Promesas. [Obito]
Hoy luce una linda tarde, donde el sol cubre benévolo los caminos naturales de Konoha e ilumina aquellos pasadizos semi ocultos entre las casas, construcciones tipicas que se levantan bajo un celeste manto de nubes nácar.
El día esta muy bonito, igual que hace unos años. Exactamente en la fecha cuando pedí matrimonio a mi tonto bakakashi...
Fue todo tan perfecto...
Igual que hoy, aquella fue una fecha de septiembre, la cual conservo en mi memoria clara y nítidamente.
Recuerdo como sollozó de felicidad en la torre mientras yo lo cargaba gritando mi amor a los cuatro vientos. Sin duda, el mejor día de mi vida.
Nuestro ensayo de boda no fue menos increíble. Llego tanta gente que tuvimos que hacerlo en espacio publico, con ayuda de nuestro maestro. Yo tartamudie de una manera espantosa en los votos. Apunto estuve de desmayarme por los nervios, a pesar de esto, me tranquilice al ver los ojos de mi amado peliplata. Ese creído es tan hermoso...
Pero basta de recuerdos viejos.
Debo apresurar el paso para visitar a mi Hatake, como siempre. Me encanta llamarlo y sorprenderlo.
Camino feliz por el sendero que habitualmente utilizo, esperando encontrar al canoso de mi vida lo cual ocurre pronto. Esa peculiar cabecita platinada es fácil de hallar.
Intento alcanzarlo pero él se escabulle por las numerosas calles, entrando a un sitio alejado. Hasta ese momento me percato de que un hombre de cabello café va siguiendolo de manera poco natural.
¿Ese no es Yamato?
Dobló la esquina donde hace poco pude observarlo desaparecer y
entonces me congelo en mi lugar.
En estos momentos puedo ver a mi prometido ser acorralado contra la pared por el castaño, quien baja la tela de su rostro y comienza un intenso contacto labial.
Esta besando a mi futuro esposo.
Siento mi corazón romperse al darme cuenta de que el albino no solo se esta dejando besar, si no que corresponde gustoso, pasándole incluso las manos por el cuello. Esas manos coronadas con una alianza...nuestra alianza...
-... K-Kakashi...- sin poder evitarlo musito con la voz quebrada su nombre, llamando la atención de mi pareja.
Esta, al advertir mi presencia, gira sorprendido en mi dirección sin lograr verme. Escapo de ahí mientras siento picar mis orbes debido a las gotas saladas que se aglutinan bajo los párpados temblorosos. Esto esta mal, muy mal.
No es la primera vez que pasa.
Primero fue Minato sensei y luego el tipo de ojos sombríos.
¿Porque me hace esto? ¿Ya se canso de mi?
Me duele mucho el pecho pero no me detengo hasta llegar a la zona habitable que llamo hogar, atravesando a varias personas en el camino. Tal vez me disculparía si no estuviese tan destrozado.
Siento humedecerse mis mejillas a razón de algunas lagrimas.Estoy agitado, no sabia que aun tenia la habilidad de llorar.
Sigo preguntándome que fue lo que hice mal para provocar que bakakashi no este conforme conmigo. No se como el imbécil llegó a enamorarme así.
Yo lo beso todas las mañanas, le susurro que lo amo e incluso evito que tenga pormenores, cuidándolo. He hecho de todo para tenerlo contento aunque el nunca me note, lo cual cala profundo en mi ser.
Odio su maldita indiferencia.
Al principio no era así, pero desde el accidente todo cambio.
Cuando le regalo una rosa extinta en vez de tomarla solo pasa de largo. Si le quiero detener, parece no oírme y sigue su camino. Antes callaba todo a su alrededor para escucharme,sin importar las miradas raras que se cernían sobre el, ahora ni siquiera voltea.
A veces me dan ganas de retarlo y decirle "Solo quiero estar contigo torpe, deja de ser un mal agradecido y dime que hacer para que vuelvas a mirarme" , pero el jamas me escucha.
No quiero ser invisible.Me duele.
No quiero... ser olvidado.
Escucho pasos apresurados que se acercan cada vez más.
- ¿O-Obito?
Me giro inmediatamente al reconocer la voz asustada, sonriendo. Parado frente a mi se encuentra mi ex compañero de cabellos platas, apretando entre sus manos un ramo de flores doradas con blanco y violetas, la misma combinación faunal que usaríamos en la boda.
Se acerca inseguro para luego sentarse sobre sus rodillas,la vista al suelo.
¿Por que no me encara? No estoy enojado. No puedo molestarme con él.
-Se que estas aquí, te he escuchado...necesitamos hablar de esto.
Mi rostro se ilumina inconscientemente al procesar lo que dijo. ¡Me ha escuchado! ¡Por fin me oye!
-Esto no puede seguir así.
Espera un segundo, ¿De que demonios hablas?
- Es cansado ver a las personas a escondidas, que todos piensen que estas mal.Estoy perdiendo la cordura.
¿Cansado?
-Kakashi...
-¡No! ¡Malditasea estoy harto!¡Esperando como un estúpido cosas que jamas pasaran!
Calmate...no me gusta que me grites, ¿No vez que me lastimas? ...para...
-Quiero...Tengo derecho a ser feliz. Deja ya de buscarme, diez años es demasiado...
Apenas y puede distinguirse su timbre bocal entre el tono exhausto,dolido. Si lo conozco aunque sea un poco, puedo asegurar que se siente extraviado, tal vez incluso mas que yo.
-Te amo con toda el alma bobo, pero es imposible seguir asi. Ya no te pertenezco, ni tu a mi. Eres libre.
¿Ya no? Pero...nosotros hicimos un juramento, no puedes dejarme...Kakashi...no me hagas esto...
Toma tembloroso el anillo quitándolo de su blanca mano y enredándolo en el tallo verde de una orquídea. Sus ojos empiezan a nublarse.
-Desde hoy me libero de todo lazo contigo. Entre nosotros ya no existe unión alguna. Por favor, basta...
Se levanta dejando sobre la rígida piedra el conjunto de flores, el suelo se humedece por su tenue llanto, apenas notable. Puedo ver que muerde su labio inferior con fuerza. No quiere hacer esto.
-Adiós, Obito.
Es lo ultimo que pronuncia ante la roca antes de dar media vuelta y salir corriendo.
Yo solo lo acompaño con la vista, centrando mi atención en su figura distante al tiempo que la brisa hace oscilar mis cabellos negros.
Me recuesto luego junto a las flores que de alguna manera me regalo, olfateando su aroma con suavidad. Es una lastima que no pueda tocarlas.
Pienso en lo que mi prometido dijo mientras percibo la fría tierra bajo la cual duermo desde hace una década,después de un tragico derrumbe en mi trabajo.
Aveces, cuando lo veo llorar, me pregunto si esta bien el insistirle tanto, pero siempre llego a la conclusion de que hago lo correcto.
Tengo que seguirlo por que yo si cumplo mi palabra. Aun que él ya no recuerde nuestro convenio.
Ese pacto que ensayamos sin sellar en el altar.
Prometo amarte, cuidarte y protegerte aun después de morir, por el resto de la eternidad.
¿Acaso creyó que era una broma?
...
Para quien no entendió, si, Obito esta...muerto. Y su alma sigue a Kakashi, en afán de cumplir su voto sagrado, condenándolo a vivir unido a su espíritu.
Y estoy segura que al principio pensaron que el albino era el malo ¿no?
Estaba pensando en que me faltaba algo y por eso hice este Obikaka. No podía quedarme con las ganas, lo siento.
Si les gusto, regalenme una estrellita :D
En caso de que no, pueden lanzarme tomatazos ;-;
¡Gracias por leer!
Como sea, dudo que alguien llegue hasta aquí, pero ¡Gracias!
:3
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