Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2012 - roto

HISTORIAS CORTAS, DONATELLO
UN CORAZÓN ROTO

A Donatello no le salía pronunciar el nombre del nuevo novio de April. Se le ocurrían otros, aunque puede que no fuesen tan divertidos como él pensaba, resultaban bastante ofensivos y degradantes, pero por suerte nunca llegó a decir ninguno de ellos en voz alta.

Puede que ya no fuesen los alocados adolescentes que recorrían la ciudad luchando con robots o alienígenas, pero Donatello sentía que todo había cambiado.

Su error fue pensar que algún día acabaría con April realmente, y creyó que sería la única variable que permanecería. Las aventuras van y vienen, llegan a su fin, pero él tenía la esperanza de haber encontrado algo que fuese duradero.

El amor...

Fue un iluso.

Cada vez que April bajaba a la guarida él se esforzaba en interesarse por su vida, aunque, prefería preguntarle qué tal le iba en el Canal 6 que no sobre su vida amorosa. Igualmente, ella siempre encontraba la manera de poder hablar de su amorcín.

Resultaba irónico ver que alguien estuviese tan enamorado, rompería el corazón de otra persona, pero era una realidad imposible de ignorar.

Claro que, April nunca supo ver realmente lo que la tortuga de morado sentía por ella. Y ya era tarde, el daño estaba hecho.

Los hermanos de Donatello intentaban cortarse un poco sobre los asuntos románticos, evitando hablar de sus citas o lo bien que lo habían pasado con sus parejas. No venía mal tener un poco de empatía mientras el corazoncito de la tortuga se reparaba poco a poco.

Por ejemplo, Raphael empezó a quedar con Mona Lisa en la guarida de ella. Naturalmente que le encantaría presumir de su chica, pero tampoco era un insensible, podía no querer que su hermano se hundiese más.

Donatello insistía en que no dejasen de hablar por él, pero ya resultaba bastante doloroso empeñarse en no perder la amistad de la pelirroja. Cualquiera diría que lo que buscaba era torturarse.

Pasaron un par de años, y Donatello parecía haberse hecho a la ida de haber perdido a la que creyó que era la chica de sus sueños. O eso creía.

Un día, April bajó a la guarida dando brincos de alegría y secándose lágrimas de emoción. ¿Por qué, os preguntaréis? Pues sí, ese chico cuyo nombre Donatello se negaba a mencionar, le había pedido matrimonio a la pelirroja.

Se esforzó en hablar con ella un rato, intentando mostrarle el apoyo amistoso que merecía, y ella le confesó que si se estaban dando tantas prisas para preparar la boda es que estaba embarazada.

Lo cierto es que April estaba deseando crear una familia, y le encantaría que fuese con el hombre que le pidió matrimonio, ya lo dejó caer no mucho después de haber hecho oficial su relación.

A ver, ya tenían veintisiete años, era normal que quisiesen pensar a largo plazo, pero era un detalle que cada vez obsesionaba más a la tortuga. Eso significaba que se había quedado estancado durante doce años...

Obviamente quiso ir a la boda de su amiga, incluso cuando sus hermanos se habían ofrecido a respaldar cualquiera que fuese la excusa que iba a poner para no ir.

Observaron la ceremonia desde una azotea cercana, ya que no era plan de presentarse a los familiares del marido de April.

Donatello no pudo soportar quedarse después de escuchar el "sí quiero". Se marchó dejando a sus hermanos para cuando April quisiese subir a saludarlos y agradecer que hubieran estado presentes.

Aún con la pajarita en el cuello, Donatello quiso dar una vuelta por los barrios más conflictivos de la ciudad. No era algo que hiciese a menudo, pero oía constantemente cómo Raphael, y cada vez más a menudo, Leonardo, salían en busca de maleantes para calmar un poco los nervios.

No tardó demasiado en escuchar un grito femenino pidiendo ayuda.

Eran ya muchos años velando por la seguridad de los ciudadanos de Nueva York, ya podían saber qué tipo de arma llevaba el atracador sólo con haber escuchado el grito. En este caso... podría ser una navaja, aunque igual resultaba pequeña, así que probablemente se tratase un cuchillo.

No dudó en dejarse caer en el callejón, justo en medio del agresor y la víctima.

Le bastaron un par de golpes para incapacitar los brazos del atacante, haciendo que los invadiese un hormigueo y le impidiese levantarlos, luego se aseguró de dejarle inconsciente.

Donatello se volvió despacio, preguntando cómo se encontraba la encantadora señorita que había quedado acurrucada en el suelo, muerta de miedo.

Levantaste la cabeza sintiendo cómo te temblaban las manos y lágrimas recorrían tus mejillas, pero no titubeaste para tomar la mano que el mutante te ofrecía. Incluso te atreviste a abrazarle tanto para agradecerle lo que había hecho, como para calmarte tú.

Donatello te devolvió el abrazo frotando tu espalda con dulzura, asegurándote entre susurros que no te iba a pasar nada.

―Y así, niños, es cómo conocí a vuestra madre ―sonrió Donatello estando sentado frente a sus dos pequeños híbridos mutante-humanos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro