―¡ERES UN COMPLETO IMBÉCIL! ―gritó una voz dejando escapar unos sollozos.

―Bebé, jamás podría engañarte ―dijo una voz calmada.

―¿PIENSAS QUE TE VOY A CREER CUANDO VI COMO LO MIRABAS? ¿CREES QUE SOY CIEGO O ESTÚPIDO?

―Entre Lee Know y yo no hay nada.

―Y YO NACÍ AYER.

―Sólo fue un juego, tengo que admitir que lo utilicé para darte celos, me ignoraste desde que llegaste, y la única persona realmente atractiva e inocente que pudiera hacer mi plan funcionar era él, pero jamás, te juro que jamás pensaría en cambiarte bebé, ni por él ni por nadie.

Aquello fue cruel, Minho se mordió los labios, así que esa era la impresión que tenían de él, que era guapo pero lo suficientemente tonto para pensar que alguien lo podía tomar en serio. La realidad era dura, fría como un balde de hielo cayendo sobre él. ¿Acaso a nadie le importaba cómo se sentía? Primero Christopher y ahora Hyunjin.

―HYUNJIN POR DIOS SE ESTABAN RESTREGANDO, SI ÉL NO SALE CORRIENDO PARA QUIÉN SABE DÓNDE LO HABRÍAS BESADO, ERES UN DON JUAN.

―Minnie bebé no digas eso, ante mis ojos y mi corazón solo estás tú. Te observé toda la noche, lo sé estuvo mal querer celarte pero tu solo me ignorabas por estar con él vejestorio.

―MIERDA HYUNJIN, ESTOY CON CHAN POR QUE SOY SU MANAGER, DEJA DE HACER EL TONTO ―Seungmin no podía parar de gritar.

―Bebé perdóname ―Hyunjin sonaba realmente arrepentido.

―¡NO ME TOQUES! ESTOY HARTO, HUELES A LA PUTA DE KNOW...

«¿Qué? ¿Lo acababan de llamar puta? Y por qué él debía llevar las de perder cuando claramente Hyunjin lo había utilizado y él ni cuenta se había dado, es más ni siquiera sabía que el manager de Christopher y Hyunjin eran pareja. Era injusto, todos lo eran, nadie veía su potencial ni lo tomaban en serio, era el alivio cómico en ese lugar y probablemente en el drama también, el payaso, la mofa de todos, ¡Dios! había hecho el ridículo frente a toda la producción durante toda la noche y absolutamente nadie se había dignado a decirle nada, ni el cabrón de su primo. Felix y Hyunjin eran amigos, era obvio que él sabía que el pelinegro estaba en una relación, ¿por qué no se molestó en decirle? ¡Eran familia! ¿Era más importante la apariencia que la familia? ¡Qué infeliz!»

Seungmin y Hyunjin seguían discutiendo pero Minho había dejado de prestar atención. Se sentía emocionalmente terrible, sentía sus ojos vidriosos. Lo mejor sería irse, sin importar que la pareja aún seguía discutiendo del otro lado de la puerta, la abrió y salió mirando al piso mientras le ordenaba a sus pies moverse lo más rápido que pudieran. Apenas abrió la puerta Seungmin y Hyunjin lo observaron asustados, claramente no esperaban que el castaño hubiera escuchado la discusión.

―¿Minho? ―logró articular Hyunjin.

El castaño juntó la poca dignidad que le quedaba y salió corriendo sin volver a ver atrás a pesar de que ambos chicos gritaban su nombre.

Sus pies lo llevaron hasta la salida, tomó su celular y llamó un taxi, decidió que lo mejor sería esperar el vehículo en la acera de la casa, así que se dirigió hacia el portón principal zigzagueando entre los automóviles estacionados y rogando para que nadie hubiera visto su nefasto estado.

Minho sabía que siempre que había deseado algo con todo su corazón algo salía mal, y esa noche no era la excepción, no había sido suficiente la humillación de Hyunjin sino que los planetas se habían alineado maléficamente para terminar de destrozar su corazón. En medio de los carros, escuchó a dos personas conversar, intentó bordear para evitar interrumpir, pero el tono serio en el que uno de los involucrados declaraba sus sentimientos, no fue lo que lo detuvo en seco, sino lo que estaba presenciando en ese momento y lo más triste que esa confesión no era para él.

―... Me gusta...

Christopher tenía un leve sonrojo en las mejillas, se acercó y abrazó por los hombros a Jeongin para luego mirarlo a los ojos y depositarle un tierno beso en la frente. Una luz blanquecina alumbró de la nada dejando en shock a todos los presentes, escucharon a alguien correr por la acera, probablemente un paparazzi había tomado una foto de la escena.

«¡Menuda mierda!» Pensó Chan había sido demasiado descuidado, se había dejado llevar por sus sentimientos por primera vez en su vida.

El australiano abrió sus ojos con sorpresa al ver al castaño observándolo desde el lado contrario. Los ojos de Minho se cristalizaron rápidamente, desvió la mirada y escuchó una bocina, salió corriendo hacia el taxi dejando como de piedra a Jeongin junto a Christopher que no supieron como reaccionar.

―¿Crees que haya escuchado todo? ―se notaba la preocupación en la cara de Chris.

―No lo sé ― admitió Jeongin―, pero sí sé que escuchó el final por su expresión...

―¡Fuck! ―exclamó Christopher con desesperación.

Durante el viaje de regresó lloró amargamente y cuando llegó a su departamento, no se molestó en quitarse más que los zapatos y se arrojó en su cama para seguir llorando. La fiesta había sido del asco, se sentía miserable, descubrir tantas cosas era abrumador, lo peor era ahora estar seguro que Jeongin y Christopher salían. Aquello quemaba su interior, la única explicación que encontró para sentirse de esa forma era por el papel, ya podía despedirse de él, de su primer papel principal, la vida hoy le gritaba que sería un papel secundario hasta en su propia vida real, que no había nacido para ser protagonista, si no el otro.

Minho no se dio cuenta en qué momento había empezado a quedarse dormido sólo sabía que lo último que recordaba era sentirse devastado.

~ ✯★✯★ To Be or Not to Be? ✯★✯★ ~

Al día siguiente las noticias no se habían hecho esperar, los titulares y portadas de cada periódico del país hablaba sobre Christopher y su confirmada relación con I.N., y si la noticia no era suficiente, la foto del actor australiano besando cariñosamente la frente del actor novato borraba cualquier duda, especialmente por que Christopher tenía las mejillas sonrojadas, algo atípico se su personalidad tosca.

Ninguna de las dos agencias se había promulgado al respecto, principalmente por que Christopher se había negado a dar declaraciones alegando que era un rumor y sólo se había interpretado la información a conveniencia. Además el australiano tomó la decisión de confiarse en su departamento y no permitía visitas hasta nuevo aviso, pero no contaba con que tenía un manager con límite de paciencia y una llave extra de su departamento. Seungmin había esperado pacientemente a que Christopher decidiera hablar pero como solo se dedicó a ignorarlo, no había podido aguantar más y unas horas más tarde había aparecido en la casa del australiano. Sabía que el rubio tenía la costumbre de levantarse temprano para hacer ejercicio matutino así que sólo le dio unas cuantas horas de libertad antes de allanar el lugar.

―¡¿Se puede saber que mierda es esto?!

El golpe del periódico contra el desayunador hizo que Christopher levantara su mirada del plato de cereal que estaba comiendo lentamente. La mirada ceñuda qué le dirigió a su manager transmitía todo el malhumor que sentía y estaba intentando contener con todo su ser. Su cabeza era un lío y dolía de sobremanera, no había podido dormir durante toda la noche, las ojeras empezaban a hacerse visibles en su rostro, y todo se debía a que cuando intentaba cerrar los ojos su mente se encarga de proyectar una y otra vez una luz blanca enceguecedora seguida por los ojos vidriosos de Minho, su expresión descompuesta en una mueca de shock, dolor y decepción para luego desaparecer en las sombras. No entendía por qué recordar la expresión del castaño lo hacía enojar consigo mismo como si hubiera cometido un pecado mortal. Vamos, ni siquiera sabía que tanto había escuchado el muchacho la noche anterior, pero sabía que había sido lo suficientemente para crear un mal entendido y que ahora él se sintiera como el peor criminal de la historia, ¿pero por qué? ¿Por qué el recuerdo de Minho triste volvía una y otra vez a su mente? ¿Por qué le estaba importando tanto como se pudiera estar sintiendo en este momento el castaño? Tenía tantas preguntas en su cabeza y todas sin respuesta.

―Necesito que me respondas Christopher, no es un juego, mi teléfono no ha dejado de sonar, la agencia está de locos, todos exigen saber qué ocurrió esa noche en la fiesta.

―No ocurrió nada ―dijo secamente.

―¡No me digas que no pasó nada cuando estás en primera plana en todos los periódicos de Corea! ―Seungmin se estaba empezando a poner rojo por la cólera.

―Me conoces, nunca he tenido un amorío, siempre han sido puros chismes sobre Changbin y yo, pero tu pasas más tiempo conmigo que él, sabes que me dedico al cien por ciento a mi trabajo y en mi poco tiempo libre hago ejercicio o paso encerrado aquí.

―¡Christopher necesito que seas serio al respecto! ―la sien de Seungmin empezaba a saltar en su frente―. No estás entendiendo la seriedad de tus actos, no es solo el chisme de tu posible amorío y no necesito que te comportes como un santo, eso es lo de menos, ¿no te das cuenta que los medios están empezando a inventar que I.N. está contigo por interés? Hasta se han atrevido a decir que el chico solo toma ventaja de tu fama que no te quiere realmente. Tus fans se han vuelto locos y comenzaron a acosar al novato, lo han acribillado con comentarios negativos. Por una vez en tu vida, podrías dejar de pensar en ti mismo y pensar en cómo solucionar este problema que tu creaste. La agencia de I.N. está tomando acuerdos drásticos para evitar que el rumor se expanda y sea contraproducente, escuché que quieren suspender todas las actividades que I.N. tenga programadas en los siguientes tres meses, y eso incluye el drama. ¿Entiendes que este podría ser el fin de la carrera de él?

Christopher se quedó estático, había pasado tanto tiempo pensando en Minho que había olvidado que Jeongin también estaba involucrado y el chico tampoco había dicho nada al respecto, se había quedado callado afrontando todo solo. Seungmin tenía razón, él había creado este caos y como Hyung debía resolverlo.

―Haz una conferencia de prensa.

―¿Qué?

―¡QUE HAGAS UNA MALDITA CONFERENCIA DE PRENSA! ―gritó Chan perdiendo los estribos―. Yo arreglaré esto, solo hazlo, ¡YA!

Seungmin no esperó ni un segundo más y salió disparado hacia la oficina que Christopher tenía en su casa para comenzar a hacer llamadas y organizar la conferencia.

Habían pasado alrededor de veinticinco minutos cuando Seungmin volvió a entrar a la cocina. Christopher conversaba con alguien, segundos después colgó.

―¿Y bien?

―Hoy a las seis de la noche en el auditorio de la compañía haremos la conferencia.

―Arregla para que I.N. y su representante también estén presentes. Saldré, te veré en la conferencia, no me molestes más y cuando salgas cierra bien la puerta.

Seungmin volvió a salir de la cocina sin decir nada pero bufando durante todo el camino hasta la salida. Christopher escuchó como la puerta se cerraba con un fuerte golpe, respiró hondo y se dirigió al baño para darse una ducha.

~ ✯★✯★ To Be or Not to Be? ✯★✯★ ~

Minho había despertado tarde y con un fuerte dolor de cabeza. Se sentía horrible anímicamente, como si estuviera metido en una cueva oscura y no era capaz de encontrar la salida. Su pecho apretaba dolorosamente al igual que sus ojos, se levantó de su cama y se acercó al espejo, tenía la cara hinchada al igual que sus ojos por haber llorado toda la noche, también están rojos e irritados, su cabello era un desorden y el maquillaje se le había corrido por toda la cara. Debía recordar desmaquillarse antes de dormir o cuando volviera a llorar.

Se arrastró hasta el baño para tomar una ducha rápida, con suerte eso le ayudaría a sentirse mejor. Después del baño, se vistió con algo sencillo y pidió algo para desayunar por teléfono, cuando la comida llegó se sentó en su sillón favorito y comenzó a degustar su desayuno. Había decidido no pensar en lo que había visto el día anterior, así que estaba intentando bloquear sus pensamientos, tal vez revisar sus redes sociales le ayudarían.

―¡¿Pero qué...?!

O tal vez se había equivocado, sus ojos se abrieron como platos, el perfil de Jeongin se encontraba lleno de comentarios negativos, de odio y muy ofensivos.

―¿Qué está pasando?

Sorpresivamente su mente hizo click proyectando la imagen del día anterior y la luz blanca de un flash.

―¡Mierda!

Rápidamente buscó las noticias de la farándula para ese día, abrió su boca con completo asombro. En cada una de las noticias salían Christopher y Jeongin con encabezados disparatados sobre su relación y las ventajas que estaba teniendo el pelinegro al salir con el australiano. Leer todo eso solo lo hacían sentir peor pero ver cada palabra nefasta dedicada a Jeongin lo sobrepasaba, no podía alegrarse por el sufrimiento ajeno, por que sí, lo poco que conocía del pelinegro era su alegría y lo sentimental que podía llegar a ser aunque se esforzara en ocultarlo. No podía quedarse así como así, al fin y al cabo, él nunca había tenido posibilidad alguna con él australiano, el elegido había sido Jeongin y ahora la estaba pasando mal, luego él tendría tiempo para ahogarse en su miseria por ahora solo se tragó su orgullo y le escribió un mensaje a su manager pidiéndole la dirección del joven actor.

Mientras esperaba la respuesta de su manager, buscó su billetera y sus llaves. Cuando recibió la respuesta, llamó un taxi y se dirigió al lugar indicado, por el camino hizo una pequeña parada en un restaurante para comprar comida, no quería llegar con las manos vacías a un lugar donde no había sido invitado.

Jeongin vivía en un edificio alto, en el barrio Geumho-dong. Era increíble que siendo novato pudiera pagar un apartamento en un barrio de puras celebridades por no decir caro. Cuando llegó al edificio, tomó el ascensor hasta el tercer piso y caminó por el largo pasillo en busca de la puerta con el número cero nueve. La encontró casi a la mitad del pasillo, la puerta era roja con los números en un color dorado brillante, mordió su labio inferior y tocó con fuerza la puerta, esperó unos minutos y nada, nadie abrió, tocó una vez más y sucedió lo mismo. Tenía un mal presentimiento.

Escuchó cómo sonó la puerta del elevador abriéndose una vez más, volteó en busca de ayuda pero lo que vio lo dejó sorprendido. Changbin abrazaba con un brazo a Jeongin por la cintura mientras sostenía entre sus dedos unas bolsas y con la otra mano secaba las lágrimas que caían sin control por el rojo rostro del actor, parecía que llevaba un buen rato llorando. Ambos hombres no se habían dado cuenta de la presencia de Minho.

―Ya no llores bebé, todo estará bien ―logró escuchar Minho que Changbin decía.

El músico tomó el rostro del menor entre sus manos y delicadamente depositó un suave beso en los labios del menor. Minho abrió sus ojos sorprendido, dejando caer la bolsa que llevaba entre sus manos alertando a la pareja de su presencia. El castaño hizo una reverencia y recogió rápidamente la bolsa del piso, ambos hombres lo miraban asustados, era un silencio bastante incómodo.

Minho se aclaró la garganta ―Si, bueno, yo solo estaba preocupado, lamento haber venido sin avisar, creo que fue mala idea, creo que mejor me voy...

―¡No! ―gritó Jeongin―. No, digo... ¿Quieres pasar?

Minho sonrió tímidamente, no quería parecer maleducado así que asintió.

La pareja se acercó, Jeongin abrió la puerta de su apartamento y lo dejó pasar. El apartamento tenía un pasillo con puertas a los lados, al final del mismo se encontraba una cómoda sala con sillones color rosa pálido a juego con el resto de muebles, había una gran ventana de cristal que daba hacia una pequeña piscina en la terraza, al fondo de la sala había una apertura que dejaba ver parte de la cocina.

―Traje esto ―Minho tendió la bolsa con comida.

Changbin se acercó a él y la tomó susurrando un gracias, luego se dirigió a la cocina a dejar tanto la comida como sus propias compras.

Jeongin guió a Minho hasta los sillones y le señaló uno para sentarse de donde podía ver la entrada y también la cocina, el castaño obedeció y tomó asiento. Changbin entró en la sala trayendo unos vasos con refresco y unas cuantas galletas con chispas de chocolate.

―Gracias... ―Minho se aclaró la garganta una vez más―. Lamento haber aparecido así como si nada, yo no quería incomodar solo estaba preocupado por ti.

Le dedico una mirada preocupada a Jeongin, los ojos del pelinegro se cristalizaron amenazando con llorar una vez más. Pará sorpresa de Changbin y Minho, Jeongin se arrojó al cuello del castaño y comenzó a sollozar. Minho levantó la mirada conectándola con la del músico, el cual se encogió de hombros en respuesta. El castaño devolvió su mirada al chico encima suyo, por inercia lo abrazó con fuerza y con una de sus manos comenzó a dar suaves caricias en el cabello del chico, Jeongin lo abrazó con más fuerza. Cuando Jeongin por fin se calmó, no se movió pero tomó aire para hablar.

―Creo que te debo una explicación Min...

―Yo... Yo no diré nada de lo que vi, lo prometo ―tartamudeó.

Jeongin iba a responder cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta.

―¿Esperabas a alguien? ―preguntó Changbin.

Jeongin negó con la cabeza ―Yo iré ―le indicó a Changbin para que no se levantara.

Caminó hacia la puerta bajo las miradas atentas de Changbin y Minho, abrió y sintió como alguien lo atrapaba en unos fuertes brazos.

―¿Bebé estás bien?

Las pálidas manos de Christopher atraparon el rostro de Jeongin revisándolo con mucha atención. Minho se quedó sin aire, se estaba empezando a sentir incómodo, dirigió su mirada a Changbin, el pelinegro le devolvió la mirada apretando cada músculo de su cara y sus ojos denotando el pánico.

―Hyu... ¡Hyung! ―logró quitarse las manos del australiano de encima, frunció los labios y volteó su rostro para ver el interior de su hogar.

Christopher extrañado por el comportamiento del joven, dirigió su mirada hacia la sala topándose con unos ojos castaños que lo miraban con sorpresa.

Esos eran los ojos de sus pesadillas solo que no estaban desapareciendo como en sus sueños sino que lo observaban mientras lentamente se comenzaban a cristalizar.

―¡Oh mierda! ―exclamó Christopher. 

안녕 👋🏻
No me maten 😭🙏🏻
Y sigan apoyando la historia, casi estamos a la mitad del camino.
Prometo que muy pronto ahora si vendrán escenas Minchan como Dios manda.
Si encuentran algún horror de ortografía me dicen por fis
Con amor Ami 🐱