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- déjame adivinar. - me volteé a ver hacia el frente al escuchar una voz, y es que creí que era al cliente que le estaba preparando su café pero no, era Willy. Me sonrojé de tan solo verlo y claro que me puse algo nerviosa pero no quería que el lo notara así que me volteo para seguir con la máquina de café. - Nora ¿verdad?
Gracioso.
- veo que han regresado... ¿cómo les fue? - pregunté mientras le entregaba su café al cliente y este se retira. Willy se le queda viendo y no sabía si el de verdad deseaba alguno o solo estaba investigando un poco. - ¿quieres?
- prefiero leche con chocolate, pero gracias. - reí ante ello. - ¿usan chocolate aquí, verdad? Julia me lo dijo y de hecho, ahora tenemos un plan.
- el cual... ¿es? - el esta por contestarme, pero ella llega de lo mas emocionada y le abraza el brazo, el voltea a verla con la sonrisa en su rostro mas grande posible y solo puedo imaginarme que es cuestión de segundos para que estos dos sean una pareja oficialmente. No debería importarme tanto; dejaré de pensarlo.
- Willy usará nuestro chocolate.
- ¿estás loca? Tu papá jamás te permitiría aquello... ¿qué no ves lo que quieren todos los grandes chocolateros aquí? No quieren que haya alguien nuevo, no lo van a permitir. Tu padre mucho menos, es el mas millonario del lugar y...
- pero es que nadie tiene porque saberlo. - el contesta. - aun. - y se ríen entre ellos. - Nora...
- como te encanta decir mi nombre ¿no es así? - dije de broma, de verdad con la única intención de molestarlo y sin embargo, logré que se sonrojara. Y con ello, el que Julia me viera algo molesta.
- el plan es que ustedes vendan su café y pan como siempre. Perfecto, pero yo venderé aquí... mis chocolates. La gente vendrá pensando que trabajo para esta tienda y por ende no podrán deshacerse de mi. Me gano la fama y el prestigio suficiente para empezar solo y...
- y luego nos dejas y nos quedaremos sin clientes para siempre. Perfecto, debería irme preparando a la bancarrota. - dije mientras me limpiaba las manos sobre el mandil y me voltee para seguir trabajando pero este, se sube a la barra y se pasa a mi lado para seguir platicando del tema. - sabes que pudiste darte la vuelta ¿verdad?
- jamás las dejaría sin nada... ya somos amigos.
- oh ¿somos amigos? - pregunté y cuando voltee para verle, el estaba de lo mas cerca que su rostro lo tenía a centímetros y como era de esperarse, me puse roja. - eres amigo de Julia, no es lo mismo.
- me dijiste tu nombre, es un avance. - sonríe.
- y tu me hiciste flotar por los cielos pero, no me separé de ti para que eso no pasara. Supongo que eso también es un avance. - dije sarcásticamente pero el no lo entendió así y solamente se ríe. - ¿Julia? - me voltee con ella para que me diera una explicación.
- confío en el. - ella dice y voltea a verlo. - creo que es genial y creo que ha preparado los chocolates mas deliciosos que hay en este mundo. ¿Porque dejarlo ir cuando podemos ayudarnos mutuamente?
- ¿qué harás si tu padre se da cuenta? Todos los policías en la ciudad se quieren deshacer de el y tu lo quieres tener frente a la cafetería mas recurrida en la ciudad.
- lo esconderemos. - ella levanta ambos hombros. - debería quedarse a dormir en tu casa. Quiero decir, la casa que te presto.
- ¿perdona? - no estaba acostumbrada a vivir con nadie desde que mis padres se fueron a vivir a otros ciudad. ¿Cómo iba a vivir con un desconocido y uno que me pone de lo mas nerviosa? De solo voltear a verlo un segundo y notar como me estaba mirando, ya estaba nerviosa. No podía con esto. - ¿por qué no contigo?
- mi padre me mata si ve que meto a un chico a la casa. - hace ella una mueca. - pero puedo vivir con ustedes.
- si, podríamos ser los tres. - dice este emocionado.
- con la excusa de que quiero pasar mas rato con mi gran amiga Nora. - ella dice sonriéndome emocionada y no me queda mas que fingir estar de acuerdo con ello. No hay mucho que yo pueda hacer. - será nuestro plan... de nosotros tres. Vamos, podemos ayudar al que parece ser el futuro de los postres... y ganaremos también aquí. Papá lo apreciaría. Y a ti no te vendría mal un poco mas de dinero.
- si... supongo que eso es bueno. - dije en voz baja para mi pero puesto a que Willy en serio estaba encima de mi, viendo de mi rostro de una manera muy descarada, si me escuchó. - ocupo el dinero. - le dije ya que no me quedaba de otra mas que darle una explicación.
- descuida, lo tendrás. Te doy mi palabra. - dice levantando la mano y esperando que se las choque, entonces, eso hago. - ¿somos un equipo?
- somos... somos un equipo. - dije y ese se retira de donde esta para brincar de nuevo por la barra y se pasa con Julia para abrazarla. Extraño e incómodo. - solo hay un pequeño detalle.
- ¿cual es? - pregunté.
- le debo dinero a los que me dieron una noche el día de ayer.- dice rascando su nuca. - mucho dinero y si no se los pago... no me van a dejar a ir nunca.
- ¿de dónde piensas conseguir ese dinero? - pregunté y creo que era demasiado obvia la respuesta. - entonces no te puedes quedar a vivir con nosotras, tu tienes un compromiso con ellos.
- ¡Nora! No seas una aguafiestas. - Julia en serio quería vivir con esta persona, tanto que me regañaba. - puede hacerlo, solo finge estar allá... y... se viene con nosotras.
- ¿qué ventaja sería esa? En ambos lados tiene una cama y un techo.
- si pero, estoy con mis socias. - dice con su sonrisa típica y se recarga en la barra para verme mas de cerca. - vamos Nora, no seas aguafiestas.
- no repitas lo que dice Julia. - dije y me voltee para seguir trabajando. - tenemos clientes... hablamos al rato.
- ¿qué te parece si te invito a comer? Y conocemos un poco la ciudad. Como... una cita. - escuché que ella le dice. Vaya que a Julia si le gusta este chico.
- acepto con mucho gusto. Si. - el le contesta y solo oigo como la puerta se cierra de como se van.
- genial. - dije para mi misma y ya que no estaban, aprovecho y yo me recargo ahora en la barra y veo que me había dejado un chocolate. No se si a mi específicamente, entonces no lo consumí. Mejor lo guardé y seguí trabajando.
...
Llegué a la casa y puesto a que estaba acostumbrada a estar sola, dejé mi bolso y de más cosas en la mesa de estar y me recosté sobre el sofá de lo cansada que estaba que no conté con que yo era la única persona aquí. Willy y Julia salen riendo de una de las habitaciones como si llevaran horas platicando y ya eran los mejores amigos del mundo. Ni siquiera ya en mi propia casa podía escaparme de esto. Pero luego recuerdo que vivo aquí gracias a ella y no me puedo quejar mucho. Pero exijo mi tiempo de descanso, ni siquiera me voy a tomar la molestia de voltear a verlos.
- tengo que irme esta noche. - dice ella con genuina tristeza mientras toma la mano de el. - mi nana va a perder la cabeza si no llego hoy a dormir a la casa pero... mañana le explico que ahora quiero pasar mis tiempos con Nora.
- valido. - dije y reí con ella. - solo... solo ten cuidado ¿de acuerdo? No quiero que tengas problemas con tu familia. En serio me preocupo por ti.
- que linda eres. - me dice con una amplia sonrisa y luego se voltea para abrazar de Willy. - ¿ocupas algo mas para tu velada?
- todo está Perfecto gracias a tu ayuda. - este le dice y puse los ojos en blanco ante lo empalagosos que eran. Escucho como ella le da un beso en la mejilla y no puedo evitar fruncir el ceño. Distráete Nora, abre de tu libro. Lee y no pienses en eso.
- adios chicos, nos vemos mañana. - ella dice y por fin, cierra la puerta detrás suyo. Escucho a Willy caminar por el lugar y me pegunto que podríamos hablar en este momento. Así que solamente me enfoqué en mi libro.
- no te comiste el chocolate. - el dice y voltee la cabeza para verlo. - te lo dejé y por lo que veo, aquí sigue.
- no me notificaste que era mío así que pensé que lo habías olvidado. - levanté ambos hombros y este se acerca a donde estoy para regresarme lo y que lo tomará entre mis manos. - estoy algo llena.
- pero si no has cenado nada.
- eso tu no lo sabes. - reí y me senté para poder verlo bien de frente. Este se sienta en el sofá de enfrente y quedamos mirando a nuestros ojos. - pero es cierto, no he cenado. Pero... no quiero cenar un chocolate.
- ¿qué sueles cenar? Adivino, eres mas de comida salada. Tienes cara de que prefieres lo salado a lo dulce. - lo miré con los ojos entrecerrados. - ¿dije algo mal?
- ¿Julia tiene cara de preferir lo dulce?
- nunca las comparé. - dice levantando ambas manos. - no, no me refiero a eso. No, yo um... solo digo que no pareces disfrutar mis chocolates en lo absoluto. No te emociona la idea de que estemos en esto juntos y te ves siempre muy molesta cuando yo estoy presente.
- perdona pero no te conozco. Hace unas hora solo eras el chico con el sombrero que estaba en el centro de la plaza. Ahora vas a dormir bajo mi mismo techo y no se si eres un asesino en serie.
- no lo soy.
- pero no tengo como creerte. - levanté ambos hombros y me puse de pie para ir a la cocina en busca de mi cena de todos los días. Me serví cereal con leche y me lo traje al sofá para que el viera. - ¿quieres?
- eso es dulce.
- también disfruto mucho la comida salada, deberías intentarlo algún día. - dije para molestarlo. - ¿qué solo comes chocolate?
- cuando no tengo dinero como para comer algo mas... si. Es lo que puedo hacer con mis propias manos. - hice una mueca y le entregué mi cereal para que el por igual cenara. Me mira con una sonrisa, de verdad parecía agradecer el que por fin hiciera algo por el. - no nos hace estos los mejores amigos del mundo, es solo porque eres mi huésped en esta casa, señor Wonka.
- es mucho mejor aquí que siendo esclavo en ese hotel tan terrible que solo jugaron conmigo. - el dice de mala gana. - mañana iré.
- ¿por qué irías? ¿Qué no se supone que quieres escapar de ahí?
- me encariñé con alguien ahí.
- oh, tienes novia. -mierda ¿por qué pregunté eso? Solo siento como mis mejillas se empiezan a calentar y claramente, a estar rojas. - o una amiga.
- si, una amiga. Pero no mi novia. -se ríe. - se llama Noodle y no me gustaría dejarla ahí sola. Quiero ir a verla mañana y contarle de nuestro plan. Y es que ella debe mucho mas dinero que yo entonces... este plan tiene que funcionar. Para que ella pueda salir.
- suena bien. - admití. - yo quiero el dinero para salir de aquí.
- ¿quieres dejar la ciudad? ¿Por?
- para buscar a mi padre. - admití. - mi madre murió cuando yo era muy pequeña y luego terminamos siendo solo mi padre y yo. Y ahora el se fue en busca de un buen trabajo y conseguir dinero para ambos y... no lo he vuelto a ver.
- pero ¿qué tal si...
- ¿si el esta muerto? - terminé su oración y el solamente me ve con tristeza. - supongo que es una posibilidad, si. Pero prefiero no pensar en aquello ¿sabes?
- Nora. - me dice y voltee a verlo. - creo que eres una gran persona.
- no me conoces. - reí y me puse de pie de nuevo para ir por un segundo plato de cereal ya que el tiene el mío. - pero gracias.
- me gustaría conocerte mas. - se pone de pie por igual y camina rápido hasta donde yo estoy. - ¿eso se puede? No quiero incomodarte. Siento que te caigo muy mal.
- no me caes mal. - dije nerviosa ya que de nuevo, estaba muy cerca mío. - te he contado lo de mi padre y ni siquiera te conozco bien... creo que eso te debe decir mucho.
- cierto. - sus ojos se enfocan justamente en los míos y me muestra su mas linda sonrisa, yo le sonrío por igual y siento mis manos temblorosas con el plato del cereal.
— muy bien. - interrumpí aquel momento. - a cenar.
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