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P E D I D O
¡Que lo disfrutes!
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El nombre de Tn_ sera Clara a petición de la lectora.
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-¡Quitate Leo!.
- ¡Aparte tú, troglodita!.
Se escuchaban gritos y empujones por el cuarto de baño de la casa.
Eran cerca de las cinco de la tarde en la casa de Los Hamato. Una familia usual para nada problemática. Hamato Yoshi es el cabecilla de familia y cuida de sus cuatro hijos de dieciséis años, se mudaron a Nueva York no hace mucho menos de dos años.
- ¿Que hacen? - pregunta un chico de pecas y cabellos revuelto comiendo dulces de gelatina de la bolsa - ¡Donnie, Raph parece que tiene oportunidad de ganar esta vez, ven a ver! - grito y de repente aparece otro chico alto.
- ¿Sabes porque se pelean esta vez? - dijo este mirando entretenido como los otros dos estaban matándose mientras los ignoraban rotundamente.
- Creo que quieren usar el baño al mismo tiempo... Pero yo pensé que esto ya lo habíamos echo todos en la mañana - dice el pecoso rascando su mejilla - o... Es un Deja vú...
- ¡Yo seré quien saldrá con Clara! - dice el chico de ojos verdes empujando (nuevamente) a su hermano de cabello negro - por si no lo sabias, es una de las reglas más importante para los hombre.
- ¿Y ahora de que rayos hablas? - deja de empujarlo y lo ve confundido.
- Pues si, esa regla dice que quien la vio primero se queda con ella - cruza sus brazos - y yo la vi primero, ¡te lo recuerdo, va conmigo en clase de Química! - sonríe triunfal.
- Mmm Raph... - el otro hermano que observaba todo, levanto su mano y hablo - todos vamos a la misma clase, en la misma escuela - dice sarcástico.
- Donnie, Mikey esto no es asunto suyo... ¡Y fui yo quien les presento a Clara así que...! - dice Leo tratando de cerrar la puerta, pero es interrumpido por alguien.
- ¿¡Pero que es lo que esta pasado aquí!? ¡Se me dejan las peleas o les tiro el zapato! ¿O quieren que practique con ustedes mi nuevo mantra para paralizar personas? - aparece el papá de los cuatro chicos, con una especie de yukata color ciruela y un zapato en su mano derecha - ¡ustedes deciden! - mueve su mano donde tiene el zapato.
- ¡Waaaaa! - los dos espectadores huyeron de la escena al ver a su padre con esa arma mortal. Dejando solo a los otros dos peleoneros asustados.
[...]
- Que bueno que Splinter entendió... - suspiro Raph llegando a el parque de diversiones - y lo mejor no nos pego.
- Si... ¿Y... Donde esta Clara? - pregunta Leo mirando por el lugar.
- ¡Hey si vinieron! - un grito a sus espaldas hizo que se giraran y mirarán por la dirección por donde la chica se acercaba - estaba esperándolos, ¿porque se tardaron tanto?.
- ¡Problemas técnicos! - dijeron al mismo tiempo nerviosos.
- Bueno, ¡vamos! - tomo a cada uno de la mano y los arrastro hacia las atracciones.
[...]
- Desde que soy pequeña amo las estrellas de la fortuna - Clara mira la vista desde lo alto de Nueva York - ¿ustedes no?.
- ¡Si! Es muy lindo - dice Leo sonriendole tiernamente y se acerco a ella mirando el paisaje. Dejando a su hermano sentado mirando hacia otro lado.
[...]
- Aish... Por tu culpa no encuentro el momento para decirle a Clara que me gusta - le murmuro Raph molesto a Leo, claro, a un tono inaudible para la chica que iba delante de ellos.
- Callate, va a escucharte... - Leo dice entre dientes, mirándolo molesto.
- Hump - cruza sus brazos y mira hacía otro lado, una idea llego a su mente en ese momento - ¡Clara! ¿Quieres un poco de algodón de azúcar? - pregunto.
- ¡Me encantaría Raph! - la chica le sonríe.
- ¡Genial! ¡Pues Leo me acaba de decir que el quiere uno, y va a comprar para los tres! - dice dando una sonrisa triunfadora mientras su hermano pone sus ojos en blanco, shokeado.
- ¡Que! - dice Leo, pero mira el rostro emocionado de Clara - esta bien, yo iré... - dice yéndose al lugar donde esta el vendedor - eres más listo de lo que pensé, Raph >:0.
- Oye Clara - Raph toma su mano - ¡ven voy a enseñarte algo! - se la lleva corriendo a una atracción llamada "la casa de los espejos".
- ¡Chicos aquí están los algodones de...! - Leo llega al lugar pero, no encuentra a nadie - ¡rayos!.
[...]
Si se preguntan de si Raph logró declararse le a Clara, la respuesta es no. Leo y Raph estaban saboteando se mutuamente y no se dieron cuenta de lo que en realidad valía...
- Ya sé que es lo que pasa con ustedes - Clara coloca sus manos en su cintura, haciendo que los dos chicos sudaran frío - quería invitarlos aquí conmigo para llevarnos bien, ya que veo que cuando les hablo es como... Si quisieran evitarme. Creo que no les caigo muy bien... Por eso el aura incomoda, lo siento si les cause molestia - dice triste mientras bajaba su mirada.
- ¿Que? ¡No es lo que crees! - lo niegan rápidamente - ¡eres muy divertida! ¡Me caes excelentemente bien! - dijeron al uníson.
- ¿Entonces porque se comportan tan raros conmigo?...
Los dos chicos se miran, con sus ojos se dijeron lo que harían y, suspiraron.
- Clara, yo... Bueno nosotros, tu... Tu nos gus...gust...
- ¡HOLA CLARA! - una voz conocida se escucha a sus espaldas, y alguien abraza a la mencionada por la espalda, elevándola un poco del suelo.
- ¡Mikey! ¡Hola! - le sonríe un poco incómoda por el abrazo.
- Ah aquí están... - Donnie apareció tomando un refresco - ¡hola Clara! - le sonríe.
- ¡¿Que hacen aquí?! - preguntan ya molestos Leo y Raph.
- Nada en especial, solo salimos a divertirnos - Donnie da un sorbo al vaso.
- ¡Clara, linda vamos a la montaña rusa! - Mikey no espera respuesta y arrastra a la pobre chica hacia la atracción.
- ¿Le dijo linda? - preguntó Raph.
- Eso escuche yo, ¿tu escuchaste eso? - dice Leo ya entrando en pánico, y mira esta vez a Donnie, quien seguía tranquilo tomando del vaso.
- Si, le dijo linda. - dijo despreocupado, estaba más concentrado en su vaso.
- No puede ser... Primero Leo, mi hermano rival eterno ahora Mikey... - Raph empuño su mano - ¡cuanta traición! - indignado, se giro hacia Donnie - ¿No me digas que a ti también te gusta?.
- No me gusta ... - Donnie acomoda sus lentes de los cuales se observo un brillo en un instante, al decir esto los otros dos suspiran aliviados - ...me encanta.
- 0.0 - momento se silencio - no puede estar pasando esto... ¡Yo luchare por su amor!
[...]
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