Byron's muse.
El corazón le temblaba como si fuera un faro encendido en medio del océano, que busca recomponerse del naufragio de su luz. Las manos resbalaban como un guante negro en medio del invierno. Tenía miedo, sentía las dudas carcomerle por dentro, como un gusano que le muerde a la serpiente de la discordia, la cola de su manzana. Su vestido negro parecía vapor de agua entre las calles ennegrecidas y grises de Manchester. " Tranquila, Annik" no cesaba de repetirse, cuántas veces su cabeza pudiera admitirlo. Pero lo cierto es que cuando sientes un camino pedregoso entre los párpados es difícil maquillar al cielo de colores claros. Llevaba su bolso medio abierto cabizbajo entre sus medias. Casi rotas por la desesperación. Una desesperación que tenía un nombre. Ian. Y un resultado de ojos azules que en ocasiones parecían la salinidad del Mar Muerto.
Sentía la necesidad de tirar su anillo y sus pertenencias al río, o a la corriente de las Alcantarillas. Pero cruzó sus brazos sobe su vientre, dejando en el borde de la barandilla sus maletas del viaje de ida del fin de semana.
Estaba a punto de bajar sus párpados, con el suspiro de una mariposa, cuando sintió de nuevo que se le aceleraba el corazón. Un taxi había parado, y de la puerta salía Ian, cubierto con su abrigo negro. Llevaba lo que parecía una bolsa para varios días, un equipaje de ida.
Annik no pudo evitar sentir un meteorito de emociones en su estómago. Sus manos sólo podían pensar en trenzarlas en la espalda de Ian.
Ian, caminó hacia ella a paso decidido, después de dejarle una buena propina al taxista y pedirle que estacionara cerca y los esperara.
-Ian - susurró Annik, el viento de Manchester trenzaba su cabello como la arena se trenza con el océano.
-Te he echado de menos- contestó de vuelta Ian, como si fueran las únicas palabras que Annik necesitaba y que Ian necesitaba decir, y no un montón de excusas caídas como hojas distantes en el asfalto.
- ¿Leíste las últimas cartas? - Annik asintió.
-Es lo más bonito que he leído en mucho tiempo, Ian.
Ian buscó en Annik cualquier signo de condescendencia, o de mentira. Entonces, Annik, hizo algo que a Ian en cualquier parte de su vida, le habría resultado surrealista. - Ian, son preciosas, jamás te mentiría con algo así. Me sorprendo, porque en tus cartas, y cuando estamos a solas tú sacas tu lado más humano, ese que consigue frenar el avance de la hipotermia. Me hace sentir, aunque sea algo idiota, que soy la única, que no soy la amante retorcida. Que soy tu novia, que soy la que escucha todos tus miedos, aunque sea a través de cartas.
-Annik, eres la única, eres la rosa literaria que Byron dejó al lado de mi cama, mi musa. Unknown pleasures no puede compararse en nada con las letras que he compuesto después de conocerte. Ellos podrán decir lo que quieran, pero tú has leído el polvo de mis cajones de sastre, y los has hecho tuyos. Has guardado silencio por cada una de mis lágrimas. Y has sabido mantenerme aun cuando podrías estar experimentando diferentes placeres. Tengo las entradas para Cabaret Voltaire. Antes podríamos tener una de nuestras charlas ¿ no crees? A solas, tú y yo. Experimentando los placeres inesperados.
Nota: ¡Hola! espero que os haya gustado, mañana publico la parte del concierto. Esperad bastantes noticias de mí, estos días, porque voy a estar muy activa.
He leído una entrevista muy bonita de Annik Honoré, y ha parecido preciosa, de hecho, he soltado alguna que otra lagrimita. Creo que era una persona maravillosa, y quería realmente a Ian, y supo ver que de verdad él era una gran persona. Así que esto va para ella.
La segunda persona para la que va a esto es para mi abuelo, Antonio, he estado pensando en él estos días, mucho. Y creo que no hay persona más valiente. Ojalá poder haber escuchado su voz y escuchado todas las historias de su Cartagena y de la Murcia de su tiempo . De cómo conquistó a a mi abuela, que seguro que de la manera más bonita. Sé que no te conocí abuelo, pero estoy orgullosa de todo lo que me han contado de ti.
Te quiero, abuelo.
Y por último para @Dreamy_IanCurtis sabes que Ian fue quién nos unió y no podría estar más contenta de haber conocido una persona más maravillosa, y que me haga tan feliz. Me encantas Dani, eres lo mejor que me ha pasado.
Bueno, chicos, nos leemos pronto, ¡gracias por el apoyo!
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