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-¡Astrid ! ¿Dónde está mi corbata? - en la casa de los Overland, tanto Mérida, como su madre y hermano se estaban alistando para la fiesta de compromiso de Jack. La sirvienta, Astrid, una chica de cabello rubio llegó con lo que el peli blanco lo había pedido
-Señor, no sabe a quién me he encontrado hoy en la plaza - habló la chica sorprendida, el albino la miró
-¿A quién? -
-A la señorita Elsa, se veía muy libda con su bebé... ¿sabía que es un varón?
- Mérida y su madre se miraron preocupadas - Lo que me sorprendió fue que estuviera abrazada al joven Hiccup ¿es verdad que se casaron y...? - Jack le arrebató la corbata de las manos
-Es suficiente - dijo molesto y salió de la habitación, Astrid miró apenada a Mérida, la peli roja fue detrás de su hermano mientras que su madre se acercaba a ella
-Astrid, en ésta casa no se tiene permitido mencionar esos nombres ¿de acuerdo? - le dijo algo molesta, Astrid se disculpó y salió del lugar.
Mientras, Jack estaba intentando hacer su nudo de la corbata cuando su hermana entró
-Aún la quieres ¿verdad ? - le preguntó al acercarse a él, Jack le sonrió
-No - Mérida se rio y le ayudó con su corbata
-No intentes engañarme, te conozco mejor que nadie - dijo ella, Jack suspiró rendido, era verdad
-Sí...yo creí que ya la había superado, me siento enfermo. Cuando se fue creí haberla superado pero ahora, ese sentimiento ha regresado - Mérida lo miró, ya había acabado el nudo
-Ya sabes lo que dicen... para olvidar un mal amor, cucharadas de olvido y gotitas de otro amor - Jack se rio
-Tienes razón - le dijo y besó su frente - Debo ir por algo antes, las alcanzaré allá ¿de acuerdo ? - la peli roja estuvo de acuerdo.
Jack se encontraba a fuera de la casa de los Haddock, vio cuando la puerta de la casa se abría y de ella salía Elsa tomada del brazo con Hiccup
-Cuídate mucho - le dijo la platinada, Hiccup le sonrió
-Tranquila, te veré luego ¿sí? - el castaño besó la mejilla de la chica y se marchó, Jack apretaba sus puños, le dolía verlos pero sabía que debía olvidarla; decidió acercarse más a la casa para que ella lo viera, cuando Elsa se giró para entrar se detuvo en seco y sus piernas comenzaron a temblarle
-Jack - pronunció, el albino se acercó a ella
-No entiendo para qué volvieron - habló él con voz fría y seca, a Elsa le dolía pero sabía que se lo merecía
-Y-yo... - prefirió agachar la cabeza
-No sé por qué te avergüenzas, sólo fue una traición - Elsa lo miró a los ojos
-Jack, por favor... -
-Cuando a un chico como él y a alguien como tú los une la traición acaban mal -
-¿Q-qué... ? -
-Él te va a terminar dejando por otra y tú - Jack la miró serio - Acabarás siendo desdichada - dijo y se alejó de la casa, Elsa llevó su mano a la boca para ahogar un sollozo, se lo merecía pero dolía su frialdad.
***
–Mi querida, Punzie, muchas felicidades – Hiccup besó la mejilla de la peli dorada. La rubia llevaba un vestido morado y su cabello agarrado con una trenza
–Gracias – le sonrió
–Punz – la voz de cierta chica hizo que ambos se giraran para encontrarse a Mérida tendiéndole un regalo – Esperamos que te guste – dijo la peli roja, Rapunzel tomó el regalo y abrazó a ambas mujeres
–Hola, Mérida – saludó el castaño con una sonrisa nerviosa, la peli roja le sonrió un poco y giró su rostro, no quería ni esperaba volver a verlo
–¿Y Jack? – la rubia buscaba al chico de cabello blanco
–Él... –
–Aquí estoy, no se preocupen – Jack entró a la casa y se puso junto a su hermana, cuando vio al castaño lo miró serio
–Vamos, pasen a sentarse – invitó el padre de Rapunzel, las mujeres lo siguieron, Hiccup iba a ir pero Jack se lo impidió
–¿Qué haces aquí? – le preguntó
–Me han invitado, vengo a celebrar y a comer – le respondió el castaño
–¿Quién te invitó? ¿El general? – Hiccup asintió – Ya qué... – dijo con celo fruncido y se alejó del chico para acercarse a la rubia, Rapunzel abrazó al albino y besó su mejilla
–Es un placer para mí anunciarles la boda de mi bella hija, Rapunzel con Jack Overland y la verdad, no habría podido escoger un mejor yerno – dijo el hombre abrazando al albino, la gente comenzó a aplaudirles
–Gracias, general – el hombre se acercó a Hiccup
–¿No le gustaría dedicarles unas palabras a los novios? – el castaño sonrió burlón
–Ya lo tenía en mente, no dude de mí – el hombre sonrió agradecido, Hiccuo se acercó a los novios – Cuando alguien se va a casar la gente dice que ojalá el novio quiera a su pareja, sino que se vaya preparando para su velorio... – las risas se hicieron presentes – Pero, para ésta novia sabemos que no hay necesidad de advertir nada porque Overland es un muy buen partido y viene de familia noble y buena ¿verdad, Jack ? – preguntó el castaño con una sonrisa de lado
–Claro que sí, pienso mantener el apellido Overland en alto y con buenos ojos... no hay necesidad de hacer escándalos ni amenazas, sólo a aquel que quiera desconfiar de mí... Hiccup Haddock, un apellido que por años ha marcado de penas a los demás y ahora no creo que sea la excepción – Rapunzel miró a su padre confundida
–Yo digo que hay que olvidar lo pasado y culpar a la suerte, si mezclamos algo de bueno con malo se vuelve regular ¿no? Yo acepto que soy malo pero quiero mezclarlo con algo de bueno y así, tal vez pueda cambiar – Jack se rio
–Los animales no cambian lo que son, cuando eso pasa terminan lastimándose y mintiéndose a sí mismo... hay que hacerlos entender que no pueden cambiar–
–Claro que lo entienden, no son tontos pero... sí son entrometidos por el hambre de amistades –
–No son más que los malos aquellos que roban a sus amigos – Hiccup sonrió de lado
–¿Eso piensas? – el castaño se acercó al albino
–Lo afirmo – Jack se acercó al chico
–¿No quieres retractarte...? –
–No–
–Pues yo sí – Hiccup se dio vuelta, Jack iba a ir tras él pero Rapunzel lo tomó de la mano
–No sé que pasó ahí pero mejor bailemos ¿sí? – pidió la rubia, Jack tuvo que acceder y la tomó de la cintura para pegarla a él. Hiccup sonrió al ver que el albino estaba ocupado y Mérida iba por algo de tomar, así que aprovechó para acercarse a la peli roja
–Mérida – llamó el castaño, la chica lo miró seria –¿No vas a saludarme? – ella alzó una ceja
–¿Quién eres? – Hiccup rio
–El mismo que te quiere cada día más – ella sonrió burlona
–Ah, claro... el mismo que por hablador y quererse pasar de listo recibió un buen golpe –
–Pero aquí sigo, aún estoy vivo–
–Vivo pero atado a una persona –
–Ni tanto, esa atadura es muy flexible y se rompe con facilidad –
–Mira, Haddock, mejor vete, yo no quiero tener nada que ver contigo y... –
–Pero yo sí, te quiero con todami alma –
–Pues te van a partir el alma también – Hiccup maldijo en bajo –Mer, ve con Punzie, por favor – la peli roja se fue dejando a los chicos solos
–Jack, yo sólo... –
–Te lo advierto, Hiccup, deja en paz a mi hermana. Escúchame bien, sabes que cumplo mi palabra, si para mañana no te largas de la ciudad, donde te encuentre te mato– Jack se alejó dejando al castaño pensativo por lo que haría
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