Maddyson.

Hoy realmente fue mi noche, fue increíble, inesperado, romántico y no con Jacob, disfruté demasiado haberme encontrado con aquel chico del apagón.

-¡Maddy! Que mala novia eres- de la nada Jacob me dijo que soy "mala novia" muy frustrado, como niño chiquito cuando no le compran un dulce.

-¿Yo? ¿Ahora qué hice?

-Te compraste una pulsera y no trajiste una para mí.

-¿Pulsera?- soy tan descuidada que no me fije que cargaba una pulsera conmigo, de seguro fue él, Anónimo, mi príncipe azul de la feria, es una pulsera muy linda, es trenzada color negro con una linda gema en el centro color naranja, mi color favorito, al parecer tiene la letra "T" en el centro, ¿será que es la inicial de su nombre?

-Sí, la pulsera- afirmo Jacob.

-Deja de ser niño llorón, no te compré una por haberme abandonado en ese enorme lugar- creo que fue una gran excusa lo que dije.

-De acuerdo, pero ¿qué significa la "T"?

- Que posiblemente tu y yo "Terminemos". - Apenas dije eso mientras estábamos dentro del auto con nuestras mamás, se enojaron de la nada.

-¡Maddyson Garcés! Que cosas tan raras dices, deja de molestar al niño- dijo mi mamá

-Lo siento, sólo fue una broma, no creí que fueran a reaccionar así.

-Espero y sea la última bromita- recalcó, mientras mi madrina estaba callada asentando la cabeza.

Jacob por un momento mostró cara de felicidad, ya que si llegásemos a "terminar" sería porque yo habría encontrado a alguien, luego de lo que dijo mi madre, ambas sonrisas de nuestros rostros desaparecieron, desde ya sabíamos que no iba a funcionar dicha ruptura.

Llegando a casa, cada cual, por su lado, fui a mi habitación, sólo estaba esperando cuando mi mejor amigo apareciera a través de mi ventana y así poder hablar de lo sucedido en mi rincón.

-Maddy, abre la ventana- escuché un susurro que provenía de allí.

-Adelante amado mío. - respondí de forma sarcástica.

-Andas muy bromista hoy, ya cuéntame de una vez que sucede ¿quién es el chico? ¿te regañó tu mamá?

-No te preocupes por mi mamá, sólo lo que ocurrió en el auto fue lo que pasó y nada más.

-Muy bien, basta de rodeos ¿quién es el muchacho ese?

-El muchacho ese de quien hablas, chocó conmigo en el apagón, luego de eso...- Le conté todo lo sucedido a Jacob, unos que otros detalles omití, me refiero al poco romance de películas que sucedió entre ambos.

-¿Es todo? Maddy, ni siquiera sabes su nombre, como piensas encontrarlo de nuevo.

-Pensé que me acompañarías a la feria a encontrarlo.

-¿Y si fue un turista?, me dijiste que tenía un acento peculiar, de seguro no es de aquí.

-Ya me hiciste dudar, pero el conocía el lugar, quiere decir que sí es de aquí.

-Porque te guío al estacionamiento ¿ya es de aquí? Maddy el pudo saberse el camino tal cual, como la palma de su mano, tú siempre te pierdes de camino, a lo mucho y sabes cómo llegar a casa.

- ¿En serio?, si sabes que me pierdo ¿por qué rayos me dejas sola? - pregunté empujándolo bruscamente a la cama a Jacob estando encima de él.

-Mira el lado bueno, conociste a ese chico, si no te hubieras perdido, jamás lo hubieses visto en tu vida- Respondió asustado.

- ¡Ni siquiera sé su nombre! - recalqué mientras le daba almohadazos estando sentada sobre él, sé que suena raro, pero como digo siempre, él y yo no sentimos esa atracción mutua para pensar mal de lo que estamos haciendo, sin embargo, mi mamá si lo hizo, pensó muy, pero muy mal...

-¡NIÑOS! ¡¿Qué rayos están haciendo?!- De inmediato me bajé de la cama, con caras de asustados Jacob la regó como siempre.

-Señito, quiero decir, madrina, no es nada, me estaba ahogando y Maddy me ayudaba.

-¡¿Acaso piensas que me voy a creer tal barbaridad?!.

-No le hagas caso, mamá ni para mentir sirve, mira la almohada, le estaba pegando con ella, porque seguía insistiendo con su pulsera, no es nada más, esa es la verdad, usted sabe que yo no miento. - Después de ello me miró fijamente, al parecer me había creído.

-Jovencito anda a tu casa.

- Sí madrina, hasta mañana- dijo Jacob mientras salía de la habitación.

-Maddyson, ¿tenemos que hablar de algo?

-Mamá, sé cómo se hacen los bebés, también como prevenir un embarazo, con pastillas, preservativos, inyecciones, entre otros, además si tengo un bebé ahora puedo acabar con toda mi juventud en un cerrar y abrir de ojos, es difícil ser madre en estos tiempos, sin embargo te lo digo de frente, en este momento, tengo catorce años, no pienso tener hijos hasta nuevo aviso, es decir, primero me casaré y luego vendrán sus nietos, y para recalcar, ¡soy virgen! Así que deje de hacerse ideas en la cabeza. – Creo que la sorprendí está vez, a lo último me pasé un poco, pero me expresé correctamente.

-Maddyson, estoy de acuerdo contigo, si lo dices así, confío en ti, no hay problema, me acabo de dar cuento lo mucho que te hace falta. – respondió, mientras salía de mi habitación.

-¿Falta? ¡¿Qué me hace falta mamá?!- creo que esta vez yo la regué.

El resto de la noche me puse a pensar qué era lo que me hacía falta según mi mamá, no creo haber sido muy grosera, bueno, mi madre realmente piensa que Jacob y yo somos novios reales, que nos amamos y todo eso, por lo tanto, piensa que tendremos relaciones, ¿es que ahora todos los adultos piensan que los todos los jóvenes tienen sexo? Los padres que realmente conocen a sus hijos no supondrían eso de ellos, mi mamá sabe que no me agradan esos temas, peor practicarlos, por eso siempre hay una excepción en algunos adolescentes. Quiero recalcar que llegaré virgen hasta el matrimonio, nada ni nadie cambiará mi opinión, mientras tanto tengo que descansar, es lo único que puedo hacer, esperar con que saldrá mi mamá mañana.

-Señorita Maddy, es hora de despertar- entre mis ojos cerrados escucho la voz de Darla en mi cabeza, efectivamente ella estaba a un costado de mi cama queriéndome despertar.

-¿Darla?¿qué haces aquí? Aún es muy temprano.

-Señorita, me enviaron aquí para informarle que tiene que arreglarse inmediatamente.

-¿Qué? ¿porqué?

- No puedo decírselo, sólo le diré que su madre está entre enojada y feliz.

-Darla, no eres una empleada en mi casa, eres mi amiga, por favor dime que sucede para ya ir preparada sociológicamente. - le dije con las manos en suplica y los ojos mas llorosos que pude hacer en ese momento.

-No me hagas esa cara Maddyson.

-¡Por favor! – supliqué insistentemente.

-¡IRÁS AL INTERNADO HOY!- exclamó Darla mientras salía rápidamente de mi habitación, en seguida me desperté, estaba media dormida y esas fueron las palabas que me hicieron saltar de mi cama, realmente está pasando, mi mamá me llevará al internado antes de tiempo, esto es increíble, soy tan torpe que ni siquiera sé que hizo que mi mamá cambiara de opinión al adelantar mi partida de aquí.