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156. Y llegó agosto

TRAS UNOS SEIS MESES DESPUÉS DE COMPARTIR SUS INTENCIONES CON SUS AMIGOS, APRIL CONSIGUIÓ QUEDARSE EMBARAZADA.

A lo mejor debería sentirse afortunada de no haber tenido que esperar tanto, y porque acordarse de la cara de su padre y su suegra al recibir la noticia siempre le sacaba una sonrisa. Pero, con el tiempo, April empezó a frustrarse por eso de no poder continuar trabajando.

Puede que lo que más le molestase era que Matthew seguía viajando por el programa de reportajes que tenían, lo que en realidad no era para tanto, de hecho, lo prefería antes que tener que pausarlo. Lo que odiaba es que la cadena se hubiese buscado una sustituta para ser la cara de la sección por ella, y sólo esperaba que fuese lo suficientemente profesional como para no babosearle a su marido.

April apagó la televisión suspirando con pesadez, llevándose al mismo tiempo una mano sobre el vientre, acariciándolo.

―Bueno, al menos vendrá a vernos este fin de semana ―sonrió disfrutando de los movimientos de su pequeño.

Estando ya de casi veinticinco semanas, April creyó conveniente bajar a la guarida para que Donatello y Kimani le hiciesen un pequeño chequeo al bebé. En un principio no le pareció realmente necesario, pero no estaba de más asegurarse, después de todo, ella también era una mutante.

A ver, estaba claro que su hijo no iba a tener tentáculos o algo que les hiciese acordarse de los Kraang, pero bastaba estar tan a gusto en el hospital como para que de repente una enfermera viese algo raro en sus análisis. Por otro lado... hasta que Donatello no descubrió lo que los Kraang querían de ella, nunca le vieron nada raro, y no sería por no haber pisado nunca un hospital.

Mientras April estaba sentada en el laboratorio esperando por los resultados de la amniocentesis, Kimani le dijo con una gran sonrisa que había convencido a Donatello para intentarlo de nuevo.

―Vaya, me alegro mucho, chicos ―respondió April con una sonrisa―. ¿Y qué tal está Isaac?

―Molestando a sus primos mientras entrenan ―respondió Donatello enseguida―. Leo no tanto, pero Raph pierde los nervios enseguida. Como ahora corre que se las pela... ―añadió con una risilla.

―Los terribles dos años ―dijo Kimani encogiéndose de hombros―. Pero eso no me va a echar atrás ―admitió con una sonrisa orgullosa.

―Yo creo que sólo vamos a tener este ―suspiró April palpándose la barriga con ambas manos―. Ya viajamos demasiado como para tener más, y no es justo tener hijos para que se queden siempre con los abuelos.

―Es razonable ―asintió Kimani―. Pero mi marido no tiene excusa ―sonrió con ironía, antes de soltar una risilla maliciosa. Donatello no dijo nada, pero sí se le vio rodar la vista y negar con la cabeza de una manera ligeramente disimulada.

―Bueno ―suspiró la tortuga mientras los resultados se imprimían, acercándose a su amiga deslizándose con la silla―. A ver, está claro que algo, algo de mutante... tiene. Pero no va a ser perceptible a un análisis hecho en un hospital porque ni siquiera saben lo que es el mutágeno o el ADN mutante. Y menos aún si tú pasaste dieciocho años sin que te encontrasen nada.

―¿Estás seguro, D? ―se cuestionó Kimani acercándose para leer los análisis―. En mi prueba de embarazo sí que encontraron un pequeño porcentaje de una sustancia no reconocida. O sea, mutágeno.

―Ya, pero yo sí que muté, y quedó reflejado en el ADN de Isaac. Pero April ya nació así, y en esencia es humana.

―En resumen, que no tengo que preocuparme, ¿verdad?

―No. A menos que te asuste el último tramo.

―Asustarme no, pero sí que me pone algo nerviosa ―admitió la pelirroja en un disimulado suspiro―. Creo que vamos a tener que escoger una fecha aproximada, para que no pille a Matt fuera de la ciudad.

―¿De verdad es necesario? ¿No puede pre-grabar algún programa? ―se cuestionó Kimani.

―Eso es lo que dice él, y lo está intentando, pero basta que queramos que salga bien para que el bebé quiera fastidiarnos los planes. Y también nos da cosa que por querer hacer más programas en menos tiempo baje la calidad, la audiencia. O volvernos más descuidados, no podemos ignorar que a veces metemos las narices en temas chungos.

―Bueno ―murmuró Donatello mirando a su mujer por un instante―. Al menos tu hijo sabrá defenderse también ―dijo con una pequeña sonrisa.

―¿Os decidisteis por algún nombre ya? ―quiso saber Kimani, ladeando la cabeza con simpatía.

Mm-hum... ―asintió April con una sonrisilla―. Ya sé que está para noviembre, pero estoy segura que a mi padre le hará ilusión que le llame August. Y a Matthew le gusta, así que... ―añadió encogiéndose de hombros.

*

El embarazo de April no tuvo mayores complicaciones más allá de verse obligada a cogerse la baja tan pronto. Aunque se empeñaba en continuar realizando la labor de investigación y logística, más que nada por sentirse útil mientras estuviese en casa.

Una tarde, estaba sentada en la cocina con el portátil cuando Matthew llegó a casa. El pobre resopló entre escalofríos y se quitó el abrigo que traía completamente empapado, introduciendo la mano entre su pelo para tratar de librarse de algo de agua al haberse olvidado esa mañana del paraguas.

―Madre mía, qué tormenta ―bufó descalzándose también en la entrada.

―Ya, puedo oír los truenos desde aquí ―sonrió April―. Y guardo cada minuto que pasa, por si acaso ―añadió volviendo la vista al ordenador.

―Eres adicta al trabajo ―dijo él acercándose. Se inclinó sobre ella y besó su cabeza.

―No, lo que pasa es que no puedo no hacer nada. Y más cuando se trata de un programa que es nuestro.

―Ya. He leído en Twitter que a la gente no le hace mucha gracia tu reemplazo.

―Yo también. Me halaga, pero los insultos hacia la pobre Claire tampoco están bien. No se lo está tomando muy mal, ¿verdad? ―se preocupó la pelirroja.

―No, pero hizo un pequeño comunicado respondiendo a esos haters. Si al final sólo te está cubriendo en una baja, la gente es la hostia ―dijo Matthew negando con la cabeza―. Me voy a dar una ducha, que me estoy quedando helado.

―¿Y luego vemos una peli? ―sugirió ella posando la barbilla sobre el hombro derecho para alcanzar a verle.

―Suena bien. ¿Te apuntas? ―sonrió Matthew con sorna, una vez empezó a quitarse la ropa. April sonrió y cerró el portátil enseguida, siguiéndole hasta el baño.

Un par de horas después, estaban acurrucados en el sofá, y Matthew aprovechaba cada vez que podía para sentir los movimientos de su hijo. Ya había solicitado unos días de permiso estando la fecha del parto próxima, pero pensar que al día siguiente podría irse a la otra punta del país y que por lo que sea August decidiese que era buen momento, le ponía un poco histérico. No quería perdérselo, y estaba claro que, si el pequeño quería nacer ya, no querría esperar tampoco a ningún avión.

En momentos como ese, April se dio cuenta de que casi podía establecer una pequeña conexión con el bebé, sobre todo cuando Matthew estaba con ellos.

Hubo un día en el que, estando ya en la cama, Matthew estaba recostado de manera que pudiese acariciar el vientre y hablar al pequeño. April se enderezó enseguida, sorprendida al notar que a August parecía gustarle el sonido de sus voces, hasta pudiendo imaginarse una dulce risita infantil en su cabeza.

Aquella noche se emocionó, y de repente ya no podía esperar para tenerle entre sus brazos. También es verdad que esa especie de conexión que tenían podía indicar que August podría tener poderes psíquicos, igual que su madre.

Sería algo que observar a medida que creciese, no era cuestión de que un día les llamasen del colegio para decir que su hijo había estado haciendo levitar las mesas.

*

El diecinueve de noviembre, April se despertó con molestias en la espalda y el abdomen.

Se enderezó poco convencida porque acababa de empezar, pero, según sus amigas le describieron por sus propias experiencias, estaba segura de que eran contracciones. No quiso despertar a Matthew al momento porque sabía que se pondría nervioso, porque lo más seguro es que pasasen un par de horas hasta que tuvieran que ir al hospital, así que se levantó para pasearse por el salón y saber cada cuanto tiempo tenía las contracciones.

Claro, en algún momento llamó a Kimani para saber si estaba en ese momento trabajando y para que la sacase de alguna que otra duda. Lo que le sorprendió es que estuviese tan tranquila, siempre pensó que ella sería la primera en ponerse histérica al pensar que la llegada del bebé sería inminente.

Una vez creyó que las contracciones eran lo suficientemente continuadas, April fue a despertar a Matthew. Se sentó en su lado de la cama y puso una mano en su espalda al haberse quedado él dormido abrazando la almohada y boca abajo, le zarandeó un poco.

―Matt. Matt, despierta ―le susurró.

―¿Mm? ―musitó alzando la cabeza, esforzándose por abrir los ojos, frotándoselos con el dorso de la mano.

―Mírame. Estoy bien y tranquila, ¿vale? ―dijo antes de que él sacase conclusiones precipitadas―. Pero han empezado las contracciones. Vístete y nos vamos.

―Joder. Qué calma ―se sorprendió él bostezando―. ¿Seguro que es tu primer hijo?

Tras haberse sentado en su lado de la cama con la ropa que se iba a poner, April no dudó el lanzarle la almohada por la bromita. Resopló rodando la vista al escuchar cómo él intentaba no reírse.

Lo cierto es que el parto resultó más sencillo de lo que en un principio le pareció.

Claro que, al igual que Jessica, ella dio a luz en un hospital con personal especializado y lo más importante de todo, con epidural.

Era pronto para saberlo con certeza, pero Matthew y April ya estaban dispuestos a apostar que sería pelirrojo y tendría los ojos oscuros de su padre. Más adelante sabrían que estaban en lo cierto, y también verían que su pelo se rizaría y su cuerpo acabaría revestido de pecas ―sobre todo cara y brazos.

Kimani aprovechó que su turno acababa para pasarse a visitarles y tener el honor de ser la primera en ver a August. Luego ya llegarían el padre de April y la madre y hermana de Matthew.

Sinceramente, no tengo intención de llegar a los 170 caps - quería decir 160, pero a lo tonto, seguro que los paso -. Espero que no os importe concluir la obra con capítulos así discontinuos tipo one-shot.

Creo que anoche alguien me preguntó por April 🤔. Qué casualidad, ¿no? 😂

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