de ti, él te brindó la beca porque vio un gran potencial en ti hijo mío, esperaba que cuando crecieras aparecieras en la vida de su hija, quería asegurarse que conectaran por su propia cuenta y si no era lo esperado, dejaría el tema aparte, pero mira como resultó.
-Maddy en la clínica, en coma.
-No Thiago, te enamoraste de ella y ella de ti, puedo decirte que ahora en esta edad para ti, el amor solo es una palabra, pero viendo como has progresado, como has cambiado para bien, admito que lo tuyo es un sentimiento, uno real.
-Tengo miedo de perderla- mis lagrimas volvieron, a este paso voy a desgastar los ojos que le pertenecen a Maddy.
-No lo harás, lucharon mucho para estar juntos y no debes rendirte.
-No lo hago, no me rindo, tengo fe.
-Y es lo necesario para que despierte, ten esperanzas, ella sanará.
Después de aquella charla profunda que tuve con papá, mi esperanza de volver a ver a Maddy sana y salva, volvían.
Pasó una semana desde aquel progreso que tuvo Maddy, no habían más señales de algún movimiento, yo me encontraba en el internado, debía asegurarme de cumplir con las tareas y clases por todo este mes de enero, como ya tenía materias aprobadas de mi antiguo colegio solo completaba las que me faltaban para pasar de año otra vez, ósea segundo de bachillerato, él señor Garcés dijo que harían una excepción conmigo y me pasarían el año con un mes de adelanto, lo mas triste de estar en clases era no ver a Maddy a mi lado, todo parecía apagado, Jacob estaba allí, pero me ignoraba tanto como yo a él, éramos dos personas desconocidas en un mismo salón, por otro lado Virgi, no estaba allí, la habían cambiado de paralelo y si se comportaba mal o mencionaba algo de Maddy sería suspendida absolutamente, los demás compañeros tampoco decían nada, el mundo era gris y oscuro sin la felicidad de Maddy.
Conmigo estaba Maya, ella era la única que podía salir en las tarde a ver a Maddy, recién me enteré que es sobrina de la directora, es un gran secreto que me lo confeso, y apenas habían aceptado que ella podía salir, yo si debía quedarme en el internado, pero cuando podía salir los sábado y domingos pasaba todo el día donde Maddy, le hablaba, le contaba todo lo que pasaba en la semana y entre días me escapaba con Maya para poder verla en la tarde, el señor Garcés me apoyaba. Cada día que pasaba era eterno; Treintaiuno de enero llegó, mi gran libertad, me dieron el certificado de pase de año, me exoneraron por mis excelentes trabajos y proyecto final, todo era de maravilla, excepto el simple hecho de que iba a ser un mes desde que Maddy no despertaba.
Cuando pasé de año, no podía tener la gran fiesta que realizan al cierre de ciclo, pero hicieron una pequeña ceremonia brindándome buenos deseos para tercero de bachillerato, mi familia estuvo allí conmigo, el señor Garcés no pudo venir por trabajo, lo entendía, Luis también me apoyaba, que ahora es el novio de Maya, se lo conté a Maddy la semana pasada, ella se hubiera emocionado y sorprendido. Después de la pequeña ceremonia en mi honor estábamos en casa, ayudé a mamá a hacer el delicioso pastel, no quería nada más, no podía celebrar algo sin Maddy a mi lado, de repente mi celular empezó a timbrar.
-Thiago, Maddy despertó- era Maya, me quedé perplejo, no sabía qué hacer.
-Voy en seguida. - le dije mientras tomaba mis cosas, mi familia ya sabía lo que ocurría.
-Thiago, hay algo que debes saber- Maya estaba llorando.
-¿qué? ¿QUÉ? ¿está mal? ¿tiene algo?
-Necesito que te calmes.
-No lo haré si no me lo dices, ¡Habla Maya!- mi paciencia se acababa.
-Maddy ...perdió la memoria... se olvidó de ti.
-¿Qué?
-No te recuerda Thiago, Maddy, justamente se olvidó de ti, hubiese preferido que se olvidara de mí, pero no de ti.-Maya seguía llorando.
-No me digas eso por favor.
-Tiene perdida de memoria a largo plazo, es poco probable que recuerde algunas cosas.
-No, no ¡no!- Cuando tengo la oportunidad de hacerla feliz, cuando tengo la aprobación de su padre, tiene que pasar esto, no me importa si no me recuerda, me importa que no quede nada mal en su cerebro, y si ¿no recuerda quien es ella mismo?, no podría ni sopórtalo, no le podía pasar esto a mi niña, no debería pasar...
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