"TODO CAMBIO CUANDO TE CONOCÍ,

CUANDO VI POR PRIMERA VEZ TUS OJOS CLAROS,

ENTONCES SUPÉ QUE MI AMOR

POR TI SIEMPRE HABÍA PERMANECIDO

EN MI CORAZÓN."

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"Anhelado día"

Era el día más importante de mi vida, junto con el de las demás fans. Habíamos esperado horas y horas para verlos llegar, y cuando creíamos que ya no los veríamos, todo sucedió.

Era como el sueño que jamás pensé que podría cumplirse. No era solamente yo quien esperaba conocer al que era mi gran amor secreto, una estrella de rock, si no, que muchas más lo esperaban a él, junto con su inigualable banda de rock "Europe".

No me imaginaba que habría tantas fans, como yo, esperando por ellos en el aeropuerto y eso me hacía sentirme en un ambiente familiar; el que todas compartíamos el mismo gusto por su música.

Los esperamos por largas horas y aunque nos aburrimos, el entusiasmo y la alegría no cesaron. Nos reímos mucho, y yo en especial me hice de muchas nuevas amistades.

Soñé por años con aquel día y momento, el de conocer a la banda que seguí desde que era una adolescente y conocerlo a él, al que hasta ahora sigue siendo mi único gran amor.

Es cierto y sé que no todos pueden entender esto, pero es lo que yo y mi corazón sentimos, es por eso, que prefiero no divulgar en lo que son mis sentimientos.

Tenía quince años cuando lo conocí, y desde ese día, no he dejado de pensar en aquel guapo y famoso sujeto.

Estoy enamorada del cantante de rock Joey Tempest, el que hasta ahora ha traído solo felicidad y gratos sueños imposibles a mi vida. El único que hace vibrar a mi alma y corazón y que ha hecho detener el transcurso de mis días.

Llegué al aeropuerto por una amiga del fan club, quien me avisó antes que las demás también irían para esperarlos, entonces yo me dije:

<< Esta es mi oportunidad de por fin conocerlo>>

Sabía que no tendría otra oportunidad como aquella, así que llevé conmigo, a parte de mi cámara fotográfica para tomarme la tan anhelada y esperada foto junto a él, un sobre que contenía algo que solo Joey debía ver.

Amanda me mencionó días antes que frente a ellos no podíamos gritar, ni hacer ningún tipo de escándalo, ya que podríamos espantarlos y ellos se irían, sin querer compartir unos momentos con nosotras, de modo que debíamos actuar de lo más normal. A ellos no les gustaba los fans histéricos, ni mucho menos las mujeres escandalosas.

De pronto mi sonrisa y emoción vibraron al verlos tan cerca de mí. Sentí que el corazón me sobresaltó en el pecho.

Sin contenerme di un grito y John Leven, el bajista, me miró con extrañeza, como bicho raro y yo solo le sonreí y le saludé nerviosa con la mano.

_ No griten amigas...

Los demás pasaron frente a mí y de pronto mi corazón volvió a dispararse de emoción, alegría y dicha al verlo a él, a mi gran amado vocalista.

Todas lo saludamos y él un poco sorprendido, levantó su mano y nos devolvió el saludo.

Ese momento fue tan emocionante. Me sentí morir de emoción y Joey con su maleta, comenzó a caminar y nosotras corrimos a detenerlo.

Dos muchachas lo tomaron de sus brazos e impedimos que se fuera, como él pretendía.

Mi amiga le dijo que le teníamos un regalo y le pasó una "Chupalla", que esta representaba una de las vestimentas típicas de nuestro país.

Joey la miró serio y extrañado...

_ ¿Es para mí? – mi amiga le sonrió –

_ Si – respondió con nervios y entusiasmo –

_ Esto no es para hombres, si no para mujeres – le dijo con reproche y luego le colocó la chupalla en la cabeza de mi amiga -

Yo lo encontré tan adorable, que no reaccioné a tomarle una foto y así conservar por siempre ese momento.

_ Pero Joey, si es para ti...

Volvió a insistirle mi amiga y las demás comenzaron a discutirle que la chupalla no era para mujeres, si no para hombres y que era su regalo.

Lo miré frente a mí mientras él firmaba autógrafos y se tomaba fotos con los demás fans. No podía creer que lo estaba viendo en persona; por un instante creí que todo podía ser un sueño.

Firmando discos, tenía a todos los fans poco menos que encima de él y yo impresionada y paralizada, solo lo miraba, ahora más cerca de mí y pensaba en mi mente que era él aquel hombre, a quién siempre le escribí novelas de amor, y que en muchas ocasiones fue protagonista de todos mis sueños. Cada vez me costaba más creer que lo tenía frente a mí. Era el gran amor de mi vida, Joey Tempest y estaba junto a mí y yo solo tendía a mirarlo y a sentir que mi corazón casi salía de mi interior.

Todas contentas, un grupo del personal del aeropuerto comenzó a burlarse de ellos y de nosotras como fans. No sabían quién era Europe, de modo que tomaban por chiste a Joey.

Nosotras los ignoramos y los tomamos por unos completos idiotas e ignorantes, incultos de la música rock.

Estaba tan guapo, era muy alto y su cabello tan brilloso y sedoso, como siempre lo imaginé y soñé. Lo observé desde su cabello hasta los dedos de sus pies. Andaba con unas sandalias artesanales, de modo que pude mirarle sus pies descubiertos.

Su camisa de color azul marino me volvió loca, porque pude verle que sí tenía bellos en su pecho (todos me habían dicho lo contrario)

Andaba con jeans. Lo único que no pude observar ni deleitarme fueron sus ojos, porque tenía puesta sus gafas de sol.

Impresionada y paralizada lo seguía mirando y menos me creía que él estaba ahí. Sentí una dicha enorme y mi amor y admiración por él.

Otra de mis amigas le pidió un autógrafo y Joey risueño y picaron le firmó nada menos que en uno de sus pechos, por encima de su chaqueta de cuero claro.

Los periodistas le aplaudieron por esa hazaña suya y él sin dejar de sonreír, a mí me cautivó aún más.

Le tomé y tomé fotos y una fan se colocó a su lado y Joey de pronto me miró a mí, en vez de mirar a la otra cámara. Me sentí intimidada por él, mi corazón se alborotó por completo e inevitable le sonreí y por mecanismo les tomé la foto.

Él no dejó de mirarme con esa gran sonrisa, y yo sin dejar tampoco de sonreírle, mi corazón latió de alegría y de amor.

No lo pensé más...

<< Esta es mi oportunidad >>

Me acerqué a mi amiga y ella me miró tan emocionada, como lo estaba yo...

_ ¿Puedes tomarme por favor una foto con él?

_ Obvio amiga, anda, colócate junto a Joey...

Me acerqué a él y Joey me regaló otra vez su dulce y picarona sonrisa. Lo miré con dicha, le tomé su brazo y los dos posamos para la foto. Ambos sonreímos a la cámara.

Sentí tanta emoción y felicidad al estar tomada de su brazo; pude sentir el calor de su cuerpo junto al mío y eso me provocó más dicha y amor de la que ya estaba sintiendo.

No me creí una vez más lo que estaba viviendo junto al que era mi gran amor e ídolo de siempre.

Me quedé junto a él y mi amiga nos tomó otro par de fotos. Miré a los periodistas que también nos fotografiaban, lo que me provocó un poco de nervios, pero fue un simple detalle.

Sentí que estaba caminando por las nubes estando junto a Joey.

Las demás también querían fotos, así que me tuve que separar de su lado, y mi amiga se le acercó.

Ella quería abrazarlo y como Joey era de estatura muy alta, ella involuntariamente le tocó su trasero, en vez de su espalda y él se enfadó. Le corrió bruscamente su mano y luego siguió sonriendo como siempre.

Mi amiga frente a ese chascarrillo se rió y ambos comenzaron a reírse. Fue cuando yo quise apreciar aquel momento y les tomé la foto. Los dos salieron con una enorme sonrisa en la foto y con la que mi amiga quedó muy feliz.

Seguí sacándole fotos, a él y a todas mis compañeras, para que así todas quedáramos con el sueño cumplido.

Me percaté que se me había olvidado lo más importante. Mi sobre para él...

Traté de acercarme otra vez, pero las fans me lo impidieron y él escapó. Todas lo seguimos.

Estaba tan feliz por lo que había logrado con él, sonreí de alegría y corrí junto con las demás.

Salió del aeropuerto y yo detrás de él, Joey caminó hacia la van para marcharse junto con la banda hasta La Arena Santiago (Movistar Arena) donde realizarían su tan esperado concierto, que anhelé con dicha desde meses atrás.

Joey hizo una travesura; dio un pequeño salto y todas nos reímos, mientras que yo lo miré embobada.

Joey caminaba demasiado rápido, lo seguí a lejos distancia; lo llamé y le tomé una foto a su gran espalda.

Volví a llamarlo y corrí con más prisa. Logré alcanzarlo; le tomé otra dulce foto. Salió él tan risueño y simpático como siempre.

Sin lograr mi otro objetivo, le tomé una última foto y Joey se subió a la van.

Nos despedimos de ellos tras la ventana de la van y ellos despidiéndose, se fueron.

Los vimos alejarse en la van y dimos todas un grito de felicidad. Mi amiga y yo nos abrazamos fuerte y nos reímos de emoción.

De pronto pasó junto a nosotras un auto con los mismos sujetos que nos habían molestado y burlado de Joey. Nos gritaron unas cosas que a ambas nos hizo molestar y le gritamos a la par una grosería; luego, levantamos el dedo del medio.

Nos marchamos del aeropuerto, para ir a la "Arena Santiago"; tomamos un bus que nos llevó hasta el metro...

En el bus, miré por la ventana con mi perdura felicidad y con aquellos dulces e imborrables recuerdos de cuando lo vi y que pude por fin estar junto a él.

Estaba tan feliz que no pensaba en otra cosa y mi felicidad se incrementaba más y más al recordarlo todo. Era como si lo volviera a vivir una y otra, tras recuerdo y recuerdo.

Pensaba una y otra vez que había conocido a Joey Tempest.

Saqué mi cámara del bolso y vi las fotos que les tomé a todas mis amigas y vi mi foto junto a él y la miré con cariño y emoción. Sentí más alegría, de la que ya sentía.

<< Conocí a Joey >>

<< Conocí a Joey >>

<< Este sin duda, es el mejor día de mi vida >>

Llegamos al metro, y ahí tomamos el vagón hasta la estación Parque O'Higgins, donde nos bajaríamos para ir a la Arena Santiago, donde se realizaría su tan esperado concierto.

En el vagón, conversamos y nos reímos de toda nuestra primera vivencia con nuestra querida banda. Todas coincidíamos en la misma gran felicidad que teníamos.

Les mostré a todas las fotos que había tomado. Una de mis amigas me pidió la cámara, vio las fotos y esbozó una sonrisa al ver una mía junto a él y agregó con simpatía:

_ Ella y su Joey Tempest...

Yo me reí con dicha.