Me despierto con unos rápidos golpes en mi puerta, miro hacia abajo y veo a un pequeño bebé rubio platinado abrazándome.

No es un sueño.

Voy a la puerta para revelar un rubio platino de 6'0 de altura.

―¿Dónde está él? ―dice irrumpiendo en mi apartamento.

―Discúlpate. ―le digo empujándolo.

Rápidamente reacciona agarrando mi cuello y empujándome contra la puerta.

Yo respondo golpeando su pecho y él me mira un rato antes de bajarme.

―Dame a mi hijo. ―dice

―Sabes que, deberías ser un poco más agradecido, acabo de tener que cuidar a tu hijo porque alguien lo dejó en una panadería. ―le respondo mirándolo, puedo ver cómo aprieta la mandíbula pero no le doy mucha importancia, no esperes que te tema cuando tienes el pelo rubio platino.

―Puedes esperarlo en el pasillo. ―digo.

―Dame a mi maldi... ―pero antes de que pueda continuar lo interrumpo.

―Y yo dije esperaras en el pasillo, no necesito que husmees.

―Como si quisiera husmear aquí, me podría importar menos lo que tienes, o más lo que no tienes, así que sé buena chica y tráeme a mi hijo. ―dice.

―Solo espera en el pasillo.―digo.

Mirándome suspira pero manteniendo el contacto visual sale al pasillo.

―La puerta se queda abierta. ―el dice.

―Bien. ―le respondo y me dirijo a mi habitación, rápidamente recojo al bebé dormido y se lo doy a su padre, luego recojo sus cosas y se las devuelvo también.

Tan pronto como se fue y la puerta se cerró, dejé escapar un suspiro mientras miraba el reloj de mi estufa.

4:21 am.

Con un suspiro, me recojo el pelo y vuelvo a la cama.

-

Pronto eran las 9 de la mañana y me levanté de nuevo, me preparé una taza de café mientras sonaba la televisión en el fondo.

Justo en ese momento llaman a la puerta de mi apartamento como si hubiera algún loco fuera.

―Ya voy. ―suspiro y me dirijo a la puerta.

Nada más abrirla me arrepiento, allí estaba Ryland.

―Te he echado de menos nena. ―me dice.

―Ry... ―me quedo antes de que me interrumpa.

―Te juro que fue un error, estaba borracho y no sabía lo que estaba pensando. ―dice antes de empujarme contra la pared besando mi cuello.

―Ryland. ―digo, pero él no se detiene y sigue besando mi cuello. ―Ryland detente. ―le digo pero él no lo hace, así que lo empujo.

Lo miro y la furia llena su expresión.

―Maldita mierda Sabine.―dice antes de tirar todo en mi mesa de café al suelo antes de llevarse las manos a la cabeza.

Me mira y pierde los malditos estribos y comienza a destruir todo en mi casa tirando mis libros, almohadas y tirando todo al suelo.

―Después de todo lo que hemos pasado Sabine ¿vas a hacerme esto? ―él pregunta.

―Por favor, detente. ―le digo en un susurro, Ryland puede convertirse en una persona muy física y agresiva cuando está enojado.

―Cállate. ―dice e inmediatamente me asusto de que pueda lastimarme.

Luego continúa caminando hacia mí y una vez que estuvo cara a cara conmigo, me lleva la mano a la cara, pero me estremezco.

Luego me mira analizándome a mí y cada uno de mis movimientos.

―Bebé, sabes que no te golpearía. ―dice besando mi barbilla.

En este punto no podía moverme, era como si estuviera bajo un hechizo petrificado.

―Ry...―digo

Esta vez deja escapar un suspiro agresivo y se aleja de mí afortunadamente.

―Al carajo con esta mierda, Sabine, he hecho todo por ti. ―dice pasándose las manos por el cabello. ―Debería haber sabido que no esperaba nada de una puta como tú. ―dice mientras se va.

Ahora estaba sola, en mi apartamento destruido, con mis pensamientos.

¿Conoces esa sensación cuando te duele la garganta y no quieres llorar? Sí, así es exactamente como me sentía ahora.

Antes de que me diera cuenta, una lágrima se deslizaba por mi mejilla, me sequé en silencio y comencé a limpiar los jarrones rotos y a recoger mis libros y almohadas.

Cuando terminé de limpiar ya era hora de ir a trabajar.

¿Pensamientos/discusión?

Pregunta: ¿Quién es tu personaje favorito de Harry Potter?

Los mios tienen que ser Hermione y Neville