Recuerdos de un pasado no muy lejano
Capítulo 10
Esa noche Yunho no pudo dormir, no dejaba de pensar en las crueles palabras que le había dicho a Jongho, si era sincero, se arrepentía por completo. Antes no tenía la menor idea de lo que había pasado por completo en la base de Siwon, solo sabía que había sido atacada y que mucha gente murió, pero nunca se puso a pensar en lo que todos los sobrevivientes habían vivido ese día.
Su mente se puso en su contra, cada que cerraba los ojos empezaba a recordar el recorrido por el bosque negro que le había hecho tener un mal presentimiento cada que el carruaje se adentraba más, luego, los rostros aterrados de los exploradores que llevaban más de tres días sin dormir.
Aunque en ese momento estaba asustado, solo se pudo armar de valor y actuar como si nada estuviese pasando. Su padre, el Rey Hoseok seguramente no habría tenido la reacción de Mingi ni la del Teniente Seonghwa. Él, era el príncipe heredero, debía poner la cara por la situación, también debía poder tranquilizar a su pueblo con su sola presencia, no tenía tiempo para tirarse a vomitar o llorar ante la base calcinada.
Recuerda el escalofrío que sintió ese día, el olor a muerte que infestaban todo el lugar, todo era gris en su totalidad. Las casas estaban quemadas por completo, la pequeña plaza del pueblo bañada en sangre, e incluso la cantidad de restos de lo que alguna vez fueron humanos.
También recuerda las ganas que tenía de vomitar y de llorar cuando vio las cabezas en las estacas, pero se aguantó lo más que pudo.
Su pecho le empezó a doler de la misma forma cuando vio el comedor. Los platos llenos de comida bañada en sangre. Incluso, recuerda el olor de los cadáveres que lo obligaron a limpiar, pero lo que nunca saldrá de su cabeza son los cuerpos sin vida de la familia Choi.
Siwon, el que tenía heridas graves por todo el cuerpo y algunas quemaduras de gravedad en los brazos y espalda, sin mencionar que su cabeza había sido cortada de una manera tan cruel. A pesar de sus heridas, Yunho sabía que él nunca dejó de pelear.
La madre de Jongho, no parecía tener ninguna herida producida por alguna arma blanca, pero el fuego la alcanzó y empezó a bañarla en sus ardientes llamas, era por eso que su cuerpo se había hecho cenizas casi por completo. Su cuerpo se deformó tanto que fue difícil encontrarla.
Y por último, Byulyi. Fue la única de los tres que no tenía tantas heridas, la única herida de gravedad que tenía era en su pecho, parecía que una espada la había apuñalado más de seis veces.
Ahora que Yunho sabía un poco más de la muerte de los Choi, se dio cuenta de que los dos hermanos se protegieron las espalda en todo momento, ya que Jongho no tenía heridas tan graves y Byulyi estaba prácticamente ilesa.
Luego, se puso a pensar en lo que tuvo que haber sentido Jongho cuando se despertó en la enfermería, no sabe si recibió el consuelo de alguien o solo lloró en silencio.
¿Fue tan infeliz todos esos días?
Cuando Yunho se dio cuenta, los rayos del sol lo estaban golpeando en la cara. Así que se levantó para empezar con sus deberes.
Aunque Yunho intentó prestar toda su atención a sus deberes, claramente no pudo, ya que no había dormido en varios días y su mente le seguía reproduciendo las imágenes de la base de Siwon. Además, seguía pensando en lo que Seonghwa le había comentado el día anterior, así que su cabeza buscaba las palabras correctas para disculparse con Jongho de la forma más adecuada.
A las doce con diez de la tarde, Yunho fue a buscarlo a su cuarto, pero no estaba ahí, así que fue a la biblioteca, pero tampoco estaba ahí. Avanzó por todo el palacio, pero no estaba en ningún lugar.
No le quedaba de otra, así que terminó preguntándole a la servidumbre. Pero sus respuestas no le sirvieron de mucho, ya que le mencionaron que Jongho no había llegado al palacio la noche anterior.
Entonces, si Jongho no llegó al palacio era más que posible que hubiera pasado la noche en la casa del Teniente.
Así que, a la una de la tarde salió a toda velocidad con Yu a la casa de Seonghwa. Cómo iba tan apurado, llegó en menos de diez minutos, cuando el camino es de más o menos media hora.
Cuando iba llegando logró escuchar algunas risas que provenían del huerto.
¡Está aquí! Pensó Yunho feliz.
Así que se apresuró a dejar a Yu en el establo y caminó hasta la entrada y jaló la puerta, la cuál no tenía llave, y entró.
Yunho no pudo evitar pensar que sería muy fácil robar la casa de Seonghwa, ya que ésta no tenía nada de seguridad, y un claro ejemplo era que la puerta de su casa nunca tenía puesta la llave. Cualquier persona podía entrar y nadie se daría cuenta.
Pero bueno, eso era lo de menos. Caminó a paso veloz al huerto, y muy a la distancia vio a Seonghwa sentando en la orilla de un pozo con agua, pero solo estaba él. No era posible que él se estuviera riendo solo.
Parecía que Seonghwa también lo había visto, ya que empezó a saludarlo a la distancia y le hizo una seña para que se acercara.
– ¿Qué lo trae por aquí, Príncipe? – Seonghwa parecía feliz.
Cuando estuvo frente a Seonghwa, no pudo evitar ver su cabello, ya que estaba lleno de flores pequeñas. Eso era raro, ya que ningún hombre de la edad del Teniente que no tuviera hijas pequeñas, se dejaría colocar flores en la cabeza. Ya que se encontraban tan bien colocadas que le era imposible pensar que lo había hecho por cuenta propia.
Solo había una explicación posible... el Teniente no se encontraba solo.
– Estoy buscando a Jongho, me dijeron que no llegó al palacio ayer, pensé que estaría aquí – dijo Yunho, pero sin dejar de ver el cabello de Seonghwa, preguntándose el tipo de compañía que tenía el Teniente esa tarde. Claramente parecía un hombre adicto al trabajo, no parecía cercano a ninguna mujer, o al menos, una que le llenará la cabeza de flores de forma tan ordenada. Tampoco parecía el trabajo de alguna niña pequeña, ya que el Teniente no tenía familiares en el Sol.
Intentando ver más allá, empezó a inspeccionar el área, buscando la presencia de alguna joven o de alguna anciana... algo, lo que fuera. Ya que si no había nadie, claramente el Teniente era extraño.
– No está aquí. Cómo le dije ayer, va a hacer todo lo posible por evitarlo – Seonghwa lo invitó a sentarse a su lado y Yunho no tardó en hacerlo – Solo piénsenlo, si no está en el palacio y mucho menos aquí, ¿dónde puede estar?
Yunho empezó a pensar en varias probabilidades, pero su mente no daba tenía ninguna otra idea que no fuera "La casa del Teniente", una mente muy floja si se era honesto.
Pero, luego pensó en lo que había pasado el día de ayer. Jongho se fue y luego Mingi fue a buscarlo – ¿Se habrá ido a casa de Mingi? – preguntó Yunho algo desconfiado. A lo que Seonghwa solo le asintió.
– ¡Perfecto! ¿Dónde vive Mingi? – Yunho se iba a parar, pero Seonghwa lo detuvo.
– Creo que no lo entiende, si está ahí es porque no lo quiere ver a la cara, en al menos, unos diez años.
– Genial, ¿qué puedo hacer o qué me recomienda hacer? – preguntó Yunho desanimando.
– Yo no le puedo dar ninguna respuesta, ya que yo no sé cómo terminarán ustedes dos, eso depende de usted y de Jongho.
– Eso no me dice nada – en ese punto Yunho estaba estresado, tenía muchas cosas que hacer, pero no se podía hacer todo al mismo tiempo.
– ¿Qué le parece si me acompaña? – Yunho solo miró confundido a Seonghwa – Cuando yo estoy bajo mucho estrés voy a alimentar pájaros.
– ¿Qué...? No, me parece que tiene compañía y la verdad no creo que deba estar aquí si es el caso – dijo confundido y tratando de sacarle información acerca de la posible acompañante que tenía.
Seonghwa lo miró con curiosidad, pareciendo recordar el tocado floral que traía en la cabeza. – Oh... entiendo. Solo sígame, créeme que no le importará en lo más mínimo su presencia –se levantó y empezó a adentrarse más al huerto a lo que Yunho no tuvo otra opción, así que lo siguió.
¡BINGO!
Entre más avanzaba, se dejaban de ver cultivos de vegetales y frutas, en cambio se empezó a extender un jardín de varias flores hermosas. Aceleró el paso mientras caminaba detrás del Teniente, claramente hablar con él sobre su situación con Jongho era importante, pero la curiosidad también le carcomía.
Al poco tiempo, llegaron a lo que era un área llena de árboles de fruta y varias flores. En medio del lugar había un pequeño quiosco hecho de madera, y dentro de este había una mesa y algunas sillas.
Delante del quiosco había un pequeño bebedero, y varios pájaros estaban ahí.
Yunho solo pensaba que la casa de Seonghwa era muy grande, hasta parecía que se conectaba con el bosque. Además, tampoco pudo evitar pensar de dónde sacó el dinero para pagar una casa de ese tamaño.
Seonghwa lo invitó a sentarse, sobre la mesa había un juego de ajedrez, y a un costado había una pequeña fogata. Luego, tomó una tetera de quién sabe dónde y la colocó sobre el fuego, al poco tiempo sirvió tres tazas de té.
Yunho no perdió la oportunidad de inspeccionar el lugar, buscando la presencia de una tercera persona.
– Vengo aquí cuando tengo varias cosas en la cabeza, es un área oculta, así que tengo toda la privacidad del mundo – Seonghwa le entregó una taza a Yunho, luego se levantó y gritó a la nada – Yeosang, preparé té, ven.
¿Yeosang? Perfecto, lo que temía, el Teniente se había vuelto loco. Gritando en ¿japonés? al aire, seguramente era algún amigo imaginario o algo parecido.
Yunho solo acercó la taza de té a sus labios, dispuesto a beber de ella, mientras colocaba una cara extraña ante los pensamientos de que Seonghwa se había vuelto loco. No podía culpar, tantos años en el ejército seguramente ya habían hecho sus efectos en él. Pero también parecía muy joven para haber perdido la cordura.
Tenía dos teorías, o era algún amigo imaginario de supuesta nacionalidad japonesa o había secuestrado un japonés que le limpiara la casa. Pero, ¿Un japonés con nombre coreano? Eso solo confirmaba que su primera teoría era cierta.
Al poco tiempo, de entre varios arbustos salió un joven que traía en sobre su cabeza un arreglo de flores, pero a diferencia de lo que traía Seonghwa, esta era una clase de corona. Seonghwa salió del kiosco hacia el extraño, que resultó ser real y no parte de la imaginación del teniente.
Yunho solo pudo dejar de beber de su taza, dejándola con delicadeza sobre la mesa, mientras observaba con extrañeza a las dos personas que se encontraban riendo entre ellos de una forma muy cariñosa ¿Cariñosa?
No sabe con exactitud por cuanto tiempo se encontraron hablando de esa manera, pero Yunho lo sintió eterno. Poco después, los vio acercarse, pero lo más curioso fue que iban agarrados de las manos, eso no fue lo más extraño, sino que sus manos iban entrelazadas, como si fueran una pareja de recién casados.
Lo único que pudo pensar Yunho fue que eso era lo más raro que había visto en toda su vida. No sabe con exactitud el tipo de amistad que tienen esos dos, pero a diferencia de la relación que él tiene con sus amigos, esta era una muy rara o una muy ¿Innovadora?
Cuando estuvieron todavía más cerca de él, tuvo que cambiar su expresión a una neutra, tratando de disimular lo extraño e incómodo que se empezó a sentir.
– Le presento a Yeosang, es un sobreviviente del campamento Choi – le dijo de una forma tan alegre, y nunca se soltaron de las manos – Yeosang, te presento al Príncipe heredero del Sol Naciente, Jeong Yunho.
Yunho se levantó de su silla y se acercó a Yeosang, luego le extendió su mano, en forma de saludo, pero no recibió respuesta rápida del japonés. En cambio, solo se ganó una inspección de pies a cabeza, sintiéndose juzgado solo le sonrió.
– Es un gusto – estrechó la mano de Yunho.
Los tres tomaron asiento por petición de Seonghwa, la charla continuó, pero solo por parte del Teniente y Yeosang, quienes se encontraban en su mundo riendo y jugando entre ellos. Hubo un punto en el que la mente de Yunho se apagó por completo y solo podía observar a estos dos, en ocasiones se abrazaban y como cada vez se iban acercando más y más.
Príncipe.
Príncipe.
Esto sí que es extraño.
Príncipe.
Príncipe.
¡Si que son extraños!
Príncipe.
– ¡Príncipe! – Seonghwa alzó un poco la voz.
Cuando la mente de Yunho se volvió a encender se dio cuenta de que Seonghwa le hablaba.
– Perdón.
– Estábamos hablando sobre su situación con Jongho.
– ¡Cierto! – Yunho no sabe en qué momento empezaron a hablar de ese tema.
– Se que tiene muchas cosas en la cabeza, le recomiendo que esperé algunos días para intentar hablar con Jongho o puede hacerlo hoy, pero después de la junta en la base – dijo Seonghwa mientras tomaba su taza.
Con todas las cosas que Yunho tenía en la cabeza, había olvidado por completo que todos los días exactamente a las ocho de la noche se reuniría la junta de la base del Sol.
Yunho no sabe qué cara puso, ya que Seonghwa solamente le dijo mientras soltaba una pequeña risa – Creo que olvidó que tiene que ir a la junta.
– Creo que me retiraré, si veré a Jongho en la junta de nada me sirve quedarme aquí. Con permiso, aún tengo cosas que hacer – Yunho se levantó, pero Seonghwa lo interrumpió.
– Si gusta se puede quedar aquí, al Rey no le molestará si se queda a ayudarme con algunos papeles, puede que ya los tenga listos, pero...creo que entiende la idea.
Eso sonaba tentador, seguir con sus agotadoras tareas o quedarse a relajarse en la casa de Seonghwa, lugar en el que vería cosas muy raras. Luego de pensarlo un poco, volvió a tomar asiento, a fin de cuentas, Seonghwa no le haría daño.
Yunho no dejaba de ver todo a su alrededor, se le seguía siendo sorprendente que Seonghwa tenga tanto con un salario y un puesto inferior a las demás personas del ejército. Así que no pudo evitar preguntar.
– ¿Los demás tenientes del ejército tienen una casa igual que la suya?
Seonghwa tomó un largo sorbo de té, luego colocó la taza sobre la mesa y contestó – No. Si se pregunta de dónde saqué tanto dinero para mi casa la respuesta es muy sencilla, ahorré bastante dinero. De hecho, el terreno lo compré hace dos años.
– Entonces, ¿construyó todo esto?
– No todo, una parte de la casa ya estaba hecha, pero se caía a pedazos. El terreno me lo vendieron a un precio ridículamente barato, ya que los cultivos nunca crecían, había demasiada plaga y los vagabundos abundaban. Creo que tiene una pequeña idea de a lo que me refiero.
– Supongo que las personas que le vendieron el lugar se han de estar arrepintiendo de no cobrarle más.
– Me quisieron demandar – Seonghwa se rió fuerte – Al parecer, los vendedores no sabían que el terreno era tan grande, y como no podían deshacerse de él, pues no les importaba y no prestaron mucha atención a la información que venía en el contrato – durante toda su historia se entretuvo jugando con la mano de Yeosang, en ocasiones entrelazan sus dedos.
– Que idiotas, pero bueno el lugar es realmente agradable. Imagino que el resto de la casa la construyó con sus propias manos – Seonghwa solo asintió como respuesta, mientras tomaba más té.
Ninguno volvió a hablar, solo siguieron tomando el té en un silencio incomodo, al menos para Yunho, al poco tiempo Seonghwa se paró y dijo – Tengo que hacer algunos encargos, regresaré a tiempo para la junta – luego, se dirigió a Yeosang – ¿Gustas acompañarme a mis encargos? – el tal Yeosang asintió, luego se paró, se despidió de Yunho y empezó a seguir a Seonghwa fuera del jardín.
Yunho quedó completamente solo, lo único que hizo fue seguir tomando té hasta que se acabó lo que Seonghwa había dejado en la tetera. Empezó a ver a los pájaros que estaban cerca del bebedero, el canto de las aves sonaba por todo el lugar con una linda melodía.
Cuando se aburrió de estar en el jardín de flores decidió retirarse a la casa. Se levantó y alzó la vista, se dio cuenta que el Sol se estaba ocultando, así que caminó hasta el huerto y se quedó ahí a observar el atardecer.
Poco después, entró a la casa a esperar a Seonghwa, siendo más específico esperó en la oficina. Estando ahí decidió darle un pequeño vistazo a los papeles que estaban sobre el escritorio, ya que seguramente era el papeleo que había hecho para la junta.
En ellos se mencionaba la organización de la base, el lado de mujeres y el de hombres. Pero algo que le llamó la atención fue que las clases sociales estarían mezcladas y se les daría el mismo trato.
Él pensó que cada lado estaría dividido según su estatus social, ya que los ricos se habían enojado cuando leyeron el decreto real, así que darles el trato que merecen era lógico para así evitar la furia rica.
Los demás papeles eran las cuentas de la base, Yunho las empezó a ver a detalle, cada hoja estaba impecable. Seguramente, Jongho no durmió en días solo para terminar todas las cuentas que le pidieron.
Después de terminar de leer todos los papeles y ya no saber qué hacer, así que decidió recorrer la casa. Antes solo conocía el huerto, el establo y el camino a la oficina, pero ahora que Seonghwa le mostró el jardín oculto, a Yunho solo le dio más curiosidad que más ocultaba la casa.
La casa tiene dos pisos en total, en el primer piso se encuentra la oficina, el comedor, la cocina y una sala. Pero Yunho no tiene la menor idea de lo que hay en el segundo, ya que tanto Yonghoon tanto Seonghwa se lo habían prohibido, ya que todo el piso lo reservaron para los heridos de las anteriores bases.
Cómo toda esa gente ya la habían dado de "alta" y se encargaron de conseguirles un lugar para vivir, el segundo piso estaba vacío por completo, así que Yunho decidió subir las escaleras; que se encuentran en cuanto entras a la casa.
Se sorprendió de lo grande que era, ya que al momento de subir había un pasillo amplio, y tres puertas. Viendo el tamaño del pasillo, si era muy posible que entrarán ahí varias camas para los heridos.
Cuando le dio un vistazo a cada habitación, solo encontró lo que parecía ser el cuarto de Seonghwa, un cuarto de invitados y un almacén donde encontró plantas y algunas medicinas. Nada interesante.
En el momento en el que bajó las escaleras la puerta de la casa se abrió y entraron Seonghwa y Yeosang cargando varias cosas, se reían de quién sabe qué, pero se les veía muy a gusto, así que Yunho no dijo absolutamente nada. Pero en cuanto el teniente lo vio parado en las escaleras sin hacer nada, solo dijo.
– Príncipe, en cuanto terminemos de acomodar nos iremos a la junta de la base – luego, avanzó junto a Yeosang a la cocina, como Yunho no tenía nada que hacer los siguió.
En una mesa cercana pusieron todas las bolsas y empezaron a sacar todo de su interior, luego empezaron a acomodarlos en todos los estantes vacíos de la cocina. Como eran demasiadas cosas, era más que probable que tardarían un buen rato. Yunho no se iba a quedar ahí parado, pero tampoco iba a hacer la tarea de un campesino, para eso estaba la servidumbre del palacio, así que solo se sentó en la primera silla que vio y dijo.
– Digamos que hoy veo a Jongho e intento buscar la forma de hablar con él, pero Mingi va a estar ahí, así que no me podré acercarme ni un centímetro ¿Qué le parece si usted lo distrae y yo me acerco a Jongho? Es una buena idea.
Solo que no recibió respuesta por parte de Seonghwa, solo escuchó a Yeosang reír, el cual al darse cuenta de que no tuvo que hacerlo solo siguió acomodando todo lo que encontraba en un estante, mientras le daba la espalda a Yunho.
Pero como era de esperar, Yunho se molestó. La risa del tal Yeosang le daba a entender que podía llegar a entender su idioma de alguna forma, eso era tal vez por los años que había estado trabajando en la base de Siwon en quién sabe qué ¿Quién se creía para reírse de las brillantes ideas del príncipe heredero? Solo era un inmigrante, no tenía voz ni voto en una tierra que pisó de forma ilegal.
– Perdón, ¿puedo saber de qué te ríes? – Yunho le preguntó enojado en japonés.
Yeosang se asustó por el tono que había usado para hablarle, así que solo pudo voltear a ver a Seonghwa buscando algún tipo de ayuda.
Yunho no era idiota, él sabía que era probable que Seonghwa le hubiera contado del tipo de comportamiento que podía llegar a tener cuando se enojaba, también era muy posible que Yeosang le aconsejara como tratarlo, a final de cuentas, era de los pocos sobrevivientes con el que podía hablar durante horas sin aburrirse. Eso podía llegar a explicar su extraña relación.
– Príncipe, le pediré que no use ese tono de voz con él, no entiende nuestro idioma, es posible que le haya entendido otra cosa. No se lo tome a mal – Seonghwa se acercó a Yeosang mientras hablaba.
– No me quieras ver la cara de idiota, entonces dime, si no entiende nuestro idioma, ¿por que lo volteó a ver asustado cuando le pregunte? Una cosa es entender el idioma y otra es hablarlo – la cara que puso Seonghwa solo le hizo confirmar lo que ya sabía, así que volvió a hablar, pero esta vez se dirigió a Yeosang – ¿De qué te reías?
Al poco tiempo Yeosang le contestó – De su tonta idea ¿En qué situación cree que está? ¿Acaso Jongho es un amor prohibido o por qué tienen que distraer a Mingi solo para que pueda acercarse y hablarle? – realmente, Yunho no sabe de dónde sacó Yeosang el valor para contestarle de esa forma. Al parecer, Yunho no era el único sorprendido, ya que Seonghwa solo lo veía con una cara de asombro.
En el poco tiempo que lleva conociendo a Yeosang, lo que son menos de cinco horas, se le veía como una persona, realmente tímida, ya que en ningún momento habló con él. Era algo sorprendente que se haya ocultado cuando se rió solo para no generar problemas, pero no esperaba que le contestara de una forma un tanto seca y sarcástica.
– Si crees que eres tan listo, entonces dime ¡¿Qué harías en mi lugar?!
– ¿Por qué me preguntas? Yo no herí a ninguna persona, y mucho menos la herí de una forma tan cruel. Sí Jongho no lo quiere ver, es muy posible que Mingi lo quiera alejar, pero también es posible que él quiera que se disculpe, así que no se interpondrá en su camino. Primero pídele una disculpa a Mingi. Resuelva sus errores.
– Aún así, no te puedes reír de mis grandes ideas, ¿quién te crees qué eres?
– No creo que recuerde que la gente prefiere las ideas de otras personas que las suyas – Yeosang le contestó de una forma aún más seca.
En lo que estos dos se empezaban a alzar la voz, Seonghwa solo observaba su pelea.
– ¿Si sabes que puedo hacer que te corran del reino, verdad? – en este punto de la conversación Yunho se encontraba tan molesto que decía las cosas sin pensar.
Pero Yeosang parecía que se aguantaba la ganas de reír y le contestó de una forma aún más grosera – Ya quiero saber que le dirá al Rey para correrme de aquí. Quién sabe qué le hará el Rey si se entera de lo cruel que ha sido con Jongho, con eso de que parece importarle más que usted.
Yunho ya no supo cómo contestar, se había quedado sin palabras.
Con todo lo que le había dicho, Yunho solo confirmó que Seonghwa le cuenta absolutamente todo a Yeosang. Incluso, era posible que el japonés sepa un poco de las bases, ya que Seonghwa tiene varios de los documentos en su oficina, oficina a la que puede entrar Yeosang a pasar un rato con el teniente.
Tal vez debería advertirle a Seonghwa de no difundir varias cosas con alguien que conoce hace menos de dos meses, pero claro, lo haría en privado.
Ahora teniendo en cuenta lo que el tal Yeosang le había dicho, de cierta forma tenía algo de razón. Podía intentar acercarse a Mingi primero y, luego ir con Jongho, sabiendo que Mingi lo dejaría hacerlo si le daba una buena explicación.
Yeosang volvió a hacer lo que estaba haciendo con Seonghwa, parecía que hablaban entre susurros. Si bien, Yunho no podía escucharlos, pero si podía ver las acciones de cada uno, sobre todo las de Seonghwa.
En lo que Yeosang seguía acomodando varias cosas, Seonghwa no hacía nada para ayudarlo, en cambio solo le decía quién sabe qué, mientras le mostraba una gran sonrisa y, de vez en cuando, lo abrazaba por la espalda. Era más que probable que, de cierta forma, se sintiera orgulloso.
Yunho sabía a la perfección que Seonghwa nunca levanta la voz, no importa si arruina las cosas, nunca lo hará, solo le aconseja que hacer para solucionarlo. Pero, como le cuenta todo a Yeosang, es muy posible que este le guarda cierto rencor y si se presenta la ocasión Yeosang le diría sus verdades.
Yunho ya no dijo alguna palabra más, solo esperó a que estos dejarán de hacer sus cosas y, cuando acabaron, Seonghwa se fue a cambiar. Así que se quedó a solas con Yeosang en la cocina.
– ¿Crees que me quiera perdonar? – le preguntó Yunho, a decir verdad, cuando Yeosang le dijo en pocas palabras "idiota" solo lo puso a pensar en que decirle a Jongho. No estaba mal pedir una segunda opción.
Con el mismo tono de hace rato le contestó – ¿Qué quiere que le diga? Usted hizo todo lo posible por insultarlo a él y a su familia, si alguien me hiciera lo mismo no lo perdonaría, ni sería hipócrita, lo odiaría y desearía su muerte. Pero Jongho no es así, lo va a "perdonar", pero va a intentar guardar distancia. Hasta una moneda de bronce vale más que usted.
Yunho conoce a Jongho desde que eran niños, tuvieron una linda amistad. Pero con todo lo que había pasado, Yunho nunca pensó en que su amistad de años se iría destruyendo en el paso de dos meses.
El causante, él.
El día que Seonghwa le dijo todo lo que había pasado Jongho para estar en el reino, vaya si que se sintió como un verdadero idiota, pero ahora que Yeosang le dijo las cosas como debían ser, solo se podía sentir aún más idiota.
Seonghwa lo hizo de una forma pasivo-agresiva y Yeosang lo hizo de una forma agresiva-agresiva ¡Mucha diferencia!
– Digamos que hablo con Mingi y él me deja acercarme a Jongho, ¿qué puedo decirle para no perder lo poco que queda de amistad?
Yeosang solo soltó un suspiro – Eso no lo sé, no soy un experto en esta clase de cosas. Lo único que le puedo aconsejar es que le diga lo que siente, una disculpa de corazón sirve para todo mal.
¿Lo que siente? Eso no le daba mucho consuelo o alguna respuesta a su problema.
Al poco tiempo Yeosang volvió a hablar – No olvidé decirle que es un idiota. Eso puede que le ayude mucho.
– ¿Pero qué le puedo decir? Solo me estás diciendo lo que debo hacer no lo que debo decir.
– ¿De qué tengo cara? No soy asistente emocional o doctor de locos. Usted tendrá que usar el poco cerebro que le queda para hacerlo, yo no sé las respuestas de todo – Yeosang le contestó, pero está vez no fue grosero, en cambio usó un tono más calmado.
– Digamos que alguien te dice lo mismo que yo... – pero antes de que Yunho pudiera terminar de hablar Yeosang lo interrumpió.
– Digamos que usted lo hizo.
Yunho volvió a hablar, pero un poco más harto – Está bien, digamos que yo te dije lo mismo que Jongho, ¿cómo te gustaría que yo busque tu perdón?
Yeosang no dijo nada, solo sonrió de una forma un tanto peculiar – Para mí, que me pidas perdón suplicando a mis pies.
¡¿Qué clase de persona era Yeosang?!
¡¿Cómo alguien con cara de ángel puede ser un demonio?!
– No no no no. Ahora, digamos que no eres una persona agresiva y tienes una personalidad tranquila ¡como la de Jongho! ¿Qué te gustaría que hiciera para que me perdones?
Pasaron un rato en silencio, Yunho solo veía a Yeosang intentando pensar en una respuesta.
– No lo sé. Tal vez, si te interesas un poco en él. Ya sabe, conoce a la magnífica persona que no ves hace años. No sé si eso pueda servir.
– Yo tampoco lo sé.
Era posible que Yunho hubiera pedido más consejos por parte de Yeosang, pero al poco tiempo bajó Seonghwa vistiendo su uniforme militar, así que su sesión de "¿Qué decirle a Jongho?" se vio interrumpida por completo.
Al parecer, Seonghwa había pedido un carruaje para que los llevará a la junta, porque cuando salieron de la casa había uno que los estaba esperando.
Antes de irse, Yunho le agradeció a Yeosang por la poca ayuda que había obtenido, luego se subió al carruaje. Seonghwa tardó un poco más, ya que se quedó a despedirse. Cuando Yunho se asomó por la ventana, solo vio como se abrazaban.
Al poco tiempo, Seonghwa subió al carruaje y partieron a la base del Sol.
El camino a la base era un poco largo, al menos unos veinte minutos, Yunho no se la iba a pasar sin hacer nada, así que pensó que sería una buena idea hablar con Seonghwa un rato.
– Entonces..., ¿Yeosang viene de Japón? – era claro que Yunho tenía muchas dudas acerca del japonés, se le hacía raro.
– Sí, así es.
– ¿Acaso lo secuestró o porque está viviendo con usted?
– ¿Qué? – Seonghwa se sorprendió tanto que alzó un poco la voz – Solo le estoy dando hogar en lo que se acostumbra al nuevo ambiente, es un pequeño acuerdo mutuo. No me encuentro muy seguido en mi hogar y menos lo estaré con las bases, Yeosang me ayudará con mis cultivos y mantener todo en orden.
– ¿Entonces se podría decir que está viviendo de forma ilegal en su casa y le haces el favor de no informar al Rey? Digo, no nos han llegado solicitudes al departamento de inmigración o algo parecido.
– No he informado a la corona solo a pocas personas, incluido usted. También, le agradecería que no mencionará el tema frente a su padre. Si el gobierno se entera que tengo un inmigrante en mi hogar, lo más seguro es que lo manden a batalla y no me gustaría que pasara eso, ya que tampoco lo desea el mismo Yeosang. Es un favor que le estoy haciendo, puede tener todas las comodidades que desee.
– Entiendo, usted le hace un favor a él... Tiene un techo, comida diario, ropa y su protección... ¿Y qué clase de favores realiza por usted? – preguntó Yunho
– ¿Los favores que realiza por mí? Espero que no piense de forma vulgar sobre mi preocupación ante un joven sin hogar.
– Teniente, tenían flores sobre la cabeza, como si se tratará de un festival de primavera, además esos apretones de manos. Me parece interesante viniendo de un hombre como usted.
– Seguramente malinterpreta la situación, Yeonsag es solo es un joven interesante con quien hablar, nada fuera de lo común entre personas...que hablan y conviven como...personas que hablan entre ellas... – Seonghwa dijo lo último bajando un poco el tono de su voz con algo de nervios, jugando con sus manos, mientras trataba de evitar la mirada de Yunho.
– ¿Con flores sobre la cabeza?
– Sí...
– Sea cual sea su extraña relación, no hay problema. Incluso, tratare de dar de alta a ese "amigo" suyo sin que se enteré mi padre. De mi parte no se sabrá nada.
Parecía que Seonghwa se había relajado de cierta forma, ya que solo le sonrío a Yunho de una forma un tanto dulce – Gracias.
– Solo le pediré que lo mantenga vigilado, recuerde que estamos en alerta de espías. Si algo sale mal y ese chico está involucrado, no le podré ser de ayuda, usted solo se hundiría.
Seonghwa solo rió bajo – No se preocupe por él, no es peligro alguno para el futuro.
– No lo sabemos, Teniente. El simple hecho de que su nombre sea coreano es sospechoso.
– Eso tiene una buena explicación, su madre era coreana y su padre es japonés, vivió una gran parte de su vida en Japón.
– ¿Está seguro de eso o eso se lo hizo creer? – después de esta conversación Yunho mandaría a gente a investigarlo.
– Sí, y no mandé gente a investigarlo, yo ya lo hice.
¿Qué podía hacer? Tenía la opción de confiar en Seonghwa o desconfiar. Si el teniente lo mantiene ridículamente cerca es posible que los resultados hayan sido buenos.
Para suerte de ambos, el carruaje se detuvo en la base del Sol, bajaron de este y empezaron a caminar hacia el interior.
Al igual que la junta anterior, tuvieron que ir a la carpa principal. En cuanto llegaron tomaron sus asientos, curiosamente habían llegado ridículamente temprano.A fin de cuentas, Seonghwa se distingue por llegar media hora antes a todo.
Seonghwa sacó de una bolsa varios documentos y los empezó a repartir en todos los asientos vacíos. En cambio, Yunho empezó a leer lo que le había entregado.
Minutos después, empezaron a llegar los demás miembros de la junta, entre ellos Jongho y Mingi. Al cabo de pocos minutos, la junta empezó.
Yonghoon se paró de su lugar y dijo – Les doy la bienvenida a la segunda junta de la base del Sol. Cómo sabrán, estamos a unos cuantos días de que los reclutas se empiecen a instalar, así que hay que esforzarnos para que este lugar funcione.
Todos empezaron a leer los documentos que Seonghwa había dejado.
– En está junta hablaremos acerca de las comodidad para las y los reclutas. Si van a la página siete, se darán cuenta de que se habla acerca de la seguridad del lugar, por favor – Yonghoon le dio la palabra a alguien más.
Se paró un joven – Soy parte de la seguridad del palacio, así que al Rey le preocupa mucho su nueva base es por eso que, yo Jefe de Seguridad Real, me encargué de todo esté asunto, deje les expliqué.
Al parecer, cada carpa tendría un guardia, el cual no puede abandonar su patrullaje, además, también se asignará un grupo de diez personas que se encargará de patrullar un área de veinte carpas.
Cuando el joven terminó de hablar, Yonghoon volvió a tomar la palabra – También, si ven la página número quince, podrán ver que se da a conocer el tema de la comida. Cómo al Rey le preocupa la seguridad, es claro que teme que su campamento vaya a ser envenenado, así que asignó a varios chefs de confianza, los cuales fueron trasladados del Departamento Militar, además se contrataron catadores.
La junta siguió tratando temas de suma importancia, al cabo de minutos la junta terminó y la gente empezó a salir.
Lo último que el General mencionó fue que los reclutas empezarán a llegar dentro de dos días.
En cuanto la junta terminó, Yunho intentó pensar en cómo acercarse a Mingi, pero no tenía la menor idea de cómo hacerlo. Tenía que hacer algo antes de que se subiera a su carruaje con Jongho, si se iba no tendría otra buena oportunidad para hacerlo.
En cuanto salió de la carpa solo vio a Jongho esperando el carruaje, era posible que Mingi hubiera ido a buscarlo y luego se irían los dos. El plan original era buscar a Mingi y luego a Jongho, pero parecía que los dioses lo aman.
Así que, se acercó a Jongho, cuando estuvo a su lado no dijo nada, en cambio, Jongho solo lo miró de forma curiosa.
A diferencia de los otros días en los que se habían visto, está vez Jongho parecía que había dormido bien.
Yunho tuvo el consejo de Seonghwa y las crueles palabras de Yeosang, así que tenía una vaga idea de cómo iniciar su disculpa, pero ahora que tenía la oportunidad de hacerlo, no podía, las palabras no salían de su boca, por más que quisiera.
En cambio, parecía que Jongho ya tenía una idea de que hacía Yunho ahí, así que solo dijo – ¿Qué necesita, príncipe?
El tono de voz que usó no fue grosero ni descortés, además, no parecía que le guardará alguna clase de odio. Le habló como si nada hubiera pasado.
Eso era algo curioso.
– Necesito hablar contigo, acerca...de ayer.
Jongho soltó un suspiro, tal vez no quería tocar el tema o que Yunho tocará el tema se le hacía irritante – Lo escucho.
– Ah...yo... – pero su intento de disculpa se vio interrumpida por la llegada del carruaje, carruaje del que bajó Mingi.
¡Mierda!
En cuanto Mingi bajó saludó a Jongho, pero en cuanto vio a Yunho su mirada alegre se transformó en una fría y de odio.
Genial, oportunidad arruinada.
– El carruaje está listo para irnos, Jongho – dijo Mingi mientras abría la puerta.
Pero Jongho le dijo – Cambio de planes, iré al palacio – parecía que los dos estaban en la misma página, ya que Mingi solo asintió – Creo que Seonghwa se quedó a recoger, puedes quedarte en su casa y yo te veré mañana por la mañana.
– No lo sé, estoy algo cansado y, curiosamente, no puedo dormir bien si me quedo en casas ajenas.
– Mejor, dile a Seonghwa que te pase a dejar a tu casa – Jongho solo río.
Mingi volvió a abrir la puerta y Jongho no tardó en subir, después Mingi se le acercó a Yunho y solo le dijo, pero claro se aseguró de que Jongho no escuchara.
– Si me entero de que le vuelves a decir tus estupideces te haré sufrir, no me importa que seas el heredero. Una moneda de bronce vale más que usted.
Otra vez esa maldita frase, primero se la dijo Yeosang y ahora Mingi. Puede que se haya enojado por la amenaza de Mingi, pero en ese punto estaba en todo su derecho, así que no le pudo decir nada.
Luego, Mingi lo invitó a subir al carruaje mientras le mostraba una linda sonrisa.
Yunho se subió al carruaje y se sentó a un lado de Jongho, al poco tiempo el carruaje se empezó a mover.
Parecía que Jongho había planeado que los dos estuvieran solos por completo. Era posible que, él supiera que Yunho se le intentaría acercar para disculparse, y teniendo una vaga idea del tipo de persona que era el príncipe, sabía que se le haría difícil o de cierta forma le daría vergüenza. Así que Jongho tomaría la iniciativa.
– Entonces, ¿qué me quiere decir? – Jongho habló luego de un rato de completo silencio. Pero Yunho no dijo nada, solo se mantuvo callado – Entiendo que sea su primera vez haciendo esto, el camino al palacio es muy largo, así que tendrá bastante tiempo para hacer lo que tenga que hacer.
Había tantas cosas que quería decirle y preguntarle a Jongho, tal vez saber cómo fue vivir en la base de Siwon, como seguían sus heridas o saber cómo se sentía, pero por más que quería no podía.
Jongho solo volvió a suspirar y dijo – Si no te sientes listo para ofrecerme una disculpa está bien, pero cuando sientas que puedes yo la aceptaré, no te voy a obligar a nada.
– ¿Pero qué estás diciendo? – preguntó Yunho – ¿Qué clase de persona eres, Jongho? Primero, te traté mal y hasta te hice llorar, pero ahora te comportas de una forma extrañamente madura. No te entiendo.
– ¿Sabe? Tuve varios días para pensar en todo lo que había pasado y me di cuenta de que sí, usted tuvo la culpa de varias cosas, pero luego me di cuenta de que usted no sabía lo que hacía. Así que, no lo puedo culpar ni tampoco puedo esperar una disculpa que no esté listo para hacer.
– ¿Qué quieres decir con eso?
– Cuando nuestras familias se separaron, estaba claro que varias cosas iban a cambiar. A usted lo educaron para ser un rey, alguien que dirige a la gente, a diferencia mía que solo me enseñaron a levantar una espada, pero siempre iba a buscar refugio con mi madre o hermana. Aunque no lo crea, hay mucha diferencia de crianza.
Cuando la familia Choi se fue al otro lado de las montañas, la niñez de Yunho fue modificada por completo, ya no tenía horas de juego o alguna otra cosa que hacían los niños para entretenerse, en cambio se vio obligado a ser el futuro rey.
– Cuando esté listo para disculparse yo lo sabré – Jongho solo sonrió.
El carruaje se volvió a quedar en silencio, lo único que se podía escuchar eran los cascos de los caballos. El carruaje pasó por un pequeño hoyo, así que este saltó un poco, gracias a eso la herida de la pierna de Jongho empezó a arder, así que instintivamente colocó su mano sobre la herida.
– ¿Qué tan grave está tu pierna? – preguntó Yunho preocupado, solo sabía que lo había alcanzado el fuego, pero no sabía de la gravedad. Luego, golpeó el techo del carruaje – ¡Tengan cuidado, hay heridos a bordo!
Jongho se quejaba de dolor, pero aún así le contestó – El fuego hizo todo lo posible por quemar dañar algunos nervios. Aunque duele ahora, Seonghwa dijo que era posible que deje de sentir toda la pierna derecha.
– Si tu pierna está tan grave ¿Por qué sigues haciendo varias cosas? Solo vas a provocar algo peor.
– Hay varias cosas que tengo que hacer, digamos que ninguno de los dos podemos darnos el lujo de no hacer nada, hay mucho en juego.
De un momento a otro el carruaje se detuvo, dando a indicar que ya estaban en el palacio. Así que, Yunho abrió la puerta y bajó, luego ayudó a Jongho.
– Si de alguna forma puedo ayudarte a que caminar sea más fácil, avísame. He leído por ahí que tu tipo de herida es precocupante, no sabía que grado de quemadura tenías, pero si menicionas que dejarás de sentir la pierna, dudo que un simple bastón y la fuerza del tonto de Mingi basten.
Jongho río por lo último que dijo Yunho – No es tan malo como parece, aunque, sí, es algo torpe y escandaloso, pero me ha sido de gran ayuda estos días. Le avisaré cualquier cosa, tenlo por hecho.
Juntos subieron poco a poco las escaleras del palacio, Jongho se negó a recibir ayuda de Yunho, debido a que aún se sentía capaz, pero eso no evitó que Yunho estuviera al pendiente. Se hizo un silencio, pero no se sentía incómodo.
Al poco tiempo Yunho habló – ¿Te has dado cuenta de que el Teniente tiene una relación extraña con un sujeto que llevó a su vivir a su casa? – pensó que sería una buena idea hablar de personas con las que tiene una relación un poco más avanzada que la suya, tal vez así se terminarían acercando tarde o temprano.
– Si, aunque Seonghwa solo diga que se preocupa por las personas y que haría lo que fuera por ayudar y esas cosas. Yo creo que se encuentran muy pegados, sinceramente me resulta un tanto gracioso y tierno al mismo tiempo. Sinceramente hay muchas cosas que ignoramos de Seonghwa y de Mingi, por ejemplo, ¿sabías que Mingi sabe usar todos los cubiertos para la mesa? No importa el platillo que le pongan adelante, siempre usa el correcto.
– Una vez me mencionó que tenía una pareja, si sabe usar tantos cubiertos... Seguramente su novia pertenece a alguna familia rica. Claro, por la guerra huyó de su país y ahora está aquí.
– Tendría sentido, pero alguien como Mingi no creo que haya logrado enamorar a alguien de la nobleza, mucho menos lograr enamorar a alguien – dijo con un tono burlón.
Ambos entraron al palacio después de algunos minutos, Yunho insistió en irlo a dejar a su cuarto, y como no se callaba, Jongho no tuvo otra opción más que aceptar.
Caminaron por varios pasillos, ridículamente largos, pero curiosamente bien alumbrados con varios candelabros y miles de velas en ellos. Además, la luz de la noche se colaba por las enormes ventanas del lugar, también se podía ver una luna gigante si te asomas por ellas.
En todos los muros del pasillo hay varias pinturas colgadas, algunas de pintores famosos de todo el mundo y otras son de otros no tan conocidos. Claro, para dar un toque más fresco habían algunos cuántos floreros decorados con las flores más bellas de todo el reino.
Los dos caminaban, nuevamente, en un silencio cómodo, pero a Yunho no le agradaba mucho, así que pensó en qué más podía decir, pero antes de que siquiera abriera la boca, fue interrumpido, pero no por Jongho, sino por una mujer.
– ¿Jongho eres tú?
Al otro lado del pasillo, había una joven con una belleza inigualable. Sus ojos eran oscuros y grandes, cualquier persona que los viera quedaría cautivado por lo hermosos que son. Además, tenía una cara un tanto fina y de un color claro, los labios de la joven eran carnosos, pero delgados a la vez.
Sostenía un hermoso abanico de color rojo, este al momento de abrirlo se podía contemplar el hermoso Sol naciente. Esta dama no iba sola, iba acompañada de dos bellas jóvenes vestidas de un tono rojo claro y con unos cuantos adornos de oro en el cabello.
– No puede ser, Jongho hace mucho que no nos vemos – exclamó contenta cuando se les acercó.
– Ha pasado un tiempo, Wheein – Jongho solo se sorprendió – No puede ser, ya no eres la niña con la que solía jugar.
Cuando estuvieron más cerca, las damas de compañía de la princesa se inclinaron ante Yunho.
– Digo lo mismo, te ves tan diferente – luego riendo solo dijo – incluso eres más alto que yo, pensé que no ibas a crecer más.
– Escuché de tu compromiso hace poco, nunca esperé que me dieran la noticia de un día para el otro, es raro todavía, pero espero que seas feliz con él.
– Te va a encantar San, es todo un amor, lo digo en serio. Con tan solo decirte que la palabra caballero le queda corta – Wheein no dejaba de sonreír – No sabes lo mucho que le he contado sobre ti, la próxima vez que venga les organizaré un día para que se conozcan.
De un momento a otro, la oportunidad de Yunho para seguir hablando con Jongho se vio interrumpida, otra vez. Incluso, parecía que disfrutaba hablar más con Wheein que con él, bueno parecía que prefería a las demás personas que a él.
Pasaba lo mismo con Mingi, antes de que los dejara en el carruaje, parecía más cómodo o más relajado con él, pero cuando estuvieron solos por completo no se sentía igual.
Ahora, que su hermana se había robado toda la atención de Jongho solo para ella, Yunho no pudo evitar sentirse un poco mal. A fin de cuentas, era posible que Jongho nunca se sintiera cómodo cerca de él.
No lo culpaba.
– Tenemos mucho de qué hablar, pasaron demasiados años – Wheein seguía hablando sin parar, luego exclamó aún más contenta – ¡Ya sé! Mañana hay que tomar el té en la terraza, para ponernos al día, cuéntamelo todo – luego, su sonrisa se apagó un rato y con un tono más relajado solo dijo – Quiero que sepas que pasé un buen rato conociendo a Byulyi y a tu madre, si a mi me dolió escuchar lo que pasó, no imagino lo que sentirás tú. Lamento mucho lo que sucedió.
¿Es en serio? Lo que Yunho lleva intentado hacer su hermana lo logró en menos de diez minutos.
Jongho solo sonrió, pero no se veía feliz ni triste.
– Espero que estando aquí te sientas cómodo, si necesitas a alguien que te escuché o te consuele no dudes en ir a buscarme.
– Muchas gracias, Wheein. Creo que, te veré mañana para tomar el té.
– Claro que sí, es algo tarde, así que me retiraré. Descansen los dos.
Wheein siguió su camino hasta que desapareció por completo del pasillo, así que los dos llegaron a la habitación de Jongho poco después.
Se detuvieron en la puerta, así que Jongho solo se despidió – Al igual que su hermana, descanse, lo veré mañana, príncipe.
Ahora que Yunho vio a su hermana y a Jongho hablar tan alegres, solo se puso a pensar en la forma en la que se dirigían, se hablaban por sus nombres.
Se podía notar una gran diferencia a cuando Jongho decía Wheein a cuando decía Príncipe, como si de cierta forma fuera un poco infeliz cuando hablaba con Yunho.
Jongho abrió la puerta de su cuarto, pero Yunho solo lo interrumpió.
– Yunho, solo dime Yunho.
Jongho solo lo miró de una forma curiosa, era posible que no entendiera el cambio tan repentino del príncipe. Incluso cuando estaban en el carruaje Jongho lo seguía tratando con respeto y Yunho no hizo nada para cambiarlo.
Al poco tiempo, Jongho solo sonrió – Está bien, hasta mañana, Yunho.
Cuando los dos se despidieron y Jongho cerró la puerta. Yunho solo volvió a su cuarto y se durmió.
Al otro lado de la frontera y más allá del desgarrador y nauseabundo mercado negro, se encuentra el Reino de la Luna Nueva.
Dicen que este reino nunca duerme, ya que a sus habitantes les gusta salir a contemplar la belleza de la luna, así que todas sus calles están alumbradas por miles de luces. A diferencia del Sol, que cuando la luna se pone en su punto más alto la gente desaparece de las calles, algo curioso.
Entre toda la gente que estaba cantando, bailando o pasando un buen rato con sus familias y amigos, pasaba un hombre con un hermoso traje militar, el cuál tenía demasiadas medallas colgando del pecho.
Este hombre caminó hasta la entrada del palacio de la Luna, cuando varios de los guardias lo vieron pasar solo lo reverenciaban.
Entró al palacio, como si fuera su propia casa, caminó y caminó hasta que llegó a, lo que parecía ser la sala del trono.
Al fondo había cuatro tronos de color blanco, en el trono más grande había un hombre sentando, que en cuanto vio al militar solo sonrió.
– ¿Qué noticias me traes del sol, Harin?
– Demasiadas, Namjoon. Solo diré que Yonghoon está haciendo un buen trabajo en ese lugar.
...
(Pusimos los tres puntos porque no pudimos colocar el banner)
Esperemos que les guste la actualización de hoy, intentaremos traer el siguiente capítulo pronto.
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