Era un día soleado, estábamos afuera en el patio de los Vélez, disfrutando de un delicioso asado, apenas yo había respondido a la pregunta que me realizó Jacob, todo resultaba de maravilla, hasta cuando por fin dije las palabras "claro que acepto", que al parecer afectó mucho a mi madrina, que se desmayó de la emoción, fue la causa por la que todos estábamos sorprendidos, más que todo Jacob y yo, no creíamos que esto le afectara tanto.

-¡Marina! querida, despierta ¿qué sucede amiga? Por favor reacciona- Mi mamá llamaba a mi madrina, golpeando ligeramente su mejilla, mientras que el señor Wilson la sostenía sobre su regazo, Daniela trajo del botiquín un poco de alcohol, lo puso en sus manos y le dio a oler a mi madrina, pasaron unos segundos y al parecer resultó.

- Mercedes, querida, hoy es el día más feliz de mi vida, nuestros hijos al fin son ¡novios!

Todos nos quedamos con cara de ¿qué ha pasado?, nos pegó tremendo susto y todo por nuestro dichoso noviazgo. En ese entonces mi madre la ayudó a ponerse de pie, se abrazaron y lloraban de la emoción, parecía que todo se había calmado, fue un momento de entusiasmo entre las mejores amigas del mundo, sólo espero haber tomado la mejor decisión con toda esta farsa.

- ¡Es hora de brindar!, Darla, traiga el mejor champagne, tenemos que celebrarlo- exclamó el señor Wilson y mi padre no se quedó atrás.

-¡Por los queridos novios!

Al parecer todos estaban más que felices por nuestra dichosa relación, si tan sólo supieran la verdad...

-Familia, pueden darme un momento con Jacob- me dirijo a ellos con nerviosismo.

-Claro preciosa, necesitan un momento a solas, adelante.

-Cuidado con lo que hagas jovencito, te considero mucho, pero recuerda que ella es mi bebé.

-¡Papá!, tranquilo- respondí.

Nos dirigíamos a la sala tomados de la mano por un momento, hasta salir de la burbuja de la felicidad.

-Detente preciosa, creo que aquí estamos bien ¿puedo prender la tv ahora?

-¿Es en serio? Jacob, lo acabamos de hacer, ahora somos novios oficialmente y ¿sólo piensas ver a tus modelos en bikini? Reacciona por favor, realmente no estoy segura, si lo que hicimos estuvo bien o no.

-Maddy, tú misma viste la reacción de nuestras madres, en especial de la mía... se desmayó, lo hizo y sólo porque tu aceptaste ser mi novia, acaso ¿no quieres verlas felices?

-Claro que quiero verlas felices, pero no con tremenda mentira, Jacob, tú y yo sabemos que, aunque pase el tiempo, no sentiremos nada el uno por el otro, bueno, eso es en mi caso- respondí con cara de asustada, porque puede que haya la posibilidad de que él sienta algo por mí, supongo.

-¿Qué?, claro que no, ni siquiera pongas esa cara, yo te veo como una hermana, soy hijo único, tu has sido mi familia por todos estos años- realmente que alivio oír eso.

- Pues mucho mejor ¿ahora qué? ¿fingiremos ser novios hasta morir?

-Maddy, algún momento esto acabará, apenas tenemos 13 años, cualquier relación termina a esta edad.

-Jacob, nuestra relación no es real, ¿Cuándo piensas que terminará?

-Tienes un buen punto, pero lo único que podemos hacer es seguir cómo estamos, nada cambiará entre nosotros, seguimos siendo los mismo, solo que con la palabra "novios" en nuestras vidas.

-Entre nosotros nada pasará, pero ¿nuestras madres qué? de seguro ya están planeando nuestra boda.

-Si mi madre me lleva a una boutique, en busca de un traje de novio, te prometo que me opondré.

-Lo mismo haré si me consigue un vestido blanco.

-Trato hecho, tarada.

-Trato hecho, inepto.

Con sonrisas en nuestros rostros, sellamos el trato con las manos ensalivadas, sé que es asqueroso, pero teníamos 13 años, era lo más normal, bueno, para nosotros.

Volvimos hacia el patio, todo estaba calmado, terminamos de almorzar, pasamos un buen rato charlando y ya era momento de retirarnos a nuestra casa.

-Adiós querida, nos vemos mañana Marina.

-Hasta mañana Mercedes, disfruten la noche. Jacob, hijo acompaña a Maddyson- respondió mi madrina insinuando algo entre nosotros.

Todos ya nos habíamos despedido, Jacob me acompañó a mi casa, que estaba a metros de la suya.

-Querida, tienes cinco minutos para despedir a tu novio.

-Mamá, ¿en serio?

-Mucho cuidado Jacob.

-No se preocupe madrina.

-Al fin se fue, ya no aguantaba más su alardeo con nosotros, bueno, tienes cinco minutos Jacob...amor mío- le dije sarcásticamente y él siguiéndome la corriente.

-Corazón, princesa de mis ojos, es momento de decir adiós- cuando menos lo esperé el extendió sus labios, al parecer si quería besarme.

-Ni se te ocurra precioso, hoy no será ese día.

-Pero si ya somos novios.

-Claro que sí, pero yo no seré tu primer beso y por el momento estoy pensando bien, si tú serás el mío.

-Está bien cariño, nos vemos mañana en el colegio.

-Nos vemos, niño de mis ojos.

-Tampoco seas así, tarada.

-De acuerdo, inepto.

Mientras se dirigía a su casa le grité:

-¡No dirás nada en el colegio!

-¡Es lo primero que haré!-respondió.

Sólo pido a Dios tener paciencia suficiente con esta gran mentira, realmente no sé qué pasará después.

"El amor es más inesperado de lo que crees, sólo asegúrate de amar a la persona correcta y no de manera equivocada, ¡abre los ojos! ..."