Al otro lado de la frontera
Capitulo 011
– Necesito detalles, Harin – Namjoon se levantó de su trono y caminó hasta una mesa que se encontraba en el centro de la habitación.
La sala del trono era realmente grande, además de los cuatro tronos blancos al final del lugar, en el gran pasillo que se abría a lo largo había varias banderas con el símbolo de la Luna decorando el lugar. El lugar era iluminado por unas cuantas velas en cada esquina, debido a que la luz entraba fácilmente a través de los vidríales, los cuales eran en tonalidades frías, que adornaban cada pared de la habitación desde lo más alto del salón hasta casi tocar el suelo. En ellos se podían ver ilustrados las diferentes fases de la luna y algunos relatos relacionados a la historia de la nación. Los vidríales se encontraban divididos por pequeñas columnas de mármol que se extendían hasta los más alto de la habitación, uniéndose con otras columnas para poder dar la altura al cuarto.
En medio de la sala del trono se encontraba un mapa donde se veían representados los dos reinos. En una esquina de la mesa había un tazón blanco con varias fichas hechas de metal en forma de Luna.
Harin fue hasta donde estaba el Rey y continuó – Como ya sabe, estamos un paso adelante en esta guerra, sino fuera por las estupideces de Siwon, las cosas estarían mejor.
– Eso ya no tiene mucha importancia, ahora que él está fuera del juego, las cosas se nos facilitaron un poco. Además, no importa si las cosas no salieron como quisimos, a fin de cuentas se obtuvo el mismo resultado.
– Claro – Harin solo sonrió un poco – Cuando Yonghoon me dijo que él fue el que le arrancó la cabeza a Siwon, fue una gran sorpresa para mí, digo, los dos estaban a niveles muy diferentes, que le ganará no era algo de esperarse.
La diferencia entre los dos era realmente abismal, Siwon tenía bastante experiencia en combate y manejo de armas gracias a los años que llevaba dentro del ejército, y Yonghoon era alguien bueno en combate, se le podría considerar tranquilo que siempre cuidaba bien de su escuadrón. Siwon era un hombre que jugaba en solitario y Yonghoon una persona que sabe moverse en equipo.
Cuando la noticia de que Yonghoon había acabado con la vida de Siwon había sorprendido demasiado a toda la corte de la Luna, nadie pensaba que eso pasaría. La mayoría suponía que Yonghoon terminaría sin vida en menos de cinco minutos.
– Ahora que regrese al reino lo voy a premiar como nunca antes ¿Cuántas veces Siwon no descubrió nuestros planes y cuántas veces no echaba a perder las ideas de mi hijo? Que ese hombre esté muerto, solo nos da ventaja, como ya te había dicho.
– No solo le traigo como informe la muerte de Choi Siwon, sino que además, Yonghoon se ganó la confianza del Rey del Sol Naciente, a tal punto que lo hizo el general a cargo de la nueva base que se construirá en el Sol.
– Una base en su propio reino, nunca pensé que usaría esa tarjeta, cuando supe que sus anteriores bases las iba a ocultar lejos solo pude pensar que era un idiota. Si vas a entrenar a un ejército, ponlos cerca del reino, no a cinco o diez días de distancia. Me sorprende que aún no podamos vencer a gente con tan poco intelecto. Aunque, para ser honesto, esas malditas bases nos causaron demasiadas bajas – Namjoon solo río – ¿Quién propuso que sus bases estén en el reino?
Harin sonrió satisfecho – Aún no termino mi informe. La persona que lo propuso fue el propio hijo de Siwon, Choi Jongho.
Mientras hablaban, Namjoon lo único que hacía era mover varias fichas del mapa y colocar algunas cuentas más. En el arte de la guerra estas fichas representan al ejército, cada una tiene el valor de 500 soldados. Se tiene que ser un buen estratega para saber dónde posicionar cada ficha, cada movimiento podría traer una gran victoria o una gran pérdida a cualquier reino.
– Se tardaron en pensar, según entiendo solo los soldados del palacio pueden entrenar y vivir cerca de la bendita y moderna estructura bañada en oro. Han de estar desesperados por el espacio limitado que tienen – Namjoon levantó la vista del mapa.
– Fue lo mismo que pensé. Además, el ejército de la base estará conformado por todas las clases sociales, es una buena idea, pero, claro, tiene sus fallas.
– Supongo que el hijo de Siwon propuso eso también – Harin solo asintió – Entonces, ¿te alistaste a la base? Yonghoon va a estar constantemente vigilado, que tú estés ahí nos puede ayudar mucho más.
– Siendo honesto, no me registré. Estar ahí solo me va a complicar las cosas, no puedo dejar a mi esposa sola, acepté ser el espía infiltrado en el pueblo porque quiero pasar más tiempo con ella. Eso es algo que no cambiaré.
Parecía que Namjoon no tenía problema con eso, así que siguió acomodando su mapa – ¿Qué otra noticia traes?
– El Rey está sospechando de un espía entre su gente, así que Yonghoon no podrá mandar cartas o reunirse tanto conmigo.
– Está bien. Si puedes avisarle, dile que tenga mucho cuidado con lo que haga, que se cuide de las personas, sobre todo con el Príncipe del Sol y con Jongho.
– Entendido.
Considerando las noticias que le habían traído, Namjoon fue lo suficientemente brillante para saber dónde colocar cada ficha, los únicos movimientos que hizo fueron tres. Tres fichas, 1,500 personas. Lo más curioso fue que no los colocó en su frontera con el Sol, más bien, las mantuvo dentro del límite de su reino.
Cuando las cosas empezarán a avanzar, seguramente haría movimientos un poco más importantes.
– Ya es muy tarde, sé que no tienes problema con regresar a tu casa, pero a mí me preocupa que tengas que atravesar el mercado negro.
Harin solo río – No te preocupes, todo mundo ya me conoce ahí, a fin de cuentas he vivido toda mi vida ahí.
– Aún así, puede que yo haya crecido en la Luna, pero eso no garantiza mi seguridad. Quédate a pasar la noche, mañana puedes partir a tu casa y, como disculpa para tu esposa, mandaré algunos presentes para ella y tus hijos. No quiero que vuelva a decir que te explotan laboralmente.
Harin solo río ante el comentario, no tuvo otra opción que aceptar la invitación de Namjoon.
Poco después se despidió del Rey y caminó por varios de los pasillos del palacio, hasta que llegó a una habitación únicamente para él. Habían varias ocasiones en las que trabajaba horas extras o su familia iba de visita al palacio, así que Namjoon le asignó su propio cuarto, podía ir y venir sin importar que.
Horas más tarde, el sol se empezó a alzar por las montañas que se encontraban en la distancia, incluso se alcanzaba a ver un pequeño brillo al otro lado de la frontera, el cual provenía de los rayos de sol que chocaban con el palacio de oro del reino del Sol Naciente.
Por los enormes pasillos del palacio de la luna estaba la servidumbre limpiando o tomando un pequeño descanso. Al igual que la sala del trono, los pasillos tenían la misma decoración, solo que en sus muros había varios cuadros y armaduras como decoración.
En ese momento, Harin y Namjoon avanzaban por los pasillos del palacio, uno seguido del otro.
– Se dice por ahí que el Sol y la Luna están en auge, es decir que ningún reino se va a meter a su pelea, a fin de cuentas, los dos son los reinos más grandes que hay en todo el continente. El reino que decida aliarse con cualquiera terminará perdiendo todo y ganando muy poco. En el informe que Yonghoon me dio menciona que Hoseok solicitó ayuda militar a los demás, pero que solo el reino del Fuego le ha contestado y este se unirá a sus tropas, pero el fuego solo aceptó para no quedar mal con la futura esposa de su hijo. Yonghoon está casi seguro de que nadie más va a aceptar la propuesta de alianza.
Harin hablaba mientras se mantenía a unos cinco pasos detrás de Namjoon. Su caminar no era lento ni apresurado. En cambio, Namjoon que iba adelante avanzaba con pasos algo cortos, de cierta forma se veía algo de elegancia en su caminar.
– Es por eso que yo no solicité ayuda militar, lo único que está provocando el Sol es no sólo la pérdida de su reino y de su gente, sino que también de los reinos que acepten ayudarlos. Quién acepta no está pensando bien las cosas a futuro. Yo quiero que mi reino avance no que se quedé atrás.
De un momento a otro Namjoon se detuvo y se dio la vuelta para quedar frente a Harin – Si los demás reinos aceptan la propuesta del Sol y mandan a su ejército a la guerra, necesito que les des un aviso a todas nuestras tropas de no atacar a quienes no son del Sol, no quiero que muera gente que no está involucrada con todo esto.
– ¡¿Estás loco?! Eso sería una condena para nuestro ejército, piensa en nuestra gente también.
Namjoon solo sonrió – Tengo fe de que no llegaremos al campo de batalla, solo si todo sale como se planeó. Solo de esa forma evitaremos la pérdida de nuestra gente y de los demás reinos.
Harin dejó escapar un pequeño suspiro y dijo – Avisaré a los generales antes de irme.
Ambos terminaron despidiéndose, Harin fue al departamento militar y Namjoon siguió avanzando por los pasillos del palacio hasta que llegó al comedor principal.
En la entrada del comedor se encontraban dos guardias con armas en las manos, en cuanto vieron a Namjoon abrieron las puertas y las cerraron cuando pasó por completo.
Lo primero que se ve al entrar a la habitación es una mesa lo suficientemente grande, como para alimentar a unas cincuenta personas, además de los característicos vidriales que llegaban hasta el techo del lugar. Pero lo más curioso era que en la mesa del comedor no había ninguna persona sentada o algún plato servido.
No es que Namjoon fuera a desayunar sin compañía alguna, solo que esa mesa solo la utilizaban en eventos importantes o cuando hacía mucho frío. Cerca de las enormes ventanas se abría un hermoso balcón lleno de diversos tipos de flores.
En ese balcón había una mesa para cuatro personas, además de dos personas que lo estaban esperando. Una era una joven y el otro un joven, ambos de inigualable belleza. Ambos, en cuanto lo vieron entrar solo sonrieron entre sí.
Sobre la mesa había únicamente tres tazas para té y algunos cuantos postres para acompañarlos.
– Espero que hayan dormido bien – fue lo único que dijo Namjoon antes de sentarse en la mesa – Disculpen por llegar tarde, Harin me dio el informe de Yonghoon – Al poco tiempo de que se sentara, una sirvienta vertió algo de té en la taza que tenía Namjoon delante de él.
– No hay problema, mientras que las noticias estén a nuestro favor no hay necesidad de que te disculpes, padre – la joven habló luego le dio un gran sorbo a su taza con té – Dinos, ¿Harin tiene buenas noticias?
Namjoon no dijo nada, como respuesta solo sonrió mientras mantenía su taza de té cerca de su rostro. Parecía que los dos jóvenes sabían que significaba la sonrisa del Rey, de cierta forma se sintieron aliviados.
– Solo esperemos que las cosas se mantengan como siguen – dijo Namjoon, luego se dirigió a la joven – Yongsun, estamos en un punto en el que tendrás que tener cuidado con cómo diriges a tus tropas. Digamos que las cosas se van a poner intensas, si Hoseok ve siquiera a un solo soldado cerca de su reino es capaz de hacer todo para matarlos.
– Moveré a mis tropas a donde me digas, supongo que realizaste cambios en la organización militar, ¿no es así? – Yongsun solo soltó un suspiro.
– Así es, de tus cinco campamentos solo uno se tendrá que mover, de mis campamentos solo se moverán dos.
– ¿Acaso son los que estaban cerca de la frontera? – preguntó Yongsun.
– Así es.
– ¿A dónde los trasladaste? – el joven sentado a un lado de Yongsun preguntó.
Namjoon no contestó, en cambio siguió hablando – El día después del incendio de los campamentos del Sol, tu hermana no pudo reportar casi nada, ya que no se podía por más que lo intentará, toda la gente con algo de importancia murió. Muchos creímos que Choi Siwon había salido con vida de ese lugar, nadie había reportado su muerte, era fácil suponer eso, pero fue poco después que se nos dio a conocer la muerte de Siwon.
– ¿Quién mató a Siwon? – preguntó el joven – Si dices las cosas así, es claro que alguien nuestro acabó con su vida, aunque claro, es imposible suponer que el fuego lo alcanzó, pero de toda la gente que mandamos al campamento de Siwon, ninguna tenía lo suficiente para matarlo, ni siquiera se habrían podido acercar a él sin que sospechará.
– Eso es lo curioso y lo que nos hace preguntarnos ¿Cómo lo logró? – Namjoon soltó un suave suspiró – Yonghoon fue el que lo mató, aunque claro, eso casi le cuesta la vida.
Yongsun no se molestó en darle tantas vueltas a la incógnita, en cambio el joven contestó rápido y sin titubear.
– Tengo entendido que las antiguas bases del Sol realizaban juntas mensuales, las cuales se organizaban en un diferente campamento cada mes. Es posible que Yonghoon haya intentado hacer que su campamento tuviera éxito o fuera el peor de todos; depende mucho. Es decir, si tenía éxito sería de los favoritos de Siwon, pero, en cambio, si fuera el peor de todos Siwon lo tendría constantemente vigilado y, de cierta forma lo "ayudaría" a mejorar su base, pero claro no hubiera sido de una buena forma.
Yongsun solo contestó – Sin importar cuál hubiera sido el caso, terminó siendo un discípulo de Siwon.
– Si en esas juntas, hiciera lo que hiciera Yonghoon, tenía que haber llamado la atención de Siwon y, posiblemente, se ganó su confianza poco a poco – contestó Hongjoong.
En cambio, Namjoon, que solo escuchaba a sus dos hijos discutir del tema, solo tomaba el té. A decir verdad, siempre le gustaba hablar sobre los temas del palacio con sus hijos, ya que cada uno tenía una forma diferente de pensar.
Yongsun, la hermana mayor, que desde muy temprana edad se había interesado en el ejército del reino, ya que su padre siempre le contaba sus viejas historias de cuando era un joven príncipe que había participado en varias misiones militares.
Pero al ser primogénita del reino, es decir, la primera y la única hija que la familia real había tenido era claro que tendría que heredar el trono en algún punto de su vida. Solo que, parecía que no le importaba alguna otra cosa, ya que, sí, era buena en las clases que le daban, y muy en el futuro sería una excelente reina, solo que logró destacar más en combate en cuerpo a cuerpo y dirigiendo tropas e, incluso, parecía disfrutar más la vida de una militar que la de una reina.
A muy temprana edad, logró llegar a un rango militar sorprendente, a tal punto de llevar a cabo misiones de suma importancia dirigiendo tropas al extranjero.
Además de ser buena en todo lo relacionado con la milicia , era una mujer muy querida por su reino, mucha gente sabía que ella sería capaz de pelear hasta la muerte solo por ellos. Era por eso que muchas personas la habían empezado a apodar como: "La princesa guerrera".
Aunque claro, Yongsun no estaba obligada a tomar el trono si es que ella no lo deseaba, así que previendo eso, los reyes concibieron un segundo hijo al que llamaron Hongjoong
Él a diferencia de su hermana desde temprana edad mostró interés por la historia del Reino, llegando a inspirarse en pasados gobernantes y a admirar a sus padres por llevar a cabo una tarea tan difícil como llevar una nación. Con el pasar de los años el joven príncipe logró ser reconocido por su pueblo y por sus padres, siendo un joven inteligente, bondadoso y un pacifista que trataba de buscar las mejores alternativas antes de desatar peleas que nadie podría ganar.
– No sabemos si Yonghoon se ganó o no se ganó la confianza de Siwon, realmente no sabemos qué fue lo que pasó el día de la caída, ni Harin sabe exactamente lo que pasó, Yonghoon no ha querido hablar al respecto – Namjoon habló mientras colocaba su taza de té sobre la mesa.
– Ese día mandé a buscarlo, pero mis soldados no lograron encontrarlo, seguramente siguió bien su papel y se fue a esconder. No importa lo que hizo, ya que ahora sabemos que se ganó la confianza de Hoseok – contestó Yongsun.
Ninguno volvió a hablar, en cambio, la servidumbre sirvió el desayuno y comieron en un silencio cómodo.
–¿De qué otra cosa te informó Harin?
Pero Namjoon no contestó, solo se quedó en silencio. Esa pequeña acción solo le dio a entender a Yongsun que el informe no era tan prometedor como esperaba, era por eso que los planes habían cambiado para bien o para mal.
– ¿No han descubierto a Yonghoon, verdad? – Yongsun preguntó y Namjoon negó – Mientras no lo descubran, las cosas seguirán a nuestro favor.
La fría brisa de la mañana se hacía cada vez más presente al igual que el resplandeciente sol que salía detrás de las colinas del oeste.
Namjoon había dejado la taza con té sobre la mesa, luego que con sus dedos empezó a moverlos alrededor de esta. En cambio, Yongsun eligió de entre varios postres de la mesa un pastelito de vainilla, este tenía un glaseado de limón y una pequeña galleta de fresa encima. De repente, se escuchó el ligero golpe de una cuchara sobre el borde de una taza, luego Namjoon volvió a hablar.
– El informe de Yonghoon, menciona que el Sol pondrá una base en su territorio y que, además solicitó ayuda militar a los demás reinos.
Yongsun solo recargó sus codos sobre la mesa y llevó sus manos a la altura de su boca con un dedo índice encima del otro, luego volvió a soltar otra ligera risa –¿Es enserio? Déjame adivinar, nadie le ha contestado.
–Es posible que no, nadie estaría tan demente como para meterse en la pelea de las naciones más grandes de todo el continente – contestó Hongjoong y Namjoon negó con la cabeza.
–Solo un reino aceptó, pero Yonghoon sospecha que los reyes se hayan sentido forzados a participar – dijo Namjoon mientras pedía más té, luego tomó algo de azúcar y empezó a moverle con una pequeña cuchara de plata – A fin de cuentas, no pueden quedar mal uno de los más grandes reinos que existen en el continente, sino que además, tampoco pueden quedar mal ante la futura esposa de su hijo, Choi San.
Parecía que a Yongsun le había llamado mucho la atención ese comentario, porque soltó una gran risa de alegría –Se dice que los guerreros del Fuego son bestias en el campo de batalla. Una vez, cuando asistí a un torneo de guerreros, se organizó en el reino de la montaña más alta, recuerdo que los ganadores fueron todos provenientes del Fuego.
Cada reino tiene diferentes celebraciones o distintas formas de conmemorar algún evento importante. Un claro ejemplo es el reino que está ubicado en la montaña más alta jamás vista, en este lugar se organiza una gran fiesta por el aniversario de la creación de este. El rey y la reina de apellido Lee son bien conocidos por su amabilidad, es por eso que cada año invitan a gente de todos lados a celebrar el aniversario del reino. Durante el día se organiza una feria en todo el pueblo, los lugareños son los que organizan la mayor parte del evento, ponen juegos de puntería, concursos de postres e incluso un torneo de pelea, donde cualquier persona puede participar o apostar por el vencedor. Y cuando el sol empieza a esconderse en las lejanas y verdes montañas del sur el palacio ofrece una fiesta para los nobles extranjeros y para su gente.
Aunque en el pasado los Kim asistían cada año, ya que Namjoon es un amigo muy cercano a la reina, conforme sus conflictos con el Sol Naciente se salieron un poco de control y cada año que los respectivos reyes del Sol y de la Luna se encontraban terminaban envueltos en una pelea, fue así que la familia Kim decidió dejar de asistir, solo para no terminar arruinando la noche a las demás personas.
El último año en el que fueron al evento, época en la que Hongjoong todavía era un niño, él y Yongsun paseaban por las calles decoradas del lugar; al estar en la montaña más alta la vista era asombrosa, a la distancia se podía contemplar un inmenso mar de color verde, lo cual eran todas las montañas que eran cubiertas de miles de árboles, además se lograba escuchar la caída de agua de una cascada no muy lejana al pueblo. Ese día vieron un cartel que les había llamado mucho la atención, así que decidieron ver de qué se trataba, cuando entraron al lugar solo vieron lo que parecía ser era una pequeña arena de combate, no tardaron en darse cuenta de que estaban en un torneo de pelea. Ese día los tres, y únicos, primeros lugares fueron ganados por gente proveniente del reino de Fuego.
Ahora que su padre le había traído la noticia de su nuevo enemigo, Yongsun solo se pudo, de cierta forma, emocionar –Será mejor que ponga a mis tropas a entrenar al triple, si nuestros enemigos serán los soldados del Fuego, perderemos un gran número de nuestros guerreros.
– No – fue todo lo que dijo Namjoon, así que solo vio como su hija la miraba confundida – Nuestras tropas van a evitar a toda costa a los soldados que no son enemigos.
– ¿No crees que es poner mucho en riesgo? Eso solo significa que estamos en una posible amenaza de invasión y saqueo – Hongjoong volvió a hablar.
–Es por eso que me pides quitar mis campamentos de la frontera, ¿verdad? – Namjoon solo asintió – Ahora que estos reinos se aliaron, nos pueden atacar por cualquier lado, como dijo Hongjoong es posible una invasión, tendremos que considerar la idea de poner los campamentos en la frontera más cercana que tenemos con el Fuego. La única ventaja que tenemos es que la base del Sol estará llena de novatos, no mandarán a nadie al campo de batalla hasta que estén listos – era claro que no esperaba la noticia de la alianza entre los dos reinos, ya que los Jeon eran conocidos por su orgullo – ¿Hay algo más que necesitemos saber?
– Están sospechando de un infiltrado entre la corte, así que nuestra comunicación con Yonghoon se verá muy afectada. Es posible que dejemos de recibir noticias de él, por al menos, un mes en lo que se calman las cosas un poco en el Sol – explicó Namjoon.
–¿Crees que manden a investigar a toda la corte? – preguntó Hongjoong.
–Sospechamos eso. Aunque se haya ganado la confianza de Hoseok eso no significa que esté libre de sospechas. Solo hay que ser pacientes, esperemos que todo esto termine en algunos cuantos años.
–Paciencia es la que ya no tienen las tropas, todos están aterrados – contestó Yongsun.
Cuando Yongsun se convirtió en general y la dejaron a cargo de su primer campamento estaba claro que en algún punto ella tendría que dirigir a su gente para defender alguna de sus fronteras, lo cual no tardó en pasar.
Las antiguas bases del Sol eran una gran amenaza para el reino de la Luna, ya que todas estaban colocadas alrededor del reino, siendo más exactas a pocos días de distancia. Si todos decidían atacar al mismo tiempo la Luna tendría bajas muy altas, pero se mantendría de pie por algunos años más, es por eso que los antiguos generales de las bases del Sol decidieron atacar a sus enemigos con el único objetivo de bajar sus números y obtener la ventaja en el campo de batalla. Lo único malo de ese plan era que varios pueblos se veían afectados con los ataques del Sol.
La primera vez que a Yongsun le tocó dirigir su primera misión para la defensa de su frontera fue toda una pesadilla, ese día su campamento tuvo un gran número de bajas. Incluso, aún recuerda el sentimiento que la invadió ese día cuando le arrebató, por primera vez, la vida a una persona.
Ella pensaba que solo iría a defender su reino, pero jamás pensó cómo tendría que defenderla. Con el paso de los años, Yongsun se tuvo que ir acostumbrando a seguir peleando sin importar que, no fue hasta que las bases del Sol cayeron de la noche a la mañana, ahora sabía que habían entrado en un pequeño lapso de "paz" en lo que el reino del Sol Naciente pensará en qué otra cosa hacer, pero jamás esperó que su respuesta haya sido más rápida de lo que esperaba.
Namjoon no volvió a hablar, así que Yongsun continuó –Será mejor que lo que tengas en mente funcione, no creo que la mayoría soporte otro ataque.
– ¿Es necesario alistarnos para la guerra? – preguntó Hongjoong luego de un rato de silencio – Realmente creo que podemos resolver las diferencias si logramos llegar a alguna especie de acuerdo. Algún día seré el próximo Rey y realmente no deseo empezar mi reinado con las manos manchadas.
– No saldrás con las manos sucias, tu hermana y yo haremos todo lo posible para que no te veas involucrado.
– De forma indirecta saldré afectado, me manche o no las manos ¿Qué crees que dirá la gente cuando tomen un reino a la fuerza? Me dejarás tu reinado, solo que este estará manchado de crueles decisiones y el miedo de nuestros ciudadanos y personas ajenas. No me respetarán, solo me tendrán miedo como el nuevo Rey – dijo frustrado – Se que hay una forma de que ningún soldado de la Luna y el Sol tengan que pisar un campo de batalla, se que hay una forma de que ambos reinos estemos en paz de alguna forma.
– Sabes que hemos tratado de buscar muchas formas de hacerlo pacíficamente, pero...Hoseok siempre busca la forma de pelear. En el pasado, solíamos reunirnos para buscar alguna clase de acuerdo, pero eso jamás sucedió.
Esas reuniones las propuso Namjoon, solo con el fin de buscar una solución o alguna clase de acuerdo mutuo. Solo que por diferencia de ideologías nunca se pudo resolver nada.
– En muchas de esas reuniones tratamos de buscar soluciones a problemáticas que tuvieran nuestros pueblos, para poder apoyarnos mutuamente. Pero ambos al tener tanto poder y dinero, realmente cosas como comida, economía o poder militar, simplemente no se pudieron realizar acuerdos por bienes – explicó Namjoon.
Incluso, Hoseok llegó, en su momento, a sugerir matrimonios arreglados para los más jóvenes de los reinos, en ese caso Hongjoong y Wheein, pero claramente Namjoon rechazó la propuesta, ya que sí, eso podría traer varios beneficios a ambos reinos y se podría acabar la guerra, pero en, ese entonces, Hongjoong tenía tan solo 15 años de edad, Namjoon no iba a permitir que ninguno de los dos jóvenes tuviera una vida forzada y sin amor solo por beneficio.
– Luego tu hermana negó su sucesión y la tomaste, pero ahora la princesa Wheein está comprometida al igual que tú. Se que no hubieran roto su compromiso solo por la paz.
– El problema es que haz intentado solucionar las cosas por medio de Hoseok cuando el próximo heredero al trono es el Príncipe Yunho, se que no tendrá la autoridad para imponer reglas por simple hecho de que su padre no le sedera tan fácil el trono, pero el Príncipe Yunho al igual que Yongsun y yo, representamos una nueva generación. Con la influencia correcta podríamos acabar con todo este malentendido – Hongjoong volvió a tomar la palabra – Y respecto al tema de mi compromiso, desgraciadamente se estuvo desplazando debido a la absurda guerra que está por delante, pero creo que sabes muy bien las razones.
Con el paso de los años, las juntas de los dos reyes se dejaron de hacer por un pequeño problema que hubo en la Luna y, cuando Namjoon fue a pedir ayuda al Sol Naciente, Hoseok se negó a ayudarlo sin importar que la situación fuera de vida o muerte.
– Si hubiera una forma de realizar todo sin necesidad de pelear, creeme que sin dudas la apoyaría, pero esa familia real es conocida por estar orgullosa de sus ideales. No cambiarán de opinión tan fácil – Yongsun río entre dientes.
Ninguno de los tres volvió a hablar debido a la complejidad del asunto, así que Namjoon tuvo que cambiar de tema tan rápido como pudo.
–El día de hoy se necesita de nuestra en el tribunal de justicia, ya que hace pocos días atraparon a uno de los más recientes asesinos, y hoy se le dará pena de muerte. Al ser parte de la familia real, que nosotros estemos ahí solo le dará confianza y seguridad al pueblo.
–¿Tendremos un junta con los demás generales o mandaste a Harin con las noticias? – preguntó Yongsun.
–Ambas. Harin ya les informó, así que en pocos días tendremos una junta con todos los generales del reino.
–Hoy seguiré con mis deberes, si no me equivoco – dijo Hongjoong mientras cortaba un pedazo de carne que le habían servido de desayunar.
–No, el día de hoy solo irás al tribunal de justicia a ver la sentencia, hoy tendrás el día libre al igual que tu hermana. Necesito que se calmen y piensen las cosas – contestó Namjoon – Terminen de desayunar y vayan a vestirse bien para la sentencia.
Al terminar la comida, los tres dejaron la mesa y, como había pedido su padre, se cambiaron por algo más elegante.
El último en estar listo fue Namjoon, que cuando llegó a la entrada principal del palacio, donde lo esperaban sus hijos y un carruaje de color blanco.
Yongsun se había metido al carruaje para cubrirse del ardiente sol de verano, en cambio Hongjoong se entretenía acariciando a los caballos. Al poco tiempo, el carruaje abandonó el castillo y se dirigió al pueblo.
El cielo estaba despejado por completo, por lo tanto los rayos del sol llegaban a cada rincón del pueblo. Como todos los días, se podía observar a los lugareños actuar como si no hubiera una guerra.
Antes de que el Sol saliera por completo y cuando la fría brisa de la madrugada aún estaba presente en el lugar, varias personas salían a la calle para abrir sus negocios para tener todo listo para sus posibles clientes.
Las risas de los niños que iban a la escuela no tardaron en llenar de alegría cada rincón del lugar. Al poco tiempo, esas risas se veían opacadas por los gritos de los comerciantes y de la voces de las demás personas que salían de sus casas.
No tardaron mucho en llegar al tribunal de justicia.
Este edificio es uno de los más importantes que hay en el Reino de la Luna Nueva, ya que en este lugar se castiga a aquellos que han hecho un mal a la comunidad. En la entrada del tribunal se puede observar una estatua de mármol de un ángel con una venda sobre sus ojos, sosteniendo una balanza con una de sus manos. La estatua representa el poder que se toma dentro del tribunal, los lados inclinados de la balanza representan el bien y el mal, el ángel solo estaba para dar poder a la libertad y simboliza que ni una deidad puede cuestionar la autoridad del rey.
En el momento en el que bajaron del carruaje, Hongjoong solo se quedó mirando la estatua de mármol, mientras que su padre y hermana siguieron su camino sin percatarse de la ausencia del joven heredero.
Él no dejaba de pensar en lo que el ángel representaba en el tribunal. Ahora estaban presentes para ver el fin de un ser humano que dañó demasiado a muchas personas con el paso del tiempo.
¿Acaso había diferencia en los crímenes de ese hombre y la guerra que su padre llevaba?
A fin de cuentas, ambas tenían mucho en común, lo único que lo distinguía era que el asesino era consciente del daño que hacía, pero, en cambio, su padre y su hermana no eran tan conscientes de todo, solo asesinaban gente y no se les castigaba, más bien se les premiaba y halaba por proteger a base de decisiones egoístas.
¿Realmente se hace justicia?
Ambos dicen que no saldrá con las manos sucias, pero terminará siendo cómplice de las acciones de su familia y las del reino vecino.
–Hongjoong, no te quedes atrás – gritó Yongsun a la distancia.
–Voy – contestó Hongjoong.
En una pequeña plataforma se encontraba un hombre en cadenado acompañado de un solo guardia, que parecía que no había comido en días, además tenía demasiados golpes por todo el cuerpo, posibles signos de tortura.
Al otro lado de la plataforma había una guillotina.
Poco después, se escuchó la voz del jefe del tribunal, un hombre bastante respetado en la Luna.
–Estamos presentes el día de hoy para ponerle fin a las atrocidades del hombre que está delante de todos nosotros – su voz era suave a pesar de ya ser alguien de edad avanzada.
En el tribunal había dos clases de castigos: la pena de muerte, la cual no se lleva con tanta frecuencia, y el castigo de ser encerrado en la prisión por el resto de su vida; hasta el punto de que sus huesos se harían polvo.
La prisión de la Luna era considerado uno de los lugares más lúgubres del reino, ya que en ese lugar se encontraban miles de personas que solo habían terminado ahí por sus males a la sociedad y fueron castigadas con ser infelices el resto de su vida.
Aunque, la prisión puede sonar como un lujo, no lo es. Todas y todos los reyes pasados se encargaron de que cada persona que termine pisando la prisión sea víctima de alguna atrocidad. A fin de cuentas, tampoco se les puede permitir ser amables con el mal que infectó el reino, claro, los prisioneros reciben comida tres veces al día, se pueden ejercitar o tener una vida decente en ese lugar, pero eso no significa que serán felices en ese lugar en el que el Sol tiene hasta miedo de salir.
Para desgracia de Hongjoong, él podía ver al sujeto directamente a los ojos; los cuales eran oscuros y sin brillo alguno, puede que no sienta culpa alguna, además de que su familia tenía el privilegio de ver cómo la cabeza caería.
En ese momento, solo podía pensar en que él venía de una larga sucesión de asesinatos, pero nadie se había dado cuenta de ello. La guerra con el reino del Sol naciente ha durado por bastantes años, años en los que los Kim asesinaron y masacraron a demasiadas personas inocentes, las cuales solo buscaban paz.
–Por el asesinato de Lee... – se volvió a escuchar la voz del juez, pero Hongjoong no le prestó atención.
De un momento a otro la guillotina cayó al piso, pero antes de que la cabeza cayera a la pequeña canasta, se escuchó un grito desgarrador por todo el tribunal. Luego, toda la plataforma se bañó en un rojo carmesí.
El asesino había dejado de existir.
¿Qué pasaría si el reino del Sol Naciente ganara la guerra? ¿Acaso él y su familia serían los siguientes en estar bajo el filo de la filosa navaja de la guillotina?
Ese posible futuro lo aterraba.
Su mente no dejaba de pensar en las tantas posibilidades que había, tanto que no sabe qué pasó en el camino de regreso al palacio. Solo sabe que llegó a su cuarto y que se encontraba sentado en una silla, mientras veía la nada.
De repente, a su mente llegó una idea, así que se paró en busca de una pluma y algo de papel, volvió a tomar asiento y empezó a redactar una carta.
No era mentira que el Sol y la Luna se llevarán mal, todo mundo sabía que llevaban siglos en guerra, guerra que parecía que no tenía fin. Hongjoong, al ser el siguiente heredero quería que su reinado iniciará con el fin de esta, pero sin tener las manos manchadas de sangre, ya fuera de forma directa o indirecta.
Aunque en el pasado la paz de ambas naciones no se había podido llevar a cabo, ese era un riesgo que estaba dispuesto a llevar sobre sus hombros.
Papel trás papel caían al suelo, todas con manchas de tinta por doquier.
Tan pronto como terminó de escribir la carta, pensó en una buena forma de mandarla al Sol Naciente. Tenía dos opciones, contarle a su padre sus planes con el riesgo de que lo rechazara o ir con su hermana con el riesgo de que lo rechazara. Era claro que sus opciones no eran muy buenas, pero si lograba que esa carta cruzara la frontera eso podría significar un posible paso para la paz. Así que, Hongjoong salió de su habitación, no importaba a quién se encontraba primero solo sabía que ocupaba la ayuda de alguno de los dos.
Sin detenerse, Hongjoong recorrió cada centímetro del palacio de la luna, hasta que en la sala del trono los encontró a los dos. Con miedo a siquiera entrar y contarles lo que tenía en mente y salir perdiendo en un debate con dos de las personas más influyentes de todo el reino. A fin de cuentas, tanto su padre como su hermana eran conocidos por tener un carácter algo fuerte si es que llegaban a estar en desacuerdo en algo.
Al parecer, ninguno había notado su presencia, parecía que Namjoon le explicaba a Yongsun como terminó el acomodo que había hecho recientemente, ya que ambos estaban reunidos en el pequeño mapa de los dos reinos.
Después de armarse de valor, simplemente entró y solo dijo en un tono alto, que inundó toda la sala, mientras sostenía la carta en una de sus manos.
– Necesito un favor – sin haber obtenido alguna respuesta, simplemente se acercó a la mesa – Necesito que esta carta logre cruzar nuestra frontera y llegue al palacio del Sol Naciente.
Ni su padre ni su hermana dijeron nada, pero las expresiones en sus caras dejaban mucho que decir, ya que con tan solo mirarlas se podía notar el disgusto y el enojo con cada palabra que había salido de la boca de Hongjoong. Era como si dijeran: ¿Qué demonios estás diciendo? o un ¿Estás demente?
Era claro que, Hongjoong ahora se encontraba en una cuerda floja, tenía que buscar la forma de como llegar al otro lado a salvo, pero lo malo era que con cada cosa que diría la cuerda se movería con brusquedad. Tendría que aferrarse y mantener el equilibrio para no caer.
Hongjoong aprovechó el silencio que había, ya que si alguno de los otros dos tomaba la palabra las cosas no saldrían tan bien como él esperaba.
– Estuve pensando en varias cosas toda la mañana, así que llegué a la conclusión de que tenía que hacer algo para evitar la posible desgracia para nuestro reino. Ideé un plan que, no importa si sale mal no afecta a los planes que ustedes dos tienen, pero si sale bien esos planes se terminarían esfumando.
– Y ¿Cuál es ese plan, Hongjoong? – Yongsun lo observaba con una expresión algo complicada, era posible que intentará buscar una respuesta un poco más detallada, porque claro ninguno sabía lo que el futuro les lanzaría a la cara, si el plan de Hongjoong fallaba no había forma de saber cuál sería la respuesta del Sol.
Sin embargo, Hongjoong solo dejó la carta sobre la mesa, a la vista de su padre y de su hermana – Solo necesito que confíen en mí, la información que esté dentro de la carta es algo que sabrán conforme pase el tiempo. Solo pediré que la carta llegué antes de que las bases se muevan de la frontera.
– ¿Por qué crees que haríamos caso a esas peticiones? – preguntó Namjoon.
– Porque mataré a dos pájaros de un tiro. Además, ¿qué clase de rey seré en el futuro si la gente no confía en mí?
Las dos personas frente a él no contestaron nada, en cambio Namjoon solo tomó la carta en sus manos y la observó por un rato, luego soltó un gran suspiro, era posible que muy en el fondo supiera de las preocupaciones de su hijo, pero no se le hacía muy correcta su forma de querer llevar las cosas, a fin de cuentas se han intentado llevar varios planes de paz con el reino vecino y todas las han rechazado con el paso de los siglos. Que Hongjoong siga queriendo hacer el intento de cambiar la situación en la que estaban era algo irritante.
Pero en algo sí tenía razón, no podía tomar el trono y ser el siguiente rey de la Luna Nueva si no tenía el apoyo de las demás personas. Es bien sabido que cada gobernante toma decisiones que, aunque se puedan ver arriesgadas, siempre traen un bien para su pueblo, ya sea si se salen un poco de control.
Un claro ejemplo de eso sería las miles decisiones que Namjoon tuvo que tomar cuando ascendió al trono, aunque varias personas le advertían que lo que hacía era muy peligroso aún así lo hizo y trajo consigo resultados buenos.
Solo quedaba confiar en que todo se mantuviera en sus manos.
– Está bien, pero quiero que entiendas que queda bajo tu responsabilidad los resultados de esta carta después de que cruce la frontera – fue todo lo que contestó Namjoon.
En cambio, Yongsun, quién relajó un poco su rostro y solo observó a su hermano menor, luego tomó la palabra – ¿Aparte de la carta que otra cosa necesitas?
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