Es divertido e irónico recordar que al inicio había dicho cosas como "woa, seremos amigos siempre", "eres lo máximo", "mereces todo lo bueno".

Sí, mereces todo lo bueno. Igual que todos en este mundo.

Pero como nunca lo recibiste, todo se tornó tan sombrío en poco tiempo.

O quizás siempre fue así, pero tu falso brillo me distrajo de ello. Tu aspecto amigable, ojos brillosos, cabello sedoso y toda esa imagen que tenía de ti y que se desmoronó en segundos puede que haya sido mi perdición.

Hoy me pregunto a mí mismo si logré conocerte bien.

¿Realmente lo hice? Creo que lo único que conozco realmente de ti es tu nombre, y la primera vez te presentaste con uno diferente, un apodo que el día de hoy censuro en mis conversaciones conmigo mismo, pues sigo siendo incapaz de hablar de esto con alguien más.

¿Eres realmente Choi Beomgyu? Aún tengo esa duda.

Mi madre me dijo muchas veces que no eras conveniente, cuando hablaba con ella de nuestras conversaciones, de las discusiones de tus padres y lo caótica que era tu familia, siempre me dijo que tomabas decisiones raras y que debería ser cuidadoso, pero yo no le hice caso al creer que solo no le agradabas.

Primer error.

Pero gracias a eso he aprendido que mamá siempre tiene razón.

Decidí defenderte a capa y espada en silencio desde lo poco que podía, dándote consejos cada que lo necesitabas y siempre consolándote cuando algo acontecía, dejé que la cara se me tiñera de rojo cuando me presumías como la mejor persona que puede existir.

¿Acaso eso sirvió de algo?

¿Realmente creías eso de mí? A veces pienso que todo era un disfraz, porque si no fuera así no entiendo como de un día para otro dejé de ser el "fabuloso NingNing". El que te regalaba pósters de tus grupos favoritos, el que era lo mejor, el que tenías fijado en tus contactos con un apodo bonito y quien a según no tenías pensado soltar nunca.

La verdad no lo entiendo.

Y para este punto creo que es mejor así.