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Capítulo veintiocho.

Para cuando el reloj dio las cinco, Joaquín ya estaba sentado en la nevería esperando a Vany.

Si se ponía muy técnico, era propio decir que estaba ahí desde las cuatro con cuarenta minutos. Odiaba llegar tarde, si, pero esto era diferente. Llegar con veinte minutos de anticipación era la única forma en que el muchacho se sentía con al menos un poco de control en una situación tan desconocida. A decir verdad, estaba nervioso como nunca, sus manos temblaban tanto que su celular se movía de un lado a otro mientras comprobaba una y otra vez la hora, tenía vergüenza de que en algún momento la dependienta o algún cliente volteara a verlo y notara este hecho, pero le daba más vergüenza que pensaran que estaba ahí sentado solo ni nada que hacer y plantado. Como siempre, tener su celular lo salvaba al menos de hacer contacto visual.

Eran las cinco con siete cuando la silla delante de él se desplego, de inmediato un sudor frio comenzó a extenderse por su frente, pero se había convencido a si mismo de no levantar la vista de inmediato. Lo último que quería era hacer evidente que estaba esperando eso durante meses.

-He esperado esto durante meses- El muchacho reconoció la voz de Vany al instante.

¿Por qué eran tan iguales y diferentes a la vez?

En el momento que la escucho decir aquello levantó la vista, solo para encontrarse a una pelinegra sonriendo delante de él. Era muy diferente ver a Vany tras una puerta a verla frente a frente y era mucho más diferente ponerle cara a una voz desconocida. La chica dejó un vaso con una nieve de mango delante de ella y arrugando la nariz como niña oliendo verduras, apartó la galleta de está para ponerla en una servilleta aparte. -Odio que se mojen, solo las galletas de perro están mojadas y no están buenas.

De no estar tan nervioso el muchacho hubiera dicho algo, quizá un comentario ingenioso, o eso esperaba. Pensó en algo como "¿Por qué alguien compararía galletas de vainilla con mezcla de carne?" Pero le pareció muy insípido. No sabía por qué, pero de pronto una parte de él buscaba agradar a la persona que tenía delante. A ver, nada del otro mundo, la chica era guapa, de no conocerla Joaquín habría jurado que se equivocaba de mesa, pero no era eso lo que lo alarmaba tanto. Esa era la parte mala de tener un desconocido conocido, ¿Cuándo saber que decidirá ser al final? ¿Qué sería él para Vany o ella para él?

Al final se decidió por no decir nada, solo aclaro su garganta y se recargo en la silla acomodando su chaqueta. Por su parte ella se limito a verlo fijamente mientras comía de su helado, pero luego de unos incomodos segundos dejo la cuchara en el vaso y se decidió a hablar. -No voy a decir otra palabra hasta que tú digas algo porque ya me asusté.

-Bueno- Y era todo, ya no sabía que decir. Por un momento pensó que Vany se aburriría y se iría, pero lo único que hizo fue estrechar sus ojos Hazel hacia él haciéndolos alargarse aún más de lo que ya eran, luego su expresión se volvió en una sonrisa.

- Espero que eso no sea todo, porque he faltado a mi clase de anatomía por ti- La chica se reclino sobre la mesa tras decir esto, poniendo las manos sobre sus mejillas en un gesto propio de alguien aburrido. Finalmente, Joaquín abrió la boca para responder algo decente, pero ella continuo antes de que una sola palabra pudiera formularse en su boca. -Bueno no por ti, por nosotros.

- ¿Qué con nosotros? – Se alegro de hablar no de lo que dijo.

Vany extendió su sonrisa en ese instante.

- Tranquilo hombre, hablo de nuestra amistad, no hay manera de conservar una amistad si la otra persona te dice incógnita andante.

-Está bien, solo... no sé qué más decirte, ni siquiera pensé que fueras a venir- Y no mentía, lo último que le había dicho en su mensaje era que revocaba su sí, lo que fuera que significara eso, el chico supuro que era un claro "no iré". De hecho, él también pensó en no ir, pero ahora estaban ahí los dos.

-Igual yo- El tono de la pelinegra sonaba más como disculpa. -Me asusto la parte de las preguntas.

Si de sincerarse se trataba el muchacho debía admitir que ya ni siquiera se acordaba de las preguntas. -A mí me asusto la parte del caballo.

Vany asintió comprensiva. -Si quieres nos podemos saltar eso, le inventare otra cosa a Esteban, ¿De acuerdo?

Solo por un segundo Joaquín estuvo a punto de sonreír, no sabia si era por lo incomodo de la situación o la cara seria de Vany, pero por suerte para él logro contenerse. -No entiendo nada, jugas con la idea de tener hijos conmigo y me organizas una cita con alguien más.

-Puedo explicarlo.

-Si me dices que esa es tu manera de ligar esto se va a poner más incómodo.

Vany rio. -Fuera o no, ha funcionado, ¿no? Estas aquí sentado conmigo.

- ¿Y eso es lo que querías?

A ese punto Joaquín estaba confundido no sabía si estaban hablando o coqueteando, o si Vany hablaba coqueteando.

-No, quería que salieras con Lana- Aclaró, haciendo que el muchacho comenzara a sentir las orejas calientes, en definitiva no estaba coqueteando. - Pensé que si tenías algo con la que te gustaba serias más feliz. -Vany estaba jugueteando con la chuchara de su nieve de mango mientras decía esto, por fin había dejado de comer. -El problema es que se parecen demasiado, ella es como una Joaquín, pero en hombre... Una Joaquina.

Y volvió a llevarse una cucharada de nieve a la boca.

El muchacho de pronto estaba ofendido, sabía que era verdad, pero aun así no le parecía bien ser comparado con alguien que le había dicho boba a su hermanita delante de él. Sabía que era una tontería, el mismo había llamado a Ali así muchas veces, pero era diferente cuando otra persona lo hacía.

- ¿Y a ella también la acosabas para que fuera feliz o cómo?

-Tenía su contacto de forma legal y normal- Se adelanto la pelinegra. Había hablado tan aprisa que un poco de su helado cayó sobre su blusa tan inmaculadamente blanca como el resto de su ropa, aun así, esto no pareció importarle más allá de hacerla fruncir el ceño frustrada y tallar una servilleta sin éxito sobre el desastre, luego de eso se encogió de hombros antes de continuar con la conversación. - Estábamos en el mismo grupo de teatro. Dime, ¿No me veo como artista?

Joaquín se abstuvo de hablar, a decir verdad si le hubiera preguntado una hora antes hubiera dicho que si, Vany sin dudas debía parecer una artista, ¿De qué? Ni idea, pero ahora que la tenía enfrente a ella, su ropa manchada, y su cabello pulcramente recogido parecía más una joven contrariada con su mala suerte. Eso si ignorabas la chillante mochila amarilla que había dejado debajo de su silla al sentarse. Todo aquello lo llevo a recordar lo que le había dicho al llegar: venía de la escuela. Para el muchacho era ridículo pensar en la Vany que conocía estudiando anatomía, pero esta Vany que tenía enfrente si lo aparentaba. De pronto se imagino que estaba en universo paralelo, hasta que volvió a reparar en la mancha de mango que tenia en la blusa y como ella intentaba lame su dedo disimuladamente después de tocarla. Al final se aclaró la garganta decidiendo pasar de su pregunta final. -Y van al mismo grupo de teatro, ¿Porque nunca te he visto a ti en el hospital?

-Porque no es por teatro, son créditos para la universidad- Mencionó Vany al tiempo que se apartaba el dedo de la boca con toda la rapidez que pudo. Tenía desde que llego sin apartar la vista de Joaquín, para ella era seguridad, para él era razón suficiente como para hablar en monosílabos. -Tú vas y cubres un servicio para conservar una beca, yo no puedo ir porque estudio medicina y es muy demandante, pero le escribía los guiones a Llava y al payasito comezón.

-¿El que suspendieron por provocar una epidemia de piojos en el hospital?

-Puedes ver porque le escribía los guiones, muy creativo no era.

-Pero Llava también se salió, ¿No? ¿Ahora para quien escribes?

-No lo hago, solo almaceno mis ideas y espero explotar. Probablemente algún día me vuelva loca y me quede riéndome sola en una esquina por lo chistosa que me parezco. Como mi tía Emilia, pero sin el casco de aluminio.

Joaquín asintió sin más. No esperaba menos pero tampoco se lo diría, no sabia si eso contaba como mala educación o sinceridad, y no quería arriesgarse. Y como volvió a quedarse sin otra que cosa que decir Vany había comenzado a contarle de lo terrible que podía ser el robo de cerebros a mano alienígena cuando a él se le ocurrió la idea más extraña de su vida. Quería dejarla pasar, pero entre más lo pensaba más sentido tenía.

-¿Y como haces para ser un payaso? ¿Se necesita un curso o algo así? – Interrumpió sorprendentemente decidido.

Los ojos de la chica se abrieron en un ángulo impresionante. -No lo puedo creer, ¿Joaquín el amargado está interesado? ¡Hasta rimo de la emoción!

Cada minuto estaba más convencido de que era una mala idea, pero entonces pensó en Ali, fuera Llava, fuera él o el payaso de los piojos, al final los niños eran felices con esas visitas, ¿Dejaría pasar la oportunidad de aliviar un poco el estrés de los niños? Incluso podría saber más de Vany de esa forma, si ella sabía tanto sobre él era lo mínimo que le debía, ¿cierto?

- ¿Me vas a decir o no?

-Primero tienes que mejorar tu humor- Pidió la chica con una nueva sonrisa de oreja a oreja, tras ello Joaquín rodo los ojos.

-Supongamos que ya mejoro, ¿Ahora qué sigue?

Vany se llevo un dedo a la barbilla pensativa, fue entonces cuando el muchacho se puso a razonar en lo que se acaba de meter. - ¿Qué tan grandes son tus zapatos?

Y le pareció más terrible de lo que imaginaba en un principio.

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¡Hola a todos!

Se que tengo muchísimo tiempo sin actualizar ni dar explicaciones y en verdad lo siento muchísimo. No era mi intención irme así en un inicio, pero tuve una especie de bloqueo grandísimo donde ya no sabia como continuar las historias. He hablado un poco de esto antes pero nunca aquí y pienso que es igual de necesario.

Por ahora voy a estar actualizando este libro cada tres días, por ejemplo, la próxima actualización será el jueves aproximadamente a esta hora o más temprano y si hay algún cambio les avisare. Es que a la par estoy actualizando otros libros y me estoy quedando seca de ideas por que los dejo todos para el ultimo jajajaja pero fuera de todo esto me comprometo a terminarlo.

Y muchísimas gracias por a los que siguen aquí, a los que han vuelto a leer para entender y a los que no, porque han sido lo mejor de lo mejor. Me siento muy feliz de tener y haber tenido su apoyo, les mando un abrazo <3

También quería pedirles que por favor si notan algo diferente o que no les este gustando me digan, les juro que leo todos los comentarios, les digo esto porque es muy complicado volver a actualizar de la nada luego de tres años, siento que voy como a ciegas y si me pueden iluminar poquito les agradecería un montón.

¡Son los mejores!

-Adyka.

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