Capítulo 49: ¡Estoy escapando!
Daniela se había marchado, solo estábamos Thiago y yo en el auto, él estaba en el volante, pero aún no encendía el auto.
-Realmente siento todo lo que escuchaste ahí, no quería involucrarte en nada- añadí aun teniendo lágrimas en los ojos.
-No me importa nada, le dije que siempre estaría con usted. - se acercó a mí limpiando mis lágrimas.
-Dani dijo que fuéramos a su departamento, traigo ropa y dinero, debemos ir por algo de tus pertenencias...¿Qué estoy diciendo? Tus padres se preocuparán, debes ir a casa.
-Tengo lo necesario y no me importa, yo no la dejaré sola. - me dijo señalando un bolso que había traído, me acerqué a él y lo abracé muy fuerte.
-En serio gracias...¿podemos irnos ya?- él se quedó pensando un momento cada movimiento dentro del auto.
-Maddy creo que deberíamos tomar un taxi o algo, se enfadaran si llevamos este auto.- en medio de toda esta tragedia me sacó una pequeña sonrisa.
-Thiago, este es mi auto no dirán nada.
-Bueno podemos...- le interrumpí.
-Conduciré yo, no es necesario fingir no saber manejar un auto.- él parecía tener una sonrisa melancólica.
-Lo adivinó.-Cambiamos de lugar ahora yo conducía, no habría problemas porque tengo licencia supervisada, lo único que podía perjudicarme era que rastrearan el carro, así que salir a esta hora de la noche era algo arriesgado, solo esperaba que no hubiera ningún policía a registrar la placa del carro.
Teníamos un largo viaje, unas tres horas en camino, pero como estaba despejado el camino serían dos, en todo el trayecto Thiago no dijo nada, yo rompí el silencio incómodo.
-Thiago, al fin de cuentas nos escapamos- insinué riéndome.
-Quería hacerlo, pero no de esta forma.
-Somos dos fugitivos huyendo de mis problemas.
-No son sus problemas, para haberlos deben existir culpables y usted no lo es.
-Aunque quisiera negarlo, si lo es, si no hubiera fingido todo esto con Jacob, no hubiera pasado.
-Recuerde que Dios sabe porqué hace las cosas, toda nuestra vida tiene sentido en cada momento y se dieron de esta forma, pero no es su culpa- sus palabras fueron profundas.
-No sabes cuanto me alegra que me acompañes. - Después de ese momento, mi celular empezó a llegar notificaciones, Thiago reviso y era Dani, decía que todo estaba calmado, la fiesta se acabó enseguida, y que mamá se desmayó dos veces, pero de drama, no era en serio y a Jacob lo estaban castigando a correazos por primera vez en su vida, y quien se los estaba dando era mi madrina, eso era para verlo en primera fila.
Ya llevábamos una hora y media de viaje, recordaba este camino, iba directo a la feria, bajé la velocidad para apreciar su reluciente imagen.
-Cuando podamos estaremos aquí de nuevo- dijo Thiago, mientras estacionaba el auto a un lado.
-Ahora somos unos prófugos en busca de diversión- sonreí.
-Todo pasará y volverá a ser como antes, pero con una mejor versión.
- Sé que todo se supo de una mala manera, pero créeme, es como quitarme un peso de encima, no me importa lo que piense mamá, solo quiero ser feliz, y lo soy a tu lado.
-Maddy, no sabe cómo me llena de felicidad oírla, yo también la aprecio inmensamente e iría al fin de mundo por hacerla feliz siempre.- me acerqué a él y lo besé, fue muy tierno. Apenas terminó el beso mas dulce que había dado, encendí el auto y seguía en mi rumbo.
Habíamos llegado al departamento de Dani, estacioné el auto en el garaje, al entrar a la habitación, llamé a mi hermana a confirmar que estábamos bien, ella me dijo que todo seguía igual en casa, ya me daba igual, solo quería estar tranquila y lejos de todo eso.
-Thiago, iré a bañarme, me avisas si llama mi hermana ¿sí?
-Está bien, no se preocupe- dijo mientras se quedaba en la sala. Antes me habría dado vergüenza, pero ahora, no lo sé, siento que es lo mas normal estar a solas con él, me respeta y yo lo respeto, ni siquiera me trata de tú, seguía siendo un caballero.
Después de ducharme, me puse mi abrigo flojo y grande, unos pantalones de peluche y pantuflas, eso le pertenecía a mi hermana, traje poca ropa, apenas lo que vi me llevé. Thiago también se había dado una ducha, y se puso ropa cómoda después, mientras yo intentaba comunicarme con Maya, pero tenía el celular apagado.
-¿Se siente mejor?- dijo, acercándose a mí, yo estaba en el amplio sillón de la sala.
-Sí, estoy bien de todo ese lío.
-¿Cree que su papá me odie?- ¿a qué vino esa pregunta?
-¿De qué hablas?- pregunté sonriendo.
-De las pocas conversaciones que tuve con su padre, antes de saber su nombre, cuando ni siquiera iba al internado, el mencionaba a su pequeña princesa, que adora y protege hasta el fin del mundo, y ahora esa princesa está conmigo, y estamos escapando, creo que su papá me odiará.- Me parecía graciosa su preocupación.
-Yo siento que tu mamá me odiará, cuando sepa que su niño está conmigo, la chica rebelde- ironicé sonriendo.
-Lo dudo, usted le cayó bien
-Y mi padre también te adora, no tienes de que preocuparte, no pasará nada, el pleito es con mi madre.
-Espero algún día le caiga bien. .- hubo un momento de silencio, tomé el control de la Tv y lo encendí.
-Hace algún tiempo, cuando fue nuestra primera cita, junto al río y no pudimos ver la película, tenia la intención de escaparnos un sábado y pedirle prestado el departamento a Dani para ver la película que no se pudo en ese instante y cuando llegamos aquí, aquel día de la tormenta estuvimos a punto de verla pero me quedé dormida, soy rara.- ambos sonreíamos, mirándonos fijamente.
-Claro que no, estábamos cansados de caminar y estaba lloviendo, era lógico el cansancio.- me tomó un mechón de cabello que se me había quedado en la cara y me lo pasó por detrás de la oreja.
-¿Cómo te encontré, en medio de tanta gente?- le pregunté sin apartar la mirada.
-Del mismo modo me pregunto yo, como llegué a su vida.- sonreía sin saber que lo hacía.
-Valió la pena esperar un año, sin saber si quiera nuestros nombres- subí mis pies y me acomodé mejor en el sillón.
-No me importaría esperar así sea un año.- me arrimé a él, justo me recosté en su hombro, él parecía apoyar su cabeza junto a la mía, era el momento más mágico que había tenido.
-Te amo...- susurré en medio silencio, él parecía sorprenderse, pero no lo vi fijamente, levanté mi cabeza y por fin vi esos ojos multicolor, no entiendo que color son exactamente ¿verdes? ¿azules?, a veces hasta los veía grises.
-La amo, la amo de aquí hasta el fin de mundo Maddyson Garcés.- esas palabras me enmarcaron el corazón, aquella noche de navidad fue la mejor de mi vida, nuestras miradas no dejaban de verse, yo sonreía como tonta, no podía parar de hacerlo, me acerqué a él y lo besé, un nuevo beso tierno surgió entre ambos.
Vimos una película, yo me acurruqué con él, era lo mas tierno del mundo, pero ya tenía sueño, además no quería ir sola, antes había dormido con él, no pasó nada, ¿porqué no hacerlo ahora?
-Thiago, tengo sueño, ¿quieres dormir?- pregunté bostezando.
-Está bien, llámeme si necesita algo- ¿no hablaba en serio?
-¿qué?- me hice la confundida.
-Puede ir a dormir- sonrío inocentemente.
-Thiago, no estamos en los años veinte, no es un delito que duermas conmigo, la vez pasada dormimos juntos ¿qué hay de malo volverlo hacer?, no quiero que duermas incomodo en ese sofá- ¿qué acabo de decir?, de seguro estoy roja, qué me pasaba, creo que era el sueño que me dominaba.
-Creí que... quería tener su espacio, además no quería que pensara que yo...- lo interrumpí.
-Confió en ti como no tienes idea, eres el chico mas respetuoso y caballero que he visto en mi vida, no pienses tales cosas, no necesito estar sola, necesito de tu compañía- me dirigía a él como niña mimada.
-Está bien mi niña- él solo sonreía de la forma más tierna.
En definitiva, esta navidad fue la más mala de mi vida, solo la noche logró ser maravillosa, aun no podía creer que me había escapado con Thiago y ahora nos encontrábamos en una habitación durmiendo juntos.
-Nuevamente lo digo, eres el chico mas caballeroso que había visto en mi vida- le dije mientras lo miraba de reojo ya en la cama.
-Trata de mostrar la mejor versión de mí- sonreía.
-No me comprendes, ¿qué chico estaría aquí sin insinuar algo?- le enseñaba la cama explicándolo de cierta forma.
-Un irrespetuoso, que no le importa los sentimientos y quisiera aprovecharse de la situación- él parecía algo nervioso.
-Sabes, aunque Jacob estuviera con chicas, mientras yo estaba en el celular o leyendo, siempre se me acercaban chicos insinuando tener algo conmigo, tal vez a dos les di la oportunidad para charlar, pero cada vez que lo hacía, me quedaban viendo de pies a cabeza, pero todo cambió cuando te encontré en la feria- enmarqué una pequeña sonrisa- yo me había chocado contigo y aun así, ambos nos disculpamos, hasta cuando llegaste al internado, no querías ni toparme la mano, ¿porqué eres así de lindo?- me giré hasta quedar viéndolo fijamente.
-Porque Dios me envió así en el mundo y el destino quiso que la encontrara porque sabía que seríamos la pareja perfecta- ¡me mata el color de sus ojos!
-Espero que muchas chicas tengan la suerte de encontrar a un Thiago como tú.
-Y yo espero que tengan la misma suerte que yo, al encontrar a una chica muy dulce, tierna, hermosa como usted.
-Haces que mis halagos suenen cortos.
-Cortos pero precisos- apenas me lo dijo, lo empujé levemente y ambos sonreíamos.
-Mañana empieza nuestro día de fugitivos. - me puse algo seria.
-¿Hay algún plan?-preguntó.
-Querer ir al cielo- ironicé
-Yo iré con usted, solo déjeme pedir permiso antes- sonreía tiernamente.
-Pero por el momento, esperar lo que sucederá en mi casa y también que no me odien tus papás por traerte a este lío.
-No lo harán deje de pensarlo así.
-Aun no entiendo como trajiste tus cosas hasta aquí, acaso ¿predices el futuro?- la duda me invadió.
-No en realidad, tenía aquella maleta lista, porque me iría a acampar con Luis, antes de que pasará todo el problema de esta noche, Luis estaba en camino con nuestras cosas en su auto, cuando vi lo que sucedía, salí a fuera de su casa vi a Luis, tomé mis cosas y le dije "creo que hoy me escaparé con mi novia"- él imitaba su voz- se quedó pensándolo un poco, pero luego le expliqué todo, ahora mamá piensa que estoy en el campamento, al parecer el destino sigue estando a nuestro favor.-sonrío mientras nos mirábamos.
-¿Qué?, ahora si me haces sentir como la villana, no quería arruinar tus vacaciones, lo siento mucho, pero todavía puedes decirle a Luis que pueden ir, yo llamaré a Maya o Dani.
-No, no lo hará, prefiero acompañarla en estos momentos a que ir a unos días de acampar, Luis lo entiende, no se preocupe más.
-Aún sigo sintiéndome mal- miré hacia abajo y él de inmediato alzó mi cara con sus manos.
-No lo haga, considere estos días como vacaciones de su vida, sin padres, sin problemas, y yo estaré a su lado, viéndola feliz.
-Corrección, siendo felices.- el mejor momento de la noche.
-Mañana será el primer día.- mencionó, acomodándose en la cama.
-¿Cuántos días crees que durarán estas "vacaciones"?- pregunté en voz baja.
-Los días que sean necesarios- añadió.
-Espero que pocos, no creo que tu mamá píense que sigues acampando.
En aquella noche no pude dormir del todo, sólo me la pasé pensando en que hacer realmente, tenía la oportunidad de estar con Thiago y escapar a cualquier parte del mundo, pero no podía hacerle eso a su familia, él es su adoración, su madre mas que todo lo ama, así que de mi parte sería muy mal si me iba y él se quedaba conmigo. Hubo momentos en que me giraba a verlo, era el ser más lindo y tierno que haya visto dormir en mi vida, parecía una angelito, ni siquiera roncaba o se quejaba o decía alguna palabra dormido, era perfecto solo con dormir, me daba ganas de abrazarlo, pero ahí si yo iba a ser la psicópata entre los dos, solo dormíamos ni siquiera abrazados, solo esa noche me desperté a su lado, creo que soy sonámbula.
Ya era de mañana, exactamente las siete, Thiago no estaba a mi lado solo me encontraba yo en la habitación, ya me preocupaba, me levanté en seguida, me puse las pantuflas que tenía a un lado, salí de la habitación y ahí estaba él, sonrientemente en la cocina ¿mi novio cocinando? Gané la lotería con este chico.
-Buenos días princesa.-añadió feliz.
-Buenos días- dije algo dormida- no debías hacerlo, ya iba a comenzar yo con el desayuno.
-Quiero mostrarle mi especialidad.- me mostró el plato delante de mí, era una tostada con aguacate y unas fresas rojas, se veía delicioso.
-Soy la más afortunada de tener un novio chef.- Sonreía ampliamente al traer el plato hacia mí.
-Y yo al tener una novia que le guste mi comida, bueno hasta que la pruebe.
-Está más que deliciosa- le dije dando un mordisco a la tostada.
-Le hice jugo de naranja, espero a su hermana no le moleste que haya tomado algunos ingredientes.
-Para nada, no te preocupes, pero ahora el almuerzo lo hago yo.- dije señalándolo.
-No quiero que sus manos de ángel se quemen. -ironizó, eso sí fue algo descortés.
-¿Es lo que piensas de mí?- estaba algo resentida por algún motivo.
-Quiero decir... no me lo malinterprete, no es lo que quise...- lo interrumpí.
-Una niña rica que no sepa cocinar- le dije alzando una ceja.
-Lo siento mucho, no quise decir eso, solo que...- otra vez intervenía.
-Está bien, me mantengo en secreto con mis dones de cocina, sino pedirían que cocinara todo el tiempo- no quería que se sintiera mal, así que hice una pequeña broma.
-Lo siento- añadió algo triste.
-No hay nada que sentir, tranquilo, hasta yo me sorprendo de mi misma, ya lo verás- sonreía.
-Desde muy pequeño mi mamá me enseñó todo lo que debía hacer en casa, una de ellas cocinar, mencionaba que no solo las mujeres deben hacerse cargo de las tareas del hogar, me crio con grandes valores enseñándome lavar, planchar y mas cosas, pero sobre todo cocinar, para que algún día teniendo una estufa pueda saber como usarla y no pasar hambre.-sonreía lentamente.
-Tú mamá te ha criado muy bien, es por eso que está muy orgullosa, cada paso que das es lo mejor que le pueda pasar.
Habían pasado algunas horas, ya habíamos almorzado, hice un excelente pollo rostizado, con arroz y una ensalada verde, Thiago se lo comió todo y nuevamente se disculpó por lo que dijo en la mañana, a mi ya se me había pasado lo resentida. En toda la mañana vimos una película, Daniela me dijo que en casa se estaban empezando a preocupar porque no sabían donde estaba, mi hermana no le dijo que me encontraba en su departamento porque en seguida hubiesen llegado aquí, ella me respaldaba, en cuanto a Maya, al fin contestó, le conté todo, absolutamente todo, hasta lo de fugitivos que andamos con Thiago, ella lloriqueaba porque no estaba a mi lado, seguía de viaje, no llegaría hasta año nuevo. Ahora que lo pienso, no sé como terminar esto, aún tengo dieciséis años, ni siquiera me gradúo, aunque lo niegue, debo volver a casa, pero no sé cómo, tal vez sí, hasta que me comprendieran y me dejaran en paz con aquella idea loca de casarme con Jacob, pero por el momento quiero disfrutar esto de vacaciones improvisadas.
-Quiero ir a la feria.- añadí mientras recogía algunos platos y limpiaba la mesa, Thiago estaba acabando de enjuagar unos vasos.
-¿Disculpe?, no entendí.
-Si no quieres ir, de acuerdo- agaché un poco la cabeza.
-No Maddy, en serio no entendí, tenía la llave abierta del fregadero y no me dejó escuchar lo que dijo- ah, era eso.
-Decía que quería ir a la feria, no he regresado desde aquella última vez que te dejé esa carta- lo dije como niña mimada.
-Claro que lo haremos, pero es miércoles, hoy solo abren los juegos por la tarde.
-Lo bueno son los fines de semana ¿verdad?
-Sí y que hablar cuando es año nuevo, los juegos artificiales son otro nivel.- él parecía muy emocionado.
-Entonces para año nuevo iremos allá.- ahora mi plan era ser fugitiva hasta año nuevo- claro si quieres- añadí a lo último.
-Claro que quiero, este será nuestro primer año juntos- se acercó a mí y me di un leve beso.
-Hasta entonces no permanecernos encerrados aquí.- él parecía confundido.
-¿A qué se refiere?
-Vamos a acampar, puede ir Luis, iremos al lugar donde querías ir, no quiero arruinarte esto- él se quedó pensándolo ¿lo habría incomodado?
-De acuerdo, estaremos acampado hasta año nuevo y de ahí iremos a la feria, le avisaré a Luis- se emocionó en seguida, se dirigía a buscar su celular, yo terminaba de arreglar los platos.
Me dirigía al sillón, Thiago seguía hablando con Luis, aun no entendí por qué, si ya lo tenían listo todo, no podía escuchar su conversación, así que desbloqueé el modo chismosa. Estaba a punto de encender la televisión cuando alguien timbró a la puerta, fue ahí cuando sentí el verdadero terror, ¿y si era mi mamá? ¿o papá?, tenía que arriesgarme.
-De verdad lo siento, ustedes me obligaron a hacer esto, solo quería tener mi tiempo a solas, perdón en serio...- estaba arrodillada pidiendo perdón, cerrando los ojos y agachando la mirada.
-¿Qué tanto me perdí?, necesito contexto- Era mi mejor amiga, había llegado de su viaje.
-¡Maya! Eres tú, estás aquí.
-Sí, estoy aquí, ahora dame contexto ¿qué pasa?- dijo mientras entraba al depa.
-Ya te lo he dicho todo, mi familia me quiere matar- le dije mientras me tiraba al sillón.
-De eso me he dado cuenta- me seguía.
-Espera, ¿cómo es que estás aquí?
-Eres mi mejor amiga y no estuve en el peor momento de tu vida, me sentía horrible, justamente antes de abordar el avión le dije a mamá que prefería ir con mi mejor amiga que estaba en una mala situación, ella accedió al saber que eras tú y me vine directamente hasta aquí.
-awww Maya, me amas- me acerqué y la abracé.
-Claro que sí bobita, además si hubiera estado en esa dichosa fiesta de Jacob, Virgi no hubiera ni hablado porque apenas lo habría hecho le daba una bofetada en su boca.- estaba enseñándome como lo hubiera hecho, es bueno tenerla conmigo.
-Yo solo le di una cacheta y aun así se burlaba.
-Debo enseñarte a dar unas más fuertes... Maddy lamento haber llegado tarde.
-Maya, ahora estás aquí, es lo que cuenta, pero ahora yo me siento mal por arruinarte las vacaciones.
-Nada que ver, estábamos tranquilamente en una suite privada con vista a un mar hermoso, luego papá se aburrió y quiso visitar las pirámides de ni se qué, en otras palabras me dijo que era día de excursión y yo no quería caminar.
-Entonces viniste hasta acá ¿Por qué te aburrías? ¿mi vida es más emocionante?- me puse las manos en la cintura, acusándola, pero en broma.
-Claro que lo es- se hacía la graciosa.
-¡Maya! Es bueno verte- Thiago se unió a nosotras.
-Thiago, había olvidado que estabas aquí.- se acercó a ella y la saludó.
-Ahora nuestro club de fugitivos va creciendo.- enmarcó una gran sonrisa.
-Parece que mi vida les emociona a ambos- dije algo indignada de juego.
-Luis me acaba de confirma, aun sigue en pie el plan.- a Maya no le gustara esto, ya quiero ver su expresión.
-¿Qué plan?- preguntó algo confusa.
-Maya de mi corazón, llegaste en el momento preciso, Thiago, Luis y yo iremos a acampar ¿no es emocionante?- le dije mientras la rodeaba con mis brazos y hacía realzar mi emoción.
-¿Acampar?... a..cam...par, ¿es broma?, es por lo que dije hace un rato.- parecí confundida.
-En serio quiero acampar, sería la primera vez que lo hago, quiero distraerme de lo mal que va mi vida- me puse melancólica y al instante reaccionó.
-Espero que lleves repelente.
-Eres la mejor amiga del mundo.- la abracé más fuerte.
-¿Cuándo iremos?- preguntó Maya.
-Hoy mismo- dije algo tímida.
-Debe ser una broma, Maddy no me creas materialista, pero ¿no quieres ir a Disney o a otro país? Italia suena bien.
-Maya, quiero salir de la ciudad, quiero experimentar cosas nuevas, además ¿salir del país? Te recuerdo que somos menores de edad.
-Nosotras sí, tu novio no- señaló a Thiago.
-Aún tengo diecisiete señoritas- añadió.
-Pero muy pronto serás legal- insistió Maya, tenía razón, Thiago muy pronto, en realidad muy pronto, después de año nuevo será legal, debo pensar bien las cosas, siendo él mayor de edad, mamá podría hasta demandarlo si se entera que escapé con Thiago.
-Por el momento asimilemos que somos unos pequeños fugitivos en búsqueda de un campamento, ¿todo listo Thiago?- le pregunté muy animada.
-Todo listo mi niña.- me miró tiernamente con sus ojos.
-¿Irá Luis? No quiero soportar su cursilería sola.-Maya la mal tercio que suponía ella apareció.
-Claro, ya vendrá- aseguró Thiago. Ahora debía llamar a Dani a explicarle todo, no sé exactamente a donde íbamos, pero si le diría que ya no estaría en su departamento.
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