La secundaria, un periodo de desarrollo en el cual los jóvenes se van descubriendo a sí mismos mientras son golpeados por los fuertes efectos de pesadilla más grande que toda persona debe sufrir, la pubertad.

Y atrás de la escuela se podía ver a cierto pelinegro el cual vestía con el clásico uniforme de secundaria japonesas, solo que este tenía las mangas de la chaqueta recogidas, y tenía un dobladillo en el lado izquierdo de su pantalón, además de que tenía su cabello peinado hacia atrás.

—Aquí les traigo la mercancía —Dijo en frente de un grupo de estudiantes, para sacar de su mochila una gran cantidad de revista para adultos, dejando boquiabiertos y casi babeando a todos.

— ¡Eres el mejor Saruyama! —Comento uno de los jóvenes.

—Ni lo mencionen chicos, total, yo ya estoy abastecido de nuevo materia hehe.

— ¡Saruyama-senpai! —El mencionado volteo hacia atrás para ver a un joven de cabellera rubia al estilo mohicano acercarse hacia él—. Tiene que venir rápido.

— ¿Tachibana? ¿Qué pasa?

— ¡Yuuki-senpai! ¡Está peleando con el Superior! —Saruyama abrió sus ojos como platos al escuchar esto, al igual que el resto.

— ¿Yuuki contra El Superior?

— ¿En serio? ¿El Demonio le hacer por fin frente a El Superior?

— ¡Oh my god, esto será épico papus!

«¡Maldito idiota!» Saruyama no lo pensó y tomo del brazo al chico.

— ¡Tachibana, llévame donde están peleando! —Él solo asintió, comenzando a correr los 2 hacia la misma dirección.

Mientras tanto, en uno de los pasillos se la escuela se podía ver a un gran grupo de alumnos viendo como otro que vestía como un pandillero era mandado a volar de un solo golpe, cayendo junto a otros que estaban igual de lastimados, estando en frente de un joven de cabellera negra algo corta pero que le daba un aire un aire de elegancia.

—Lo siento mucho senp-

No pudo ni hablar cuando su cabeza fue pisada por aquel tipo como si anda, el cual, mantenía una sonrisa sínica y sus ojos cerradas.

—No necesito disculpas, necesito hechos, y ustedes, son inútiles... Como siempre, eres alguien de tener... Yuuki.

En frente de él se encontraba nuestro protagonista el cual iba con el uniforma normal, con una única diferencia de que no llevaba la chaqueta del uniforme, destacando la camisa roja que llevaba debajo de la del uniforma, sus nudilleras y el hecho de que tenía el cabello más largo.

—Si eso es todo lo que tienes, entonces no me impresionas, son los mismos tipos que mandas para lastimar a otros, como siempre.

—Por favor Yuuki, solo intento marcar mi territorio, además, solo les doy un poco de libertad para hacer lo que ellos quieran hacer.

— ¿Libertad dices? Esos bastardos casi abusaron de una menor —El tipo solo suspiro haciendo que Rito lo miraba con enojo.

—Como siempre, el bueno y samarito Yuuki, ¿En serio crees que haciendo eso cambiaras algo? ¿Qué la gente te mirara diferente? Eres igual a nosotros, y quienes nos rodean lo saben, solo buscas peleas porque sabes que te encanta, solo que, a diferencia de ti, nosotros no nos mentimos a nosotros mismos.

—Si tanto dices eso, porque no en lugar de esconderte detrás de tus gusanos que solo te siguen por puro miedo, te enfrentas a mí como un verdadero hombre, Susuga

Todos miraban con atención esto, mientras que aquel tipo abrió sus ojos lentamente, mirando con frialdad a Rito, el cual se mantenía firme frente a él, sin mostrar alguna pizca de miedo, algo que, a él, lo molestaba mucho.

— ¡Rito!

— ¡Rito-senpai!

El mencionado volteo hacia atrás para ver quien le hablaba, viendo a Saruyama y a Tachibana dirigirse hacia él.

— ¿Chicos? Pero q-

— ¡Senpai cuidado!

Rito apenas pudo reaccionar cuando fue atacado directo en el rostro por Susuga, logrando atraparlo con su mano, volteando a verlo con aquella mirada afilada que distinguía a Rito, una mirada que solo significa una cosa... Peligro.

En un rápido movimiento, Rito lo jalo directo hacia él, solo para darle un cabezazo en su nariz, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos, todos miraban sorprendidos esto, al igual que Susuga, quien se tocó la nariz, para ver como de esta salió un poco de sangre, algo que uso que abriera sus ojos por completo, reflejando una gran rabia en estos y varias venas se marcaban en su cara, mirando a Rito con obvias intenciones de matarlo.

— ¡MALDITO DEMONIO! ¡¿QUIÉN MIERDAS TE HAS CREIDO?!

— ¡Hay más de donde vino eso! ¡Ven si quieres descubrirlo! —Dijo Rito mientras sonriera de forma retadora y ojos afilados se centraban en él.

— ¡Rito no! —Este volteo a ver a Saruyama, solo para levantarle el pulgar y sonreír de forma cómica.

—Tranquilo Saruyama, todo está bajo control.

Y en un solo movimiento ambos se lanzaron el uno hacia él otro, todo siento visto por los alumnos, pero en especial, por cierta chica de cabellera azul la cual miraba con sumo detenimiento la pelea, viendo como Rito a pesar de los golpes que recibía, no caía, así como el hecho de que siempre mantenía esa sonría en su rostro, algo que sacaba de quicio a Susuga.

Pero, sobre todo, aquellos ojos, que representaban no solo la fiereza, sino también la valentía, y que significan que siempre estaría listo para pelear, ojos que ella vio muchas veces, y que jamás perdían esa fuerza interior.

Los ojos de un cazador, de un peleador, un guardián, un guerrero... Su guerrero.

Aquel que se cuidaba solo, pero por, sobre todo, cuidaba de otros... Aunque desearía que esto solo lo hiciera con ella, y solo para ella... Pero eso, tenía un arreglo.

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La mañana había llegado a nuestro presente, Rito fue abriendo sus ojos lentamente gracias a los rayos del sol, una nueva mañana para nuestro joven castaño.

—Bueno días —Dijo mientras cada un bosteza.

—Buenos días Rito —Se quedó congelado ante la mención de su nombre, solo para girar la cabeza ir a su lado a Lala nuevamente desnuda mientras le daba una sonrisa.

Haciendo que Rito se pusiera rojo al extremo y saliera disparado de su cama al instante.

—Maldita sea, por última vez... ¡QUIERES PONER ALGO DE ROPA POR FAVOR!

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https://youtu.be/dNepEVfK5eI

Hoy presentamos: Pasado y Futuro presentes.

Una mañana turbulenta como ya era de esperarse para Rito, no sabía ya cuántas veces Lala se metía en su cuarto y se dormía a su lado, sin ropa, con esto ya hacía a la pregunta si todos los miembros de su raza serian igual de descuidados, o si concepto de lo que se puede denominar como, indecencia sería tan diferente.

Lo peor de todo, es que cada vez más. Se sentía más acostumbrado a este tipo de actos hechos por Lala y eso no le gustaba para nada, eso, y porque cada vez que lo pensaba sentía como su cara se iba poniendo de un rojo que con solo tocarla se quemarías la mano.

Ahora mismo ambos jóvenes se encontraban sentados en la mesa mientras Mikan les iba sirviendo el desayuno.

—Aquí tienen.

— ¡Muchas gracias Mikan! ¡Buen provecho!

—Buen provecho.

Los 3 juntos comenzaron a degustar de la comida de Mikan, Lala disfrutándolo a más no poder.

— ¡Mikan como siempre tu comida es deliciosa! ¡Desearía poder cocinar como tú!

—Muchas gracias Lala-san, esto es algo de lo que me enorgullezco mucho, y no te preocupes, sabes que siempre te puedo enseñar, dudo mucho que este tonto prepararte algo decente cuando yo no este.

—Este tonto tiene orejas ¿Sabes? —Dijo de mala forma—. Además, por lo menos se preparar arroz, así que eso es un logro para mí.

—Poner a hervir arroz en agua caliente no es logro Rito.

—Para mí lo es.

—No importa Rito, cuando sepa cocinar te prometo que siempre te preparare el desayuno –Dijo Lala de forma alegre, haciendo que Rito se sonrojara un poco.

—T- tampoco es que esfuerces mucho.

Mikan veía esto de forma divertida al igual que Peke, ya había pasado dos semanas enteras desde que Lala llego a la tierra y una desde lo sucedido en el acuario, el tiempo paso bastante rápido sin que se dieran cuenta, Lala ya se iba acostumbrado con mucha facilidad a las actividades de la tierra, ella misma se había propuesto a conocer más sobre el planeta y su cultura para evitar meter a Rito en problemas nuevamente, aunque suena más fácil que hacerlo.

Pero la intención era lo que contaba por lo menos, una de ellas era que aprender a cocinar, aunque una que otra vez casi quema la cocina o lo que preparo se movía, y eso sí que asusto a Rito en más de una ocasión.

Él por lo menos veía como Lala se esforzaba, y eso le daba un sentimiento bastante alegre al castaño, convivir con ella a pesar de que a veces sentía que por su culpa se saldrían canas o se le caería el cabello antes de tiempo, era algo bastante divertido.

— ¡Sin duda la comida de la tierra es la mejor!

— ¿Qué acaso no te gusta la comida de tu planeta Lala-san?

—Gusta, pero estoy bastante acostumbrada a que esta llegue fría, que probar algo tan cálido como esto, me hace muy feliz.

—LA comida de la familia real es preparado con un extremo cuidado por los mejores chefs, también es revisada para su seguridad, si es que llega a tener algún elemento que ponga en riesgo la vida de alguno de los miembros —Agrego Peke.

—Menuda vida se carga tu familia, bueno, igual 'tas chiquita así que se entiende hehe —Dijo Rito de forma divertida haciendo que Lala se sonroja riéndose un poco por su comentario, sacándole una sonrisa igual a él.

Después de un buen desayuno, todos se fueron a sus perspectivos lugares de estudio, Rito y Lala para su suerte habían salido a buena hora para la escuela, el camino solía ser algo largo, pero el ambiente era agradable, y eso que antes para Rito era algo incómodo pues nunca había ido con una chica a la escuela, pero como se dijo, el castaño ya se iba acostumbrando a esto un poco más, no de la manera que él quisiera, pero algo es algo.

—Por cierto ¿Hiciste la tarea de literatura? —Pregunto a la pelirosada, haciendo que se quedara con cara de palo—. Doy por hecho que no, en serio me sorprende que siendo una súper genio seas tan descuidada —Y sin darse cuenta, Lala la está enfrente de él mirándolo con ojos de perrito triste—. Noo, ni si quieras lo pienses.

Pero Lala no se movía de allí, Rito intentaba mantenerse firme, pero mientras más la veía más se ablandaba, hasta que al final suspiro con resignación.

—Está bien, te la paso, pero no vayas a escribir lo mismo que yo, y el Sensei se dará cuenta de que te copias de mí ¿Entendiste?

— ¡Sii! ¡Gracias Rito! —En un veloz momento Lala se acercó a Rito, dándole un beso en la mejilla, provocando que el castaño se pusiera superultrahipermega rojo, si es que existe algo así hehe.

Saliendo disparado directo hacia atrás por la impresión y la vergüenza, casi arrastrándose por el pavimento.

— ¿Q ¡¿Qué chingados haces?!

—Te di un beso de agradecimiento ¿No te gusto Rito?

— ¡N- nn-n no! ¡No puedes besarme solo como si nada!

—Pero si fue en la mejilla.

— ¡UN BESO ES UN BESO Y PUNTO!

—Rito-dono no se altere tan temprano por favor, o llamara mucho la atención.

—Mooo, ¿Por qué siempre tienes que ser tan frio Rito?

— ¡Que no soy frio, y ya te lo he dicho múltiples veces! —Solo se fue levantando mientras se sacudía el uniforme—. Como sea, solo vámonos que se nos hará tarde.

— ¡Siiii!

Ambos solo siguieron con su camino, rito intentando calmarse por el momento Lala mirando con algo de diversión la actitud de Rito, aunque ella desearía que él no fuera tan cerrado para este tipo de cosas, aunque ninguno se dio cuenta que cierta peliazul los había visto a la distancia, acercando su mano hacia un poste de concreto, solo para comenzar a presionarlo, provocando que este comenzara a agrietarse.

Mientras tanto, en el espacio exterior, una nave de la flota del imperio Deviluke orbitaba la tierra, siendo esta la nave de Zastin el cual miraba el planeta con sumo lujo de detalle.

«Ya es hora» Dijo para sus adentros, viendo a la distancio como algo iba cayendo directo hacia la tierra, juntamente en la tierra de Japón.

—Comandante Zastin, tenemos una llamada entrante.

—Conecta la llamada.

En frente de Zastin apareció una pantalla holográfica de la cual se podía ver una silueta oscura, pero no podía distinguirla bien la imagen hasta que...

—Zastin —Tras escuchar su nombre, logro identificar aquella voz, haciendo que este comenzara a sudar frio.

—M- mi señor.

Mientras tanto con nuestros protagonistas, iban llegando a la academia, cambiándose sus zapatos por sus zapatillas escolares.

— ¿Oh? ¡Haruna! —Rito volteo hacia un lado al escuchar esto, viendo llegar a Haruna a la escuela.

—Buenos días Lala-san —En ello, ella vio a Rito, sonriendo con amabilidad, haciendo que Rito se sonrojara un poco—. Buenos días Yuuki-kun.

—O- oh, buenos días Sairenji.

— ¿Qué tal tu mañana Haruna? ¿Qué desayunaste?

— Pues bastante normal, desayune arroz y un pan tostado.

—Que rico, yo desayune sopa miso...

Ambas chicas se fueron juntos hacia el salón de clases; esto era algo que a Rito lo había impresionado mucho, y es que después de lo que sucedió en el acuario, Lala y Haruna habían comenzado a llevarse bastante bien, esto lo caso de onda al principio, pero por lo visto, esto ayudaba a Lala a mezclarse mejor con ellos.

Además, sacaba un poco de provecho esto, ya que podía acercarse un poco más a la peliazul y así empezar a una buena amistad con ella, algo es algo al final del cuento, con Lala, aun no sabía cómo sentirse, pero esa necedad que tenía al principio con querer echarla o que desapareciera de su vida, sin darse cuenta, ya se había ido.

Aunque había algo que le había comenzado a molestar un poco, y era...

— ¡Lala-chan, hoy te ves tan resplandeciente como siempre!

Rito al entrar al salón se encontró con la típica escena que veía estos días, y era a Saruyama junto con otros chicos adulando e intentando coquetear con Lala, esto lo había comenzado a molestar un poco, principalmente por Saruyama ya que sabía cómo era, pero dejando eso de lado, le daba algo de enojo que lo hicieran aun si él estaba cerca.

—Lala-chan, hay que almorzar juntos, please —Decian mientras intentaban hacer los ojos de perrito.

—Lo siento chicos, pero siempre almuerzo con Rito, igualmente gracias —Dijo de forma amable para ir a su asiento, dejando de los chicos en su estado de deprimencia... Otra vez.

—Lo mismo de siempre he —Dijo Rito de forma burlona, ganándose la mirada de enojo de Saruyama.

— ¡Maldito infeliz! ¡¿Por qué todo lo bueno te pasa a ti?! ¡¿Qué te cuesta compartir un poco de su suerte conmigo?!

«Si supieras»

—En serio te envidio Rito, tener una belleza como lo es Lala-chan, sin mencionar que viven juntos, caminan juntos, comer juntos, ah ah dormir juntos, ah ah ah bañarse jun-

— ¡No mames cabrón! ¡¿Qué te pasa?!

— ¡Pues que quieres que haga! El solo imaginarte están ustedes 2 bajo el mismo techo hace que mi sangre hierva, pero que mi imaginación vuele.

— ¡Cierto cierto! —Decían los demás.

— ¡Ustedes cállense carajo! Mira, no hemos hecho nada de lo que tu cochina mente a soñado ¿Okay? Así que cálmate.

—Vale, lo hare, tienes suerte de que mi deseo de ver cadáver en el suelo todo herido mientras me cago en tu cabeza haya disminuido.

—No pues gracias por esas palabras –Dijo con muy obvio sarcasmo.

—Bueno, dejando eso de lado —Se acerca a Rito un poco más—. ¿Qué tal van las cosas con Sairenji? —La pregunta casi en un susurro, sorprendiendo bastante al castaño—. Ya sabes, después de lo que me contaste.

—... Bueno, no hemos hablado mucho realmente, solo una que otra vez, pero comparado como hace tiempo, las cosas son mejores.

—La verdad, cuando me dijiste que querías empezar siendo su amigo me sorprendiste, pensar que tú, quien llevaba tanto tiempo atrofiándose la mente con la idea de salir con ella, quería empezar con una simple amistad, debo decirlo, pero me enorgulleces amigo.

—Gracias bro, solo, quiero ver hasta dónde llegan las cosas.

—Eso veremos, por lo mientras, sigue mi consejo, y disfruta la vida, dale el lujo de enseñar lo que tiene en su menú, y cuando estés listo, pon fin sabrás tu destino, después de todo, no sabes con quien te revolcaras al final del día.

—Tampoco de paces vato.

—No me pidas que deje de ser hombre ¿Okay? No sabes cuándo desearía tener una chica con la cual salir, besarla, abrazarla y sentir su calidez, pero mientras eso no se cumpla, ese muñeco seguirá en el mercado —Decía de forma chula.

—Sí, pero de la basura que nadie revisa hehe.

Saruyama se terminó lanzando contra Rito, aunque a este no le fue muy difícil contratacarlo con una llave al cuello, ganándose la miraba de sus compañeros, algunos apoyando a Sayurama, básicamente todos los hombres por su desprecio hacia Rito, y las chicas pues miraban a los chicos como idiotas, nada nuevo, aunque les parecía curioso la forma de actuar del castaño el cual solía ser alguien bastante tranquilo.

Lala quien estaba con Haruna y sus amigas miraba de forma divertida Rito, por su parte la peliazul miraba de forma algo nostálgica esto, recordando aquellos tiempos de la secundaria.

Rito por su parte sentía algo de diversión en esto, pues así fue como conoció a Saruyama, peleando, nada nuevo siendo honesto, pero de algún modo hacer esto le daba nostalgia de los tiempos de la secundaria, antes de que todo se fuera al carajo, lo único bueno fue que tuvo amigos como Saruyama que, a pesar de todo, se quedaron a su lado.

Y ahora que lo pensaba, hace un buen rato que no se enfrentaba a nadie, su vida a pesar de empezar tan caótica, parecía haberse calmado un poco, eso tenía que ser buena señal para él de algún modo... O eso es lo que él creía.

Pues muy cerca de la escuela, una criatura de gran tamaño se iba acercando lentamente hacia esta, mientras que su cuerpo iba emanado una gran cantidad de vapor.

—Lala... ¿Dónde estás? ¡Lala!

Cerca de la zona, también se podía ver Zastin en la cima de un árbol, mirando con detenimiento la escuela.

—Sera mejor ir rápido mientras aún sigue en línea... Muko-dono, las cosas están a punto de ponerse pesadas para usted.

.

.

.

.

—Muy bien, preparada, ¿Lista? Y ¡Ahora! —Grito el entrenador para que Lala saliera corriendo a una gran velocidad por toda la pista del patio, dejando boquiabiertos a todos—. 1... 100 metros, en tan solo 10.9 segundos, es un nuevo récord.

— ¡Yuju! —Festejo la pelirosada.

—Como siempre, Lala-san tienes una condición increíble, ¿No te gustaría unirte al club de atletismo? —Comento el entrenador.

— ¿En serio? ¡Seria genial! Lo pensare —Dijo para que seguido, el entrenador siguiera con las demás chicas.

—Lala-sama.

— ¿Eh? ¿Qué pasa Peke?

—Tengo que recordarle que debe disminuir sus capacidades a lo más mínimo, de lo contrario la descubrirán.

— ¿Eeehhh? Pero si lo hice.

—Pues creo que debe de reprimirlas aún más.

—Mmmm, está bien, veré que puedo hacer ¿Y Rito?

—Rito-dono esta en jugando el deporte terrícola conocido como futbol.

— ¡¿En serio?! ¡Iré a verlo! —Corrió bastante animada hacia donde estaban jugando los chicos.

La hora de educación física por fin había llegado, una de las pocas clases en las cuales Lala sentía que podía resaltar más, principalmente ya que una no dominaba al 100% el resto de las materias de la escuela, y para su suerte, hoy le tocaba a Rito jugar.

— ¡Rito, pásala! —Grito Saruyama.

— ¡Ahí va! —En un rápido pase se la dio a al pelinegro para que este junto con otro chico metieran un gol— ¡Bien!

— ¡Asi se hace Saruyama!

— ¡2 – 3!

Este era de los pocos momentos en los cuales Rito podía disfrutar de una competencia sin llegar a los golpes, el futbol era la segunda cosa en la cual se daba a destacar además de su amor hacia la jardinería, y más cuando lo jugaba con los chicos.

Ni siquiera se percataba de la miraba de las chicas, principalmente la de Haruna que lo miraba.

—Los chicos sé que son bastante buenos, aunque sea lo único en lo que pueden destacar —Comento Mio.

—Pero ya viste los movimientos de Yuuki, son asombrosos, en serio que me impresiona —Comento Risa mirando a Rito—. Incluso Saruyama, al menos aquí demuestra no ser solo un mono en celo, mmm, ahora que lo recuerdo, creo que ambos estaban en el equipo de futbol de la secundaria.

— ¿En serio?

—Sip, ¿No Haruna?... ¿Haruna? —Ambas chicas miraron a la mencionada, pero esta se mantenía mirando hacia el partido—. ¿Para donde estas mirando? ~

— ¡Kyaaaa! —En un veloz movimiento Risa se puso detrás de Haruna, comenzado a manosearle los pechos.

—Mmm

~ Tus pechos son pequeños y lindas como de costumbre~

— ¡Espera, Risa! —Haruna rápido se soltó del agarre sukulento de Risa UwU

—Has estado algo distraído ¿No te parece? —Comento Mio.

— ¿Distraída?

—Sí, no es muy común en ti, oh, ¿No me digas que has comenzado a fijarte en un chico? ~ —Dijo Risa de forma picara, haciendo que Haruna se sonrojara.

— ¡¿Por qué preguntas eso?!

— ¡Vamos Rito, tu puedes!...

Las 3 chicas voltearon a ver hacia un lado, viendo a Lala animando a Rito el cual estaba bastante concentrado en el partido.

—Se nota que Lalachi le tiene mucho cariño a Yuuki.

—Sin mencionar que ya se hizo de una gran popularidad, vaya que es increíble ¿No Haruna?

—Sí, ella es muy increíble.

Fue todo lo que dijo Haruna mirando a Lala sin ninguna emoción; el resto de la clase paso bastante rápido hasta que el entrenador los llamo a todos.

— ¡Atencion! ¡Todos reúnanse! —Todos se acercaron hacia el entrenador, Lala estando bastante cerca de Rito, y con Saruyama mirando con celos—. Bien, les quería comentar que dentro de muy pronto se acercara el festival escolar, por lo que deben entrar los más que se pueda, ya que elegiremos a quienes nos representaran en cada evento.

Todos se emocionaron ante la noticia, en especial Rito y Saruyama pues estaban seguros que los elegirían para la competencia de futbol, Lala por su parte miraba confundida.

—Rito ¿Qué es un festival deportivo?

—Oh es cierto, se me olvido decírtelo, veras, cada cierto tiempo las escuelas realizan un festival en el cual los alumnos compiten en diferentes obstáculos, principalmente para fomentar el compañerismo entre todos.

— Oh ya veo, se oye divertido ¿Por eso todos están tan emocionados?

—Así es, principalmente ya que este es nuestro primer festival para nosotros al ser de primer año.

— ¿En serio?

—Si

—Y para tu información Lala-chan, Rito y yo somos de los que mejor condición física hay en el grupo —Comento Saruyama impresionando a Lala—. Después de todo, solíamos ser gran atletas.

«Si por atletas te refieres a partir bocas, pues si, éramos muy buenos en eso» Pensó con sarcasmo Rito, aunque no podía negar que eso le dio mucha resistencia física.

—Wow, ¡Esto sin duda alguna será emocionante!

—Lala-san, recuerde que por más emoción que tengo, debe mantener su fuerza a lo mínimo.

—Ya lo sé —Comento algo fastidiaba.

— ¿Acaso dijo algo?

—Tú solo ignórala —Dijo Rito.

—Y de paso, le aviso que uno nuevo alumno de segundo año que se inscrito a la escuela, estará al tanto de nosotros, principalmente gracias a sus grandes talentos como deportista; reciban por favor a su nuevo compañero, Susuga Itou.

Tras escuchar aquel hombre, Rito y Saruyama abrieron los ojos como platos, incluyendo a Haruna, todos mirando hacia el frente para ver a un joven de cabellera rubia y ropa deportiva el cual mantenía sus ojos cerrados, al principio parecía que se habían equivocado, pero no fue cuando abrió sus ojos, dejando ver aquellos ojos de pescado muerto.

—Mucho gusto a todos, soy Susuga, espero que nos llevemos bien —Dijo mientras daba una sonrisa coqueta, ganándose la atención de la mayoría de las chicas.

— ¿Susuga? —Dijo Risa—. Haruna ¿Qué no así se llamaba un chico de la secundaria que expulsaron?

Pero la peliazul no respondió, mientras que Rito y Saruyama se miraron mutuamente, pues jamás se esperar ver de nuevo a aquel tipo que les causo tantos problemas, mientras que, a la distancia, escondido por los arbustos aquella criatura miraba fijamente a Lala.

—Te encontré —Dijo mientras se relamía los labios de forma lujuriosa.

El tiempo paso rápido y las clases con este, Susuga iba caminando por los pasillos de la escuela, dejando babeando a muchas chicas que lo miraban con corazones en sus ojos, él solo se limitaba a sonreír y a mirarlas de forma traviesa, haciendo que enloquecieran más con él, aunque en mientras más seguía caminando, se terminó topando con quienes no espero volver a ver, siendo Rito y Saruyama, que lo miraban con rotunda seriedad.

—Haha vaya vaya, pero miren nada más, pero si son mis viejos amigos, Yuuki y Saruyama —Decía bastante animado.

—Déjate de juegos, Superior —Dijo Saruyama con seriedad, haciendo que el semblante de Susuga cambiara a uno serio, para después a uno burlón.

—Por lo visto el mono no ha aprendido a dirigirse con más respeto a sus superiores.

— ¿Tenerte respeto? ¿A ti? Le tendría más respeto a una caca gediosa que a ti.

—Veo que eres el mismo boca floja de siempre —Miro a Rito—. ¿Y tú? ¿No dirás nada, demonio?

—... ¿Qué es lo que haces aquí Susuga?

— ¿Qué no es obvio? He venido a ayudarlos.

—Déjate de estupideces, como si te fuéramos a creer después de todo lo que hiciste en el pasado.

—Oh vamos chicos, eso fue hace mucho, aprendí mi lección, estuve mucho tiempo reflexionando al respecto sobre el tema —Ambos amigos se miraron mutuamente ante su respuesta, mirándolo de nuevo.

— ¿En serio? —Cuestiono Rito con mucha duda.

—Por supuesto, estuve meditando sobre mis actos, viendo sobre las cosas horribles que hice a la gente, como los lastimé, y también como vengarme de Yuuki después de humillarme y quitarme el lugar como el más fuerte... Pero sin resentimiento ¿Okay?

—Sí, claaaro, sin resentimientos.

—Sé que no lo parezca, pero ya no soy el mismo, así como sé que ustedes dos ya no son delincuentes, o eso es lo que se dice... Aunque yo no me lo trago del todo.

—Pues créetelo.

— ¿Asi como ustedes lo hacen conmigo? Hahaha, no no no, sé muy bien que ustedes siguen siendo los mismos, en especial tú, Yuuki, fingiendo ser el bueno del cuento para quedar bien con la gente, para que no te consideren lo que por tanto tiempo ¡Tú! Mismo te encargaste de cosechar, como una bestia... Como un Demonio.

—Dices, una sola palabra más ¡Y te juro q-

— ¡Rito no! ¿No lo ves? Eso es lo que quiere —Saruyama miraba con desprecio a Susuga—. Es lo que quiere, como siempre.

—Oh vaya, por lo visto el mono ha sido capaz de controlar al demonio, ¿Qué? ¿Acaso intentas compensar tu falta de talento con el sexo opuesto? ¿O el simple hecho de que nunca estarás a los estándares que ellas buscan? No es de esperarse viniendo de una basura que no dudaría en asaltar de una chica.

—Mírate al espejo y dímelo de nuevo.

—Con mucho gusto, después de todo, yo si estoy en lo más alto, soy todo lo que ellas desean, mientras que tú... Rechazado, como siempre, todo por lo asqueroso que eres, tanto por dentro, como por fuera, ¿y yo soy la basura?

Saruyama solo lo miraba con odio, siendo Rito quien lo tomo del hombro.

—Tienes razón, no podemos dejarnos llevar por él, se lo que buscan, y no lo encontraras, así que has lo que tengas que hacer y después desaparece de nuestra vida, pero te dejo en claro, has algo, cualquier cosa para lastimar a los estudiantes de aquí, y juro, que no me importara que la gente me vuelva a mirar mal, te juro, que terminare lo que dejamos pendiente, así 2 años.

Fue todo lo que dijo mientras su miraba afilada brillaba con intensidad, para finalmente salir ambos del lugar, dejando solo a Susuga, el cual solo dirigió su mirada hacia la ventana.

—Es tal y como me lo dijo he he, ¡HAHAHAHAHAHA! ¡Sigues siendo el mismo! —Su mirada representaba locura pura y dura—. Bien, entonces, ¡Diviérteme mientras volvemos a caer en el infierno! ¡JUNTOS!

En la salida Lala se encontraba esperando a Rito, sin percatarse de que aquella cosa la estaba mirando con mucha impaciencia.

—Ah~ ah~ ah~ no puedo esperar más ¡No puedo! —Aquella cosa estaba lista para lanzarse hacia ella.

—Princesa Lala —Aquella cosa se detuvo al ver al Zastin llegar al lugar.

—Maldición —Fue todo lo que dijo para terminar saliendo del lugar.

—Zastin ¿Qué haces aquí?

—Vine a ver a Rito-dono, hay algo que quiero hablar con él urgentemente.

—Bueno, si es así entonces me iré adelantando, Mikan me prometió que hoy me enseñaría a preparar sopa miso, por fa dile a Rito que me adelante.

—No hay problema, vaya con cuidado.

Lala solo desplego un par de alas de su espalda para salir volando del lugar.

—Tan descuidada como siempre, por suerte no hay terrícolas a la vista.

— ¿Zastin? –Este volteo hacia un lado, viendo a Rito y a Saruyama.

—Oh Muko-dono, me alegra verlo.

— ¿Y este con cosplay de Link echo en China qué? —Pregunto Saruyama.

— ¿Link?

—Saruyama, él es Zastin, es el, guardaespaldas de Lala.

—Ooooh, ¿En serio? Genial.

—Mucho gusto terrícola, ¿Usted debe de ser uno de los amigos de Muko-dono?

—Pues así- espera, ¿Terrícola?

—Ignóralo, tiene una extraña enfermedad que lo hace ser un idiota, aún más que tú.

— ¡Hey! —Se quejaron los 2 a la vez.

—Y no me equivoque, pero ¿Qué haces aquí Zastin? ¿y Lala donde se metio?

—Ella se adelantó, es que hay algo que debo discutir con usted lo más rápido posible —Miro a Saruyama—. A solas.

—Mmm, pues ya que, nos vemos mañana.

—No hay problema, nos vemos Rito, y adiós Link pirata.

— ¿Pirata? —Zastin lo miro confundido mientras que Rito lo miraba con nada de reírse, pero se aguantó las ganas.

Una vez que Saruyama se había ido, ambos se dirigieron hacia una zona alejada, Zastin solo se aseguró que no hubiera nadie que los pudiera escuchar.

—Bueno, ¿Qué es lo que querías decirme?

—Veras, no soy yo quien quiere hablar contigo, Rito-dono —Esta respuesta dejo desconcertado al castaño, Zastin saco de su manga una especie de cristal el cual lanzo hacia el frente, en el momento en el cual este toco el suelo un holograma salió de este—. Mi señor, aquí esta.

Rito vio como Zastin se arrodillaba ante el holograma el cual reflejaba una silueta oscura, esto lo dejo un poco confundido.

—Te tardaste demasiado, estaba tan aburrido que ya pensaba en destruir el planeta en donde estoy.

Aquella voz, reflejaba una gran presencia, una que podía intimidar a cualquiera, Rito miraba algo sorprendido y todavía confundido a esa cosa, pero debido de admitir que aquel holograma imponía mucho.

—Lo siento mucho mi Lord, pero aquí está por fin.

—Sí, eso es lo que veo, bueno, es un gusto en conocerte, Yuuki Rito —El castaño se sorprendió al ver que esa cosa sabia su nombre—. O eso es lo que me gustaría decir, pero como sea, me presentare ante ti, yo soy Gid Lucione Deviluke, emperador de la galaxia, y el padre Lala.

Rito abrió sus ojos ante esto, ¿El padre de Lala? ¿Tan rápido ya lo conocería? Ni siquiera estaba listo para esto.

—E- ees- esto, mucho gusto, señor Devilke.

—Rito-dono —El mencionado volteo su mirada hacia Zastin—. Sé más respetuoso, es Gid-sa-

—Está bien Zastin, no es como si me importe lo que diga este terrícola —Zastin solo se quedó callado—. Por lo visto, mi hija se a fijado en ti de forma voluntaria, he de admitir que eso me llama mucho la atención, viniendo de un planeta abandonado por el universo mismo, debes de tener algo realmente especial para eso.

— ¿Especial?

—Todos los prometidos fueron rechazados por ella, pero no dejaron de serlo, pero tú, eres el primero al cual mi hija quiere, pero viéndote de cerca, no eres la gran cosa —Rito con cada comentario se iba enojando cada vez más.

Ya de por si se cargaba unas grandes ganas de gritarle por intentar forzar a Lala a casarse con alguien a quien ella no quería, haciendo que incluso se escapara de su hogar, pero decidió mantenerse callado, estaba en frente del Emperador de la Galaxia al final del día, alguien que, si lo quería, podía destruir su planeta, por lo que esta vez, debía de controlar su carácter y ser lo más sumiso posible.

—Pero ya que mi hija te escogió, automáticamente has pasado a convertirte en uno de sus pretendientes.

— ¿Eh? ¿Uno?

—Que ella te haya escogido, no significa que yo lo haya aprobado, por lo que ahora, estarás bajo prueba hasta que yo mismo vaya conocerte en persona, por lo que ahora mismo te digo, que formas parte de los destinas a ser el futuro esposo de mi hija, pero por, sobre todo, mi futuro heredero de mi gran imperio galáctico.

Entonces ¿Significaba que Lala y él no podían casarse aun? De algún modo, esto lo alivio pues aún no se sentía listo para contraer matrimonio, pero eso de que era uno, de varios lo ponía algo nervioso.

—Y te informo, que ahora mismo el resto de los pretendientes de Lala ya saben sobre tu existencia, he irán hacia tu patético planeta para cazarte, e intentar llevarse a Lala, aunque sea a la fuerza, por lo que te recomiendo que juegues bien tus cartas si es que quieres mantener su compromiso con ella, y también sobrevivir en el proceso.

«Menudas palabras de apoyo viniendo de un tipo que ofrece a su hija a cuanto loco por lo visto»

—y te advierto, que, si algo le llega a pasar a mi hija, lo que sea, que la pueda poner en peligro, considérate tú y al resto de tu especie, completamente extintos –Dijo en un tono que incluso le puso los pelos de punto a Rito—. Hasta entonces, Yuuki Rito, espero ver de lo que eres capaz, y ver si mi hija no se equivocó, al igual que Zastin.

Después de eso, la llamada se cortó, dando por finalizado esta situación, Zastin solo se levantó para acercarse hacia Rito.

—Lo siento mucho por esto Muko-dono, pero Lord Deviluke quería conocerlo de una vez, principalmente ya que está bastante ocupado.

—Está bien, no te preocupes por eso, por lo visto, las cosas están por ponerse muy difíciles a partir de ahora.

—Me temo que sí, y solo para informarle; uno de los pretendientes de la princesa Lala ya ha arribado a la tierra.

Estabas palabras sorprendieron mucho a Rito, volteando a ver a Zastin de inmediato.

— ¡¿Uno de ellos ya está aquí?!

—Me temo que sí, pero no se preocupe Rito-dono, no todos los pretendientes son seres fuertes, eso no es un requerimiento necesario para casarse con la princesa, en todo caso, usted demuestra tener más capacidades para eso, aunque tampoco sería mala idea irse preparando.

Rito solo pudo suspirar con fastidio ante las palabras de Zastin, no solo tenía que lidiar con un problema de su pasado, sino que ahora tenía la amenaza de los pretendientes de Lala, ahora mismo Rito ya sabía cómo se sentía Scott Pilgrim.

«¿Por qué la vida no puede ser como un juego? Solo peleo, gano y me quedo con la chica de mis sueños... Un momento, la ¿Chica de mis sueños?, es obvio es... ¿Haruna?»

La vida de Rito dará un gran giro de tuerca, mientras intenta aclarar lo que ha comenzado a sentir por Lala, y a su vez lo que siente por Haruna, mientras su pasado y su futuro, se hacen presentes.

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Aquella criatura hacia entrado a la escuela, principalmente a la sala del director, viendo una fotografía de este, para posteriormente comenzar a cambiar de forma, luciendo ahora como el director de la escuela.

—Muy bien, ahora, ¿Empezamos? —Dijo mientras salía de su boca una larga lengua relamiéndose los labios.

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