Capítulo 9
Llegué al aeropuerto y me percaté de una cosa, era la primera vez que volaría en un avión y me dio mucho miedo.
Por suerte, el día había amanecido de buen clima, lo que me calmó y alivió un poco.
Subí al avión; me ubiqué en mi asiento y esperé con nervios a que despegara por los cielos.
Miré por la ventana y recordé a mi familia, en especial a mi madre. Sentí que ya los extrañaba, y a la vez, sentí miedo al verme sentada en aquel avión a punto de despegar.
De pronto, vi a Joey subir y no lo pude creer. Era él, mi Joey se había subido al mismo avión que yo; él me miró y me sonrió feliz y coqueto, y se sentó a unos asientos más adelante.
<<No puede ser tanta la coincidencia>>
Pensé de inmediato y me llené de alegría; doble la cabeza para verlo otra vez y vi que no venía solo, venía con su productor musical.
Él conversando con él, volteó a mirarme y me sonrió. El corazón me palpitó de dicha y con una sonrisa, lo saludé con la mano.
Sonó mi celular. Era mi mamá.
_ ¿Cómo estás hija? – sonreí de emoción.
_ Nerviosa. El avión está a punto de despegar
_ Tranquila. Solo disfruta de esta nueva experiencia de viajar en avión por primera vez – miré a Joey y no pude evitar sonreír de felicidad.
_ No te preocupes mamá. Ahora estoy de maravilla – me reí y vi que él se había colocado sus audífonos de música.
_ Avísame cuando llegues por favor
_ Descuida, te avisare. Estaré de regreso con ustedes para mi cumpleaños. Adiós, mamá
_ Adiós hija. Pásala muy bien – más sonreí.
_ Gracias mamá. Te quiero
_ Y yo a ti hija...
Contenta, no quise contarle que Joey estaba en el avión, y el este comenzó a despegar; miré por la ventana como la pista de aterrizaje se iba moviendo y más me inquieté.
<< Espero que este avión no se caiga >>
Volví a mirarlo a él y me llené de suspiros.
Volando por lo alto de los cielos, miré las nubes junto a mi ventana y me parecieron unos algodones de azúcar, más solo deseé estar pronto en tierra firme.
Volví a mirarlo y él escuchaba, tan tranquilo, música con sus audífonos; me sentí más amarlo y deseé ir a sentarme a su lado.
<< Esto no puede estar pasando >>
<< El que Joey y yo nos volvamos a encontrar precisamente hoy y en este avión >>
<< ¿Será una gran coincidencia?>>
<< ¿Qué hace él otra vez aquí en chile y viajando precisamente a donde yo también me dirijo? >>
Sentí de pronto mucho sueño y con la vista pegada junto a la ventana, lo miraba con insistencia a él y a sus grandes audífonos.
Llevábamos casi una hora viajando; miré en sí el avión, a los pocos pasajeros que iban y pensé en mi Nina, que hacía mucho que no la veía. Deseé pronto llegar y verla y el sueño me venció. Me dormí por completo, con su perduro pensamiento de que estaba a unos cuantos asientos más atrás que él, y Joey volteó y me vio dormida.
Sonrío dulce y me vio sola e indefensa.
Deseó algo...
Pretendía ir a sentarse conmigo y justo su amigo le habló acerca de la nueva idea que ambos tenían para el nuevo sonido de una canción.
De pronto, el clima cambio; el cielo se nubló y se aproximó una tormenta.
El avión bajó el vuelo...
Volando con turbulencia, todos nos enderezamos bruscamente y yo aún un poco dormida, me golpeé la cabeza con el asiento de adelante, lo que me hizo despertar abrupta. Vi por la ventana aquella tormenta y que el avión no iba volado en su curso y me entraron los nervios.
El piloto mencionó por la alta voz que todos guardáramos tranquilidad, que debido a la tormenta el vuelo se complicaría un poco, y ordenó que permaneciéramos en nuestros asientos, con nuestros cinturones de seguridad y yo asustada, me entró el pánico y Joey volvió a mirarme.
Advirtió que yo estaba muy asustada y sin más se levantó de su asiento.
Su amigo lo miró extrañado.
_ ¿A dónde vas Joey?...
Joey no le respondió y fue a unos asientos más atrás...
Estaba muy asustada, miré por la ventana y un rayo se apareció; fue cuando de pronto él estaba a mi lado y yo lo miré sorprendida y con amor. El corazón se me aceleró por completo y Joey me sonrió.
_ Tranquila. Todo va a estar bien...
El avión volvió a bajar con fuerza y Joey se afirmó del asiento delantero y yo más me asusté.
_ ¿Quieres que me quede aquí contigo? – lo miré asustada y a la vez con amor por su dulce gesto conmigo.
_ Si... Por favor, solo quiero que te quedes conmigo y no me dejes sola
Joey se sentó conmigo y yo lo miré con mi corazón brincando fuerte; él me sonrió tierno.
_ Tranquila, no te dejaré sola – le sonreí con alivio.
_ Muchas gracias...
Su amigo lo vio sentado conmigo y no entendió nada. Joey lo miró y no le dijo nada.
El avión voló otra vez con turbulencia, otro rayo se cruzó en la ventana, y yo asustada, lo abrasé y Joey sonrió; acarició mi hombro.
_ Tranquila. Nada malo va a pasarnos, te lo prometo
_...
_ Solo cierra tus ojos y has cuenta que muy pronto llegaremos
_... Eso trataré de hacer...
Sentí de pronto algo tan especial al estar así abrazada a él y que él acariciara mi hombro; levanté la cabeza para mirarlo y él me miró con ojos dulces y provocativos.
Deseé probar una vez más sus labios y me dejé llevar, cerré los ojos y acerqué lentamente mis labios a los suyos; Joey me miró, me tomó por la espalda y nos besamos con desesperación y cariño.
Su amigo nos vio besarnos y no comprendió nada.
Acaricié su cabello, él me tomó por la cintura y yo toqué sus hombros; no deseábamos acabar con aquel apasionado beso y Joey siguió y siguió besándome.
Nos sonreímos plenos, y luego nos reímos a la par. Estábamos muy contentos.
Bajé la cabeza con pudor y alegría. No podía contenerme la dicha que sentía y discreta, volví a mirarlo. Él también me miró y feliz tomó mi mano para no apartarla de la suya.
_ ¿Ya estás más tranquila?
_ Si, ya estoy mejor. Gracias por quedarte conmigo
_ Descuida. No iba a permitir que te quedarás sentada aquí sola con esa horrible turbulencia afuera. La verdad, solo quería venir a sentarme contigo – me sonrió con destellos y yo me perdí en su sonrisa.
_ ¿Es costumbre tuya siempre sonreír, así como lo haces conmigo y en general con todos los fans? – sonrió apenado.
_ No siempre, solo cuando me siento cómodo, o con la persona que me agrade
_ Es increíble
_ ¿Qué te parece increíble?
_ Que aparentemente pareces ser un hombre frío y no, eres todo lo contrario. Muy tierno y atento – me sonrió.
_ Bueno, a veces las apariencias engañan – ambos reímos.
_ Si, es cierto
_ Dime una cosa ¿Esta es la primera vez que viajas en avión?
_ Si, por eso estoy tan aterrada. Solo espero que esta cosa no se caiga – esbozó una risa.
_ No se va a caer, descuida. Viajar en avión es agradable
_ Eso lo dices porque tú acostumbras siempre a viajar en ellos – le dije con una picarona sonrisa y él me sonrió con destellos e intensidad.
Ya más tranquila y feliz, miré por la ventana y vi que ya la tormenta se había disipado.
_ Que bien, se ha ido la tormenta – me reí y él me sonrió.
_ ¿Por qué te ríes? – sonriendo, le respondí.
_ Por nada en especial
_ ¿Crees que todo esto es un sueño? – lo miré y él tierno, tomó con cariño mi mejilla en sus manos.
_ Estamos los dos juntos, aquí, volando en este avión
_... Joey – me miró con destellos.
_ No creo que esto, el habernos vuelto a encontrar sea una coincidencia
_ ¿Tú crees?
_ Así es. Yo no creo en las coincidencias. Estamos otra vez juntos, aquí sentados, viajando en este avión y no quiero perderte de vista por nada – lo miré perdidamente.
_ Mi Joey, yo también estoy muy feliz de haber vuelto a verte, y que estés aquí a mi lado en este avión
Me miró intenso y yo sin contenerme más lo abrasé con todo mi amor. Él tierno y embelesado de que yo lo abrasará, sonrió y acarició mi espalda.
Deseé darle otro beso y él tierno, me sonrió y solo besó mi frente. Yo volví a sonreírle.
El avión volaba otra vez normal por los cielos, y los dos mirábamos por la ventana las blancas nubes; me volteé a mirarlo y él me miró y los dos nos
sonreímos...
_ ¿Vas de vacaciones?
_ Si, algo parecido
_ ¿Y tu familia? ¿Por qué vienes viajando sola?
_ Porque está decisión de viajar, la tomé de improviso, a último momento – notó que algo no estaba bien.
_ ¿Te pasó algo? Disculpa que sea tan entrometido, pero me preocupas – le sonreí.
_ Tranquilo. Solo tenía deseos de ver a mi Nina, mi abuela. Ella vive en La Serena y me iré a quedar un tiempo a su casa – sonriendo, me dijo.
_ Entiendo– yo curiosa, me tocó a mi preguntarle.
_ ¿Y tú? ¿Qué estás haciendo aquí en Chile? – otra vez esbozó una sonrisa, e indicó con su dedo a su amigo, el productor, el que iba a unos asientos más adelante que nosotros.
_ ¿Ves al hombre que está sentado allá más adelante, el de cabello rubio?
_ Si, si lo veo
_ Él es Daniel, el productor de nuestro nuevo disco
_ ¿Del disco Bag of Bones?
_ Así es. Llegamos aquí hace un par de días, para tomarnos un pequeño descanso, además hemos estado viendo y trabajando en el sonido para una canción – le sonreí.
_ Ya veo ¿Y por qué has venido justo a este país, para tomarte tu pequeño descanso? – me sonrió.
_ Porque tenía deseos de volver aquí. Me gusta este país. Además, siento que aquí la idea del sonido fluirá más – volví a sonreírle.
_ Entiendo...
Más que feliz, me puse a mirar otra vez la ventana y mi corazón vibró al sentir su dulce presencia a mi lado.
Llevábamos cerca de otra hora volando por aquel interminable cielo. De pronto, me dio mucho sueño; miré a Joey, él me sonrió, puesto que advirtió que yo tenía sueño.
_ ¿Tienes sueño?
_ La verdad si, estoy un poco cansada – me miró enternecido.
_ Descansa. Cierra tus ojos y duerme un rato
_... – temí que se fuera y él lo advirtió.
_ Tranquila. No me voy a ir, si en eso estás pensando. Me quedaré aquí a tu lado cuidándote, te lo prometo – le sonreí.
_ Gracias. Te prometo que solo dormiré un rato
_ Jejeje, descuida. Puedes dormir todo lo que quieras. Creo que yo también lo haré
Ambos nos sonreímos; convencida por él, me sentí tan cómoda en el asiento. Apoyé la cabeza en el respaldo y con su dulce presencia junto a mí, traté de resistirme a cerrar los ojos, pero fue inútil y me dormí.
Joey me miró perdidamente...
Faltaba menos para que el avión aterrizara y Joey junto a mí, miró por la ventana y luego volvió a mirarme. Yo dormida profundamente, él no pudo oponer más resistencia y acarició mi rostro.
<< Me siento tan feliz de que estés aquí hermosa >>
<< Ni te imaginas los enormes deseos que tenía de verte mi amor >>
De pronto, su amigo, el productor se le acercó, lo que a Joey le tomó por sorpresa y lo sacó de todos sus pensamientos.
_ ¿Qué estás haciendo sentado aquí Joey? ¿Quién es ella?
_ Alguien muy especial para mí. Le prometí que me quedaría aquí a su lado
_ ¿Qué? Pero amigo...
_ Ahora no Daniel. No es el momento
_ Está bien...
Su amigo sin más volvió a su asiento y Joey preocupado de que yo me haya despertado, me miró con ternura y se acercó más a mí. Se mordió el labio, deseaba besarme, pero se contuvo.
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