Después de aquella noche , Annik debía volver a Londres para seguir con su trabajo en la Embajada de Bélgica en Londres, era un viaje largo, así que llevaba desde bien temprano, empaquetando y haciendo maletas.

"¿ Seguro que no quieres que Rob o uno de nosotros te lleve a Londres?" Annik asintió mientras guardaba una de sus últimas faldas en la maleta, y luego miró a Ian que miraba la espalda de Annik cubierta por una elegante chaqueta de cuero negro, y la camiseta también negra, y sus vaqueros ajustados, Ian debía de estar mirándola desde hacía tiempo, porque no esquivó la mirada de Annik cuando ella se fijó en él.

Definitivamente tenía que alejarse de Annik y de sus escapadas fuera de Macclesfield con ella, por unos días, pero sentía que no podía. Sentía que le faltaba el aire al pensar en eso. Porque sabía que ella se despediría de él en la estación de tren, y aún cubierta por la lluvia y por el vapor de Inglaterra le habría dicho que en qué concierto, en qué fecha y en qué ciudad tendría que esperarlo, la siguiente vez. Y él habría perdido las fuerzas, de decirle que estaba mal que hubiera siguiente vez, porque él tampoco se podía imaginar que no se volvieran a ver.

Ella le diría que no importaba ni siquiera si tenía que poner más de sus ahorros para poder verse, porque ella lo esperaría ciegamente, y él a ella. Pero Londres seguía siendo muy arriesgado para ellos. Ian sentía cuando estaba con Annik en alguna habitación cerrada lejos de la realidad, que Debbie podía llamarlo a cualquier teléfono y que él se vería obligado a responder.

Sabía que la única solución era cortar con ella....cortar con Annik...

Pero, lejos de Annik todo parecía más frío y complejo. Más sucio, más miserable y gris que el suelo mojado. En definitiva, todos los adjetivos tristes cobraban sentido cuando Ian se separaba de Annik.

"¿ Por cuánto tiempo estaremos sin vernos?" Annik no supo que responder.

Annik se volvió a Ian y miró a sus ojos azules que ella sintió que estaban incompletos. " Ian, ¿ no estarás pensando en dejarlo, verdad? Después de hasta dónde hemos llegado, después de nuestra conversación de antes. Podríamos hablar por teléfono seguido, no tenemos que perder el contacto del todo" Ian pareció de acuerdo con la opinión de Annik.

Estaba enamorado de ella, por eso, se amarraba a ella como a un barco en el mar.

Era una mañana lluviosa, y el aguacero caía como las redes de estrellas en una noche sin nubes. Annik iba enfundada en la chaqueta de cuero, y su cabello castaño conjuntaba con la lluvia.

Tenían la estación de tren delante de ellos, y Annik decidió coger un taxi de los que habían aparcados allí. Ian le sostuvo la puerta a Annik mientras ella colocaba todo dentro del vehículo, y después miró a Ian entre los nubarrones de sus ojos. Sus ojos marrones esqueléticos por las lágrimas y sin brillo por el clima.

Annik sonrió metiéndose entre el cuerpo de Ian y su abrigo negro, enfundándose en un abrazo del que si no fuera porque el tiempo apremiaba, ella no habría salido, luego, sonrió al taxista y se metió en el coche.

Rob se había ofrecido a esperar a Ian para que se le hiciera más tolerable el camino de vuelta. Rob Gretton estaba en su furgoneta con una cajetilla de cigarros, mirando unos papeles de Rob Records, cuando logró ver a Ian entre la penumbra de la lluviosa neblina, enseguida le puso un brazo encima del hombro al muchacho.

"Ian, pasará, ahora pon todas tus fuerzas en el nuevo álbum"

Annik estaba desesperada por tanto atasco, y cuando llegó a Londres, encontró una tienda dónde encontró una edición especial de varios temas de The Doors, entre ellos, Louie, Louie, y recordó especialmente a Ian.

También encontró una edición de Howl de Allen Gisberg, que decidió comprar para sentirse más cerca de Ian, esos días en los que iba a estar lejos de él.

¡Hola! Muy buenas noches, son las 22: 20 y quería compartir con vosotros este nuevo capítulo de "To Annik, the flowerfield in my heart" me hace mucha ilusión volver a publicar después de mucho tiempo y espero estar más activa.

Este capítulo está dedicado a Dreamy_IanCurtis

Un abrazo gigante, por cierto, hoy hay luna llena.