La noche había pasado dando inicio a un nuevo día, mientras otras personas se encontraban levantándose luego de una larga noche de sueño, para prepararse y comenzar su rutina, la familia Loud sin embargo se encontraba aún en el hospital general de Royal Woods, todos ellos se veían en pésimas condiciones, ya que ninguno había logrado dormir bien a noche, no sólo por haber tenido que dormir en los sofás y sillas de la recepción del hospital, si no también porque nadie se había logrado quedar dormido, al menos no hasta que habían desahogado por completo su dolor llorando, eran cerca de las 10:43 de la mañana cuando finalmente los padres de la familia se comenzaban a despertar, el primero en incorporarse fue el señor Lynn, quien vio como sus hijas aún seguian dormidas, mientras que la señora Rita aún estaba dormida con Lilly también dormida en sus brazos, al ver esto no quizo perturbar su sueño, por lo cual se levantó en silencio para caminar hasta el recepcionista del hospital, dado que el turno de su compañera parecía que aún no daba inicio, cuando el hombre vio al señor Lynn acercarse a él, este le habló con una voz calmada y algo amigable.

Recepcionista: Buenos días señor, veo que al fin despierta, así que dígame, en qué puedo ayudarlo?

Señor Lynn: No sabe si se encuentra el doctor Ross? Necesitamos entrar a ver a nuestro hijo, él dijo que despertaría luego de que los efectos de la anestesia cesaran.

Recepcionista: Me temo que el doctor Ross no se encuentra por el momento, su turno no comenzará si no hasta en la tarde aproximadamente a las 6 de la tarde, pero si quiere puedo solicitar a la jefa de enfermeras que lo dejen pasar a ver a su hijo, solo necesito que me de el nombre del niño.

Señor Lynn: Lincoln, Lincoln Loud, es un chico de cabello blanco, con pecas y grandes dientes de conejo.

Recepcionista: Ah sí, Lincoln Loud.

Dijo mientras comenzaba a buscar el archivo del chico en la base de datos del hospital para luego solicitar el permiso para que su familia pudiera entrar a verlo.

Recepcionista: Muy bien, aquí tengo su información.

Dijo mientras revisaba el expediente con la información actualizada de Lincoln.

Recepcionista: Oh vaya, yo... em, lo siento mucho señor Loud no sabia que su hijo estaba en tales condiciones, y bueno en estos momentos Lincoln esta estable, así que no habrá problemas si pasan a verlo, pero me temo que solo podrán pasar sus parientes directos, osea que sus primas no podrán pasar, al menos no por ahora.

Dijo refiriéndose a las otras hijas Loud, dado que no estaba enterado de que todas ellas eran las hermanas de Lincoln, después de todo, era la primera vez que veía a una familia tan numerosa, producto de un matrimonio.

Señor Lynn: Ellas no son sus primas, son sus hermanas, todas ellas son mis hijas.

Dijo el señor Loud desconcertado un poco al empleado de la recepción.

Recepcionista: Wow, entonces, todas ellas son sus hijas? Vaya, pues no se que decir, me quito el sombrero ante usted maestro.

Dijo en tono burlon para aligerar un poco el ambiente, pues podía sentir lo tenso que estaba el patriarca de la familia, aunque no podía culparlo, no al saber el estado en el que estaba el que aparentemente era su único hijo barón, esto obviamente no le causó gracia al señor Lynn, pero no quería perder tiempo peleando con aquel tipo.

Señor Lynn: Entonces, podemos pasar a ver a mi hijo o no?

Recepcionista: Claro claro, lo siento por esa broma de mal gusto, solo deme un momento mientras llamó a la jefa de enfermeras.

Dijo mientras tomaba el teléfono fijo que estaba sobre el mueble de la recepción, mientras el empleado llamaba a la jefa de enfermeras, Lynn padre comenzó a despertar a toda su familia para ir a ver a Lincoln, una vez que el recepcionista les indico que ya podian pasar, nadie de la familia lo pensó dos antes de comenzar a apresurarse hacia la habitación de su hermano, mientras tanto, en una de las camas del hospital, ya hacia el cuerpo inerte de un chico albino, de no más de 11 años de edad, este estaba dormido mientras se movía, parecía como si estuviese teniendo un sueño, y en efecto, estaba soñando con el momento de su accidente, podía verse a sí mismo callendo a través de un abismo oscuro de forma lenta, sentía como el aire golpeaba con furia su cuerpo, como algunos trozos de vidrio quedaban incrustados en su piel, como su corazón se aceleraba ante el sentimiento de estrellarse inminentemente contra el duro y frío suelo de la calle su corazón se aceleró, sus estaban tan abiertos que parecían un par de platos, y así siguió callendo a través de un oscuro, frío y siniestro abismo, hasta que siento miedo, no sabía cómo, pero podía sentir como el piso estaba cada vez más y más cerca, su velocidad de caída aumentaba, cada vez iba más rápido, y mientras se acercaba al suelo pudo comenzar a escuchar voces que lo llamaban desde la distancia, eran familiares, pero a la vez no podía distinguirlas bien, cada vez las voces se hacían más y más claras a la vez que se acercaba más y más al suelo, hasta que, súbitamente el chico albino abrió los ojos, pego un grito de pánico y salto sobre su cama de hospital sobresaltando a los presentes que se encontraban rodeandolo.

Rita: Tranquilo mi niño tranquilo, solo fue un mal sueño, solo calmate.

Dijo la madre de Lincoln mientras ponía una de sus manos sobre el pecho del chico y su otra mano la usaba para acariciar suavemente la blanca cabellera del albino, Lincoln al ver a toda su familia ahí con él se empezó a sentir más tranquilo.

Lincoln: Ummm, hola chicas, que... que hacen aquí? Mejor dicho, donde estamos? Lo único que recuerdo es que caí por la ventana de mi cuarto, luego el señor gruñón vino a ayudarme y después de eso, todo se volvió negro.

Lincoln se veía desconcertado, después de todo había estado inconsciente o dormido todo ese tiempo, por lo que no podía saber cuál era su situación actual o en donde siquiera es que estaba, no sentía dolor, tenía algunos parches y vendas en varias partes de su cuerpo que cubrían las cortadas que se había hecho cuando atravesó el vidrio de su cama, comenzó a incorporarse más levantándose con sus brazos y recorriendose hacia atrás hasta que su espalda chocó con el respaldo de la cama, había pasado de estar acostado a estar sentado, pero aunque no sentía dolor en su cuerpo, hubo algo que lo preocupo, no podía sentir sus piernas, pero como era eso, si era capaz de verlas a través de las sábanas, estaban ahí, por lo que no lo pensó y quito la sabana que lo cubría, efectivamente, sus piernas seguían en su lugar, pero por que no podía moverlas? Por qué no podía sentirlas? Su preocupación iba creciendo de a poco, esto no tenía sentido, por lo que dirigió su mirada a los rostros de su familia, quienes se veían consternados y preocupados.

Lincoln: Oigan chicos, que les pasa? Por que se ven tan exaltados y, por que no puedo mover las piernas?

Aquellas palabras habían hecho que toda su familia se viese entre ellos, no sabían que responderle, sabían que tarde o temprano alguien tendría que decírselo, pero quien? Ninguno de los presentes tenía el corazón o el valor para contarle lo que le había pasado, pero ya que él doctor Ross no estaba, tendría que ser uno de ellos el que le diera las malas noticias a Lincoln.

Lynn jr: Lincoln, tú... tú estás...

La chica deportista intentaba que las palabras le salieran de la boca, pero no podía, se le había formado un nudo en la garganta que le impedía poder hablar claramente.

Señor Lynn: Hijo, yo... lo lamento mucho pero, el doctor nos dijo que tú... él, nos dijo... que debido a tu accidente, no podrás volver a caminar.

Dijo el padre de Lincoln a su hijo mientras unas lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas, el chico no podía creer lo que acababa de escuchar, pero sabía que lo que su 0adre decía era verdad, de repente el mundo entero de Lincoln se vino abajo, un mar de dudas comenzó a inundar su mente, mientras su rostro se iba poniendo cada vez más y más pálido, el shock de la noticia era tal que no pudo decir nada, su cara era inexpresiva y su mirada estaba bacia y perdida, era como ver a un muerto en vida, el silencia en la habitación se prolongó por unos cuantos segundos, que parecían ser horas para toda la familia, hasta que el albino finalmente rompió el silencio.

Lincoln: No, eso... eso no puede ser posible... mis piernas, mis piernas están bien.

Dijo mientras miraba fijamente sus piernas, era obvio que para un chico de tan solo 11 años que apenas ayer podía caminar perfectamente una noticia como esta, era algo difícil de asimilar, y mientras decía aquellas palabras comenzó a tocar sus piernas, comenzó a intentar moverlas, pero nada, simplemente no podía, no podía sentir el tacto de sus manos en sus piernas, lo que comenzó a alterarlo.

Lincoln: No... esto... esto no puede estar pasando, no a mi, yo... yo se puedo mover las piernas solo tengo que intentarlo...

Dijo con un tono de voz histérico, ante la impotencia de no poder mover ni sentir nada en sus piernas el chico albino dejo de sobarlas para comenzar a golpearlas, estaba desesperado, quería poder mover sus piernas, poder sentirlas, aunque fuese dolor solo quería poder sentir sus piernas una vez más.

Lincoln: Vamos maldición, reaccionen!!! Reaccionen maldita sea!!! Por que!? Por que me esta pasando esto a mi!?

Ante aquella escena las hermanas de Lincoln y sus padres lo tomaron de los brazos y lo abrazaron para evitar que el chico albino siguiese haciéndose daño a sí mismo, era una escena devastadora, tanto que no sabían que hacer, se sentían impotentes al no poder hacer nada para ayudar a Lincoln, lo único que podían hacer, era estar con él y tratar de calmarlo, aunque sabían que no importaba lo que le dijeran, nada podría hacerlo mejor en ese momento.

Lincoln: Por qué?... por qué me está pasando esto a mi? Que es lo que hice mal? Yo... tengo miedo, no se que hacer... que... que se supone que tengo que hacer ahora?... yo no sé... que es lo que tengo que hacer... por favor... por favor que alguien me diga que esto es solo una pesadilla... por favor... por favor...

Dijo Lincoln con una voz completamente rota, mientras estaba siendo abrazado por sus hermanas y padres, lágrimas caían por sus mejillas mientras fuertes sollozos podían ser escuchados, Lincoln y su familia estaban llorando a montones, y no era para menos, la impotencia, el pánico, la tristeza y el dolor, eran demasiados como para poder soportarlo, simplemente no podían tolerar todo lo que estaban sintiendo en ese momento, era muy doloroso ver a Lincoln en ese estado, tanto que simplemente no querían dejarlo ir, y así pasaron varios minutos, abrazados y llorando, lamentándose por lo que estaba pasando, hasta que una emfermera se acercó a ellos, para indicarles que el tiempo de visita había acabado, nadie quería irse, querían quedarse junto a Lincoln, pero no podían hacerlo, así que con mucho pesar tuvieron que abandonar el cuarto del albino, resignadas las hermanas Loud abandonaron el cuarto de su hermano, mientras que las gemelas Lola y Lana tenían que ser llevadas a la fuerza por sus padres fuera de la habitación ya que lloraban y pataleaban para poder quedarse con Lincoln, mientras por su parte el albino sólo podía ver con lágrimas en sus ojos como todos lo dejaban solo, con esa enfermera que estaba ahí para hacerse cargo del peliblanco, llevaba en sus manos una bandeja con comida del hospital para que el pobre chico pudiera comer.

Enfermera: Buenos días Lincoln, dime, como te encuentras?

El chico albino no pudo contestarle nada su cuidadora, que se supone que debía decir? Si bien ya estaba más tranquilo, gracias a la compañía que había tenido de su familia, aún estaba decaído y debastado ante el hecho de saber lo que le había pasado.

Enfermera: Mira, se que debe de ser duro para ti, solo tienes 11 años después de todo, pero créeme, incluso en tu situación, las cosas pueden mejorar, solo no te des por vencido aún.

Lincoln: Y como se supone que van a mejorar? A caso podré volver a caminar?

Enfermera: No lo sé, pero lo que sí sé, es que muchas personas que han pasado por lo mismo que tú, han logrado salir a delante a pesar de todo, lo he visto con mis propios ojos, además tienes una enorme y amorosa familia que por lo que se ve, van a estar siempre ahí para ti, sé que esto debe de ser algo muy duro, y que un niño como no debería de estar pasando por esta situación pero, piensa que esto es el inicio de una nueva vida para ti, así que tienes que ser fuerte.

Dijo para luego dejar la bandeja de comida a un lado de la cama del albino para que esté comiera cuando tuviera hambre, sin embargo este no estaba de humor para comer, solo estaba sentado en su cama, con la mirada perdida, él no quería tener una nueva vida, solo quería recuperar su vieja vida, las cosas serían muy diferentes a partir de ahora, pero si hay algo en lo que la enfermera tenía razón, es en que ahora más que nunca tenía que ser fuerte para poder salir a delante a pesar de todo, y si bien esas palabras no lo hacían sentir mejor, al menos sabía que tendría el apoyo de su familia y amigos.

Fin del capítulo 3