Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

una sorpresa.

Las palabras de Amane rebotan dentro de su cabeza con tal intensidad que hace que se olvide de prestar atención a su clase actual.

Pero valdrá la pena al final, ¿no? Después de todo, no solo está demostrando ser capaz, sino que también está haciendo un favor a la escuela al deshacerse de las peligrosas apariciones que la acechan.

Yousei-san, o como Amane prefiere llamarlo, las hadas, parece ser una aparición de comportamiento travieso en lugar de peligro real. Después de todo el único daño que hacen es robar las pertenencias de los estudiantes, no hay asesinatos ni maldiciones en su nombre. Al menos hasta ahora.

Si embargo yo podría estar equivocado.– Amane había admitido algo inseguro. — Solía ​​haber una versión más oscura del rumor, pero creo que se cambio. Ahora, si llevas caramelos contigo, las hadas no te molestarán, parece.

Kou solo frunció el ceño en respuesta. Ser ahora una aparición "libre" de problemas puede ser tranquilizador para algunos, pero no puede ignorar el hecho de que antes eran una amenaza.

Pasivo o no, Kou decidió que él sería el juez de eso.

Cuando termina la clase, lo primero que hace es salir corriendo del aula. Sus amigos por otro lado no le toman importancia, suspirando ya que ahora se han acostumbrado a sus extrañas peculiaridades. (no es que sea algo malo, ellos aceptan a Kou por como es).

Con el bastón en la mano, Kou corre al viejo edificio con la esperanza de encontrar pistas. Diferentes escenarios que pasan por su cabeza como ideas pasajeras. Tal vez ocurrió un ataque, pero nunca se registró, tal vez lo está pensando demasiado. (eso no importa). Nunca puede estar seguro hasta que se demuestre lo contrario.

Entonces, cuando está solo unos pasos hacia la azotea, su ritmo se ralentiza cuando aparece una silueta familiar en su vista.

Esperaría encontrarse con Amane, ya que sabe que le gusta pasar el rato en la azotea para mirar el paisaje, aunque con mucha precisión al cielo, ya que su mirada siempre está hacia arriba o hacia adelante. Sin embargo, lo que no esperaba era encontrar a Yurei-san jugando a las cartas con criaturas similares a conejos.

Con demasiado rosa en su opinión, solo puede parpadear.

Entonces, él grita.

— ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

Yurei-san chillo en sorpresa seguido de las pequeñas criaturas rosadas quienes también al ser sorprendidas reaccionaron con temor para después estas se dispersaran con rapidez lejos de donde ambos se encuentran.

— ¡¿Cuál es tu problema?!– Yurei-san responde, exasperado. Aunque al notar se trata del rubio, su cuerpo se relaja mientras su rostro cae en su (ahora) habitual puchero molesto.

— Es difícil dejar atrás los hábitos de acoso ¿eh?– Se burla, abrazándose a sí mismo protectoramente mientras actúa como alguien angustiado. Los ojos de Kou se contraen con molestia.

— Te dije que no soy un acosador.– Él declara, ganando una mirada de disgusto. — ¡Deja de hacer eso!

— Entonces, ¿cómo se supone que debo mirarte?

— ¿Como una persona normal tal vez?

— Hasta ahora no lo mereces.

— Exorcizarte es muy tentador.

— Vaya, me siento halagado.

— ¡Ya basta!– Kou estalla, sosteniendo el puente de su nariz pues ahora está harto. Tratar con Yurei-san realmente es un dolor con el que no desea lidiar. — ¿Qué haces aquí de todos modos?

— Bueno, como puedes ver, estaba jugando a las cartas antes de que entraras– resopla. — No solo un acosador sino también un intruso. Me estás dando demasiadas ideas para darte en apodos, ¿no crees? No vengas a llorar más tarde.– Dejando escapar una risita, este se dedica a comenzar con juntar las cartas antes de que la brisa pueda llevárselas. Ahora que sus oponentes han huido, podría suponer que la ronda ha terminado, y como están afuera, no correrá el riesgo de que se pierdan sus cartas.

— ¿Cartas? Espera no. Quiero decir, ¿qué estás haciendo en la azotea? No deberías de, uh ¿ya sabes? ¿Estar en el baño?– Kou pregunta, sonando genuinamente confundido. Yurei-san lo mira atónito por un momento antes de suspirar.

— Mi rumor puede estar relacionado con los baños, pero prefiero estar en un espacio con aire fresco que en un baño desagradable, muchas gracias.– Él responde, sonando ofendido, pero en este punto Kou ha esta ignorando sus comentarios dramáticos.

— Eso tiene sentido, supongo.– Es mucho mejor, eso puede admitirlo.

— Lo es.–  Afirma. — De todos modos, linda conversación pero me tengo que ir. Las clases han terminado y eso significa que las posibilidades de que algunos mocosos intenten pedir un deseo pueden suceder.– Antes de que Kou tenga la oportunidad de responder, Yurei-san ya se levantó de su lugar, las cartas siendo guardadas en su bolsillo para asegurarse no vayan a ninguna parte. Acercándose con suaves pasos hacia él. Cuando está a su lado, Yurei-san coloca su mano sobre su hombro, sus labios cerca para que Kou pueda escuchar.

— Además, alguien viene,– agrega rápidamente. — Si yo fuera tú, podría tratar de no parecer un idiota, pero supongo que eso es estar pidiendo mucho.– Terminando con una sonrisa, le da una palmadita antes de que su forma desaparezca, desvaneciendose suavemente mientras su risa se queda atrás, aún llenando los oídos de Kou.

Entonces, por un momento, Kou no sabe qué hacer. Vino a buscar a las hadas, pero en su lugar se encontró con Yurei-san una vez más.

Esto no es lo que Kou esperaba cuando vino en busca de apariciones, siendo sincero.

Unos pasos perezosos hacen eco detrás de él, esta siendo la señal de que alguien se acerca al donde se encuentra. Tal vez realmente debería tomar el pequeño consejo que le dio Yurei-san y componerse para evitar que parezca que se está mirando a la nada. Probablemente tambien debería regresar a su salón de clases, pues se ha dado cuenta de que olvidó sus cosas durante su pequeño apuro. Tal vez podría regresar a casa temprano para poder prepararse o al menos pensar en una comida para preparar a su familia.

Sí, eso suena como una buena manera de pasar la tarde.

— ¿Minamoto-senpai?– una pequeña voz lo llama desde atrás sacándolo de sus pensamientos. Girando sobre sus talones, sus cejas se alzan al ver a Amane al final de las escaleras. Como se dijo antes, no es realmente una sorpresa verlo en la azotea ya que era bastante esperado, pero aún es algo curioso encontrarse con él en tan poco tiempo.

— Oh, hola Amane.– Él saluda en su lugar. — ¿No te irás temprano hoy?– El chico más bajo solo parpadea antes de sacudir la cabeza.

— Hoy también estoy esperando a alguien para que podamos irnos juntos.–  Aclara, su voz se calma mientras se dirige a su lugar habitual. Kou sigue detrás.

— Supongo que estás esperando a tu hermano?– Asume, Kou se encoge de hombros.

— No lo he decidido, aunque estaba considerando irme temprano, así tengo tiempo para preparar la cena.–  Él admite, Amane tararea.

— Eso suena bien.

Dando un suave "". Permiten que el silencio caiga sobre ellos.

Decidiendo es mejor costarse por el momento, Kou acomoda sus brazos detrás de su cabeza para su comodidad, sus ojos observando las nubes esponjosas que pasan sobre ellos, trayendo una brisa fría con ellas. Amane, por otro lado, pone su peso sobre sus brazos mientras sus piernas se balancean de lado a lado, su mirada nunca abandonando el cielo que tanto le gusta perderse con solo mirarlo.

Pasan unos segundos y minutos, todo en un silencio cómodo que a ninguno de ellos le importa. Y está bien, a veces así son las cosas.

— ¿No te vas a ir temprano a preparar la cena?– Amane pregunta de la nada después de un tiempo. Un tono travieso deslizándose en su suave voz que casi toma a Kou desprevenido. Casi.

— No lo sé, pero estoy bien.– Él responde con el mismo tono, una sonrisa en sus labios. — ¿Te importa que esté aquí?–  Puede ver a Amane encogerse de hombros.

— No realmente– Él dice con facilidad. — ¿Te importa si te cuento un rumor pasajero que escuché hoy?

— No realmente.–  Él ríe. — Venga dime ¿Que es lo tienes?

El moreno cambia de posición, cambiando a una mejor sentada para poder observar al otro, Kou también se reincorpora. — Bueno,– comienza. — Escuché a algunos de mis compañeros divagar acerca de cómo Yurei-san podría convertirse en un misterio escolar.

Kou no puede evitar fruncir el ceño.

— ¿Qué quieres decir?

— Es solo especulación, supongo.– Amane parece pensativo mientras dice esto: — Pero desde que se ha convertido en un rumor popular recientemente, la gente está debatiendo si podría o no tomar el séptimo lugar.

— ¿Qué pasa con el actual misterio escolar no. 7?–  Kou pregunta más exasperado de lo que le gustaría admitir. Amane solo parpadea, confusión en sus rostro.

— ¿No lo sabías? Nadie ha podido convocar a Hanako-san durante más de una década.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro