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Capítulo 36: Volví a casa.

Después de una gran charla con Maddy por chat, explicando algo de lo que había sucedido con Jacob, aun no me atrevía a contárselo del todo, esperaba que él mismo le dijera, en fin, llegó la mañana siguiente, era sábado por la mañana, aun estábamos en el internado, Maddy insistía en cubrirme el golpe con maquillaje, no me quejaba porque de todas formas la vería, aun no sabía a que hora quería que nos encontráramos, algunos estaban despiertos, otros seguían en sus habitaciones, creo que la única alternativa era madrugar.

-Thiago, nos vemos en la fuente ¿si?- Ella me había escrito, en serio se preocupaba por mí.

-De acuerdo, iré de inmediato.- la ventaja de la fuente es que las cámaras no la enfocan del todo, aunque sea el centro del internado no creo que haya alguien allí.

Eran las seis y media, sí, muy temprano, pero como nuestro amor es prohibido, lo valía todo. Bajé de mi habitación, caminaba por los pasillos, todo parecía tranquilo, los murmullos de mis compañeros de segundo no se escuchaban, aunque el castigo de Jacob sea que me odien todos, no se si me afecta en absoluto, ya estoy acostumbrado a estar solo.

-Buenos días, mi luchador preferido.- Maddy me vio llegar.

-Por usted, vale la pena recibir golpes.

-No me vengas con tus halagos, estás herido por mi culpa- parecía un poco enojada.

-Claro que no es su culpa, Jacob habló mal de usted, no lo iba a dejar así nada más.

-Entonces dime que te dijo para yo darle con más razón un puñete- en serio estaba enfadada con él.

-No lo haré, ustedes son familia, no quiero meter cizaña.

-Está bien, pero si te vuelve a pegar yo...- le corte las palabras, me acerque a ella, la miré fijamente.

-Gracias por preocuparse por mi- le dije dulcemente.

-Deja de mirarme, tus ojos me hipnotizan, no es justo.- me hizo reír un poco.

-Cerraré los ojos- añadí.

-Tampoco lo hagas, me pones nerviosa.

-Entonces ¿cómo lo hago?.

-Solo quédate ahí, déjame maquillarte, si tu mamá te viera así, de seguro se preocuparía mucho, ella está delicado ¿no?, debe verte bien.

-Sí, lo está, me emociona volver a verla.- Maddy empezó a sacar su maquillaje, parecían líquidos de pintura, era un poco extraño, no sabía lo que me estaba ubicando.

-No te muevas Thiago, la base no se proporciona bien.

-Debería ensañarme lo del maquillaje.

-¿Porqué?- preguntó sonriendo un poco.

-Después de bañarme se notará de nuevo.

-Tienes razón, te daré un poco de base, luego de que te bañes te la aplicas como si fuera crema, son solo dos días.- Ella había terminado de aplicarme el maquillaje, bendito Jacob que me dio el golpe en la parte baja del labio, me acerqué lentamente, no me atrevía a besarla, sería muy riesgoso, aun estando a su lado lo era.

-Ya está listo- dijo algo nerviosa.

-Gracias- respondía sigilosamente cerca de su rostro.

-Ya he terminado, debería irme, pronto serán las siete.

-Si, tiene razón, no quiero que le ponga llamado de atención.- tuve que reventar aquella burbuja que nos rodeaba.

-Está bien, me voy Thiago, nos vemos el lunes.

-No dude en que la llamaré.- le dije cuando ella se alejaba de mí.

-Esperaba a que lo dijeras- ella sonrió y se fue de la fuente.

Nuevamente me fui a mi habitación, debía preparar todo, papá vendría a recogerme, no lo podía creer, después de tanto vería a mi familia. Ya dentro de mi cuarto, me vi en el espejo, realmente no se notaba el moretón, Maddy me había dado un poco de su base, ella tenía razón, no debía preocupar a mamá.

No quería salir de allí, para ver a Jacob siendo un egoísta y mal educado, prefiero pasar el tiempo entonando mi guitarra; tomé un mueble, lo ubique a lado de la ventana, me asome para una mejor vista, algunos de los chicos ya empezaban a salir, ya iban a ser las ocho, debía ir a desayunar. Llegando al comedor, opté por fruta y gelatina, no tenías mucha hambre, los compañeros de segundo ya no prestaban atención como ayer, ojala y se les haya olvidado todo lo que Jacob posiblemente les dijo de mí, estaba comiendo solo, las miradas de las chicas no faltaban.

-Hola querido Thiago- Joy apareció en frente de mí.

-Hola Joy ¿cómo estás?- debía ser amable, al menos él no parecía estar en mi contra.

-Yo bien, pero tú no- se sonrió.

-¿Por qué no lo estaría?- pregunté algo confundido.

-No me lo tomes a mal, tranquilo, solo vine aquí para contarte un chisme, ósea, no es que me gusté contar nada, pero...- lo interrumpí.

-Ya, cuéntalo, quiero saberlo- le dije sonriendo.

-Bueno, está bien, lo que sucede es que Jacob ayer llegó furioso, parece que alguien lo golpeo, el punto es que él no decía quién lo hizo, antes de ello, dijo que él estaba frustrado y celoso porque veía a Maddy, su novia contigo, entonces dijo que tú te estabas pasando con ella y que te dio un golpe fuerte que te dejó marcado, pero luego llegaste tú y no vimos nada en tu cara, entonces la suposición era cierta, tú le habías pegado a él, entonces lo empezaron a molestar porque le habías ganado- que historia más loca creó Jacob.

-Y ¿qué piensas?- pregunté sonriendo.

-Que tu eres mejor que Jacob en todos los sentidos y todo el internado lo sabe.

-Está bien- solo sonreía.

-Es que no entiendes amigo.

-¿Qué cosa?

-Tanto los chicos y mas aun las chicas dicen que entre ustedes se inició la guerra.

- No digas tales cosas, no iniciamos nada- es lo que creo.

-Bueno, yo cumplí con contarte lo sucedido, en fin, cosas de ustedes los guapos.

-Se sigue escuchando raro como la primera vez.

-Me alegra que lo recuerdes, debo irme, adiós Thiago y no lo olvides, tu tienes mas apoyo que él- sus palabras fueron cortas y precisas, el se distanciaba del lugar, yo no sabía que pensar al respecto.

Faltaban horas para ir a casa, salíamos a las diez o a las once de la mañana, me iría cuando papá este en frente, por lo tanto, me dirigía a la cancha a pasar el tiempo, quedaba atrás del internado, al menos admirar su panorama, la ultima vez que fui, era cuando hice aquel dibujo del mismo.

Había llegado, nadie estaba ahí, creo que este lugar era solo para los días festivos de atletismo o algún juego de futbol, los estudiantes no llegaban, el clima era fresco, tomé algunas fotografías de los arboles y algunas plantas, luego se las enseñaré a Maddy, a ella también le gustan las fotos. Estaba por dirigirme a la entrada del colegio, papá me había avisado que estaba por llegar, al parecer a Maddy ya la habían recogido, cuando escanee el código su nombre ya estaba marcado como salida libre.

Cuando me dirigía a la puerta papá ya me estaba esperando, las voces de las chicas a mi alrededor no eran solo para mi, en serio se pasan, decían que la belleza de mi papá la saqué yo, hasta a mi padre le tiraban piropos.

-Hola papá, me alegra verte de nuevo- le dije mientras me subía al auto.

-No sabes cuanto te extrae hijo, no es lo mismo que en videollamada. - dijo, mientras encendía el auto.

-Claro que no- afirmé

-¿Y a mí no me vas a saludar?- era mamá, ella estaba atrás del asiento, no la había visto, me sorprendió bastante.

-¡Mamá!, te extrañé muchísimo- de inmediato me cruce a la parte de atrás, la abracé muy fuerte, se veía bien, su salud esta normal.

-Se nota a quién quieres más hijo mío- papá se disgusto un poco, pero era de juego.

-Adelante mamá, toma el asiento de copiloto.

-Está bien hijo, puedes ir al frente.

-¿Cómo crees mamá?, andando, vaya adelante.

-Hazle caso a tu hijo, el es testarudo si se le mete algo a la cabeza eso es- papá tenía razón.

-Está bien, me alegra verte hijo, te amo- mamá es increíble.

-Te amo mamá.

Nos dirigíamos a casa, teníamos un gran camino por recorrer, estaba emocionado, vería a mi mejor amigo Luis, iría a la feria, pasaría en casa ayudando a mamá, pasó un gran tiempo desde aquello.

-Hogar dulce hogar- dijo papá a unos metros de estacionar el auto en el garaje.

-Solo me fui por unos pocos meses y ya extrañaba estar aquí.- mencioné.

-De todas formas estarás aquí por dos días, es muy cortito tiempo.- mamá se desanimó de inmediato.

-Pero ya estamos diciembre, habrán vacaciones largas, tranquila mamá.-le dije mientras le daba un abrazo.

-No debo ni quejarme, estas cumpliendo una meta más, estoy orgullosa de ti hijo mío.

-Lo sé mamá, todo lo hago por ti, por papá, por nosotros.

-Andando Thiago, ve a descansar un poco y prepárate, iremos a comer.- papá mencionó "a comer", eso quiere decir fuera de casa.

-¿Al restaurante cercano de la feria?- debía preguntar.

-Quieres ver a Luis ¿verdad?

-Sí papá, sabes que él es mi mejor amigo, tengo mucho que decirle del internado.

-De acuerdo, iremos a ese restaurante, pero primero ve a descansar, si es estresante estudiar, no me imagino vivir dentro del colegio.- aunque así lo pareciera, estar en el internado fue lo mejor que me pasó.

-Deja de molestar al niño, andando, ve cariño- mamá al rescate.

Me fui a mi habitación, todo estaba tal cual lo dejé, obviamente parece que mamá había limpiado, no quería que se esforzará, ella debe descansar por lo de su salud. Me recosté un momento en la cama, me dolía un poco la cabeza, miré mi celular, habían varias notificaciones, pero la que mas me importabas eran las de Maddy.

-Hola Thiago, te cuento que ya estoy en casa, todo va bien, bueno, normal, pero tengo que lidiar esto por dos días, si lo lograré.

-Hola, recién llego, esta bien, no se preocupe, no le haga caso, estos días pasan rápido.

Después de responderle, dormí como media hora, ya iban a ser la una de la tarde, debía alistarme para salir a comer, como papá lo propuso. Mi tía ya había llegado, estaba con mamá en la sala, mi papá estaba en el garaje, por suerte hoy tenía libre, no le tocó trabajar.

-¿Ya están listos?, ahora sí me dio hambre- dijo mi papá ingresando a la casa.

-Todo listo cariño, hijo vamos- mi mamá y mi tía ya estaban arregladas, era hora de irnos.

Estábamos de camino al restaurante, me sentía en casa, extrañaba a mis padres y volví a encontrarme con mi tía, era grandioso, la pasé genial, espero y Maddy sobreviva a lado de Jacob.

Tiempo más tarde, acabábamos de comer la parrillada y sus salsas eran deliciosas, aunque la comida del internado sea buena, extrañaba esta. De reojo miré a papá, él ya sabía que le iba a pedir permiso, la feria quedaba a minutos de llegar, quería ver a mi amigo, nunca perdí el contacto con él, de ves en cuando lo llamaba y le contaba de todo lo que me pasaba, pero como dijo papá, no es lo mismo que vernos en persona.

La casa de Luis queda a unos metros de la feria, ahí aun no estaba abierta, así que me fui a su hogar, él no sabía que vendría, fue una sorpresa volver encontrarnos.

-Señor, vengo a entregar su pizza- dije murmurando en la puerta.

-Yo no pedí ninguna pizz... ¡Thiago! Eres tú- se emocionó al verme.

-Te extrañe viejo.

-Que momento sentimental- dijo, mientras yo ingresaba a su casa.

-Tengo mucho que contarte- comenté.

-¿Tienes mucho que decirme? Esto es interesante, necesito actualización.

-Te diré desde nos quedamos, pasó lo siguiente...- Saludé a sus padres que estaban ya por salir, nos encontrábamos en la sala, le comenté todo, de todo, pero algunos que otros momentos románticos que pasé con Maddy me los guardé, lo que mas me interesaba decirle era el caso de Jacob y el gran golpe que nos dimos.

-¿Te golpeaste con el imbécil ese?- parecía sorprendido.

-No iba a dejar que la ofendiera.

-Vaya que te importa esa chica.

-Te lo he dicho desde un inicio, con ella voy en serio.

-Pero amigo, ¿tú golpeando?

-Luis, no me juzgues, cuando sacan la feria dentro de mí, no hace nada por no salir.

-Debía saberlo- se sonreía un poco.

-¿qué cosa?- me confundí.

-Que ya te enamoraste de ella, tus golpes no van en vano.

-No lo niego, ella en serio me gusta- lo dije sonriendo.

-Pero con esa gran amenaza, deberías tener cuidado.

-Jacob no hará nada, todo lo que él hace es por medio de su papá, además no haría nada que perjudique a Maddy, detrás de todo lo odiosos que es, no la vería sufrir.

-Espero y estés en lo cierto, oye hoy es sábado, ¿te presentarás en la noche?

-No lo sé, creo que no, quiero pasar tiempo con mamá.

-Esta bien, cambiando de tema, algunas de las chicas que te aclaman en ese internado, ¿no les interesaría yo?. El parecía molestarme.

-Hablando de eso, quiero que me ayudes en algo.- tenía algo en mente.

-¿qué gano yo?- preguntó.

-Créeme, ganaras algo, te va a emocionar, pero debemos practicar.

-A la orden para el desorden, dime que hago...

Aquel sábado, por la tarde pasé con mi mejor amigo, estuve organizando algo muy importante, que pronto lo sabrán, ya en la noche, Luis me fue a dejar a casa, estaba cansado, no tenía muchos ánimos de ir a la feria, por ello, pasamos una noche en familia, vimos películas, jugamos los juegos de mesa, cantamos en Karaoke, todo era perfecto, sin embargo, mi mente recordaba a Maddy, espero y la esté pasando bien, de lo poco que utilicé el celular, era para confirmarlo, ella lo aseguraba, pero otras veces no me decía nada, solo le daba su espacio, de seguro no había arreglado las cosas con Jacob.

Ya era tarde, diez de la noche y Maddy no me contesta la llamada que le prometí, tampoco insistí, no quería incomodarla, de todo el día que pasé, quería dormir, tomé un baño, me puse mi pijama, leí un poco y estaba dispuesto a dormir, pero en aquel momento sonó mi celular.

-Thiago, ¿estás ahí?- un mensaje de Maddy.

-Aquí estoy, ¿todo bien?- le respondí a los segundos.

-No, no lo está, me vuelven loca, no lo soporto, ¿te puedo llamar?- parecía preocupada.

-Por supuesto mi niña- tomé la iniciativa y le marqué.

-Thiago, de verdad discúlpame por interrumpirte, ¿ya ibas a dormir?

-No, estaba leyendo, ¿qué ocurre?, dígame.

-Es Jacob, se comportó como un idiota, me hizo quedar como una cualquiera en frente de mis papás, créeme que él no es el mismo Jacob con el que tenía una relación de hermandad sana- estaba muy triste, creo que había llorado, no sabía que decirle.

-Está bien preciosa, no se preocupe, si él le llega a hacer daño, se lo prometo que se las arreglará conmigo.

-Thiago, sé que harías mucho por mí, pero te recuerdo que ya eres mayor de edad y el idiota de Jacob es menor, no quiero que te hagan daño a ti. – buen punto, pero no me importaría ir a la cárcel por ella.

-Aún tengo diecisiete, puedo golpearlo ahora.- ella parecía sonreír.

-En los momentos más tristes me sacas una sonrisa.

-Ese es mi objetivo y lo estoy cumpliendo mi niña hermosa.

-Creo que ya no te da nervios halagarme así.

-No se confíe mucho, es porque se lo digo a través del celular, si la viera no me atrevería hacerlo.- apenas le dije eso, me empezó hacer videollamada.

-Ahora sí quiero que me lo digas – se veía hermosa, no lo podía negar, tomé un suspiro y se lo dije.

-Eres muy linda, eres una niña bonita, eres preciosa.- que nervios.

-Ahora yo soy la sonrojada.

-¿Estuvo llorando?- debía preguntar.

-Si no lo hacía, me haría daño contener ese sentimiento.

- Lo sé, pero en serio no debería derramar lágrimas por alguien así.

-Me duele Thiago, no te cuento a detalle porque me da pena, pero no te preocupes, él no te nombró, de todas formas si él me quiere como "hermana" como dice, no te haría daño a ti, porque sabe que me importas- tiene razón.

-Algún día, nos escaparemos y huiremos lejos a disfrutar de la felicidad que debe encontrar.

-Mi felicidad ya la encontré contigo Thiago- me enamoré.

-Lo haré, se lo prometo.

-Acepto irme a cualquier lugar contigo.

-Acepto también, solo aguarde esta noche, mañana irá al internado y todo estará bien.

-Antes lo veía como prisión, ahora es mi refugio, mi lugar favorito.

-También el mío- sonreí.

Luego de todo lo que me había contado Maddy, me sentía muy mal, solo esperaba que esa discusión que tenía con Jacob no sea por mi culpa, debían solucionar esto entre ellos, lo que tengo en contra de Jacob solo es de los dos, Maddy no debía estar involucrada. Solo esperaba la hora de que sea domingo, ir donde ella y abrazarla; mi papá me iba a dejar pasado el mediodía, quería que lo ayudará con algo en casa, solo ansiaba la hora de ir al internado.

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