Capitulo: 3
Severus miro como su Madre se limpia con un trapo mojado su rostro amoreteado desvío su mirada –Yo hare la comida Mama, tu solo descansa- sin esperar camino hasta entrar en la cocina.
Eileen miro con tristeza a su hijo, ella deseaba tanto que Tobías cambiara pero eso ya no podía ser su esposo desde que entero de que era una bruja y Severus teniendo magia al igual que ella, cambio mucho.
Escucho como la puerta se abría, no pudo evitar encorvarse al mirar a Tobías entrar intento decir algo pero su voz no salía.
Por otra parte Tobías miro el rostro lastimado de su esposa, a pesar de que el no le había proporcionado nada de esos golpes no pudo evitar sentirse horrible consigo mismo camino y tomo asiento en el sofá donde su esposa se encuentra.
Agarro con sus manos el trapo mojado que tenía Eileen en su regazo, con cuidado limpia el rostro de su bella esposa –Perdón soy una maldita escoria por hacerte esto...jamás me lo perdonare-
Eileen miro el rostro de su esposo él cual tenía un semblante triste, culposo y rabioso, lagrimas se aproximaron a los ojos de la mujer, no pudo evitar sollozar por lo dicho. Hace tiempo que Tobías no mostraba cariño hacia ella que le pareció sub real.
El hombre abrazo a su esposa, acariciando su cabello con ternura, susurrándole palabras de cariño para que supiera que el la ama –Dame una última oportunidad- su mano acaricio el rostro delicado de la mujer –Prometo que esta vez yo cumpliré como marido y como Padre-
La mujer sonrío con amor asintió ante las palabras dichas –Lo hare te creo cariño- algo dentro de ella le decía que podía confiar en él
-Mama ya está- paro de hablar al ver a Tobías miro con rareza, ver a Tobías abrazando a su Madre era irreal –Tobías- dijo con enojo
Tobías sintió su corazón romperse al oír a su hijo se nota que su pequeño tenía mucho resentimiento con él –Bueno yo me iré a la habitación para no incomodar- se levantó subió las escaleras y se encerró en su habitación.
Suspiro cansado esto iba ser difícil el ganarse la confianza de su hijo, pero no imposible, saco sus zapatos se acostó en su cama, cerrando sus ojos para dormir lo cual fue fácil quedando en segundos dormido.
Abajo era una pelea, Severus reprocho a su Madre por decidir darle una oportunidad al hombre, Eileen le suplico a su hijo que le diera tiempo y si mira que Tobías no cambia entonces ellos se irían del lugar. A regañadientes Severus acepto aquello.
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A la mañana siguiente Tobías se despertó temprano, se bañó y cambio con ropa limpia, se miró en el espejo se mira algo decenté, miro a su esposa dormida, sonrió con cariño beso su mejilla como despedida.
Salió de su habitación y bajo las escaleras, miro su hogar descuidado a pesar de que era la misma casa en la Hilandera no podía decir que lo era, al salir miro alrededor del barrio.
No era para nada a lo que está acostumbrado todo se mira como si fuera un oyó desesperación, negó ante lo visto, camino hasta salir del lugar.
Tobías había intentado hallar trabajo pero tal parece que su antiguo yo tenía una mala fama, mientras camina derrotado por la negativa de las personas miro lo que es un tallar de autos y que pedían un trabajador.
Se lo pensó en varias ocasiones en su vida normal él era un científico que tan costoso seria arreglar autos si él podía arreglar una computadora inteligente, así que con perseverancia camino para adentrarse en el local.
-Disculpe vengo por lo del trabajo- Tobías miro alrededor del lugar era grande y lleno de automóviles
Un hombre alto, fornido y de cabello negro con iguales ojos –Ha sí ¿dígame sabe cómo arreglar autos?- pregunto al hombre
Tobías trago no quería mentir pero tampoco quería quedar como desempleado, suspiro –La verdad...no jamás eh trabajado en esto, pero aprendo rápido no tendría problemas y siempre estaré a tiempo en el trabajo-
-No lo sé nosotros esperamos pero con experiencia y tú no tienes eso a tu favor-
Tobías bajo la mirada –Escuche yo solo quiero conseguir trabajo para dar de comer a mi familia- subió su mirada decidido –Se lo suplico solo acépteme puede hacer una semana de pruebas y si no rindo lo indicado entonces me iré-
El hombre se lo pensó –Bien no tengo nada que perder, ¿puedes comenzar hoy?-
-Por supuesto, lo hare- Sonrió ante aquello - eh ¿Señor...?- pregunto
-Saúl Smith, escucha deberás de mañana venir a las 7 en punto y con atuendos viejos ya que no utilizamos uniformes, eh Moisés ven aquí- llamo con voz alta a un chico.
Moisés un chico de tan solo 18 años corrió hasta llegar al lado de su jefe –Diga para que soy bueno-
-Bien chico deberás de enseñar al Señor el cómo arreglar autos- señalo a Tobías con su dedo –Hijo te confió que le enseñes bien-
Moisés asintió y miro al Señor –Venga Señor tengo que enseñarle mucho-
Tobías camino para seguir al chico.
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Jadeo con cansancio había estado cargando cosas pesadas además de que era difícil cambiar llantas, ver el carburador y poder ajustar el motor.
-Señor me sorprende aprende rápido- Moisés le paso una botella de agua –Ha muchos compañeros no les agrada esto ya que es algo pesado-
Tobías bebió su botella no sabía que tenía sed pero su lengua al probar agua no paro hasta dejar vacío el envase con su manga se limpió sus labios –Bueno no soy un hombre que se retracta-
-Lo veo, espero que siga con ese ánimo mañana-
Al ponerse el sol el taller cerro, Tobías se despidió del dueño para asegurar que mañana vendría.
-Moisés hijo, tu qué piensas del hombre- alzo su brazo como despedida
Moisés miro igualmente al Señor –Puedo deducir con solo mirarlo que es un buen hombre-
Smith asintió tal vez el tener al hombre no le haría mal al negocio de autos.
Cansado por una jornada dura de trabajo llego a su hogar, abrió la puerta adentrándose al lugar, miro como su esposa cosía ropa y su hijo leía un libro en la mesa.
Eileen noto la presencia de Tobías –Bienvenido a casa cariño- sonrió con amor al hombre
-Gracias, hoy puedo decir que he obtenido un trabajo- camino hasta su esposa tomo asiento en el sofá al lado de ella, beso con ternura los labios de su mujer.
Eileen se sorprendió por el gesto de cariño, se sintió dichosa por tal acto, acaricio con su mano la mejilla de su esposo.
Tobías se separó del beso al sentir como su hijo los veía tal vez con asco por parte de él –Bueno creo que debo de tomar un baño, estoy literalmente bañado de sudor- antes de levantarse beso la frente de Eileen despidiéndose de ella.
Miro a su hijo el cual lo veía con rabia contenida, le sonrió pero este solo hizo una mueca de asco y retomo su lectura, siguió su camino al dormitorio, al estar adentro soltó un suspiro de cansancio.
Sería difícil que Severus le retomara confianza, pero no imposible.
Vamos Tobías yo confió en ti, tu puedes hacerlo :D!
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