El Alfa gruñó molesto, observó al menor pasar todo el control y finalmente salió de allí con la cabeza en alto. Sí, pasar en la cárcel no fue un tiempo bonito, pero al menos aprendió a no hacer lo que le hizo a su Omega.

Changbin sin saludarlo si quiera, le dejó ir un golpe no tan fuerte en el estómago, haciendo que el otro Alfa sonriera de lado.

—Eso es porque no me dejaron verte en estos cinco años y por las estupideces que hiciste.

—¿Me acogerás en tu hogar, Hyung? —preguntó yendo detrás del mayor.

—Claro, un sirviente me hace falta... —dijo burlón y Chan bufó—. Tendrás que pagarme el alquiler...

—Claro... —dijo bajando la cabeza—. ¿Cómo está...? —sin terminar la pregunta Changbin alzó la cabeza viendo el cielo oscurecer.

—Solo te diré que está perfectamente, ha sabido sacar adelante a sus hijos de manera responsable, sin mentirte, algunas veces ha llegado llorando, pero nada que él no pueda superar —soltó un suspiro antes de seguir hablando—. Sé que no me corresponde, pero es algo que debes saber, entre los papeles que firmaste estaban las custodias de los niños...

—Eso lo sé...

—Lo que no sabes, Bang, es que no son dos niños, son tres... Jeongin tenía un mes de embarazo cuando pasó el desastre, tenía cuatro cuando te vio por última vez y para mi desgracia tuve que aguantar a Félix llorando porque al romper vuestro lazo, sufrió un montón.

—Él me pidió que lo rompiera —dijo rápido el menor con un nudo en la garganta.

—Ya... pero no se atrevió a decirte que estaba embarazado... tenía siete meses y al romper su lazo, rompiste el de tu hijo... —el azabache le vio por algunos segundos.

—¿Otro niño? —se le escapó una sonrisa y Changbin también sonrió.

—Sí, le puso Shota, tiene cinco años... —Changbin dejó pasar algunos segundos y finalmente preguntó al menor—. ¿Quieres conocerlo? —los ojos iluminados del azabache le confirmaron la pregunta, pero no era tan fácil pues siendo viernes, Jeongin estaría preparando ya la cena.

—Quiero verlos a todos...

—Adivina, hay tres nuevos niños que conocer, tu hijo y dos más.

—¿Seungmin tuvo gemelos? —Changbin negó confuso.

—Seungmin tuvo una niña, te falta uno...

—No me digas que Jeongin tuvo otro más —su rostro se volvió blanco ante la idea, Changbin soltó un suspiro molesto.

—No, Jeongin solo tuvo a tu hijo. Félix... dio a luz a una niña hace unos meses... —la mirada nostálgica de Changbin hizo que Chan frunciera el ceño.

—Definitivamente lo perdiste, ¿cierto?

—Aunque no lo creas, también es mía —y soltó una carcajada.

—¿Una cena? —cuestionó el azabache observando a los niños hambrientos—. Vale, los preparo y llegamos. Chanhee y Jungwoo a la ducha ya, Shota, nos toca recoger.

Los dos mayores obedecieron rápido, corriendo a la habitación, mientras el mayor y Shota se quedaron recogiendo los juguetes que había, luego pasaron a la cocina haciendo trabajo en equipo terminaron rápido.

En veinte minutos, los cuatro estuvieron listos.

Salieron en camino a la casa de Félix, aunque iba confundido porque ayer Félix dijo no tener ánimos por su pequeña Yeji así que esto pintaba raro. Y encajaba sospechosamente con la salida de Chan de la cárcel, pero quería descartar eso, así que llegó con los ánimos muy subidos a casa de su mejor amigo.

—Tío Lixie tiene un gato muy feo —se quejó Shota entrando al hogar del rubio y toparse con el felino de blanco pelaje—. Quita bicho...

—Shota —regañó su padre, el niño hizo caso omiso y fue hasta el rubio que lo esperaba con los brazos abiertos—. Están hambrientos así que sales de comer ya...

—¿Qué hay de cena? —preguntó Jungwoo preocupado ya que las cenas que preparaba Félix eran raras cuando estaba embarazado y él tenía miedo.

—Es una sorpresa —jugó el mayor—. Jeongin, ¿podrías traerme el biberón de la cocina?

Jeongin asintió, lo que no sabía era que en la cocina no se encontraría un biberón, si no a su ex esposo hablando con Changbin.

Y como era de esperarse para la pareja, Jeongin comenzó a temblar en su sitio, su aroma se volvió más pesado. Bueno, básicamente la cagaron en hacer esto como un reencuentro ya que no tuvieron en cuenta el daño que ocasionó Chan, pero ambos pensaron que Jeongin ya lo había superado.

Chan se giró, cuando sus ojos se encontraron, ambos soltaron un suspiro pesado.

—¡Papá, el bicho me muerde! —el llanto del menor de sus hijos hizo que Jeongin lo buscara alerta, pero no hizo falta porque el niño trepó por su cuerpo y detrás venía el felino moviendo su cola tan feliz—. ¡Quítalo, quítalo! —renegó sollozando.

—Shota, es un gato, no te va a morder.

—¡Sí muerde! ¡Araña también! ¡No lo quiero, quítalo!

—Shota, no te va a hacer nada, mira... —bajó a la altura del animal y...

—¡Si no lo quitas lo tiro por la ventana! —sorbió por algunos segundos su nariz, sus ojos estaban repletos de lágrimas—. ¡Papá en serio! —renegó abrazado a Jeongin—. Quítalo... —murmuró entre sollozos.

Chan alzó al minino, llevándolo fuera de la cocina, al volver, Jeongin tenía una mirada fría sobre él.

—¡Gracias, señor! —sonrió Shota sin despegarse de Jeongin.

—Félix, nosotros nos vamos, ya tienen visita —dijo el azabache haciendo un ademán de irse.

Chan bajó la cabeza, lo entendía, pero dolía.

—Yo tengo hambre —renegó el niño en sus brazos—. Dijiste que comeríamos aquí... incluso recogí mi lado de la cama —sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y Félix intervino antes de que Jeongin saliera con sus niños.

—Jeongin, los invitamos para que pasen tiempo con...

—Lo que querían era que este malnacido viera a Shota, ya, lo has visto, estarán muy contentos con su hazaña de niños pequeños.

Bajó a Shota que lo vio sin entender y se confundió aún más cuando Chanhee y Jungwoo corrieron a abrazar al señor que se llevó al gato del demonio.

—Me voy —cogió la mano del más pequeño y finalmente los otros dos le siguieron con lágrimas en sus ojos, tampoco entendían lo que pasaba, pero habían visto a su padre después de tanto...

Los tres mayores se vieron entre sí, Chan con sus ojos repletos de lágrimas y los otros dos sintiéndose culpables.

No todas las medias lunas tienen finales felices, fue lo que murmuró Changbin.

—Se conocieron muy rápido... —prosiguió el rubio.

—Solo era por unos meses que te quedarías a vivir en su casa de alquiler... 

Aquí acaba la primera temporada. La historia sigue con 'Return', que será publicada mañana o en los días posteriores a este.