–Con cuidado, mamá, nos vemos en la fiesta – la señora Overland se subía al coche que estaba estacionado fuera de su casa, sus hijos la despedían

–Falta poco, tranquila –

–Te cuidas y no lo olvides, traes el juego de novia más bonito que encuentres – pidió el albino

–Cuenta con eso, hijo – dijo la mujer y subió al coche. Cuando el carro se alejó, Mérida entró a la casa, Jack la iba a seguir pero un niño corrió hacia él

–¡Jack! – llamó el muchacho, el peli blanco se giró a verlo – Haddock no se fue, está en la cantina – el albino frunció el ceño.

–¿Tienes algo para que ganemos? – Hiccup estaba jugando con Aster, Tadashi y otros a las cartas

–Creo que nos voy a condenar– respondió

–Te condensate sólo – el castaño maldijo por lo bajo – ¿Qué haces aquí?  Te dije que te fueras... –

–No podía irme, sería un cobarde –

–Entonces, saca tu pistola – pidió el albino

–No la traje – Jack rio

–Tú sí que quieres verme la cara de tonto, sabes que no ataco a quien no trae nada para defenderse – miró al peli gris – Aster, préstale la tuya – el chico le entregó su pistola al castaño – Ahora sí, no tienes cómo defenderte –

–No puedo atacar a mi mejor amigo, Jack... –

–¿Amigo? ¡¿Amigo?! ¿Cómo te atreves a llamarme así? –

–Te lo pondré más fácil – Hiccup se levantó y quedó frente al albino –No puedo herir al hermano de la mujer a quien más quiero – Jack se molestó

–Eres un cobarde, quieres quedar como héroe pero no lo vas a lograr y yo me voy a dar el gusto de matarte – dijo intentando sacar su arma

–¡Momento! ¡Tú y yo vamos a arreglar primero unos asuntos, después si quieres me matas! – dijo el castaño señalando la cocina, al albino lo miró serio

–Está bien – accedió de mala gana y lo siguió

Pasados diez minutos, Jack salió de la cocina sin pronunciar una palabra, estaba serio y decidió irse del lugar, cuando lo hizo, Hiccup salió y suspiró tranquilo

–La sentí cerca, de verdad – comentó y devolvió la pistola a Aster –Gracias, pero no hizo falta – dijo y el castaño se marchó del lugar

***

Alrededor de la media noche, Jack estaba afuera de la casa de Hiccup tomando de una botella de alcohol

–Empiecen – sus amigos comenzaron a tocar  –Otra vez
camino sin dirección
acompañado por la inmensidad
de una noche fria y gris.

Y la luna,
que llena el crepúsculo
me baña en matices de nostalgia
al reflejar tu rostro
Me siento tan triste amor,
tan infeliz
tan lleno de ansiedad
no sé qué nos separo,
y como negarle a mi corazón...

...que aún te amo
que aún te extraño
Los días sin ti
son como morir
Aún...
...te amo

¿Dónde estás?
no quiero perderte...no, no
No sé si piensas en mí
como yo en ti
oh me haces tanta falta
Que vale el orgullo
si me siento así
si eres gran parte de mi
Dónde supones que
debo ocultar
el dolor que llevo aquí?....

Si aun te amo
Si aun te extraño
Los días sin ti
son como morir
Aun...
...te extraño

No sé que nos separó
que puede hacer
este abismo entre los dos
No quiero esta soledad
te quiero a ti
te quiero solo a ti!

Aun te amo
Aun te extraño
Los dias sin ti
son como morir

Aun...
...te amo... –

Cuando acabó la canción, el peli blanco se giró para ver a los chicos que lo acompañaban y sacó dinero de su cartera

–Recuerden lo que hablamos, si les preguntan yo nunca vine a dar una serenata ¿entendido? Los himbres asintieron y luego se marcharon, dejando al peli blanco solo, el chico se acercó a la casa y sonrió al ver que la luz de abajo se encendía, así que logró acercarse a la ventana – Ya decía yo que tenías que viajar, hermosa – la ventana se abrió y el peli blanco hizo un mueca de disgusto – Buenas noches, Agnarr... ¿cree que podría decirle a Elsa que baje, por favor? – tomó un poco de la botella

–¿No sería lo mismo que hablar conmigo? – preguntó el hombre serio, Jack casi se ahoga con la bebida

–Claro que no, hombre... ¿qué van a pensar de mí si me ven haciéndole el amor a usted? – el hombre se molestó

–¿Viene usted a hacerle el amor a mi hija? – el albino asintió – Ella ya tiene dueño... –

–Su dueño voy a ser yo –

–Elsa ya tiene un hijo... –

–Pues que se duerma –

–¿Y el marido? –

–Usted me dijo una vez que le hubiera gustado que yo fuera su yerno... –

–¡Ante la ley! Así, no. Mi hija ya tiene un esposo... – Jack sonrió burlón

–Pero yo no soy celoso –

–Pero yo sí, no podemos dejar al marido de lado – Jack pasó una mano por su cuello

–Agnarr... qué pena que a usted no se le puedan decir ciertas cosas... –

–¡Pero yo sí que puedo decirle a usted muchas cosas! Vaya a un bar a cantar su música y deje de molestar a mi hija – dijo el hombre molesto, Jack frunció el ceño

–¿Quiere que me vaya? – el hombre asintió – Muy bien, pero antes, quiero que le diga a Elsa que la quiero... –

–¿Ah sí? ¿Y si no cumplo su encargo? –

–Eso no es problema porque se que está arriba oyendo todo – Jack miró hacia arriba y sonrió – ¡Elsa! ¡Quiero que sepas que te quiero y mucho! –

–Cállese... –

–¡Te quiero y me voy porque tu padre me corre! – Elsa estaba escuchando todo desde su habitación, no pudo evitar reír ante lo que Jack decía pero a la vez se sentía triste, no sabía qué hacía...

***

–Ya te dije que yo ya no te quiero ni tampoco puedo quererte – Mérida estaba hablando con Hiccup afuera de su casa, el castaño le había llevado serenata y ella había decidido ir a correrlo

–Pues de eso tú tienes la culpa, ¿recuerdas cómo me rechazabas siempre? –

–¿Por eso te casaste con Elsa, que además de ser la novia de tu mejor amigo, era tu prima? –

–Bueno, eso suena feo... –

–Eso sólo me reafirma que eres un sin vergüenza de primera –

–De acuerdo, pero eres la mujer que más quiero en mi vida y te aseguro que si tú me dices que también me quieres yo me separo de Elsa... –

–Eres un cínico... y yo, te quiero lejos de mi vida – Mérida entró a su casa cerrando la puerta detrás de ella.