---Detras de la puerta---
Caminaba con sigilo y en silencio como todo un ninja experimentado pero sus pasos no eran torpes al contrario mostraban desición y determinación.
Sentía su libido a flote, la adrenalina era tanta que empezaba a provocarle cosquillas.
No tuvo que pasar bastantes obstáculos para llegar a su destino la habitación de su queridísimo hermano.
Cuando hiba a tomar el picaporte de la puerta ajena escucho pasos detrás de si apresuro sus pasos para alejarse y no ser descubierto.
Vio a uno de sus hermanos salir de su habitación y dirigirse al baño más cercano noto su típico ceño fruncido, aunque está vez era diferente parecía frustrado y estresado más no molesto como acostumbraba a ver diario.
Lo escucho maldecir a su otro hermano, seguramente por la pelea que tuvieron no mucho tiempo atrás, posteriormente lo escucho dar un par de golpes a la pared.
Decidió quedarse ahí y esperar a que saliera, se escabulló en un pequeño rincon del pasillo que daba a todas las habitaciones, aunque su vista se veía dificultaba, su oído le era de gran utilidad.
Escucho la llave del baño abrirse con el flujo de agua para poco después el sonido de la puerta abriendosé para finalmente escuchar otro sonido similar. Con eso último se asomo de su pequeño escondite para verificar que estuviera solo.
Se incorporo y camino con el mismo sigilo anterior. Volvió a poner su mano en el picaporte y lo giro con suma delicadeza para asegurarse de no hacer ningún ruido.
Una sonrisa se asomaba en su rostro, se sentía como un crío a punto de hacer una travesura, aunque la realidad del asunto no difería mucho de ello
Paso con cuidado a través de la puerta adentrándose al interior de la habitación ajena. Vio al dueño del cuarto durmiendo entre las sábanas de colores opacos, plácidamente sin inmutarse por su presencia intrusa.
Hasta cuándo duerme se ve tan perfecto a su vista, perdido en ese mundo tan surrealista que representan los sueños ¿Que estaría soñando ahora?
Al procesar esa pregunta su mente divago en el mismo pensamiento que precisamente lo llevo a estar en dicha situación y las acciones que estaba apunto de realizar.
Su ceño se frunció mostrando una expresión de molestia, sus ojos azules se tornaron de un color opaco, el fuego que estaba en su pecho se avivó más.
Camino hasta estar al frente del quién dormía en ese momento, tomo entre sus manos las frazadas de la cama que en esos momentos cubrían su cuerpo, las retiro con rapidez y presicion pero cuidando de no despertarlo no cuando estaba por comenzar.
Se fue acostando en la cama, más presisamente entre sus piernas, provocando que su presa de esa noche se retorciera un poco.
Pobre de su hermano su sueño se vería interrumpido por algo que lo dejaría satisfecho tanto a el como al que estaba haciéndole compañía.
Empezó a prepararlo para lo que tenía en mente, algo que no había dejado su cabeza a lo largo de ese día, colocó las palmas de sus manos en cada uno de sus muslos y empezó a acariciarlos con gran delicadeza.
Debía mantener un ritmo lento y no precipitarse, debía ser sutil para cumplir su objetivo con éxito.
Pasaba sus manos en aquellas piernas de singular color verde, las yemas de sus dedos rozaban la exquisita piel con sumo cuidado, comenzó a dar pequeños besos superficiales entre ellas, su acompañante empezaba a retorcerse un poco, decidió continuar su camino de besos hasta llegar a un punto en especifico.
La entrepierna de su hermano.
Vio con detenimiento las placas inferiores, empezó a dejar que su aliento topará en ese lugar a través de suspiros estimulantes, aquella acción no tardaría en dar frutos.
La respiración de su hermano se volvía irregular, eso era la señal que necesitaba para su siguiente paso.
Poso una de sus manos en ese punto exacto para empezar a masajear la zona, lo hacía de una manera lenta pero precisa, las placas del plastrón poco a poco se separaban.
Tenía hambre, estaba ansioso por tener su alimento de esa noche entre sus manos y por supuesto en su boca.
Volvió a fijar la mirada en el lugar que toqueteaba, viendo lo que quería.
El miembro de su amado ya se podía vislumbrar, necesitaba su ayuda, ayuda que estaba dispuesto a dar.
Masajeó con más intensidad la zona, el pene de su hermano se volvía más duro abultando su entrepierna.Su amado comenzaba a suspirar debido a la estimulación, pronto dejo a su miembro salir de su escondite.
Lo contempló con fascinación, aquel falo palpitante se veía a todo su esplendor suplicando por atención, un brillo particular se asomo en sus ojos
Acerco la boca al pene y le dio la primera lamida, algo superficial pero bastó para que el primer jadeo se hiciera presente en la habitación.La segunda lamida continuo seguida de otras mas.
Adoraba su sabor, pasaba su lengua con delicadeza, deslizándose a lo largo de toda esa longitud, degustandolo como un paleta dejando algunos rastros de saliva.
Más jadeos se escuchaban, motivando al intruso a proporcionarle más placer, entonces decidió tomar el miembro entre sus manos y empezar a masturbarlo, levantó la cabeza un poco para ver su expresión.
Sus ojos aunque aún cerrados se apretaban, de su boca entreabierta salía vapor caliente y su cuerpo ya empezaba a transpirar.
Sonrió con satisfacción, bajo su cabeza de nueva cuenta y poso su lengua en la punta lamiendola con fervor mientras masturbaba la base.
Se escuchaba la sinfonía de jadeos y suspiros bajos, era la señal para preparar su última carta a jugar.
Apoyo sus manos de nueva cuenta entre sus muslos abrió la boca ansiosa acercándose y engulló toda esa longitud de una sola vez.
Un gemido sonó, musica para sus oídos, lo sentía crecer dentro de su boca que lo recibía gustoso.
Se apresuro a mover su cabeza de arriba para abajo dando todo en ese oral, empezó con movimientos lentos, pero no tardaría en subir la intensidad.
Más gemidos se podían escuchar, lo estaba disfrutando, veía a su amante retorcerse, estaba sudando por la situación en la que se encontraba, no le faltaba mucho para llegar a la cúspide del placer, la semilla empezaba a salir de su pene perdiéndose en la boca del quién le proporcionaba tanto éxtasis.
Continuaba con sus movimientos de arriba abajo en frenesí sin ningún motivo para detenerse.
Despertó
Los ojos que hacen tan solo un par de segundos estaban cerrados se habrían mostrando sorpresa por la situación en la que no esperaba despertar.
—¡¿Mikey?!—le llamo en un susurro pero sin dejar de ocultar su sorpresa.
El mencionado saco el miembro de su boca, se incorporo con sensualidad sentándose en el estómago del asombrado para provocarlo—¿Te gustó el espectáculo Leo?.
—¡¿Que demonios estás diciendo?!, ¿Que haces aquí?—le hablo con un poco de desesperación entre sus palabras.
-Eso no contesta a mi pregunta -menciono con un dedo apoyado en su pecho comenzó a girarlo en círculos.
—¡¿No te das cuenta que pudieron habernos escuchado?!—decia mientras intentaba incorporarse sin éxito.
—JeJe—paso su mano por detrás para tomar el pene de su hermano que aún se encontraba despierto—Pues este amiguito no piensa lo mismo, parece que necesita de toda mi ayuda y tú también Leito.
Sus ojos celestes mostraban un brillo singular, uno que Leonardo solo pudo relacionar con la mirada que tenía al momento de protagonizar el acto sexual, pero aún así sentía que algo se traía entre manos su amante de pecas.
Apretó el miembro entre sus manos y empezó a repartir caricias-Lo quiero dentro-se acerco a su rostro y le susurro—Quiero que me folles de nuevo Leonardo~mhng-
Sabía que estaba jugando con fuego peligroso, encendiendo aún más su excitación, lo quería dentro de el, follandolo duro solo como Leonardo sabía hacer.
Rozo su única entrada ya lubricada con el falo erecto produciendo terminaciones eléctricas entre ambos que obligó a Leo a cerrar sus ojos momentáneamente—por favor~ah~te necesito~mhng-seguia con aquel roce tan provocador.
Observo de nuevo su rostro con detenimiento, esa mirada tan lasciva,esos sonoros gemidos y la constante estimulación rompió con todo el autocontrol de Leonardo.
Lo tomo de la cintura y lo aventó con fuerza al lado que quedaba disponible de la cama, dejándolo boca arriba y sin esperar se posicionó arriba de el como todo un depredador dirigiéndole una mirada intensa—Has llegado muy lejos pecoso, ¿alguna vez te dijeron que jugar con fuego es peligroso?—tomo sus dos muñecas en una sola de manos y las levanto arriba de su cabeza—Y yo creo que necesitas que te castiguen como es debido—mordio su hombro provocando un jadeo en el ninja de naranja.
—Ah~castigame~Leo—le dijo mientras miraba suplicante.
Esa fue la luz verde para Leonardo que no tardó en empezar a repartir varias mordidas por toda esa piel con pecas, succionaba, lamía y besaba a su amante.
Empezaba a decir su nombre entre suspiros,dulces sonidos que reflejaban su deseo, proclamando a su pareja, alentandolo a continuar.
Se alejo para verlo con detenimiento, estaba agitado, su respiración era irregular, sus mejillas pecosas tenían un tierno rubor que daba indicios de su calentura, pequeñas ondas de vapor salían de su boca entreabierta.
Quería verlo retorcerse inquieto, con desesperación, quería verlo suplicar que lo haga suyo una vez más, que lo marque como su propiedad.
Tras la repentina falta de atención en su cuerpo el menor comenzó a retorcerse.
No podía aguantar está falta de atención en su cuerpo, lo necesitaba ya e iba a demostrárselo.
Miguel Ángel se incorporo un poco, se posicionó en sus cuatro extremidades—Por favor~hazme tuyo Leo—Con esa última palabra elevo su trasero, levanto su colita mostrando su agujero ya lubricado.
El mayor sonrió con gallardía, no iba a desaprovechar esa oferta maravillosa.
Rápidamente lo sujeto de sus caderas, tomo sus glúteos con fuerza, tomo su miembro con rapidez posicionandolo en la entrada del menor.
—Mhng~ah—Se mordió el labio con sensualidad, movió su colita de un lado a otro, mostrando su necesidad.
Su mayor se acomodo para el acto, metiendo poco a poco su pene en su agujero con presición.
Se sentía bien, su falo siendo apretado por las paredes internas del menor, le encantaba ver como esa cavidad lo recibía gustosa.
Empezó los movimientos de caderas de adelante hacia atrás, la zona estaba perfectamente lubricada para su intromisión, gruñendo en el proceso.
—Ah~Leo-o~Ah—el ninja de naranja proliferaba gemidos de éxtasis indicando a su pareja lo bien que se sentía, motivandolo a continuar, mientras sentía su propio miembro salir de su escondite—Mhng~Ah~ah~
—¿Se siente bien?—le pregunto aún con sus movimientos constantes y uno que otro jadeo.
—Si~ah~po-or fa-avor~ mhng ~continua—con esa última palabra pudo sentir como el miembro en su interior salia por completo solo para que poco después viviera introducirse en el con un empujón brusco tocando su punto dulce en el acto—AH~AH~LE-O-
—Eso es gime para mí otōto—tomo la longitud de su hermano entre sus manos empezandolo a masturbar con rapidez y toques estimulantes, pasaba su mano con gentiles caricias desde la base llegando a la punta apresaba un poco su glande volviéndolo completamente loco mientras seguía con su movimiento de caderas constante.
Compartían este momento juntos, su pasión era desenfrenada, eran uno solo, perdidos entre llamas de lujuria, disfrutando el éxtasis del acto carnal.
—Ah~Le-o~Ah~Mhng—No podía generar alguna oración coherente, su mente solo podía centrarse en el placer del momento, sus ojos miraban hacia arriba, su lengua estaba de fuera y de su boca salían pequeñas nubes de vapor acompañadas de sus dulces gemidos.
La sensación de ser golpeado en su punto de placer mientras lo masturbaban, lo hacían tocar el cielo, mirando estrellas, de sus ojos parecía que salían fuegos artificiales.
Penetraba a su sumiso con fuerza, reflejaba su placer entre gruñidos dominantes, su hermanito estaba por venirse las primeras gotas de presemen manchaban su mano.
—¡¡¡AH~AH!!!—El pecoso llegó al clímax, chorros de semen caliente salían disparados de su amiguito, manchando la cama con su fruto de excitación máxima, mientras su cuerpo sufria contracciones.
Leonardo pudo sentir como las paredes del más bajo se contraian a su alrededor, fruto de su recién orgasmo, extrujaba su longitud de una manera deliciosa, sintió la acumulacion de terminaciones nerviosas en su entrepierna, estaba cerca de llegar a la cima el también, penetró con más intensidad y rudeza—Recuerda Miguel Ángel—profirio entre gruñidos mientras se adentraba por completo volviendo a tocar su punto, llegando el también a su orgasmo, largas y gruesas cantidades de esperma caliente salían de su miembro, permanecia dentro mientras vaciaba su carga dentro de la tortuga sumisa, marcandolo con su semilla—Eres totalmente mio-
Se retiró lentamente de su pequeño amante, con ello pequeños hilos de su esencia salían de la entrada del ninja más joven.
Ambos agotados se recostaron en la cama mientras se calmaban del reciente acto.
—¿Fui mejor que Karai?—pregunto el anaranjado en un pequeño hilo de voz.
—¡¿Que?!—esa pregunta lo tomo por completo de sorpresa—¿De que estás hablando Mikey?
—Hablo de que si fui mejor que cualquiera de tus fantasías con ella—dijo con un toque de duda y tristeza en su voz.
El de azul se incorporo un poco fijando sus profundos ojos azules en Mikey mirándolo con intensidad—¿Que te hace pensar eso?—dijo con un toque amargo en su voz.
El más joven se asusto un poco por la forma de hablar de su mayor—Se que la-a estás busca-ando—no pudo evitar tartamudear estaba realmente nervioso.
Ahora lo entendía todo, su tierno amante estaba experimentando celos por la kunoichi, esa era la razón de su inesperada visita a media noche y su necesidad de estar con el.
Se pocisiono arriba de el, tomo su rostro entre sus manos y lo miro con detenimiento, observo como de sus ojos salían pequeñas lágrimas—Mikey hace mucho que deje de sentir amor por ella—acariciaba sus mejillas con pecas retirando los rastros de humedad en ellas-el sensei la extraña, es su hija después de todo, yo le prometí que la encontraría y la traería de regreso ha nuestra familia, como una hermana.
Sollozó el menor bajo de el—Mikey yo nunca en mi vida me atrevería a jugar con tus sentimientos, en el momento que decidimos unirnos carnalmente sabía que tú me pertenecerias, así como yo te pertenezco solo a ti para siempre.
Un brillo apareció en los ojos del más joven—Mi corazón solo te pertenece a ti—apoyo su frente contra la de el—Miguel Ángel Hamato eres el único que deseo y amo-dijo agarrando su muñeca y posicionandola en su pecho.
El pecoso conmovido lo beso en los labios en un beso apasionado el cual el azulado no tardó nada en corresponder—Te amo Leo.
—Y yo más Mikey, nunca lo olvides—Se dieron un último beso, se acurrucaron el uno contra el otro transmitiendose su calor, durmiendo plenos y felices.
Una sonrisa asomaba el rostro del menor, ahora lo sabía, se pertenecían el uno al otro, se amaban con pasión, se deseaban con fervor, el mayor sería el único en recibir su afecto y amor puro, mientras que el sería el único en ver esa faceta en el.
Nadie tendría el privilegio de verlo así, nadie sabría sus secretos más íntimos, nadie jamas sabrá lo que ellos tienen detrás de la puerta.
Fin
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NOTAS DE LA AUTORA:
-Para ser el primer lemon espero que haya cumplido con el estándar esperado, además creo que será el mejor que redacte como escritora al ser este un One-Shot y no una historia.
-Valla que desde cuándo quería escribir sobre estos dos ya que son mi segunda pareja favorita, esperando traer más de Leoángelo en el futuro.
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Se despide Aleina-Zed_05
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