Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6

Salimos los dos juntos a dar una vuelta fuera del recinto y más que contentos, parecíamos toda una pareja de novios enamorados.

_ Joey, Quiero darte las gracias por haber venido a mi titulación

_ El que tiene que darte las gracias soy yo hermosa. De no ser por ti y por ese sobre, jamás nos hubiéramos vuelto a ver y eso me hace muy feliz – ambos nos sonreímos.

_ Aún me parece todo un sueño, el que tú, mi cantante querido y amor platónico esté aquí, conmigo, en uno de los días más importantes para mí – me sonrió coqueto.

_ ¿Tú amor platónico? – me sentí otra vez avergonzar.

_... Si. Siempre lo has sido Joey – se sintió también apenar y sonrió nervioso y con vergüenza, algo que encontré muy tierno en él.

_... Entonces ¿Aún piensas que todo esto es irreal, un sueño?

_ ... Si, y temo el despertarme y que tú no estés – me miró perdidamente.

_ No tienes por qué temer. Todo esto es real, es nuestra realidad, porque así tú lo deseaste, y yo feliz de seguir siempre a tu lado...

Lo miré abruptamente y él perdido en mí, me miró con destellos, y yo volví a abrazarlo con todo mi amor.

Para nada le incomodó o molestó que yo lo abrasará, bajó su cabeza para mirarme y sonrió con ternura.

_ ¿Te digo algo Stephanie?

_ ¿Qué cosa? – le pregunté en susurros, con los ojos cerrados y aún abrazada a él.

_ Cuando te conocí te creía de mucho menos edad – solté una carcajada.

_ ¿En serio? No eres el único que me lo ha dicho

Ambos nos reímos y luego nos miramos sin decirnos nada. Presentí algo, mi corazón palpitó fuerte y rápido y Joey de pronto acarició mi mejilla.

_ No sé qué es lo que me está pasando contigo hermosa – yo volví a sonreírle y ya no pude más.

_ Si esto no es un sueño ¿Podrías besarme?...

Me miró con anhelos y sorpresa; deseó hacerlo y me besó.

Besándonos sin parar, Joey tomó mi cabeza con ternura y yo acaricié su enorme espalda.

Por un mensaje de Pandora a Bastian sobre mi titulación, fue rápidamente hasta el recinto y se encontró con nosotros besándonos a la vuelta del teatro.

Anonado de verme besándome con otro hombre, apretó los puños de rabia y se sintió herido y traicionado.

_ ¿Por ese hombre rompiste conmigo?...

Nos sonreímos y yo acaricié su cabello.

_ Qué lindo. Besas muy bien mi Joey – sonrió otra vez con vergüenza y luego me miró a los ojos.

_ ¿Ahora estás convencida de que no estás soñando? Todo esto es nuestra realidad mi Stephanie – le sonreí con dicha y él contempló mis ojos de amor para él.

_ Si, ahora lo sé

Él volvió a sonreírme y nos abrazamos otra vez...

_ Quiero hacerte una última invitación, Joey

_ ¿Cuál sería esta vez?

_ Mis papás me llevaran a comer a un restorán para festejar el que me haya titulado. Quiero que nos acompañes – volvió a sonreírme y sus ojos vibraron de coquetería y felicidad.

_ Por supuesto. No podría negarme nunca a tus invitaciones – le sonreí.

_ ¡Vamos!...

Nos acercamos a mis padres y mi madre me sonrió; yo también le sonreí. No controlaba el reírme, estaba en un éxtasis de felicidad.

Antonia me miró y me tomó de la mano. Me llevó a un lado y Joey me observó con intensidad.

_ ¿Qué pasa Antonia? – no podía dejar de sonreír.

_ Dime que él no es el verdadero Joey, que es un juego

_ No amiga, es él, es Joey. Vino a mi titulación

_ Pero es que no es posible. Es increíble amiga – más le sonreí y lo vi a él que estaba conversando con mis padres.

_ A mí también me parece un sueño. Míralo, Es tan lindo y tierno. Vino solo por mí, para estar conmigo en este día – Joey volteó a mirarnos con disimulo.

_ Está mirando para acá. Qué vergüenza – ambos nos pusimos a reír y él me miró y sonrió discreto.

_ Antonia, tengo que contarte otra cosa

_ ¿Qué cosa?

_ Nos besamos – le dije con mi sonrisa más perdura y mi amiga gritó de alegría.

_ ¡Ay! ¡¿de verdad amiga?! ¡Que emoción! – me reí y tomé su brazo.

_ No grites. No quiero que mis padres escuchen

_ Está bien, lo siento

Ambas volvimos a sonreír más que contentas y luego Joey y yo nos miramos.

Antonia sonrió.

_ Anda. Joey te espera

_ Gracias amiga...

Nos abrazamos sin importarnos nada, Joey me tomó de la cintura, nos sonreímos y mi padre nos tomó una foto. Después, me abrasé con mi mamá y papá y Antonia nos tomó otra foto; luego, nos fotografiaron a ambas juntas.

Me puse al medio de mis papás y Joey junto a mí, Antonia nos tomó esa linda foto. Todos salimos con una gran sonrisa.

Quería más fotos y las dos junto a Joey, las dos lo abrazamos. Él se rio y los tres posamos para mi papá y él nos fotografió.

Por último, Joey y yo nos abrazamos; apoyé la cabeza en su hombro. Él me sonrió y mi padre nos volvió a tomar otra linda foto.

Llegamos al restaurante y por ser un lugar público, Joey prefirió colocarse sus lentes de sol para que no lo reconocieran y no tuviéramos problemas.

Nos sentamos en una mesa larga y todos ubicados en sus respectivas sillas, Joey se sentó frente a mí. Me sonrió y yo le devolví mi sonrisa.

Nos reímos, comimos y bebimos. Hasta tiramos un par de bromas. La estábamos pasando tan bien, que incluso él se reía a carcajadas. Antonia no se pude contener y nos tomó otro par de fotos a los dos y Joey seguro y con confianza, se sacó los lentes y ambos sonreímos a la cámara.

Era su turno de contar alguna vivencia chistosa. Joey sonrió y empezó a contárnosla. Yo lo miré con dicha y mis papás estaban muy entretenidos con su anécdota. Pasaron unos minutos y todos estallamos de risa en la mesa.

Todo estaba tan divertido, que yo no quería que ese inolvidable y bonito momento se acabara, y menos, tener que despedirnos Joey y yo.

Él me miró y me sonrió con coquetería. Pretendía tomar mi mano y yo nerviosa, él acercó su mano junto a la mía y la tomó. Nos sonreímos, ambos, completamente enamorados.

Mis padres nos vieron tomados de la mano y mi papá se sorprendió.

_ Joey ¿Piensas hoy volver a tu país? – nerviosos nos soltamos de la mano.

_... Si... - dijo no del todo convencido y me miró. Yo desvíe la mirada triste por aquello.

Estaba atardeciendo y saliendo todos del restaurante, yo me rehusaba a que ese día perfecto se terminara y que Joey se fuera de mi lado.

Llegamos al metro y yo triste, Joey tomó mi mano y ambos nos sonreímos, pero ahora era con cierta melancolía.

Antonia y mis papás nos vieron caminar juntos hasta la boletería y nos dejaron conversar a solas.

_ ¿Estás triste?

_ Si, un poco

_ No tienes por qué estarlo. Hoy fue un día especial e inolvidable

_ Así fue. Fui inmensamente feliz a tu lado Joey – acarició mi mejilla.

_ Y yo hermosa – le sonreí con melancolía.

_ Quiero agradecerte otra vez por haber venido hoy y también por haber compartido con mi familia. De verdad me hiciste muy feliz hoy – me miró perdidamente.

_ No tienes nada que agradecer preciosa. Para mí fue un honor haber viajado hasta aquí, solo para acompañarte en este día tan especial para ti

_ Oh Joey...

Deseé confesarle lo que sentía por él y a punto de hacerlo, lo abrasé fuerte, con todo mi corazón. No me importó que mis padres nos vieran y Joey también me abrazó y acarició mi cabello. Apoyó su cabeza junto a la mía y me sentí tan quería y amada por él en sus brazos. Miró a mis padres y volvió a sonreír.

_ Tus padres son muy sencillos y amables. Me simpatizaron mucho

_ Así son ellos. Siempre han estado para mí en todo – me sonrió.

_ Me alegro mucho de que tengas unos padres tan buenos y cariñosos como los que tienes – mi corazón más vibró al sentir su acogedor abrazo.

_ ¿Volveré a verte de nuevo?

_... Tal vez... - me dieron ganas de llorar.

_ Voy a extrañarte mucho Joey

_ Y yo a ti... Tengo que decirte algo

_ ¿Qué cosa?

_... También fui muy feliz contigo en este día, no lo olvides nunca...

_... ¿Puedo preguntarte algo? – me miró –Ese día en el aeropuerto, cuando mis amigas te entregaron la chupalla ¿por qué te molestó? ¿Creías que era para mujer? – me sonrió.

_ A decir verdad, sí. Creí que era de mujer y estaba un poquito fea – ambos nos pusimos a reír y yo pensé en cuanto debieron de haber gastado mis amigas para comprársela.

_ Que malo eres. Piensa que mis amigas te la obsequiaron con mucho cariño – seguimos los dos riéndonos.

_ Bueno, después en el hotel, alguien me explicó que significaba y yo ahí recién comprendí.

_ ¿Qué es a ver señor Tempest? – le pregunté con una sonrisa picarona y él volvió a sonreírme.

_ Es una de las típicas vestimentas de aquí de tu país y te confieso, si me quedé con ella

_ Muy bien me parece – ambos volvimos a estallar en risas y luego nos miramos fijo y con cariño.

Tomó mis manos y yo me perdí en sus ojos. El corazón me latió acelerado y él me intimidó con su profunda mirada.

Acarició mi rostro y yo ya no pude más.

_ Joey, te amo. estoy enamorada de ti

_ ¿Qué?... No, no puedes estar enamorada de mí. Cariño, soy mucho más mayor que yo

_ Eso que importa ¿No te basta con lo que acabo de decirte? ¿O crees que es solo una niñería mía?

_ No, claro que no, pero es que...

_ ¿Qué?

_ Estoy casado – lo miré con tristeza.

_... Eso ya lo sé...

_... Es mejor que ya me vaya... - se me llenaron los ojos de lágrimas.

<< He sido una tonta >>

Se me hizo un nudo en la garganta.

_...Gracias otra vez por haber asistido a mi ceremonia. Que tengas un buen viaje...

_... Gracias...

_... Adiós...

Con los ojos cubiertos de lágrimas, me di la vuelta para irme, pero Joey me retuvo.

Anonada, él me miró a los ojos y tomó mi rostro en sus manos y lo miré con vergüenza y amor.

_... No sé qué es lo que me está pasando contigo Stephanie, pero siento que a tu lado sería muy feliz

_...

Acercó sus labios a los míos, cerré los ojos y él me besó con desesperación. Me entregué por completo a su beso, toqué su enorme espalda y ambos besándonos, mis padres y Antonia nos miraron con la boca abierta.

Nos sonreímos casi emocionados al cabo de nuestro segundo beso y sin más, nos abrazamos fuerte, como si de ese abrazo no pasara nunca el tiempo.

Me puse a llorar en su hombro y él acarició mi largo cabello negro.

_ No estés triste niña mía... Esto es difícil para ambos

_... No es justo...

Triste, yo no me pude resistir y me acerqué a sus labios, y ahora, yo lo besé y él me correspondió. Volvimos a besarnos los dos larga y apasionadamente.

Caminamos, tomados de la mano, hasta el tren que nos llevaría a mi hogar.

Joey me entregó discreto un papel en mi mano y yo lo miré sorprendida; debía ya subirme al tren y nos tomamos por última vez de la mano. Nos miramos, y a mí se me llenaron otra vez los ojos de lágrimas y él me sonrió por última vez.

Sonó el timbre de partida, nos tuvimos que soltar de la mano y las puertas del vagón se cerraron.

Joey me miró, y yo triste, el tren comenzó a andar. Él levantó su mano y se despidió, yo también lo hice y el tren se fue.

Me fui a sentar junto a mi familia y con la mirada ida en la ventana, solo pensé en él.

No solté el papel de mi mano y vi una y otra vez el número de su celular.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro