Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Oscura tierra (parte 1)


Capítulo 014

– El arroz es el nivel uno para aprender a cocinar lo que sea – Byul rió tan fuerte que era posible que hasta sus vecinos la escucharán.

Esa mañana en particular Byul, Jongho y Sooyoung, su madre, se encontraban en la cocina de la casa. Sobre la una mesa cercana tenían varios vegetales, carne de cerdo, algo de pollo y, claro, arroz.

Como su madre se lo había prometido la noche anterior, le enseñaría a cocinar para que no fuera un estorbo en la vida; y mucho más importante, Jongho dejará de quemar sus ollas.

– Jongho, al igual que tu hermana, te enseñaré a hacer arroz, cuando lo tengas dominado los demás platos serán tan fáciles de preparar – Sooyoung le sonrió a sus dos hijos – Ahora, no creo que tu padre llegue a comer, así que no haremos tanta comida. Primero necesito que vayan por agua al pozo, necesito que traigan cinco litros, pueden llevar la olla grande, solo tengan cuidado. Mientras, yo iré cortando la carne.

Ambos le hicieron caso a su madre y salieron de la cocina con dirección al pequeño huerto que habían construido los tres hace ya tantos años. Habían algunas cuantas plantas de papas, jitomate, calabaza y zanahoria, aunque el huerto no era muy grande era lo suficiente para alimentar a su familia. Con el paso de los años, los tres aprendieron a cuidar a sus amadas plantas, hasta que hubo un punto en el que se convirtieron en las "pequeñas" de Sooyoung; Siwon tenía prohibido pisar el huerto.

Era una mañana agradable, el sol estaba hasta arriba brillando en el cielo más azul que el mar, mientras que la brisa de la mañana refrescaba todo el lugar; las ramas de los árboles danzaban junto al paso del viento y a lo lejos se escuchaban a los pájaros trinar tan suave.

– Veo que no dormiste mucho ayer, Jongho. Tengo la impresión de que ya acabaste tu nuevo libro – Byul le dio un pequeño golpe en el hombro a Jongho, aunque claro, por el estado actual de su hermano procuró no golpearlo tan fuerte. Ahora, que Byul veía las heridas de Jongho con la luz del día era más que claro que Siwon, su padre, no había tenido piedad con él.

– No terminé el libro, tus ronquidos eran tan fuertes que no me dejaban concentrarme, Byul – Jongho rió – Pero enserio, solo pude leer tres poemas y, realmente, me gustaron mucho, es increíble la profundidad de varias de las palabras escritas en el papel, no lo sé.

– Tres poemas bastaron para cautivarte, si así son las primeras hojas de ese libro, no me imagino el resto.

– Perdón, es que son más que palabras, son...verdades ocultas – Jongho volteó a ver a su hermana, la cual tenía una cara de confusión – Se que no me doy a entender, es difícil de explicar.

– ¿Qué te parece si esta noche en la cena lees uno de los poemas a mamá y a mi? Yo puedo enseñarle mi destreza con la espada. Será como los espectáculos que hacíamos de niños para mamá en su cumpleaños, una demostración de talento.

– No suena mal, como en los viejos tiempos – Jongho rió un poco y luego sonrió.

Cuando llegaron al pozo de agua, entre los dos llenaron la olla y, nuevamente, Byul la cargó de regreso, aunque Jongho insistía en ayudarla, ella simplemente se negaba, mientras insistía que le contara más sobre su nuevo libro.

Byul vio crecer a su hermano, estuvo para él cuando pasaba por malos momentos y estuvo para él en los buenos. Cuando su padre se obsesionó con el ingenio de Jongho, Byul no tuvo otra opción que consolar a su hermano casi todos los días, todo debido a las crueles palabras de Siwon. Incluso, sabía que Jongho se sentía invisible con sus compañeros del campamento militar, era por eso que siempre intentaba consentirlo y hacerlo sentir escuchado.

Nunca lo dejó solo.

Ambos llegaron a la cocina, delante de ellos estaba su madre intentando encender la leña para empezar a calentar el agua para la comida; ella sostenía dos trozos de madera y las frotaba entre sí con rapidez. Byul dejó la olla sobre la mesa, se acercó a su madre e intentó ayudarla.

De un momento a otro se encendió una pequeña llama, así que Sooyoung lanzó los dos trozos de madera a la leña haciendo que esta poco a poco fuera cobrando más vida. Cuando la llama estuvo lo suficientemente grande, Sooyoung fue por la olla y la colocó sobre esta para que empezara calentarse.

– Necesito que corten los vegetales antes de que hierva la olla. La carne ya está así que no se preocupen por eso.

Byul tomó dos cuchillos, uno de filo alargado se lo quedó ella, mientras que uno de filo un poco más pequeño se lo entregó a Jongho. Entre los dos empezaron a tomar varios vegetales y empezaron a cortar; en el caso de las papas primero quitaron la cáscara.

– Estuve pensando y me di cuenta de que no tenemos lechuga ni cebolla en el huerto, creo que tendré que ir al pueblo a comprar algunas semillas – Byul giró su cabeza con dirección a su madre, la cual echaba más leña.

– No lo sé, Byul, el otoño se acerca, esas semillas tendrán un costo muy alto solo por la época, espera a que sea invierno y compraré algunas – a un lado de Sooyoung había una pila de leña, la cual no tenía fin, no importaba cuanta echará nunca acababa, en cambio, el fuego se expandía más y más.

– Mamá, ya es mucha leña, ¿no crees? – Jongho igual volteó a ver a su madre.

De un momento a otro, las llamas empezaron a tragarse una de las manos de Sooyoung, estas avanzaban lentamente por todo su brazo, pero ella no mostraba ningún signo de dolor, más bien ignoraba el fuego en su brazo y seguía lanzando leña al fuego.

– ¡Madre!

Al ver esto, Jongho fue hasta su madre. Cuando llegó a ella, parte de su brazo se había hecho cenizas, mientras que el fuego seguía recorriendo parte de su hombro. Así que sin saber que hacer lo primero que hizo fue buscar ayuda de su hermana, pero cuando la volteó a ver, ella seguía cortando vegetales como si nada estuviera pasando.

– La lechuga es un vegetal fresco, no creo que crezca bien en invierno – se escuchó a Byul murmurar.

– La lechuga no se dará en invierno, no sobrevivirá – contestó Sooyoung, mientras lanzaba más leña.

– ¡Byul, ve al pozo por algo de agua! ¡Hay un florero en la entrada, creo que tiene agua, tráemelo, por favor! – Jongho gritó, pero Byul no se movió de su lugar.

– La lechuga es un vegetal fresco, no creo que crezca bien en invierno – se escuchó otro murmullo de Byul.

– ¿Qué demonios estás diciendo? Ve por el agua.

– La lechuga no se dará en invierno, no sobrevivirá – se escuchó nuevamente a Sooyoung hablar, su rostro seguía sin mostrar alguna clase de dolor, mientras que Byul seguía en su tarea.

El golpe del cuchillo sonaba por todo el lugar cada vez más fuerte.

Antes de que Sooyoung pudiera tomar otro trozo de leña y lanzarlo, Jongho se lo quitó de las manos – ¿Mamá? ¿Estás bien? ¡¿Qué demonios les pasa a las dos?! – luego volteó a ver a su hermana, la cual había dejado de cortar los vegetales, ahora lo veía fijamente con el cuchillo en mano.

– Duele menos que ser quemada viva, Jongho – el tono de voz calmado de su madre se había esfumado, ahora se había hecho áspera, además arrastraba las palabras, era espeluznante de escuchar. Jongho la volteó a ver nuevamente, pero ahora delante de él había un cuerpo cubierto por completo en llamas, de estas sobresalía un figura negra que parecía derretirse como la cera de una vela. La cara de su madre había perdido casi toda la piel, lo único que se lograba ver era el cráneo de un color más negro que el carbón con varios pedazos de piel negandose a caer al suelo.

– Jongho – volvió a hablar Sooyoung – Jongho, Jongho, Jongho, Jongho – Sooyoung repetía sin parar, hasta parecía que nunca se cansaría, al igual que las llamas que consumían su cuerpo hasta convertirla en ceniza cada segundo.

De un momento a otro, el fuego que había terminado de consumir el cuerpo de su madre corría libre por toda la casa, todo pasó en cuestión de segundos que Jongho no se dio cuenta.

– ¡Byul hay que salir de aquí! No sé qué está pasando – en cuanto los restos carbonizados de Sooyoung terminaron hechos cenizas en las manos de Jongho, lo único que pudo hacer fue gritar para que su hermana estuviera a salvo, para que corriera o hiciera algo, pero no. Byul seguía parada sin hacer nada, pero ahora sostenía una espada bañada en sangre. Además, de su pecho salía mucha más sangre, haciendo que su vestido se tornara de un tono carmesí.

– Byul...¿Qué está pasando?

– La lechuga no se dará en invierno, no sobrevivirá – Byulyi dijo esta vez. A paso lento se fue acercando a Jongho, mientras arrastraba la pesada espada en el suelo.

Jongho solo la pudo mirar aterrado, lo único que pudo hacer era retroceder con cada paso que daba su hermana, hasta que su espalda chocó con una de las paredes de la cocina; estaba atrapado.

– No sobrevivirá.

Lo único que podía hacer era mirar los oscuros ojos de su hermana, los cuales lo miraban fijamente.

– Jongho no sobrevivirá.

Y de repente, Jongho abrió los ojos. Ante la oscuridad de la madrugada lo único que se podía escuchar eran las respiraciones agitadas de Jongho. Varias lágrimas se deslizaban por sus mejillas, una tras otra sin parar.

Era claro que había tenido otra pesadilla. No podía recordar la última vez que había logrado dormir correctamente, al menos desde el incendio. Buscando tranquilizarse miró todo el lugar, intentando convencerse de que lo peor ya había pasado, observó la solitaria y grande habitación, lo único que lo acompañaba era la oscuridad de la madrugada.

Por las enormes ventanas del lugar solo se podía ver a la luna iluminando el cielo oscuro de la mañana. Además, no existía sonido alguno, todo estaba callado.

Sobre la mesa de noche; a un lado de la cama, se encontraba su libro quemado. Jongho se estiró, lo tomó y abrió. Lo único rescatable del libro era la pasta, ya que al estar hecho de cuero no estaba tan dañado, a diferencia de la cubierta, las hojas se hacían polvo cada que Jongho las pasaba.

Una vez lo cerró, lo abrazó con mucha fuerza, tal vez esperaba que su hermana o su madre le correspondiera el abrazo.

– Lo siento – soltó en un murmullo muy bajo.

Sin estar consciente de cuánto tiempo había pasado, el cielo nocturno se fue aclarando cada vez más y el silencio desapareció por completo. Con el primer trinar que escuchó supo que el sol ya había salido casi por completo, pero no se quiso levantar, a menos que lo llamarán para una junta, lo cual no sucedió.

Usualmente, Jongho solo se levanta cuando alguien de la servidumbre le avisa de alguna junta o cuando Seonghwa y Mingi lo van a visitar, pero era claro que ninguno de los dos iba a cruzar la puerta el día de hoy. Además, no sé realizaría junta de la Corona esa mañana.

Pasó hora tras hora, las cuales Jongho sentía eternas. Solo sabía que pasaba del medio día, pero en ningún momento se quiso levantar de la cama, solo quería que nadie llamara a su puerta, que nadie lo molestará el día de hoy.

Pero como si el destino estuviera en su contra, alguien llamó a su puerta.

– ¿Puedo pasar, Jongho? – se escuchó a Yunho del otro lado de la puerta.

Jongho solo soltó un suspiro fuerte – Pasa.

– Me preocupa que no hayas bajado a desayunar en la mañana, ¿te encuentras bien? – fue lo primero que preguntó Yunho cuando entró a la habitación, luego se sentó en el sillón más cercano a él.

Jongho, quién todavía seguía acostado en cama, solo dijo – Sí, solo estoy algo cansado de ayer, es todo.

– Respecto a lo de ayer – luego no siguió hablando, era como si se preparará mentalmente para abrir la boca – Lamento haberte dejado sin compañía alguna. Después de que terminó la conferencia, mi padre me obligó a pasar el resto del día con la hija del Marqués Jang. En cuanto ella se fue fui a buscarte, pero no estabas en ningún lugar, incluso volví al palacio, no te encontré.

– No es necesario que se disculpe, pase todo el día con un funcionario de la corte. Además, entiendo que el Rey quiera que pase tiempo con las hijas de las familias nobles del Sol, a fin de cuentas, algún día subirá al trono, no puede hacerlo solo – mientras Jongho hablaba fue levantándose de la cama, luego tomó su bastón y empezó a caminar hasta que se sentó en otro sillón, pero cercano a Yunho.

– Entiendo eso, pero es molesto. Sus padres solo quieren que sus hijas me roben el corazón para que sean parte de la familia real, son tan falsos e hipócritas. No le daré el gusto a ninguna de esas familias.

– Puede haber alguna otra buena opción, no siempre pueden ser hijas de los nobles del Sol, tal vez de otro reino.

– Sería lo mismo – contestó de mala gana Yunho, luego se aclaró la garganta – Pero bueno, mi padre me dijo que tengo el resto del día libre, quería saber si me dejas enmendar mi promesa de ayer, podemos salir al pueblo, ir a los jardines del palacio a comer o podemos ir a la casa del Teniente; le agrado a Yeosang.

Jongho rió, era difícil imaginar que a Yeosang le agradara Yunho – De hecho, quiero investigar al heredero de la Luna, Kim Hongjoong. No hay mucha información sobre él, solo se sabe que es alguien inteligente y que no le gusta llamar la atención. Pensé que sería buena idea investigar por mi cuenta, pero dudo que el Departamento Militar tenga algún informe sobre él. Que dificil.

– ¿Qué te parece si vamos a investigar al pueblo? – propuso Yunho, pero Jongho solo lo miró confundido, así que tuvo que seguir hablando – El comercio del Sol es realmente rico, no como el de la Luna, pero llegan comerciantes de todas partes del mundo. Sí alguien sabe algo de Kim Hongjoong a de ser alguno de los tantos comerciantes extranjeros. Además, si llegamos a descubrir algo, podemos llevar esa información a la siguiente junta que haya.

– Me agrada la idea – contestó Jongho.

– Entonces, está decidido, investigaremos juntos a Kim Hongjoong – Yunho sonrió – Te dejaré, iré a cambiarme la ropa, mi recomendación es que te pongas algo cómodo, vendré por ti dentro de unos veinte minutos, Jongho – después de que terminó de hablar salir de la habitación.

Después de que Yunho cerró la puerta, Jongho volvió a soltar otro suspiro, pero este sonaba algo cansado. Él solo quería quedarse en cama sin que nadie lo molestara, pero ahora tendría que salir al pueblo a investigar, al menos eso mantendría su mente ocupada todo el día y cuando llegara al palacio estaría completamente cansado, es decir, podría dormir un poco.

En lo que se preparaba mentalmente para querer hacer algo, lo único que pasaba por su mente eran los posibles resultados de la pequeña investigación que llevaría con Yunho. Tal vez, descubrirían que Kim Hongjoong es alguna clase de lunático a punto de heredar un trono o sería alguien muy tonto; lo que explicaría su carta.

Incluso, llegó a pensar que clase de rumores tendrán las personas acerca de Yunho, eso nunca se lo había preguntado. Pero según su experiencia podría decir que es una persona un tanto arrogante y con temperamento frágil. Sería interesante saber que piensan las personas del pueblo acerca de su próximo Rey.

Minutos más tarde, Yunho había vuelto a la habitación, en cuanto cruzó la puerta, Jongho ya se encontraba listo sentando en el sillón viendo a la nada, era más que probable que estuviera pensando en algo.

En cuanto Jongho vio a Yunho solo pudo preguntar – ¿Eso es lo más cómodo que tiene? – todo debido a que Yunho seguía vistiendo demasiado formal. A diferencia de él que llevaba lo que consideraba sus harapos más decentes.

– Claro, soy El Príncipe. No puedo tener prendas baratas.

– Eso lo entiendo a la perfección. Disculpe mis palabras y mi forma de expresión, estamos por ir a investigar, no vamos a una clase de equitación. Usted es El Príncipe, llamaría mucho la atención.

La respuesta de Yunho fue poner los ojos en blanco – Entonces ¿sugieres que siempre tenga que tener ropa de campesino en mi armario? Oh claro, como todos los días salgo a investigar al pueblo, olvide que tengo ropa de campesino oculta en mi alcoba – dijo con sarcasmo.

– Estúpido – Jongho murmuró muy bajo, pero lo suficientemente alto para que Yunho lo escuchara.

– Ah, que lindo suena cuando no me hablas tan formal, idiota.

– Te hablaré informal cuando dejes de decir tantas tonterías.

Aunque eso no era del todo cierto, Jongho todavía no tenía mucha confianza para hablar con Yunho de forma informal, y no todo es por los errores que cometió hace pocos días, más bien es por la posición social en la se encuentra Yunho y su familia. No es como que pueda llegar y hablarle como si hubieras sido amigos de toda la vida, aunque es cierto su amistad, pero con el paso de los años ambos terminaron cambiando por completo, Jongho no se siente cómodo con el nuevo Yunho.

Y, seguramente, Yunho no se sentía tan cómodo con el nuevo Jongho.

Pero una pequeña parte de él se enciende cuando Yunho dice algo completamente estúpido, es como si ese miedo constante fuera demorado por el pequeño sentimiento y este se apoderará de él. La primera vez que le habló así a Yunho fue aquel día en la carpa, cuando lo golpeó e insultó por abrir la boca de más.

Sus ojos, que antes lo miraban con burla, ahora lo veían fijamente llenos de fastidio. Yunho finalmente dejó de ver a Jongho, quién estaba molesto de igual manera – Se nos hace tarde, vámonos.

Jongho no dijo nada, solo soltó un suspiro cansado y tomó una capa negra que había dejado a su lado en el sillón, se levantó, fue directo a Yunho, pero antes de que salieran de la habitación, se detuvo y regresó a buscar algo. Abrió uno de los cajones de una de las mesitas de noche, de esta sacó una bolsa de tela, que parecía pesada. En cuanto la sacó por completo se escuchó el sonido de varias piezas de metal chocando entre sí. Una vez listo, Jongho volvió a caminar hasta donde estaba el príncipe.

– Vámonos – contestó mientras guardaba la bolsa en uno de sus bolsillos.

– ¿Para qué llevas dinero? Vamos a investigar no a hacer la lista de compras del Teniente. Además, la corona tiene el dinero suficiente para cualquier cosa – él solo pudo ver confundido como guardaba la bolsa con monedas en uno de los tantos bolsillos interiores de la capa.

– Vamos a investigar, necesito dinero para varias cosas.

– Parece que no me escuchas, ya dije que yo tengo dinero, no entiendo porque llevas. No es como que lo vayamos a utilizar, solo es una investigación, no una tarea de la escuela para la cual necesitemos comprar materiales – cuestionó mientras señalaba la capa que su acompañante tenía en las manos.

– Aunque no lo crea necesitaremos el dinero. No creo que sepa cómo funciona esto, tenemos que ganarnos a la gente.

– Entonces, ¿les pagaremos por información? Oh claro, como no lo pensé, iremos por la calle dando monedas de oro y diremos "Tenga una moneda mi buen samaritano, pero a cambio quiero que me diga lo que sabe de Kim Hongjoong" – en esta altura de la conversación a Jongho le estaba cansando un poco el sarcasmo con el cual se llegaba a expresar Yunho, había un punto con el que podía tolerarlo, pero el tono que usaba era irritante.

Así que algo molesto Jongho abrió la boca sin pensar – El dinero del Rey no puede comprar lo que necesito, Su Majestad – cuando terminó de hablar salió por la puerta, curiosamente a paso veloz.

– ¿Qué? ¿Eso qué significa, Jongho? – era claro que su mente no había terminado de procesar el insulto que le había dicho, así que se quedó cargando la información sin moverse de su lugar.

El Rey era su padre, y él tiene dinero, por ende, el dinero de su padre era el suyo. Ahí no había ninguna clase de error y era lo que no lograba descifrar.

Otro intento.

El dinero del Rey, es decir su padre, es suyo, pero no es completamente suyo al 100% porque no él no es aún el Rey, por ende, si su padre es Rey, y él tiene dinero, dinero que es de su gobierno, entonces el dinero de su padre no era suyo. Solo se lo prestaba.

Cuando Yunho logró entender a lo que se refería simplemente gritó mientras lo intentaba alcanzar – ¡Jongho! – pero por alguna extraña razón no lograba alcanzarlo, hasta parecía que Jongho caminaba más rápido – ¿Cómo mierda puedes ser tan rápido? ¡Estás cojo!

Así siguieron hasta que llegaron a los establos, no sabía porque Jongho había corrido hasta ahí. El plan original de Yunho era bajar en carruaje al pueblo.

– Espero que lo que creo que dijiste no sea lo que me dijiste, Jongho ¿Acaso estás diciendo que solo me dan lo que quiero?

– Sí, eso es nepotismo, Su Majestad – contestó Jongho.

– Eso fue ofensivo.

– Como usted lo quiera ver – contestó sin darle mucha importancia, Jongho buscó en los carruajes y establos cercanos quien sabe que. A lo que Yunho le dio mucha curiosidad y no lograba entender, primero que nada fue regañado por su forma de vestir, según tiene entendido él, irían a investigar al pueblo, así que tenía planeado ir a preguntar nada más. En su mente, en cuanto la gente viera al príncipe heredero estas harían fila para contestar lo que preguntaran, además, tenía en mente otros lugares para su investigación. Pero no lograba entender porque Jongho iba vestido como un campesino ¿Qué clase de investigación tenía planeada Jongho?

– Exactamente, ¿qué hacemos aquí? – cuestionó, pero no vio a Jongho por ningún lado.

– Iremos al pueblo a investigar. Cómo ya le había dicho, usted es el príncipe heredero, que salga a la calle llamara mucho la atención, así que iremos encubierto – contestó mientras bajaba de un carruaje descuidado y sucio. Sin saber el porque, Jongho ya tenía puesta la capa y en uno de sus brazos descansaba una capa sucia, que parecía que no era lavada hace siglos – Tenga, póngase esto – le extendió la prenda.

Yunho solo la vio y negó con la cabeza – No entiendo el porque debemos ir encubierto, no estamos en una obra de espías.

– Créame, será mejor para los dos si lo hacemos. Si de casualidad se llega a filtrar la información de que estamos investigando al heredero de La Luna sería un problema grave, es mejor ser prevenidos – dijo mientras se acercaba a una enorme pila de tierra.

– Está bien, ahora entiendo eso, pero...no pienso usar algo que huele a sobreexplotación. Mejor dame la capa que llevas puesta y yo te doy esto, estoy seguro que estás acostumbrado a usar este tipo de cosas – Yunho sonrió, pero Jongho lo veía con mala cara.

– Tenía planeado darle mi capa, pero ahora no.

– Eres cruel.

– Claro que no lo soy – Jongho se fue acercando cada vez más a Yunho, sus manos estaban llenas de tierra – Pero ahora sí.

– ¿A qué te refieres? – en ese momento solo vio como Jongho se acercaba mientras extendía ambas manos llenas de tierra – ¿Por qué te acercas con esa tierra, Jongho? – en ese momento solo temía lo peor, suciedad en sus finas ropas blancas, pero sin tener alguna clase de respuesta solo temió más – ¿Jongho?

¡Jongho!

Y ahí estaban los dos, cabalgando en una de las tantas calles del pueblo. Jongho solo llevaba la capa puesta, su ropa estaba algo descuidada y llena de tierra, mientras que por otro lado, Yunho iba encapuchado, pero ahora sus finas ropas estaban rotas y llenas de tierra; montaba un caballo café.

En cuanto empezaron a bajar al pueblo, Yunho no quiso dirigirle la palabra a Jongho en ningún momento, solo se limitó a seguirlo mientras mantenía una cara de tristeza y de disgusto a la vez. Aun no podía creer que Jongho no hubiera tenido piedad, a fin de cuentas no solo le embarró tierra, sino que se la terminó lanzando en cuanto se quejó.  

De un momento a otro llegaron a unos establos lo suficientemente grandes, como para albergar a unos treinta caballos. En cuanto cruzaron las enormes puertas del lugar los recibió un hombre de avanzada edad, el cual les cobró dos monedas de plata por resguardar a sus caballos tres horas.

Minutos más tarde, ambos ya se encontraban caminando por las calles del pueblo, pero no por las partes de la gente adinerada, más bien caminaban entre las multitudes de la clase trabajadora sin que nadie reconociera al joven príncipe.

En ese momento, Yunho no sabía a dónde lo dirigía Jongho, lo siguió calle tras calle sin saber cuál sería el destino. Ahora, ambos se encontraban en un mercado, solo podía ver los sucios negocios que vendían carne, algunos cuantos vegetales y algunas tantas baratijas. Incluso, llegó a pensar que Jongho no tenía la menor idea de a dónde iban, ya que solo caminaba sin tener deseos de detenerse en algún momento.

Pero antes de que pudiera siquiera preguntar o alzar la voz para atraer su atención, se escuchó la voz fuerte de un hombre, por consecuencia ambos terminaron fijando su mirada en él.

– Por aquí mi honorable gente, aquí el "Cazador de Tesoros del Sur" trae más artefactos raros que han llegado a mi humilde casa de empeño – se trataba nada más y nada menos que un hombre, el cual, a pesar, de verse desaliñado y algo maltratado por la vida, sonreía de oreja a oreja, mientras exhibía sobre una mesa varias cosas, que a simple vista eran algo raras o no muy comunes de ver.

– No hay que perder tiempo, Jongho. No sé a dónde estamos yendo, pero te recomiendo darnos prisa – Yunho se le acercó bastante y le dijo con un susurro.

– Ya llegamos – fue todo lo que contestó, luego se acercó al puesto del hombre el cual sonrió todavía más.

– Espera, ¿qué? – no tuvo otra opción, así que, nuevamente, lo siguió.

– Oh, joven. Parece que tiene un buen ojo, puede ver lo que guste, incluso le puedo contar de dónde viene cada pieza – dijo el hombre.

– He estado en varios lugares, pero solo me dedico a ver y a capturar la belleza de cada uno en un trozo de papel, mi buen señor – contestó Jongho.

– Noto en usted un vocabulario refinado, ¿acaso me equivoco, joven amo? – Jongho solo pudo reír bajo por el comentario del vendedor – Me imagino que el hombre a su lado ha de ser su guardia de compañía. Díganme, ¿de qué parte del país o tal vez continente nos visitan?

Jongho tomó un reloj de bolsillo, este era de un tono plateado, similar a la plata, pero no lo era. Incluso tenía varias gemas, realmente, brillantes, pero al igual que el resto era falso. Así que solo lo miró con asombro y contestó – Mi familia es perteneciente del reino las allá de las montañas, un lugar muy bello a decir verdad.

– He tenido el honor de pisar esas tierras, y sí, son muy bellas. De hecho, viví ahí por un largo tiempo, solo por negocios, usted ha de saber a qué me refiero – Jongho solo asintió como respuesta – Díganme, ¿qué los trae a este reino?

– Hemos estado viajando hace varios meses, solamente, estamos de paso en el Reino del Sol, dentro de pocos días partiremos a otro país.

Yunho solo escuchaba la conversación sin siquiera entender qué demonios estaba pasando, según él, buscaban información no a un estafador, así que no tuvo otra opción que hablar – Te recomiendo irnos ya.

Pero el hombre interrumpió – Veo que su amigo hace un buen trabajo, me imagino que el joven amo viene de una buena familia. En ese caso, le puedo recomendar otra clase de productos, estos no los tengo expuestos para la vista humana – antes de que Yunho pudiera decir algo más, el hombre sacó por debajo de su mesa un cofre bastante pequeño, en cuanto lo abrió se logró ver lo que tenía en el interior, se trataba de varias gemas preciosas.

Para la vista de cualquier persona estás gemas eran algo del otro mundo, algo imposible de conseguir, pero para Yunho era tan común verlas, era como desayunar una todos los días, solo que la única diferencia de las que él tiene en el palacio a las que están en ese cofre era muy obvio, unas eran reales y otras no.

¿Ni había algo verdadero en ese puesto? Solo estaban delante de un vil estafador.

– Estás las conseguí en un largo viaje. Terminé en unas minas que se encontraban al otro lado del mundo. Fue agotador el viaje, pero creo que valió la pena.

– Me imagino que lo fue – contestó Jongho – ¿Me permite?

– Claro que sí, joven amo, las puede ver más de cerca.

Jongho tomó una de las tantas gemas en sus manos, era claro que era falsa, pero solo sonrió y dijo – Hace poco estuvimos en el Reino de la Luna, está gema no se compara con las que veo aquí, eso explica su extravagancia.

En cuanto Jongho mencionó el reino vecino, Yunho entendió lo que intentaba hacer en primer lugar. Se iba a dejar estafar para obtener información de forma discreta.

– El reino de la Luna, he estado pocas veces en ese reino, es impresionante de ver.

Yunho continuó – Lamentablemente, llegamos en mala época, no pudimos disfrutar la estadía.

– Parece que este solo habla para quejarse – rió el hombre y Jongho también – Pero tiene toda la razón, últimamente los Kim están moviendo las cartas de una forma muy extraña, se dice que fue el príncipe el que está haciendo todo ¿Qué fue lo que les pasó ahí?

– Salimos a visitar varios lugares, pero de un momento a otro todo se llenó de soldados. Incluso en la noche se les escuchaba marchar – contestó Yunho.

– Entonces, salieron hace poco de la Luna – ambos asintieron – A diferencia de este reino, la Luna se toma muy en serio su poder militar. Muchos extranjeros temen entrar a ese reino por la actitud y crueldad de la gente.

– ¿De verdad son tan serios? Suenan como unos lunáticos – dijo Jongho.

– Sí, desde que la reina murió, Kim Namjoon se volvió loco de poder. Y no solamente el padre, la hija es un desastre. Se dice más en las calles, pero no pienso involucrarme en dramas de la corona. Prefiero vivir de forma honesta.

¿Vida honesta? Pensó Yunho mientras lo juzgaba con la mirada.

– Eso es algo que mucha gente que vive en el Mercado Negro del Lago sabe a la perfección, a fin de cuentas, ese lago terminó siendo el campo de batalla del Sol y la Luna por años.

– ¿Es usted habitante del Lago Negro? – preguntó Jongho.

El hombre solo sonrió – Sí, tengo una casa de empeño bastante grande ahí, mi familia es muy conocida por el negocio familiar. Pero bueno, joven amo, no quiero quitarles más tiempo con historias aburridas, creo que tienen un largo viaje.

– Oh, claro. Me gustaría llevar el reloj como recuerdo – contestó Jongho, luego sacó de su capa la bolsa llena de monedas.

– Dejé se lo envuelvo. Este reloj cuesta 18 monedas de oro, es un precio justo.

– Mucho, a decir verdad – Jongho le dio las monedas y obtuvo el reloj. El hombre sólo pudo sonreír aún más grande, para él, ambos habían caído en su estafa, pero era todo lo contrario, él había caído en la del Jongho y Yunho.

Cuando ambos pudieron poner un pie fuera del mercado empezaron a hablar.

– No salió tan mal, por un momento pensé que estabas perdido, Jongho – dijo Yunho.

– No pensé que soltaría las cosas con tanta facilidad.

– A fin de cuentas, nos tenía que mantener entretenidos para que no nos diéramos cuenta de que lo que vendía era más falso que los nobles del Sol – Yunho rio.

– Ahora, teniendo en cuenta lo que nos dijo, creo que tenemos un poco de información, pero si te soy honesto, no sé a dónde ir más a preguntar, volver al mercado sería arriesgado.

– El señor dijo que se suele hablar mucho de la Corona de la Luna en las calles, es decir, de donde viene, el Lago Negro – dijo Yunho.

– ¿Está proponiendo que vayamos al Mercado del Lago Negro?

– Por supuesto, Joven Amo – Yunho no pudo evitar llamarlo de esa forma sin reír.

Notas de las autoras: 

Tahet: Honestamente, me gustó mucho escribir este capítulo. Esta historia es 2ho, y de 2ho no tenía ni madres, pero las interacciones me gustaron mucho.

Moon_Gu: Aún estamos creciendo como autoras, pero esperamos que nos sigan apoyando.

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro