11| La misión de Mark
"¿Qué quería este viejo? ¿Entrenarme? Pero... si estoy vivo es gracias a él." Pensó Lincoln.
Lincoln: ¿Qué es lo qué tienes en mente, viejo?
Mark: Oh parece que ya confías en mí como para llamarme viejo, está bien. Solo una pequeña prueba.
El viejo comenzó a toser alarmando a Lincoln.
Lincoln: ¿¡Mark, te encuentras bien!?
El viejo miró su mano cubierta de sangre.
Mark: Chico... el cuerpo se deteriora con el tiempo. Y mi cuerpo ya a sufrido mucho desgaste estos últimos días... no falta mucho para despedirme de este mundo.
El anciano miró fijamente al albino.
Mark: Por eso quiero encargarte algo, pero antes de eso quiero saber si eres capaz de cumplir mi ultimo deseo.
El peliblanco observó al anciano Mark muy débil pero lleno de determinación.
Lincoln: ¡Muy bien, te escucharé!
El viejo sonrío colocando una mano en la caja larga. Le dijo a Lincoln que se lo diría en un mes, ya que lo necesitaba a él en completa salud física. ¿Será que Mark podría aguantar otros meses más?
[ Dos meses después ]
Mark: ¡Tardaste más tiempo en sanarte!
El anciano estaba molesto por haber perdido un mes en el que podía haber avanzado algo con el chico.
Lincoln: ¡Lo siento, pero no estoy acostumbrado a recibir tales lesiones!
Ya no tenía vendas en su cuerpo y dolor en zonas de su cuerpo pero si quedaron unas feas cicatrices en su pecho, estomago, brazos, piernas y espalda de Lincoln. Después de todo, era extraño que dos meses fueran suficiente para su total recuperación.
Mark suspiró con agotamiento. Salió pidiéndole a Lincoln que lo siguiera. Como había dicho el anciano; estaban rodeados de arboles, al frente de la cabaña habían asentamientos de tierra árida y más adelante, pura vegetación frondosa. Mark tomó un trozo de rama, seguido, dibujó dos círculos en la arena, separados uno del otro.
Mark: ¿Ves esa pelota plateada que esta allá? Pues quiero que la lleves a ese circulo que esta delante tuyo.
Lincoln bufó.
Lincoln: Esto es pan comido.
Después de 3 minutos sin éxito Lincoln se lanzo al suelo totalmente agotado.
Lincoln: ¿¡Pero... cómo!?
Mark comenzó a reír.
Mark: Jaja. Perdón chico, pero esa no es una pelota, es una esfera de plomo muy pesada, más claramente, pesa una tonelada.
Lincoln: ¿¡Cómo rayos querías que moviera eso!?
Mark: Esta es una de las cosas que quería que hicieras. Si logras hacer esto, podrás hacerlo todo.
Una corriente de aire mueve la esfera hasta los pies de Lincoln.
Mark: De ahora en adelante... vas a manipular la corriente de aire a tu alrededor para mover esa esfera hacia el circulo.
Lincoln: Hmm... Bien, lo intentare otra vez.
"Controlando la corriente de aire... sé que suena más fácil decirlo que hacerlo pero... necesitas verlo como si un humano estuviera utilizando un ala de un ave. Para otras personas, ese sentimiento seria difícil de comprender. Sin embargo, si eres tu chico, sé que puedes hacerlo. Muestran un increíble control de tu poder, desafortunadamente se produce inconscientemente sin que él pueda controlarlo. Si eres capaz de dominar este entrenamiento, entonces podrás ser capaz de hacer todo con tu poder." Pensó Mark mientras veía a Lincoln.
Mark: Sabes chico, solo mirar la esfera no hará que se mueva...
Lincoln: ¡¡Ya lo sé!!
Mark: Antes, cuando estabas herido, usabas tu poder para sellar un poco las heridas, ¿verdad?
Lincoln: ¿Cuándo estaba herido? Ahh... en ese momento sentía un extraño cosquilleo en mi cuerpo, pero era incapaz de manipular mi poder.
Mark: Está bien, entonces trata de recordar el sentimiento que tuviste durante ese incidente. Usaste tu poder porque estabas tratando de mantenerte vivo. Estoy seguro de que tenías la sensación de que querías vivir usando el viento.
Lincoln suspiró mientras miraba su mano abierta, cerrándola mostrando una mirada determinada.
Lincoln: Intentaré recordar lo que sentí de ese incidente...
"Moviéndolo usando el viento... usando el viento... muévelo... ¡Usándolo el viento!" Varias ráfagas de viento aparecieron como neblina densa rodeando la esfera de plomo. El albino comenzó a sudar y a cansarse más rápido, sentía que sus músculos se volverían gelatina y sus huesos polvo. Pero logró mover la esfera un centímetro. Lincoln sonrío olvidándose del dolor del momento.
Mark: Oh, ¿no está mal? Bien, ahora continúa entrenando lo que acabas de hacer.
Tal vez el cuerpo de Mark no aguante mucho, pero el progreso de Lincoln iba a necesitar más que solo unos meses de entrenamiento. El viejo pensaba que debía convertir esos meses de vida en años, el tiempo era necesario pero el joven parecía aprender rápido. "En unos años..."
Pasaron tres meses y el chico ya podía controlar un pequeño flujo de aire que emanaba de su cuerpo. Sentado con los pies cruzados lograba mantener la esfera a flote en el aire pero hasta ahí llegaba su resistencia. Mark le enseño que lo mejor que podía hacer es imaginar una meta y como haría para llegar hasta ella. Ese viejo siempre le a gustado hablar con refranes, a hablado de sus viajes a diferentes partes del mundo antes del llamado "eclipse" que cubrió todo el planeta. Visitó China, Noruega, Turquía, Alemania y otros más. Aprendió múltiples aptitudes de lucha, cocina, conocimiento, es como una biblioteca con piernas y barba.
Lincoln: "He aprendido mucho, la verdad. Mark no es el mejor maestro que se preocupa por el limite de sus alumnos, si ves un obstáculo, ¡No lo rodees, atraviésalo! Eso lo dice con suma energía, como si fuera su lema... atraviesa. Nunca lo había pensado así, nunca enfrentaba los problemas de frente, para eso tenía mis planes... ahora que lo pienso ninguno de ellos solucionó el problema para lo que estaban hechos. Colocando las cosas simples, estoy viviendo una vida llena de problemas puesta por el viejo Mark, estoy obligado a solucionar sus ejercicios al cien por ciento, no aceptará que lo complete a medias, por suerte soy algo determinado cuando me decido por algo." Lincoln vio a Mark un poco cansado mientras se meneaba en una silla. "Aunque le pregunte qué hay dentro de la caja que está en la sala, nunca me responde algo concreto. Dice que es lo más preciado de su vida, no permitiría partir al otro plano hasta que encuentre a alguien con quien dejarle dichosa posesión."
El albino con quince años, mostró mejorías a los ojos de Mark. Un fuerte espíritu y consciencia estaban siendo entrenados. No pasó mucho desde el último intento de Lincoln con la esfera de plomo, afortunadamente su cuerpo soportaba ya la enorme tensión que ocasiona el tener que manipular el aire de su entorno.
Mark: Recuerda esto: La sociedad es una jerarquía, los nobles son los que tienen más potencial con sus dotes, y los campesinos seríamos nosotros, teniendo la necesidad de buscar al fuerte para ayudarnos y hacernos más degradantes ante ellos. Siempre a sido así chico. Tenemos atributos especiales pero a la vez inútiles... ¡pero ya vez el problema! Siempre y cuando pueda hacer algo, no es del todo inútil, los verdaderos inútiles son aquellos que ven el mundo con codicia y ansias de poder. Puede que este viejo no sea muy sabio pero ten en cuenta esto.
Lincoln: "Si te caes siete veces, levántate ocho." je, ese viejo dice cosas tan molestas.
Mark: Un copo de nieve nunca cae en el lugar equivocado. Las personas no están donde se pasan en la vida, un Dios no los colocó, ellos decidieron moverse y avanzar. Puede que no entiendas la mayoría de las cosas que dije, pero tu mejor guía es tu intuición, tu corazón a veces dudará, en cambio, tu mente y cuerpo actuaran.
Lincoln recordó todas esas palabras y sin darse cuenta había estado flotando por varios minutos. Estaba a 10 metros del suelo. El chico no entró en pánico, intento tranquilizarse e intentar descender al suelo, su cuerpo se había acostumbrado a la fuerte tensión del viento. Al tocar suelo fue llamado por Mark quien lo esperaba en la puerta de la cabaña.
Lincoln: ¿Sucedió algo, viejo?
Mark: Nada nuevo, solo quiero que vengas a ver algo.
Entraron en la cabaña. Mark sacó la caja larga que tenía en su sótano ya no tan improvisado. El albino subió sus cejas por sorpresa.
Lincoln: Espera, espera... ¿¡Me mostraras lo qué hay por fin en la caja!? ¡Pero habías dicho que solo se lo darías a alguien digno!
Mark: Y lo encontré, está justo al frente mio.
El anciano río ocasionándole una fuerte tos. No le quedaba mucho y Lincoln estaba listo, aunque había un problema. Mark abrió la caja deslumbrando a Lincoln con una hermosa katana de color plata decorada con un mango negro con triángulos de color oro.
Lincoln: ¡Oooh, viejo... ! ¡Esto es increíble!
Mark: ¿Te gusta? Si es así, te la regalo por completar con satisfacción mis clases de entrenamiento.
Lincoln: ¿¡Es enserio!? ¡Hombre, es genial!
Mark tomó la katana y se la dio a Lincoln, este la sostuvo e inmediatamente la hoja de la katana cambio de su color plata a uno blanco y brillaba como un diamante bine pulido. Lincoln se sorprendió, pensaba que la había dañado pero Mark le dijo que era todo lo contrario. Le mencionó que existen aparatos u objetos en el mundo que ahora son llamados "receptores" capaces de incrementar la fuerza del usuario en grandes cantidades.
Mark: La mayoría de los receptores son determinados por los gustos del portador, por ejemplo: a alguien que le guste la música, tiene posibilidades que su receptor sea un instrumento musical, una nota, o hasta una canción. El receptor variará dependiendo del usuario. Entonces chico, nunca, desde que obtuviste este poder, considerado inútil por todos, lo odiaste, ¿no es así? En vez de eso, lo querías aunque los demás lo despreciaran... sabes el apodo que tienen las katanas en Japón: La hoja que corta el viento. Es un nombre muy interesante pero las cosas son así. ¡Este es tu nuevo receptor!
Lincoln seguía lleno de entusiasmo. En su cabeza solo tenía el fuerte brillo que emanaba de la katana.
Lincoln: Es esto, viejo. ¿Tu preciada posesión?
Mark negó con la cabeza, quitó el cojín rojo que estaba dentro de la caja y saco un pañuelo blanco que parecía tapar algo ovalado.
Mark: Esto es lo más preciado de toda mi vida. Pero llamarlo posesión no se escucha muy bien... veras, lo que ahora te diré, es algo a lo que no estas obligado a cumplir pero... quisiera que escucharas con atención.
Al quitar el pañuelo blanco que cubrió lo que al parecer es una gema preciosa, este pasó de ser blanco a tomar un color azul celeste. Era un pedazo de jade muy bien tallado, si se veía de cerca podías notar cambios de color como si fuera un arcoíris con colores opacos y una extraña niebla gris que daba vueltas en su interior.
Mark: Esta es... Violet, mi nieta.
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