Hace mucho tiempo tuve un amigo. Se echó novia y desapareció. Un día decidió volver a escribirme. Me contaba todas sus mierdas con su novia y yo, como era su amiga, lo escuchaba.
Un día me sentía mal, necesitaba desahogarme, así que le escribí a él. Su respuesta fue "creo que te has equivocado de persona".
Me sentí herida, traicionada y sólo pensé "puto falso de mierda".

Me volvió a pasar una segunda vez. En este caso simplemente decidió dejar de contestar, desapareció. Volví a sentirme herida, traicionada, otro mentiroso que me usaba y luego me tiraba.

Han pasado años. Me blindé. Cansada de dar y no recibir. No hablo de amor, sino de amistad...

Y entonces llegaste tú y tu intrusión forzada. Me diste abrazos que no quería, invadiste mi espacio personal. Te hiciste hueco en mi corazón y, ¿para qué? Nada de eso era necesario para lograr tu objetivo porque yo te habría dado lo que querías sin tener que implicarme emocionalmente.

Y cuando te busco porque quiero compartir uno de los momentos más importantes de mi vida (imbécil yo, porque tú lo sabías y habías decidido ignorarme), ni sabías de qué te hablaba, y encima me das a entender que si no es para lo que interesa, que mejor no te hable.

Otra vez dolida. Traicionada. Y encima esta vez no tengo ni derecho a sentirme mal, no sé en qué momento pensé que podía haber amistad de verdad.

No quiero un sólo amigo más, puto falso de mierda.