16| Una Llama En La Oscuridad
El sonido estrepitoso de dos armas afiladas sonaron cubriendo el sombrío de un panorama cubierto de escombros y polvo.
Tártaro : ¡Es inutil! ¡Tu poder de poder controlar el viento no es nada contra el resto de poderes de este mundo! ¡Yo, Tártaro seré el que mande en este nuevo mundo!
Presumió el tipo misterioso que al fin dio su nombre luego del choque contra Lincoln.
Lincoln perdía su aliento muy rápido, su cuerpo tenía múltiples heridas de cortes y su pie tiene un gran corte que lo atraviesa hasta la planta del pie.
Lincoln : Que nombre más estúpido.
Se burló Lincoln poniéndose de pie, de nuevo luego de varias caídas. Tártaro había bloqueado todos sus ataques luego de haber conseguido un extraño poder que hace cambiar partes de su cuerpo a partes de animales.
Tártaro ya no se veía como un humano, su aspecto repulsivo semejante a una masa cambia formas daba a entender que su humanidad había sido abandonada.
De la tierra, ramas de árboles salieron como si florecieran de lo más profundo de la tierra. Lincoln saltó evitando el ataque.
Lincoln : No me puedo acercar.
Pensó él tratando de mantener un poco de aire en sus pulmones. Había hecho que Luna regresara con los demás, así que estaba solo.
Lincoln : De todas formas... nunca tuve la intención de trabajar con ellas.
Mencionó Lincoln cubriéndose de una llamarada de fuego que salía de la boca de Tártaro. El viento disipó el rastro del fuego pero el calor estuvo presente por varios segundos.
Lincoln se inclinó hacia delante dejando caer su cuerpo para impulsarse en un sprint, tomó su arma con la mano menos tensa y dio tres golpes en diagonal.
Tártaro no los pudo esquivar o eso pensaba Lincoln.
La sonrisa de aquel monstruo demostró su intención principal, ahora era regeneración.
Lincoln : ¿¡Debes estar bromeando!?
Lincoln se quejó bloqueando un golpe que vino desde su izquierda.
Tártaro : Esto es tan gratificante. ¡Me estoy haciendo invencible!
Alzando las protuberancias que lucían como manos, una enorme pared salió detrás de él.
Tártaro : Las cosas a penas inician. Pero para ti, discípulo de Mark, están a punto de acabar.
Señaló con una garra.
Tártaro : Cuando tenga aquel libro en mis manos, los últimos pasos para comenzar la nueva era caos al fin darán inicio.
La piel se tornó púrpura y sus dientes se afilaron.
Lincoln : ¿Qué demonios eres?
Preguntó Lincoln manteniendo la distancia, sentía que en cualquier momento podría caer por la fatiga de su cuerpo. Escupió saliva con sangre.
El adversario río frenéticamente mientras su cuerpo se contraía de una más grande a uno más pequeño pero tonificado.
Sus ojos blancos fijaron a Lincoln.
Tártaro : ¡Yo soy caos!
Lincoln : ¿¡Pero qué!?
El suelo comenzó a temblar, el sonido de la tierra siendo empujada desde adentro levantó una tormenta de polvo. Los cimientos de los pocos edificios y casas que se mantenían todavía en pie cedían completamente.
El terreno a kilómetros se volvió arenoso y con escombros por todos lados.
Una enorme edificación se formaba alrededor de Tártaro. Piezas gigantes de metal se doblaban como goma pero manteniendo su dureza.
Lincoln apuntó con su arma, sus codos apuntaban hacia atrás y abajo. Corrientes de aire lo apoyaron como escudo, se preparó para ir en la dirección de todo este caos.
Miró a sus alrededores cerciorándose que no hubiera gente de por medio.
Lincoln: ¿Dónde está la elementalista?
Luna había llegado con el resto de sus hermanas, los fuertes vendavales de viento evitaron que se acercara a Lincoln. Aquel sujeto parecía mucho para ella, decidió retroceder y obedecer a Lincoln. Antes de irse se percató del cuerpo de la elementalista tumbada en el suelo, inconsciente.
Lana: ¿Cres que estará bien?
Lana preguntó viendo el lugar lleno de ambulancias y autobuses que transportaban a las personas lejos del lugar. La elementalista fue tomada por el cuerpo de primeros auxilios antes de poder llevarla a un hospital.
Lisa: Deberíamos retirarnos también.
Cookie: Lo más lejos posible.
La voz de Cookie se escuchó detrás de todos, las hermanas y Ronnie Anne se giraron.
Cookie: ¡Suban a los autos! ¡Debemos evacuar!
Dando aquella orden, el cuerpo armado se comenzó a retirar.
Soldado 12: Buscamos por los alrededores, ya no quedan ciudadanos cerca.
Ronnie: Buen trabajo. Chichas, debemos salir de aquí lo antes posible.
Leni: ¿¡Pero que pasa con Lincoln!? ¡Él sigue peleando allí!?
Señaló Leni con miedo donde se concentraba la densa presión del aire que en ocasiones emitía ondas muy fuertes que los hacía retroceder.
Cookie: Nosotros no podemos hacer nada, la mayoría de ustedes parecen muy cansados y algunos de mis soldados les cuesta activar sus poderes. No estamos en condiciones para hacer un rescate.
Luna: No creo que necesite un rescate.
Sus hermanas la miraron confusas.
Luna: Debemos confiar en él, es nuestro hermano después de todo.
Ronnie: Eres muy optimista, Luna. No podemos sólo esperar que Lincoln derrote a ese grupo de sujetos misteriosos.
Luna: Lincoln es más fuerte de lo que crees... Me dijo que la única razón por la que se dejó capturar fue para saber de nosotras, en ningún momento tenía la intención de ayudarnos.
La expresión de Luna cambió, sus labios temblaron por la tristeza y el miedo. El resto de hermanas se giraron a ver el centro del desastre. Allí seguía luchando su hermano, herido, sangrando, furioso y valiente.
El comunicador de Cookie se activó. Contestó de inmediato, uno de sus exploradores encontró el rastro de Lily.
Cookie: ¿¡Se dirige hacia acá!? ¡Detenga a esa niña!
Exclamó Cookie. Lori se acercó.
Lori: ¿Qué está pasando, Cookie?
Cookie miró a Lori a los ojos, no era el mejor momento para mentir pero sabía también que decirle la verdad era igual o incluso peor.
Cookie suspiró llevando a las hermanas Loud a los autos de evacuación. Camionetas reforzadas con capacidad para más de 8 personas.
Ronnie: Cookie... ¿Qué significa esto?
Preguntó Ronnie Anne al recibir varias llamadas de aviso a su comunicador notificando de la ubicación de una niña. Cookie no tuvo más opción que prepararse para aguantar los reclamos de los Loud al saber que Lily se escapó de la vigilancia de sus mejores soldados.
Entre la confusión de las personas que corrían en dirección opuesta a cierta niña que corría a todo pulmón por las alborotadas calles de la ciudad o lo poco que quedaba de ella.
Varios soldados de exploración y seguimiento le pisaban los talones a la pequeña niña que de vez en cuando sentía corrientes eléctricas en su cuerpo que la hacía correr más rápido. Mientras sujetaba el libro que Lincoln le encargó que cuidara, esquivaba por instinto los intentos de atraparla.
Lily miró detrás suyo. No percibió a los sujetos siguiendo, en vez de eso vio delante suyo como docenas de camionetas negras avanzaban llevando a personas heridas, niños, ancianos y mujeres.
Lily: ¡Lincoln!
Fue lo que pronunció al ver una extraña estructura que crecía poco a poco por los alrededores de la zona.
Lily observó a lo lejos una camioneta similar a las otras, pero su conductor no parecía ser muy bueno. El auto se movía en zigzag con mucha imprudencia.
Lily: No me digas que...
Así como lo había pensado Lily, se escondió en un pila de escombros que había cerca, ella vio el auto pasar viendo a sus hermanas abordó de él, pero no estaba Lincoln.
Luego de que pasarán, Lily siguió corriendo ignorando la fuerte ventisca que la empujaba hacía atrás. Sin darse cuenta, no estaba avanzando.
El sonido de un motor entre todo el estruendoso entorno llamó su atención, una de esas camionetas había dado la vuelta, desde la ventana salía la cabeza de Lori mirando en su dirección.
Lily sabiendo que no la iban a dejar seguir hasta donde estaba su hermano cerró los ojos. Ignoró los llamados de su hermana mayor para que regresara.
Lori: ¡Maldición! ¿Esta cosa no puede ir más rápido? Literalmente Lily está justo ahí.
Se quejó Lori pero la potencia del auto en el que iban, llevando a más de 10 personas no lograban superar el empuje del viento que soplaba fuertemente en su contra.
Lily quién cerró los ojos con todas sus fuerzas para no ver las caras de preocupación de sus hermanas no era afectada por el viento. Un túnel de luz la rodeaba permitiéndole moverse.
Metal contra metal, viento contra fuego, viento contra hielo. Lincoln sólo podía usar el viento como su única arma y escudo, contra la variedad de habilidad y poder que tenía su adversario.
Lincoln: Esto... esto es una locura.
Tártaro: ¿Qué sucede? ¿Te llamas Lincoln, no es así?
Alzó la mirada.
Tártaro: Mark tuvo que estar desesperado por dejar todo sobre ti.
Lincoln dio un paso atrás, sujetó su hombro. Todo su cuerpo estaba herido, moretones y rasguños, su capa de viento que lo protegió comenzó a perder fuerza y varias heridas graves se abrieron.
Su pie izquierdo tiene una gran herida, perdía sangre constante, ya no podía seguir luchando contra Tártaro por mas tiempo.
"¿Todas estarán a salvo?" pensaba Lincoln sin dejar de ver a Tártaro. "Debo encontrar una forma de retirarme, este tipo resulto demasiado fuerte. Si no fuera tan confiado, lo siento Mark."
Tártaro: Oye, chico. Todavía no te desmayes, tengo que probar que tan fuerte me he vuelto mientras que mis ayudantes buscan algo.
Tártaro se acercó a Lincoln, se movió por las sombras. Esto alertó a Lincoln, ver luchar a este tipo le confirmo que es una amenaza mayor mas que un elementalista.
Lincoln: Jajaja... parece que te estas divirtiendo con esto.
Tártaro: Oh, creí que ya no te quedaban fuerzas para hablar. Ahorraré charla, esta todavía no es la parte divertida.
Una sonrisa que expresaba locura se formó en el rostro de Tártaro. Su cuerpo se expandió una vez mas haciendo mas grande que Lincoln. Estos ya no eran los poderes de los que se tenían registros, estos iban más haya de la comprensión actual.
Lincoln: Metamorfosis.
Susurró Lincoln.
Tártaro: También una buena audición.
Varios golpes fueron directo al torso de Lincoln.
Escupiendo sangre cayó de espaldas en los escombros.
Varios pedazos de hormigón cayeron sobre él. Un estruendo sonó por encima de Lincoln, vio como una luz amarilla que se deformaba en el camino impactó a Tártaro. Era un rayo. Tártaro se cubrió con sus gruesos antebrazos evitando recibir daño.
Lincoln se giró pensando que era Lori, estaba a punto de gritarle pero sus palabras se hundieron en su pecho al ver a la pequeña Lily quien estaba lanzando consecutivamente más ataques.
Lincoln intentó correr donde ella pero sus piernas estaban dormidas por los anteriores golpes de Tártaro. Se maldijo así mismo.
Debía llegar donde Lily y detenerla, este lugar es muy peligroso para ella.
La risa de Tártaro lo alertó, Lincoln entró en pánico viendo como el sujeto de gran tamaño seguía bloqueando los ataques de Lily sin retroceder, en vez de eso, da un paso seguido de otro.
Tártaro: Con que esta niña es tu refuerzo, ridículo.
Siguió riendo aún más placentero al notar el miedo en el cuerpo de la chica pero de asombro al ver sus ojos llenos de determinación.
Lily soltó el libro para poder usar sus dos manos, y, aún cuando logró retroceder a Tártaro unos cuantos metros de ella, él resistía incluso más y seguía acercándose a Lily.
Lincoln trató de gritar pero los sonidos del los rayos no dejaban que su voz llegara.
Sin tener más opción, apuñalado su muslo para despertar sus nervios, el grito se ahogó entre los choques de poderes.
Lily comenzó a llorar sin antes gritar.
Lily: ¡Deja a mi hermano, monstruo!
El cuerpo de Lily no acostumbrado a esto, cedió ante el dolor de sus músculos bajando sus brazos e inclinado su cuerpo al suelo como una muñeca.
Tártaro se paró delante de ella con su imponente figura.
Tártaro: El mundo está tan mal, que ahora envían a niños para que enfrenten los problemas de los adultos.
Alzó su brazo lo más que pudo.
Tártaro: Me aseguraré que sea la última vez.
Lily sólo pudo cerrar los ojos, su cuerpo estaba muy débil como para hacer otra cosa. ¿Qué pensaba ella que iba a lograr? Leyendo ese libro sin permiso, motivarse a ayudar. No querer quedarse atrás incluso sin saber nada de poderes. Y tratar de ayudar en una situación imposible con su poder recién descubierto.
¿Así es como acaba todo para ella? ¿Al menos volverá a ver a mamá y a papá? Seguramente estén con el abuelo.
Lincoln: ¡No te atrevas a poner tus manos en mi hermana, tú maldito pedazo de mierda!
Tártaro se giró para recibir el ataque de Lincoln que suponía que venía desde su espalda, pero al girarse no había nadie detrás.
Lincoln: ¡Arriba tuyo imbécil!
Lincoln había saltó mucho antes de que Tártaro sintiera el ataque de Lincoln, desde donde había estado tumbado, rastros de sangre sufrieron de ingravidez dejando ver el recorrido de Lincoln.
Su arma, desde su espalda, con dos manos agarrando fuertemente, él apuntó a su cabeza. Sus codos miraban el cielo oscuro y caótico, sus brazos reaccionaron como palancas moviendo su arma con las últimas fuerzas que tenía.
Tártaro reforzó su cuerpo con metamorfosis.
El sonido del impacto hizo sangrar los oídos de Lily y Lincoln.
El golpe de Lincoln cayó con tal fuerza que el cuerpo voluminoso de Tártaro se enterraba bajo tierra como si estuviera siendo empujado por una fuerza increíblemente pesada.
Mitad de su cuerpo bajo tierra no fue suficiente, el cuerpo entero terminó enterrado bajo tierra.
Lincoln guardaba el poco aliento de sus pulmones para hacer una última cosa, miró a Lily tumbada en el suelo unos tres metros de donde estaba parada. Se acercó como pudo.
Las perturbaciones de la zona parecían haber disminuido.
El suelo tembloroso daba la sensación de ser un terremoto, pero Lincoln sabía que ese ataque no iba a terminar con ese monstruo, pero esperaba al menos dejarlo fuera de batalla por más de diez segundos.
Tomó a Lily en su débiles manos, podía con ella. Mirando su alrededor encontró el libro, lejano de su posición actual. Es algo muy importante, pero más importante que eso, era Lily. Lincoln dejó atrás el libro mientras cargaba a Lily lejos de aquí.
Entre la enorme cortina de humo, confundible con la niebla, dos luces iluminaban la dirección.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro