Capítulo 11
No pude pegar los ojos en toda la noche pensando en Joey, y en lo que sería nuestra salida. La ansiedad y nervios de que volvería a verlo me hacían desesperarme un poco.
Me miré frente al espejo y me alisté. Me coloqué lo más bella para Joey y fue inevitable no pensar que era un hombre casado.
<<¿Por qué estoy haciendo esto?>>
<<Amo demasiado a Joey y solo anhelo volver a verlo otra vez, pero no sé si esto es lo correcto... >>
Me acerqué a la ventana y vi el cielo gris; recordé la vestimenta de una de las fans en el aeropuerto, la que se veía toda rockera.
Sabía que a Joey le agradaban las mujeres muy femeninas, y yo quería lucir igual a una de ellas. Quería impresionarlo con mi vestimenta rockera y así verme de mi edad y no aparentar el lucir menor, como todos me creían.
Mi abuela entró a verme y se sorprendió al verme con aquella oscura y excéntrica ropa. Yo le sonreí y ella acarició mi cabeza.
_ Solo te pido que te cuides hija. Ten cuidado con ese hombre. No olvides que recién lo vienes conociendo
_ Lo sé Nina y no te preocupes. Estaré bien – ella me sonrió.
_ Te ves preciosa
Le di un beso en su mejilla y ella me abrazó, para luego marcharme casi corriendo; supuse que él ya debía de estarme esperando.
Salí de la casa y lo vi, a él, a la vuelta, quien como yo había supuesto, había llegado por mí. Lucía muy guapo. Mi corazón vibró de dicha y Joey me vio y me sonrió sexy y apuesto.
Nos saludamos y él tierno y coqueto me dio un beso en la mejilla; mi corazón se estremeció aún más y Joey me sonrió intensamente.
_ ¿Cómo estás? – volví a sonreírle.
_ Si, bien. Mi Nina está feliz de tenerme en su casa ¿Y tú? ¿Cómo estás?
_ Bien también, gracias. Me alegro mucho de que tu abuela esté feliz de recibirte en su casa. Es genial que tengas una buena relación con ella
_ Mi Nina es como mi segunda mamá. La quiero mucho – me miró fijo y me miró despampanante.
_ Se nota. Te ves preciosa. Te alisaste el cabello – me sonrojé y sonriendo le respondí.
_ Si ¿Se ve bien?
_ Mucho. Estás muy bella
Me dijo sin dejar de mirarme con detenimiento, atraído, y yo me derretí por completo.
Sin evitarlo, tomó mi mano y los dos contentos caminamos hasta el paradero, para tomar un taxi. Ese día iríamos al centro de La Serena para conocer los lugares más típicos de la zona.
Para iniciar primero, fuimos a una de las tantas cafeterías del centro y Joey sin sacarse los lentes de sol, yo lo miré y le sonreí con destellos.
Los dos comiendo un trozo de pastel, yo pedí un café cortado y él pidió uno con leche; le sonreí y él me regaló su sonrisa.
_ También me gusta el café con leche
_ Es muy sabroso también...
Nos reímos y los dos dimos un sorbo a nuestros cafés. Estábamos los dos cómodos y plenos compartiendo una rica y caliente taza de café.
Me miró comer con tantas ganas mi trozo de pastel y yo lo miré y ambos volvimos a quedaros mirando con afán e interés.
_ ¿Te gusta el chocolate?
_ Si. Debo reconocer que tengo una obsesión con él – esbozó una sonrisa.
_ ¿De verdad?
_ Si – me miró intensamente.
_ Qué bueno saberlo...
No supe que decirle y nerviosa por dentro, Joey se dedicó a contemplarme...
Volví a mirarlo y ya no pude seguirme callando aquello.
_... ¿Puedo hacerte una pregunta?
_ Las que quieras
_ ¿Por qué habiendo tantas fans, aquellos días en que ustedes estaba aquí, tú te fijaste en mí? – me miró intensamente.
_ Porque eres muy dulce y tierna. Tienes algo especial, que las demás mujeres no tienen. Es lo que más me atrajo de ti. Tu dulzura, tu rostro angelical, que, siendo tan joven o menor, como yo creía, te agradé nuestra música – le sonreí con vergüenza. Me sorprendieron sus palabras.
_...Nunca nadie me había dicho algo así
_ ¿En serio?
_ Si... - ambos nos miramos y él me sedujo con sus fijos ojos en mí.
_ Ahora yo quiero preguntarte algo ¿Por qué habiendo tanto muchacho joven, que quisiera estar contigo por lo linda que eres, te fijas en mí? que soy un hombre externo en tu vida y que soy mayor que tú. Podría ser incluso tu pa...
_ ¡No lo digas! Y estás muy equivocado
_ ¿En qué por ejemplo?
_ En todo. Detesto cuando comienzan a hacer diferencias de edades unos con otros, sobre todo si es de nosotros dos
_...
_ También te equivocas a los muchachos, porque no soy de tener admiradores, no soy tan brillante y atractiva como mi prima
_ ¿Cómo tú prima? ¿A qué te refieres?
_ Ya sabes, típica estudiante universitaria que tiene excelentes calificaciones, y todos los hombres se mueren por salir con ella. Siempre ha sido así
_ Pues yo pienso y te veo a ti, que eres mucho mejor persona y mujer que ella. Tienes algo que seguro tu prima no tiene y eso es lo que más amo de ti
Lo miré perdidamente y Joey tierno, tomó mi mano y me sonrió con destellos.
<< Te amo mi Joey >>
<< Me alegra mucho que tú si veas esas cosas, que ni yo mismahabía visto en mí>>
Salimos de la cafetería y seguimos con nuestra salida.
Joey me sonrió.
_ ¿Qué te pareció ese café que nos tomamos?
_ Estaba delicioso. Muchas gracias por haberme invitado
_ Yo tengo que agradecerte a ti por haber aceptado mi invitación – le sonreí y él contempló mi sonrisa para él.
De pronto, sin previo aviso, tomó con cariño mi rostro en sus manos y los dos a punto de besarnos, yo pensé que no lo correcto y le corrí la cara. Joey se incomodó y se puso nervioso por completo.
_... ¿Y? ¿A dónde podemos ir ahora?
_... Al mar...
_ ¿El mar? ¿Quieres que vayamos a ver el mar?
_ Si. Sé que te gustará. Contemplar el mar es lo más relajante y fantástico que hay – volvió a mirarme con detenimiento y no pudo evitar esbozar una tierna sonrisa.
_ Es verdad, vamos entonces...
El mar estaba a unos metros de ambos; yo no contuve el impulso y corrí a la orilla para verlo de más de cerca.
Me sentí tan feliz de ver por fin el mar, mi antiguo compañero de adolescencia, el que extrañaba tanto.
Joey me observó y yo ida en sus serenas y diminutas olas, el horizonte estaba tan lejano de ambos.
Se acercó a mí y tomó mi mano. Yo le sonreí y él me miró con destellos y los dos miramos aquel mágico mar.
_ ¿Te gusta el mar?
_ Mucho. Anhelaba tanto verlo, estar aquí, sentir su brisa y caminar por la arena
Dije tan feliz y sin más, nos tomamos de la mano, nos sonreímos y comenzamos a caminar por la orilla de la playa.
No había mucha gente, por el frío que hacía por esas horas, y los dos sin soltarnos de la mano, caminábamos tranquilamente por la húmeda arena. Sentíamos la brisa que nos asechaba en nuestras mejillas y el relajante sonido de las olas.
Sin contenernos los dos, nos abrazamos fuerte frente al mar.
Pude escuchar los latidos de su corazón junto con las sumisas olas y me sentí inmensamente feliz. Levanté un poco la cabeza para encontrarme con su profunda y sexy mirada y Joey me miró con anhelos.
_ ¿De verdad eres feliz conmigo, Stephanie?
_ Si mi Joey. No me gustaría por nada que este día se termine jamás. Me gustaría quedarme así, abrazada a tu pecho siempre – me sonrió y luego apoyó su cabeza junto a la mía. Ambos seguimos contemplando el mar.
_Hacía mucho tiempo que no me sentía así. Esto es tan increíble
_ Quizás sea tonta la comparación, pero ¿Y cuando realizas tus recitales? ¿No sientes esa misma felicidad?
_ Esta felicidad es muy diferente. Es algo bonito y mágico...
Sin evitarlo, miré su anillo de casado y bajé la mirada. Me desprendí de sus brazos.
_ ¿Qué hay con tú esposa? – me miró y dio un suspiro de pesadez.
_ Tengo que ser sincero contigo
_ ¿A qué te refieres?
_ Mi matrimonio es una falsa. Todos creen que estamos felizmente casados y no es así. La prensa jura que ella y yo somos la pareja perfecta cuando no lo es...
_...
Vi su rostro afligido. Joey se sentó en la arena y yo lo acompañé. Sentí que no estaba bien y él serio, afloró en él una tristeza interna.
_ No sabía nada de eso Joey
_... La verdad es que estoy cansado de toda esa situación. He tenido que aparentar por mucho
_... Siempre creí que tú y Lisa...
_ Conocí a Lisa y me enamoré de ella a primera vista. Los primeros años fueron maravillosos, pero de pronto ella cambió. No era la mujer de quien yo creí haberme enamorado. Se volvió fría y calculadora. Nuestras discusiones se volvieron constantes todos los días y de repente me di cuenta de que ella solo se había casado conmigo solo por quien soy yo y por mi dinero – abrí los ojos.
_ No es posible
_ Tampoco lo fue para mi cuando me di cuenta, pero ya está. Estamos casados y nadie sabe lo que realmente pasa
_ Lo siento mucho Joey – más se entristeció.
_ Gracias...
_ Pero ¿Qué haces aún con ella? Si su relación está rota desde hace mucho y no ven solución o ella no coloca de su parte ¿Por qué no te divorcias y ya?
_ Porque, aunque te cueste entenderlo soy un hombre de principios, y mis principios irrumpen contra eso. Nuestro matrimonio es una falsa, pero para todo el mundo estamos felizmente casados – lo miré quebrantada.
_ ¿Por seguir tus principios arruinarás tu vida y no serás realmente feliz?
_ Así es. Siento mucho desilusionarte, pero así soy yo. Soy un hombre estructurado y mis principios están contra todo eso – no lo pude creer y no lo entendí, más solo preferí quedarme callada.
_...
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