
Pont de Mennecy (I)
17 de febrero de 1980 Burton Street, Macclesfield.
Querida Annik,
En esta carta, he elegido mandarte una postal de Paul Cézanne , cuando la vi, el solo mirar al paisaje de la pintura me trasladó a uno de esos lugares, a los que me haces viajar en cada una de nuestras conversaciones.
Después de venir de pasar tantos días contigo, tu ausencia cala con la fuerza de la lluvia. Se siente tanto como el hielo afilado que corta hasta las profundidades de la piel.
Es raro que el sol no se pase escondido la mayor parte de los días cuando no estás, dándole la espalda a los edificios, creando sombras en la habitación azul. El único lugar dónde parezco estar bien, dónde puedo escribir mi música y estas cartas sin desconcentrarme. Cuando no puedo disfrutar de escribir aquí (como la mayoría de las veces últimamente) tengo que irme a la biblioteca y eso me recuerda a mis tiempos de estudiante.
El silencio de esos momentos es para mí como la melodía que forman las notas de un piano.
Lo necesito tanto para escribir, para que afloren los pensamientos que no se dejan oír con tanto ruido. A pesar de que mi cabeza a veces sea, el lugar dónde menos habite el silencio.
Volviendo al hilo de Cézanne, el cuadro me hizo pensar en ti. Recordé que tenemos gustos parecidos en música y arte. Te acuerdas de nuestra larga conversación en la entrevista que nos hiciste al grupo poco después de conocernos? Te empezamos a preguntar por tus películas favoritas....
Pero por sobre todo ello, el puente me hizo pensar en los primeros paseos que dimos, y en que probablemente seas tú el camino por el que merezca la pena perderse.
Tus ojos tienen algo que hipnotiza, pero al mismo tiempo, hacen de brújula cuando no encuentro claros en los momentos más oscuros de mi vida.
Recordé que seguro que fuiste al concierto de los Simple Minds y no quería perder la oportunidad de preguntarte qué te pareció el concierto, aunque por mucho más, me gustaría oírte responder en voz alta.
Aún así, también me gusta la letra bonita que empleas en tus cartas, muy diferente a la mía, siempre en mayúsculas y sangrante.
Te echo de menos y estoy deseando volver a verte. Casi se me olvidaba, estuve leyendo mucho a T.S. Elliot después de ir a ver Apocalypse Now en el cine. El escuchar The End en la película hizo que no pudiera parar de escuchar todos mis discos de The Doors, después esa tarde.
Me impactó la aparición de Marlon Brando en la pantalla. Leyendo un extracto del poema de Elliot, "The Hollow Men" en una escena de una gran profundidad psicológica, en medio del silencio de la noche, la cámara parándose en las esculturas de un templo vietnamita, la voz de Brando es todo lo que se escucha.
Te dejo uno de mis versos favoritos de ese poema de T. S. Elliot. Espero que tengan efecto en ti.
Te echo mucho de menos.
Te quiero.
Hasta que nos volvamos a ver,
Ian.
Nota:
Hola chicos. Volví. Sé que he estado mucho tiempo sin actualizar, así que he pensado que para hacer la vuelta a escribir más especial, que este capítulo fuera una carta de Ian. Para el resto de los capítulos que quedan de la novela, van a haber más cartas de Ian, algún que otro concierto y conversaciones entre nuestra pareja favorita. Quería comentar que según lo que he leído la obra de T. S. Elliot inspiró mucho en las canciones de Joy Division, sobre todo, el poema The Hollow Men. La obra a la que se refiere Ian es el Puente de Maincy o le Pont de Mennecy de Paul Cézanne. Me he inspirado en una carta que le escribió a Annik mandándole una postal con esta pintura. Una gran elección debo decir, Cézanne es maravilloso y este cuadro, también lo es. Si no habéis visto Apocalypse Now, por lo menos ved el fragmento que hay de la lectura del poema de The Hollow Men de Marlon Brando, esa escena es preciosa.
Un abrazo a todos,
Carmen.
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